miércoles, 19 de marzo de 2014

PEP MARÍ psicólogo deportivo español.


Pep Marí: "El talento consiste en imaginar rápido"
El psicólogo deportivo, autor de 'Aprender de los campeones', afirma que esfuerzo y eficacia son necesarios para conseguir el alto rendimiento
“Para ser el mejor en tu actividad hay que seguir los mismos pasos que para ser el mejor deportista”.
Con esta premisa el psicólogo Pep Marí (Girona, 1964) ha escrito el libro ‘Aprender de los campeones’ (Plataforma Editorial) donde desgrana con ejemplos y fórmulas los principios para alcanzar el alto rendimiento. Para empezar, Marí, jefe del Departamento de Psicología del Deporte del Centro de Alto Rendimiento Deportivo (CAR) de Sant Cugat, destaca que lo primordial y básico es ‘poder aprender’.

 ¿Cómo surgió la idea de publicar el libro ‘Aprender de los campeones’?
Llevo trabajando 23 años como psicólogo en el CAR y los principios que regulan el alto rendimiento son los mismos que en cualquier actividad, ya sea deportiva o del tipo que sea. Para ser el mejor cirujano, periodista o psicólogo tienes que hacer lo mismo que para ser el mejor futbolista.
¿Cuáles son estos principios?
En el libro los represento a través de una pirámide en cuatro niveles. El primero, y es lo que tienen en común los campeones, es que pueden aprender. Son personas que se acompañan de un entorno inmediato que no resta en su rendimiento. Si tú eres inestable viviendo no puedes ser regular rindiendo. En segundo lugar, no sólo pueden aprender sino que también quieren aprender. La motivación. Tienen muy claro los objetivos y lo más importante es que se dejan la piel para conseguirlo.
¿Cuál sería el tercer nivel?
Los campeones saben aprender: reconocen los errores como propios y no buscan excusas, y los corrigen rápidamente. Un entrenador me dijo que hay dos clases de deportistas, aquellos que buscan una excusa para poder fallar y aquellos que buscan una solución para poder acertar. Los que buscan excusas no son campeones Los perdedores se quejan, los ganadores aprenden. Un campeón puede, quiere y sabe aprender pero falta una cosa.
¿El qué?
La puesta en escena, es decir, saber competir, rendir bajo presión, controlar los nervios, mantener la concentración y tener confianza en tus posibilidades. Está muy bien esforzarse pero no hay suficiente, hay que saber rendir. La cultura del esfuerzo más la de la eficacia es éxito asegurado.
Además de saber rendir y esforzarse en el libro también da mucha importancia al talento. ¿Se puede ser un campeón sin talento?
- Te pondré un ejemplo con los jugadores Messi y Pedro. ¿Cómo es que Messi hace unas cosas que Pedro no hace? Podríamos caer en la tentación de decir que Messi tiene una técnica tan depurada que le permite hacer cosas que Pedro no puede hacer. Yo lo encuentro erróneo. Pedro tiene una técnica muy depurada, es buenísimo técnicamente y las cosas que hace Messi él también las podría hacer. Técnicamente está dotado para hacerlas, ¿pero por qué no las hace? Porque no se imagina que las podría hacer o como mínimo no se lo imagina tan rápido como Messi ya que si te lo imaginas más lento que tu defensor te quita el balón y ya no lo puedes hacer. Por eso digo que para mí el talento es imaginar rápido.
Entonces el talento es imprescindible, ¿o no?
El talento es imprescindible para conseguir el alto rendimiento pero no es suficiente. El entrenador de Los Lakers Phil Jackson dice que el carácter es más importante que el talento. Estoy totalmente de acuerdo porque el carácter es el que permite que el talento surja, se desarrolle y se materialice. Veo deportistas con un talento brutal que no han sido capaces de cuajar su talento y demostrarlo porque no tenían humildad, autocrítica, autonomía, persistencia en el esfuerzo, no vivían de una manera compatible con el alto rendimiento, y por culpa de este carácter no han podido manifestar su talento.
Hablando de entrenadores, ahora que comentaba Phil Jackson, ¿para usted cuáles han sido las claves del éxito de Pep Guardiola?
Principalmente dos claves. La primera es la gestión de las personas. Es un gran gestor de personas y ser el líder de un equipo implica tratar a todo el mundo diferente en función de lo que necesita, no de lo que pide. A diferencia de Frank Rijkaard, que trataba a todo el mundo diferente pero en función de lo que pedían los jugadores y no de lo que necesitaban. Tú tienes que ser suficiente psicólogo para ver qué necesitan las personas en cada momento. Guardiola también ha conseguido algo muy difícil que es hacer entender al resto del colectivo de personas que aquel trato diferencial que le haces a aquel individuo en particular no sólo es lo mejor para ese individuo sino que también es lo mejor para el resto del equipo. En esto, Guardiola es un genio.
¿Y la segunda clave?
Está relacionada con el nivel de competir. Guardiola es un experto ajustando el nivel de alerta de sus jugadores antes de los partidos. Si los jugadores salen al campo muy nerviosos o tensionados cometerán muchos errores por precipitación pero si salen relajados se les anticiparán en las acciones o no llegarán. Hace falta salir al campo con el nivel justo de alerta, ni mucho ni poco, para cada partido.
Podemos decir que Guardiola tiene mucha psicología deportiva…
En este sentido soy bastante crítico. Una de las cosas que me permite mi profesión es trabajar con muchos entrenadores. Yo no creo que sea un genio aplicando la psicología, lo que pasa es que tiene mucho sentido común. Guardiola es un catedrático del sentido común y en un mundo donde hay tan poco sobresale mucho. Conozco a entrenadores que hacen servir la psicología y la integran tan bien como Guardiola pero nadie los conoce  porque son deportes minoritarios y no son tan mediáticos.
Sin dejar el Barça, ¿cómo se explica que jugadores que lo han ganado todo sigan sin perder la motivación y las ganas de ganar?
- A la mayoría de los humanos ya nos fallaría la motivación. En este caso, no hay más remedio que trascender. Es decir, darle otro sentido a las cosas, un sentido que va más allá del objetivo real. El Barça no sólo juega para ganar sino también para ser un referente y un ejemplo para la sociedad. Y, por otro lado, estos jugadores quieren marcar una época, quieren pasar a la historia como el mejor equipo. Si no la ‘lían’ de esta manera tan grande faltan motivaciones porque un objetivo conseguido deja de serlo y cada vez tienes que fijar un objetivo superior que te haga más ilusión que el anterior. No queda más remedio que trascender.
En este punto de trascendencia encontraríamos a Messi. Parece que este jugador no tiene límites a pesar de su juventud…
Cuando vino a Barcelona de pequeño lo hizo con su padre y parte de su entorno le ha dado un punto de soporte para tener los pies en la tierra, eso ha sido muy importante. Y en la parte deportiva otra clave es el equipo. La prueba la tienes en la selección argentina, no es capaz de rendir al mismo nivel porque los valores que ha hecho servir Guardiola para crear este equipo, como la solidaridad, el sentido común, la discreción o la persistencia son valores que definen la personalidad de Messi y él se identifica con estos valores. El Barça también se identifica con Messi. Existe esta comunión tan clara e identitaria y a Messi le es más fácil asumir el rol que tiene en el Barça.
Guardiola en más de una ocasión ha manifestado que es partidario de contratos cortos, ¿pero este Barça se entiende sin Guardiola?
Cuando el entrenador Phil Jackson llega al baloncesto profesional dice que los jugadores son muy egoístas, y piensa cómo pueden ser tan egoístas y jugar a un deporte en equipo. Yo siempre digo que en los deportes individuales para triunfar tienes que ser un poco egoísta pero para ser un buen deportista de un deporte colectivo tienes que ser generoso. Tienes que saber anteponer el bien colectivo al tuyo particular, y eso es muy fácil de decir pero muy difícil de hacer. 
¿Y cómo se consigue eso?
Phil Jackson para arreglarlo propone apelar a una fuerza más grande y gratificante que el propio ego: la belleza del sistema. Se ha llegado a un punto que jugar en el Barça debe ser una pasada, tanto que está por encima del bien individual. Conocí a un entrenador que decía que cuando se juega para el equipo se juega mejor y se disfruta más. Esto es verdad. Cuando hay esta sintonía de equipo y ya se ha creado este sistema de juego, que casi va solo y ya da igual que jugador pongas en esa posición en el campo, funciona y además luce. Phil Jackson comenta que eres un líder cuando eres capaz de hacer mejor a los que tienes a tu lado. En el Barça está pasando esto, va solo, incluso ya no depende de quien juega y me atrevería a decir ni del entrenador, si ahora pones otro entrenador creo que la dinámica arrastraría.
¿Y todo esto se puede extrapolar más allá del ámbito deportivo?
En una de las fórmulas del libro explico que si juntas la ambición, el orden en el estilo de vida y la humildad, esto asegura la progresión a nivel deportivo y de lo que sea.
En el libro también hace referencia a la presión, algo ineludible para los deportistas de alto nivel. ¿Cómo se puede hacer frente a ella para rendir más?
La presión se puede aprender a llevarla mejor. Hay varias maneras de afrontarla. La primera es evitarla, ésta es la peor de todas. Si tú tienes un problema y lo evades se hace cada vez más grande, y no estás aprendiendo nada. La segunda manera es controlándola, ajustando muy bien el nivel de activación para jugar. La tercera manera es tolerar la presión, saber que forma parte de la competición y tarde o temprano vendrá. Se trata de que la dejes pasar, que no te rebotes, que hagas lo mismo que harías a pesar de que no estuviera. Para ello utilizo la frase de un actor, John Wayne, que da título a uno de los capítulos de libro: “Ser un valiente es estar muerto de miedo y a pesar de eso subir al caballo”.
Interesante frase…
Todo el mundo tiene miedo y lo que se trata es subir al caballo. Y hay dos clases, los que suben y los que no. Y la última y mejor manera de afrontar la ansiedad es disfrutar bajo presión. Los mejores lo hacen. 
Uno de los principales miedos para los deportistas supongo que será la retirada. ¿Este momento es uno de los más traumáticos?
Sí, sobre todo si no se ha preparado suficientemente bien y se produce de una forma traumática por culpa de una lesión. Hay pocos deportistas que se acercan y comienzan a ver el final para preparar la transición. Hay un servicio de la Dirección General Deportes, que tiene su sede en el CAR, 
que tiene esta función, anticipar y preparar la retirada del deportista para que sea lo menos traumática posible.
En su trabajo en el CAR y por su experiencia durante estos años, ¿cuáles son las principales consultas que atiende de los deportistas?
Básicamente son tres consultas. La primera está relacionada con no saber competir. Deportistas que entrenan de una forma perfecta pero llega el momento de la competición y los nervios les pueden. Otra consulta es cuando los deportistas nuevos se integran al CAR y su estilo de vida cambia radicalmente. La mayoría son deportistas que nunca habían salido de casa y se tienen que espabilar. Les cuesta adaptarse, no quiere decir que no se adapten sino que les cuesta, y son demandas que van en la línea de facilitar la adaptación. Y para acabar problemas de orden personal. Son personas antes que deportistas. Cuando pasan estas cosas evidentemente afecta el rendimiento.
¿Y a partir de qué edad se tendría que trabajar aspectos psicológicos con el deportista?
Desde el principio se puede empezar a trabajar. En el CAR la edad mínima para estar interno es a partir de los 14 años. Aunque no es tanto la edad sino el grado de autonomía, madurez y la claridad de los objetivos del deportista. Una de las cosas positivas de la psicología es que hace el vestido a medida.
Para acabar la entrevista, ¿algún consejo para los deportistas que empiezan?
Les digo que no se precipiten y que tengan coherencia entre el nivel de ambición de los objetivos y el compromiso de los medios. Si quieres ser uno más con que te impliques un poco ya lo tienes, si quieres ser uno de los mejores te tienes que comprometer, y si quieres ser el mejor tienes que vivir de una manera. Para ser uno más no hace falta incorporar un psicólogo, para ser unos de los mejores lo recomiendo, y para ser el mejor es imprescindible.
Por Jesús sancho

 Pep Marí Cortés, vive de su pasión, la psicología, y ejerce de jefe de Departamento de psicología del deporte del centro de alto rendimiento deportivo de Saint Cugat (Barcelona). Licenciado en psicología y máster en psicología del deporte. Ha colaborado con la Federación española de Hockey durante los juegos Olímpicos de Barcelona en 1992, el RCD Español de Barcelona, la selección española femenina de Waterpolo y la cuarta edición del programa Operación Triunfo. Ha sido columnista de El periódico de Catalunya y de Mundo Deportivo.

Se define como un artista que se basa en la ciencia. Sostiene que cualquier aplicación de conocimientos requiere de un componente artístico y de una elevada dosis de imaginación. Autor del libro “Aprender de los Campeones” Esta obra muestra las fórmulas y secretos de los campeones, las claves para desplegar todo nuestro potencial y llegar al máximo rendimiento.

 

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