lunes, 30 de julio de 2018


LA IMPORTANCIA DE CREAR HABITOS
Publicado en Periodización Táctica.

“En los entrenamientos insistimos mucho en la habituación.
El entrenamiento crea el hábito y después, en el juego, en vez de que la acción sea pensada,
esta surge de forma subconsciente y natural”.

LA IMPORTANCIA DE CREAR HÁBITOS


“El objetivo es siempre el mismo:Tornar cerebral la dinámica comportamental que es la organización, que es filosofía, que es emoción. Crear intenciones y hábitos. Tornar consciente y después subconsciente un conjunto de principios de manera de exponenciar naturalmente una determinada forma de Jugar” 
Rui Faria

La finalidad del cerebro es optimizar comportamientos, manipular con destreza las necesidades del cuerpo contra las amenazas y las posibilidades del momento. Para que un individuo elabore una respuesta mental, en plena consciencia, el cerebro demora alrededor de medio segundo, hasta que toda la jerarquía del procesamiento cerebral haya realizado su trabajo. En el fútbol, donde los jugadores deben tomar buenas decisiones en todo momento, donde casi no hay tiempo de pensar, medio segundo es mucho tiempo.

Me gustaría poner algunos ejemplos, fuera del fútbol, para graficar esta temática desde otro punto de vista.
En un partido de tenis entre jugadores profesionales Top, el saque puede llegar a superar los 200 Km/h. La pelota pasa por la red y es devuelta por el adversario en casi 1/3 de segundo. Si tenemos en cuenta todo el proceso implícito en una toma de decisión, desde la percepción de la situación, el análisis de la misma, la evaluación de las posibles alternativas, la orden de ejecución de la que creemos la mas adecuada, hasta la ejecución misma, pareciera imposible realizar una buena devolución a un saque tan rápido, sin embargo algunos tenistas lo consiguen. Y cómo es posible? Será que los tenistas profesionales son seres humanos diferentes de los otros en lo que se refiere a la velocidad con que sus cuerpos responden a los estímulos?

Hay experimentos que muestran cuanto tiempo le toma al cerebro para  interpretar nuevas informaciones. Cuando se pide a las personas, y no me estoy refiriendo a deportistas,  que presionen un botón cuando una luz parpadee en la pantalla, les toma 200 milésimas de segundo (1/5 de segundo). Cerca de 120 milésimas de segundo son necesarias para registrar el hecho que la luz parpadea y las otras 80 milésimas de segundo para hacer mover el dedo. Ese es el tiempo necesario para una simple tarea que no exige pensamiento. Para cualquier otra acción que requiere mayor atención, como hacer malabarismo, la respuesta demanda medio segundo.

Entonces imaginémonos las acciones del fútbol...donde no hay tiempo para comparar sistemáticamente todas las opciones disponibles, ya que hay que decidir y actuar con rapidez y eficacia casi instantáneas!
Volviendo a los jugadores de tenis, los profesionales Top, los mismos que consiguen devolver los saques más veloces, cuando son sometidos a test de reacción, que no incluyen sus actividades, son lentos. Sus cerebros no funcionan más rápido. No consiguen interpretar lo que está sucediendo ni un poco más rápido que los demás. Y entonces…como son capaces de reaccionar mucho más rápido que los demás cuando realizan sus actividades específicas? En el tenis un saque sería imposible de responder. Los mensajes nerviosos no parecen moverse con la suficiente rapidez. Pero el hábito y la anticipación pueden ayudar al cerebro a derrotar al tiempo.

El hábito es una acción mental aprendida que puede ser realizada sin pensamiento ni supervisión consciente. Y resulta de conocimientos, esto es, imágenes mentales que fueron creadas a través de experiencias, algunas conscientes y otras no conscientes y que quedaron grabadas en la memoria y que van a ser utilizadas para decidir y actuar rápidamente ante determinada situación. El cerebro puede ser lento, pero no es tonto. El cerebro simplifica su problema de lentitud a través de atajos de procesamientos, creando puentes entre las lagunas, utilizando así, el menor tiempo posible.Crear puentes entre centenares de áreas corticales, exige trabajo. Pero el cerebro puede crear atajos en esas respuestas y actuar fuera de los patrones, acortando el tiempo de procesamiento. Este tipo de “atajos o puentes” es un truco inteligente para ahorrar tiempo, y funciona cuando el cerebro experimenta la misma situación en ocasiones suficientes para conseguir una conexión en forma de hábito.

Un buen ejemplo para graficar esta cuestión es cuando aprendemos a manejar un automóvil. Inicialmente perdemos mucho tiempo y gastamos mucha energía para concentrarnos en varios detalles, que en una fase inicial son extremadamente importantes, como mirar la palanca de cambios, controlar cuidadosamente la relación del pedal de aceleración con el embrague, como accionar la luz de giro, etc. Hasta nos mostramos un poco inseguros. Con el pasar del tiempo y con varias horas de práctica de manejo y de tanto repetir ciertos movimientos, se crean atajos cerebrales que permiten ejecutar estas acciones sin necesitar de plena consciencia, economizando energía y permitiendo direccionar nuestra atención a aspectos más complejos, como por ejemplo, la relación del automóvil con el tránsito. La automatización realizada a través de la práctica y de procesos sub conscientes es increíble, a veces nos pasa que salimos del trabajo y realizamos un largo trayecto hasta nuestra casa, y solo tenemos consciencia que llegamos a casa en el momento que estacionamos en el garaje, muchas veces ni siquiera recordamos de qué modo llegamos a casa, esto es fruto de la habituación, esto es porque el hábito se adquiere en la acción, a través de una determinada relación mente-hábito.

Cuando vivenciamos una misma, o parecida, situación repetidas veces, los ganglios basales consiguen identificar los patrones sensoriales que permiten una determinada respuesta para las situaciones que el individuo experimentó. De esta manera, al vivenciar situaciones similares, el cerebro puede hacer una especie de puente o atajo, permitiendo al individuo responder con una mayor velocidad y sin la necesidad de tener plena consciencia para hacerlo.

Cuando en los entrenamientos vivenciamos ciertos contextos y situaciones relativas al jugar, repetidas veces, le estamos dando la posibilidad o creando el hábito para que el cuerpo responda y pueda ejecutar la respuesta necesaria para conseguir determinada finalidad de manera inmediata, “sin pensar”.
Esta vivenciación de situaciones similares es promovida, dentro de la Periodización Táctica, por el principio de la Propensiones, el cual, debidamente articulado con los demás principios, posibilita a que los jugadores respondan de manera más rápida y no por eso ineficaz, sino, todo lo contrario. 
Esta repetición sistémica de los principios de juego, debidamente sostenidos por la lógica del Morfociclo Patrón es fundamental:
“Las primeras conexiones hechas en un circuito neural son reforzadas cada vez que
la misma secuencia es repetida, hasta que los caminos se tornan tan fuertes
que pasan a ser un recurso automático, y un nuevo circuito es instalado”.

LA IMPORTANCIA DE CREAR HÁBITOS, A TRAVÉS DE LA REPETICIÓN SISTÉMICA DE LOS PRINCIPIOS DE JUEGO
El hábito permite que el jugador deje de desprender su atención hacia aspectos más básicos y direccione su foco de atención hacia aspectos más dinámicos.
Rui Faria dice al respecto:
“En los entrenamientos insistimos mucho en la habituación. El entrenamiento crea el hábito y después, en el juego, en vez de que la acción sea pensada, esta surge de forma subconsciente y natural”
En la medida que aprendemos un movimiento, este se torna menos cognitivo y más asociativo, exigiendo menor actividad mental.

El principio metodológico de las propensiones se refiere a la modelación de los contextos de ejercitación, con el objetivo de crear contextos relativos a un jugar, que posibiliten la aparición de lo que se quiere entrenar con una elevada frecuencia. Modelandose los contextos, para que estos, no pierdan su naturaleza abierta y sean facilitadores y catalizadores de los propósitos deseados.
Lo que se pretende, con la repetición sistémica, es que las preocupaciones del entrenador aparezcan, no repetir o practicar muchas veces cualquier cosa o cualquier ejercitación, no se trata de cuantificar acciones, sino de crear contextos de ejercitación ricos, que conduzcan a una determinada dominancia de interacciones relativas a nuestro jugar. El respeto de este principio metodológico permite el hecho que el contexto esté más propicio para que ocurran ciertas cosas y no otras.

  Bibliografía consultada:
John McCrone, como funciona el cerebro. (2002)
Julian Tobar
Rui Faria
Guilherme Oliveira


jueves, 26 de julio de 2018


Nagelsmann, el entrenador del futuro: “Nuestros jugadores eran máquinas mentales, pero debíamos tomar un nuevo camino”
El técnico del Hoffenheim, el más joven de la historia de la Bundesliga, lleva al equipo del descenso a su primera Champions

PABLO VANDE RUSTEN
Hoffenheim 2 MAY 2017 -
Julian Nagelsmann escribe en su pizarra en el entrenamiento del Hoffenheim. P.V.R


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Hoffenheim: la fábrica de jugadores alemana que se medirá a los grandes de Europa
Julian Nagelsmann (23/7/1987, Landsberg am Lech, Alemania) mueve las manos y está a punto de tomar una de las botellas de agua que hay en el escritorio para ilustrar la posición de los jugadores. Se contiene. Está hablando de fútbol, de tácticas, de sistemas de juego. El entrenador de 29 años, el más joven de Europa y de la historia de la Bundesliga, recibe a EL PAÍS en el campo de entrenamiento del TSG Hoffenheim, al que salvó la temporada pasada del descenso y donde ya ha podido comenzar a desarrollar sus ideas. Ahora, el club alemán, con base a pocos kilómetros de un pueblo de poco más de 3.000 habitantes, se ha clasificado por primera vez en su historia a la Champions. Así piensa uno de los técnicos más novedosos de los últimos tiempos. El futuro llegó hace rato.

Pregunta. ¿Ipad o pizarra normal?
Respuesta. Pizarra.
P. ¿Holanda del ’74, Argentina de 2006, España de 2010, o Alemania de 2014?
R. Alemania de 2014.
P. ¿Maradona o Pelé?
R. Maradona.
P. ¿Messi o Cristiano?
R. Messi.
P. Hoy, ¿Chelsea o Barcelona?
R. Chelsea.

P. ¿Quién fue el primero en creer en usted como entrenador?
R. Los primeros fueron Ernst Tanner y Alexander Schmidt en 1860 Múnich. Tanner ahora está en el Salzburgo y trabaja como coordinador de las divisiones juveniles. Schmidt está en Unterhachingen entrenando a los sub-19. Fueron los primeros dos que me dieron la posibilidad de entrenar. Después, Thomas Tuchel, cuando trabajé como scout para él. Con Schmidt llegué a ser segundo entrenador en el sub-17 del 1860 Múnich. Y Tanner, que luego trabajó aquí en Hoffenheim, me introdujo al club.

P. ¿Por qué está dónde está?
R. Es una cuestión de mucho trabajo. Si quieres conseguir algo en tu vida tienes que trabajar duro. Tienes que tener disciplina. Debes renunciar a cosas que otra gente de tu edad puede hacer. Tienes que vivir para el trabajo. Por otro lado necesitas suerte y conocer a gente que tiene poder de decisión en ciertos equipos, y que esa gente de determinados clubes coincida con tus momentos de éxito. También necesitas gente que te da la confianza necesaria para hacer tu trabajo. Es una mezcla entre trabajo duro, disciplina, la confianza en ti mismo, el apoyo de los demás y suerte. Eso es lo que necesitas si quieres tener éxito en tu vida.

"Trabajo duro, disciplina, la confianza en ti mismo, el apoyo de los demás y suerte. Eso es lo que necesitas si quieres tener éxito en tu vida"
P. ¿Cómo se maneja el estrés a esta edad?
R. Tengo una familia pequeña, tengo un hijo. Lo excepcional de eso es que su amor hacia ti no está relacionado a tu trabajo y a los resultados que sacas cada fin de semana. A tu hijo no le interesa si pierdes o ganas. Él siempre te ama de la misma manera y quiere la misma atención. Esto actúa como un contrapeso a la carrera profesional.

P. Alemania, uno de los países de la filosofía, nunca abordó el fútbol de manera tan intelectual. Tal vez Ottmar Hitzfeld, un poco. Pero los entrenadores alemanes se han caracterizado más por ser motivadores, por su mentalidad ganadora, como Jupp Heynckes. Hoy hay una oleada de técnicos que cambió eso: usted, Thomas Tuchel, Joachim Löw…
R. El fútbol alemán siempre vivió a través de su mentalidad ganadora. Hemos ganado muchos campeonatos gracias a ello. Aunque no siempre hemos tenido a los mejores jugadores. Teníamos máquinas de mentalidad. La federación alemana (DFB) decidió que el fútbol no podía seguir así [fue después de la Eurocopa del 2000]. Otros países como España o Brasil nos habían adelantado, y debíamos tomar un nuevo camino. La DFB publicó una serie de nuevos requisitos y obligó a los centros de educación futbolística a modificar los contenidos para que los entrenadores obtengan el título. Pero no fue solo eso, también empezaron a controlar que los juveniles de cada club estuvieran siendo formados de esa nueva manera. Así se crearon, poco a poco, los nuevos centros de formación de donde salieron entrenadores como Thomas Tuchel, Hannes Wolf, como yo…

"No tienes que ser profesional o haber ganado la Champions para ser un gran entrenador".

P. ¿Cuáles fueron los frutos de ese cambio?
R. Hoy tenemos una combinación entre jugadores que aún tienen esta mentalidad fuerte y nuevas formas de docencia futbolística. Es importante mantener esta idea desde los comienzos del jugador hasta que sea profesional. Ahora los equipos necesitan documentar y probar lo que están haciendo y cómo están trabajando. A la vez, también necesitas los entrenadores adecuados que piensen en esta nueva filosofía y la transmitan. Eso también es una forma de desarrollo, que como entrenador debes tomar.

P. ¿Cómo ha ganado su credibilidad sin haber sido profesional?
R. No tienes que ser profesional o haber ganado la Champions para ser un gran entrenador. Tienes que haber jugado al fútbol, por lo menos en tu vida, y entender cómo funciona el roce físico que viven los jugadores.

P. Tiene que haber algo más.
"Como entrenador tienes que demostrarles a los jugadores tú puedes mejorarlos"
R. Hay tres componentes. Los resultados, son lo primero, es cierto. Pero también está la empatía: cómo te puedes poner en las botas de los jugadores, cómo te llevas con ellos y cómo los entiendes. Y en tercer lugar no hay que olvidar que los jugadores quieren desarrollarse, ganar títulos, ser más conocidos. Como entrenador tienes que demostrarles que tú los puedes apoyar en este camino. Demostrarles que puedes mejorarlos. A ellos y al equipo. He olvidado una cuarta: los medios. Los medios de comunicación pueden crear una imagen sobre tu personalidad, positiva o negativa. Actúan como un multiplicador de tu personalidad y de tu trabajo. Los jugadores perciben la imagen que los medios dan de ti como entrenador, leen las cosas que dices... Si logras, que sea buena, ellos lo notaran. Es algo esencial hoy en día.

P. ¿Cómo entrena el intelecto de los jugadores, la mejora en la toma de decisiones, la capacidad de reacción?
R. Allí reside el potencial más grande del futbol en general: la velocidad de la toma de decisiones y la rapidez para procesar la información. Físicamente, no hay mucho espacio de mejora, según los estudios científicos del esfuerzo físico de los jugadores. Donde sí podemos mejorar es en el potencial mental. Muchas áreas mentales aún no se utilizan durante el juego. Se trata de aumentar la capacidad de procesar informaciones, seleccionar qué informaciones son importantes y tomar las decisiones adecuadas. ¿Cómo apoyamos nosotros esto? Tenemos dos herramientas tecnológicas de vanguardia: Footbonaut y Helix. Ambas se utilizan para mejorar la visión periférica de los jugadores en el terreno de juego, las reacciones y la concentración.

P. ¿Y en los entrenamientos normales?
R. En el entrenamiento el enfoque es el de variar mucho las situaciones de juego y las maneras de abordarlas, para que los jugadores no se aburran. Elijo tareas que tienen el mismo objetivo, pero con, por lo menos, dos o tres reglas de provocación. Estas reglas de provocación entrenan la agudización de los sentidos, igual que las herramientas tecnológicas. Por ejemplo: estamos entrenando en abrir el juego con los tres centrales y tenemos, más o menos, cuarenta diferentes formas de hacerlo. Las reglas de provocación podrían ser un limitado número de contactos con el balón, o solo poder utilizar un espacio específico para moverse. O a veces si recuperan el balón solo pueden marcar un gol en una zona específica. Siempre tienen que estar atentos a estas reglas. El objetivo es que no sea un simple 11 contra 11 sino situaciones en que los jugadores tienen que procesar muchas informaciones a la vez y actuar de forma adecuada.

P. ¿Cómo se equilibran la ciencia y la tecnología con la parte emotiva y afectiva de los jugadores? Usted prioriza este segundo aspecto.
R. El jugador debe tener el sentimiento de que el entrenador lo hace mejor. No tengo que ir a tomar un café con ellos. Ellos deben sentir que hay alguien que les está enseñando cosas nuevas, que los está desarrollando. Lo que siempre hacemos es entrenar con la pelota. No vamos al bosque a correr. Siempre la pelota. Eso es lo que les gusta a los jugadores. Es un círculo. Si ellos sienten que yo los apoyo tienen ganas de venir a entrenar. El sentimiento positivo se traslada a los partidos y empiezas a ganar, pero si no lo haces, también ayuda, porque aún tienen en su mente esa idea: “No ganamos, pero hay alguien en los entrenamientos que me apoya, que me quiere hacer mejor”.

P. Usted ha comenzado con un 4-3-3 que lo llevó a ganar el campeonato nacional de Alemania con el sub-19 del Hoffenheim. Hoy ha cambiado a un 3-5-2 o 5-3-2, que a veces se transforma en un 3-4-2-1. Muchos entrenadores están siguiendo ese camino. ¿Es la mejor forma de ocupar los espacios?
R. Lo más importante es la clase de jugadores que tienes en tu equipo y cuáles son sus puntos fuertes. Tengo principios básicos e importantes en el ataque y en la defensa que siempre hay que mantener. No importa la tarea en el entrenamiento o el rival al que estemos enfrentando. Tratamos de analizar a los oponentes, pero siempre teniendo en cuenta los puntos fuertes de nuestros jugadores y mis principios básicos. Un ejemplo de estos principios es que el jugador de cara a la portería rival es el que siempre recibe la pelota y quien abre el juego. Siempre intentamos respaldar la circulación del balón a través de la creación de triángulos. También procuramos robar la pelota sin entrar en el uno a uno. Son principios innegociables. Analizamos al oponente y nos preguntamos qué sistema nos permite mantenerlos.

P. ¿Dónde se le ocurren las mejores ideas?
R. En el baño.

P. ¿Algún jugador le dijo que usted estaba loco?
R. Nunca sé completamente si ellos piensan que estoy haciendo cosas raras.

P. ¿Cuáles fueron las ideas más arriesgadas?
R. Me acuerdo de dos ocasiones. Una contra Werder Bremen. Kevin Volland y Mark Uth, que son delanteros, jugaron como laterales. Aquel día alineamos a cinco delanteros en el once inicial. Era mi primer partido y lo hicimos tras dos días de entrenamiento. Empatamos. La otra, cuando era entrenador de los sub-19, en la semifinal del campeonato alemán, utilicé al número 10 como líbero.

P. ¿Cómo maneja el uso del móvil de sus jugadores o de las redes sociales?
R. Doy consejos, pero no prohíbo nada. Intento proteger a mis jugadores. Si acabamos de perder un partido tenso y emocionante, les sugiero que no lo utilicen. A veces, en momentos de muchas pulsaciones, haces un post que al final tiene un efecto negativo. Son algunos consejos que intento dar. Pero el uso de las redes es algo normal hoy. La sociedad las utiliza.

P. ¿Usted las usa?
R. En Hoffenheim tenemos una aplicación donde hacemos análisis de los oponentes, de situaciones de los entrenamientos, de indicaciones. Las subimos a la app y los jugadores pueden entrar con sus móviles y ver los contenidos. Es una forma de utilizar los medios como una extensión del entrenamiento. También les envío mensajes por Whatsapp, es una forma normal de comunicación ya. Puede ser negativo, pero puedes usarlas a tu favor y es lo que intentamos hacer.

P. ¿Cómo es su relación con Pep Guardiola? ¿Visitó sus entrenamientos?
R. No, no he ido a verlo. No nos encontramos. A través de su jefe de scouting en Bayern de Múnich, Michael Reschke, estuvimos una vez en contacto. De vez en cuando intercambiábamos algunas fotos, pero no más que eso. Estoy seguro de que ya nos encontraremos.

P. ¿Sevilla?
R. Ciudad linda, calurosa… No hay nada, nadie me contactó.


martes, 24 de julio de 2018


ESPECIFICIDAD CONTEXTUAL COMO CAMINO HACIA EL JUEGO.

 Por Luis Angel César, entrenador de fútbol, actualmente Albacete Bpie. Antes Cd Alcoyano, Nástic de Tarragona, Polideportivo Ejido, Racing de Ferrol.

 El fútbol es complejo y por ende su entrenamiento no lo es menos. El entrenamiento en términos colectivos no es otra cosa que un ensayo para el día de la función. Soy de los que considero que es necesario encuadrar a los jugadores en un escenario simulador de competición en el que las libertades que se producen son las reales en la confrontación, con la oposición y colaboración adecuadas en cuanto a intensidad de actuación.

 El objetivo no es otro que jugar antes en los entrenamientos lo que se cree que va a ocurrir en el partido siguiente.
 Concibo el entrenamiento como una experimentación de respuestas anticipadas en escenarios simuladores del juego, desde el primer día hasta el último de la semana, siempre trabajando en especificidad, para que luego se reproduzcan en los partidos, cuando la verdad de la competición no de opción a los ensayos y reclame soluciones definitivas.

 Entrenar es jugar el partido esperado, analizado y desmenuzado hasta sus últimos pormenores. Aprender a situarse en la verdad de los partidos, en cada uno de los momentos del juego debe ser la característica principal del entrenamiento. Es cierto que nunca está presente el equipo contrario, pero habrá que esforzarse para crear las situaciones más parecidas a las de los partidos y que los jugadores las interpreten, no solamente que las ejecuten, para conseguir la eficacia que luego se reclamará a todos.

 No sirven entrenamientos rutinarios, donde el jugador se acomoda al esfuerzo y no hay cabida para lo imprevisible. El jugador tiene que saber para qué sirve cada cosa que hace, hay que reclamar su atención para acostumbrarlos pensar porqué, aunque considero que el fútbol comienza en los pies y continua en la cabeza, se necesita saber por qué y para qué se hacen las jugadas. Solo lo futbolístico es el verdadero hilo conductor de la preparación.

 El entrenador debe diseñar un amplio abanico de tareas en las que se persiga el desarrollo del modelo de juego establecido, que desarrollen la capacidad de los jugadores para tomar decisiones individuales y colectivas ante situaciones cambiantes, manipulando el grado de libertad de sus jugadores en todo momento y sabiendo que cada ejercicio es un elemento que va a potenciar un estilo, una forma de jugar que se tiene que mecanizar y automatizar para ser altamente eficaces en los momentos del juego: organización defensiva, organización ofensiva y la frontera entre ambas, las transiciones.

Esta anticipación de soluciones es un perfecto entrenamiento técnico, táctico, psicológico porque previene actitudes, anticipa respuestas correctas y por encima de todo, obliga a vivir por entero la realidad de un partido que desgraciadamente para algunos jugadores sólo es motivo de preocupación cuando lo tienen delante, por compromiso o por rutina.

Las normas que se imponen en cada una de las tareas han de procurar que se desarrollen los objetivos que se persiguen.

 Cada sesión de trabajo debemos considerarla como una sesión de evolución, no como una sesión de repetición.

El concepto es la evolución no la repetición, porque los jugadores no son siempre los mismos, cada jugador es diferente con el paso de los entrenamientos y los días. Tiene que haber una evolución de cada ejercicio.

 Para que aparezca esta evolución se han de proponer tareas que abarquen una densidad real de jugadores en un contexto espacio-temporal cercano al de competición, sin restricciones que nos alejen  de la realidad y con los supuestos problemas a los que nos invitará el próximo rival, pues sólo de este modo conseguiremos simular lo que nos encontraremos.

 Estos ejercicios son muy importantes porque van a testar el grado de asimilación dl modelo de juego por parte de tus jugadores permitiendo evaluar cómo se desenvuelven en los momentos críticos del partido.

 Exagerar mucho el límite de toques en muchas tareas y en muchos entrenamientos puede provocar que a los jugadores se les deje sin explorar, averiguar y poner en práctica soluciones acordes a su individualidad sobre la que cada uno de ellos se construyó y que le pueden facilitar el ser más eficaz.

 Hay que perseguir que en cada entrenamiento aparezca un porcentaje importante de lo que queremos alcanzar, del objetivo pretendido y nazca una adaptación por parte de los jugadores, modelando las ideas de cada uno de los individuos para que todos ellos piensen lo mismo y de la misma manera en una determinada situación, pues los esfuerzos del fútbol son del fútbol, y todo lo que sea trabajar lejos o de manera poco cercana al patrón de juego,  no es real y no sirve para casi nada.

 Se busca el máximo rendimiento de los jugadores intentando la máxima adaptación y actuación de estos al modelo de juego, cada partido, cada semana, cada mes de competición, porque la primera jornada es como la última.

 Lo que nos dice que un equipo está en forma, no es la forma física, un equipo estará bien si está adaptado a sus estilos de juego en las cuatro situaciones clave antes señaladas (las organizaciones y las dos transiciones entendidas a su vez como un todo inseparable) y si es capaz de llevarlas a cabo a máxima intensidad a lo largo de todo el partido, entonces sí podemos decir que estamos en forma y no física como algunos seguirán diciendo.

Tenemos que entrenar como si de verdad nos enfrentaremos a un oponente en cada entrenamiento, nada de fingimientos, en lo posible y adecuando nuestros propósitos tácticos, nuestros movimientos al conocimiento pormenorizado que tengamos del equipo contrario.

 Entrenar bien no es sinónimo de éxito muchas veces, porque los jugadores hacen bueno a un entrenador malo o malo un entrenador bueno, de modo que entrenar a los mejores o a los peores de tu competición también acabará delimitando tu valía.

Del libro El fútbol no es así, quién dijo que estaba todo inventado, de Profesor Pedro Gómez – fútbolcontextualizado.com/blog.




Once genialidades de Juan Carlos Osorio
    Juan Carlos Osorio. FOTO COLPRENSA
COLPRENSA | PUBLICADO EL 22 DE OCTUBRE DE 2017


En 2015 llegó a México y tras escribir una gran historia con Atlético Nacional, de inmediato puso récords con el ‘Tri’, porque tuvo diez partidos invictos desde su debut, con siete partidos sin recibir gol y después consiguió triunfos históricos, como de visita contra Estados Unidos y la clasificación anticipada para Rusia-2018, entre otros logros.

Todo aquello porque es un estudioso del fútbol. Con la academia iniciada en Manchester City, de Inglaterra, siendo asistente técnico de Kevin Keegan por cinco temporadas, para regresar a Colombia con pasos por clubes de Estados Unidos, México y Brasil, hasta llegar a la Selección de México.

Si bien Osorio todavía no ha dirigido un Mundial, Luis Fernando Suárez, quien ya llevó a Ecuador y a Honduras a eventos orbitales y ahora dirige a La Equidad, reconoció del risaraldense que “es un prototipo a seguir, porque hace cosas diferentes y que sea colombiano, es un orgullo para todos nosotros, los demás somos seguidores de él”.
En cada intervención en el foro, Faustino Asprilla, con toda su experiencia, y Luis Fernando Suárez, con mucha más trayectoria, quedaban impresionados, como los asistentes al evento. De hecho en una intervención Suárez se bajó de la tarima y lo quiso ver desde el público, reconociendo las genialidades del ‘Míster’ colombiano que tiene a México en Rusia-2018.


A continuación presentamos los 11 titulares de la nómina de lujo en la mente del seleccionador nacional de México, el risaraldense de 56 años de edad: Juan Carlos Osorio.

PASIÓN DEL FÚTBOL
“Si algo tiene este maravilloso deporte es lo aleatorio, imprevisible y lo que puede ocurrir en tres segundos, en una transición de defensa a ataque o en una pelota detenida que puede cambiar el rumbo de un juego. Entonces, la pasión tiene que ver mucho con la incertidumbre, con lo sorpresivo que es el juego y como una vez escuché: ‘el fútbol es el deporte colectivo que más opciones le da al rival supuestamente débil’, porque hay equipos que juegan a sus probabilidades y otros a sus posibilidades, sin embargo, los dos generan la misma pasión”.
LA LIBRETA DE APUNTES
“Fue una práctica que le aprendí a mi padre, porque él era visitador médico y como tenía que escribir todos los reportes siempre me dijo: ‘es mejor un lápiz corto, que una memoria larga’, y acertó. Yo lo hago, sobre todo en los primeros 45 minutos, para llegar al entretiempo y poder ser claro, preciso y hablar de hechos ciertos y neutros, hay que apuntarlo, porque si no, habría que tener una memoria brillante y aunque tengo buena memoria, prefiero apuntar para llevar el orden cronológico. Con azul va lo menos relevante y en rojo lo más relevante, ya sea negativo o positivo”.
TÁCTICA O ESTRATEGIA
“Personalmente creo que nos comunicamos muy mal y en nuestro país no es diferente, y con frecuencia utilizamos palabras como si fueran sinónimos, por ejemplo, en una misma frase una persona que habla de fútbol se refiere al que dirige como estratega, director técnico, entrenador, seleccionador, táctico y todos son cosas diferentes. Yo pienso que a nivel de Selección el fútbol es más estratégico que táctico, otra cosa que con frecuencia se confunde, como pensar que táctica y estrategia es lo mismo, como también se cree que hablar de táctica es sólo defensivo; yo creo que como lo dice Marcelo Bielsa: ‘hablar de táctica ofensiva y entrenarlo, es lo más difícil del juego’”.
ESTRATEGIA DE ALTO NIVEL
“Jugar a atacar, a proponer, a atacar en espacios cortos y defender en espacios muy largos, es una idea muy valiente, muy difícil, que lo puede llevar a uno a ser muy ofensivo, por ejemplo, en Copa Confederaciones 2017 me pasó algo y lo voy a hablar en tercera persona: México enfrenta a Portugal, que venía jugando con tres volantes, William Carvalho, por el centro para cortar juego; y dos más para jugar, Coutinho y André Gomes, además de tres arriba con Silva, un tal Cristiano Ronaldo y Martins. El seleccionador de México, sin arrogancia, piensa proponer fútbol ofensivo con tres centrocampistas, todos mixtos: Héctor Herrera, Andrés Guardado y Jonathan Dos Santos, y tres delanteros: Javier Hernández, Raúl Jiménez y Carlos Vela, así que para enfrentar a los campeones de Europa pone cuatro defensores y tiene la valentía de templar la línea defensiva en la mitad de la cancha y exponerse a 40 metros con la velocidad de Ronaldo, pero lo que no tuvo presupuestado el seleccionador de México fue que Portugal cambió y puso a Quaresma, Nani y Ronaldo, por eso a veces la estrategia lo puede engañar a uno como seleccionador, porque tienes un juego y no más, así que entre más alto sea el nivel, es más estratégico y sabiendo que el juego es imprevisible y aleatorio, uno debe planificar para lo mejor, pero debe prepararse para el peor escenario, y cuando se da, hay que tener plan de contingencia. Por eso creo que el fútbol es más estratégico”.
CONDICIÓN FÍSICA Y ATLÉTICA
“Mucho se habla de la condición física del jugador. Estados Unidos, que tiene el mayor número de medallas olímpicas, hace una diferencia entre la condición física y la condición atlética. La física se puede mantener a través del entrenamiento diario, de entrenar el fútbol (muy diferente a entrenar el juego), mientras que para mejorar la condición atlética hay que considerar el piso pélvico o la fuerza soporte, que es tan importante para las mujeres al dar a luz, y a eso casi no se le da importancia, no se trabaja y cuando se hace, es en rehabilitación, no en prevención. En el juego actualmente se dan a un ángulo de 90, 180, 270 y 360 grados, unos 700 giros por jugador y eso no se trabaja, la fuerza en cada aceleración, como la de Faustino, por ejemplo, ellos no saben que lo tienen, pero genéticamente tienen un plus. Afortunadamente en Colombia hay muchos jugadores con una gran habilidad de tener una fibra de contracción anaeróbica IIb en un alto porcentaje, si esa fibra no se entrena adecuadamente, pierde la explosividad del jugador”.
EL FUTBOLISTA COLOMBIANO
“El jugador colombiano debería ser el mejor del continente o, al menos, cercano al brasileño y al argentino, porque jugadores como Faustino, siempre han existido. Por esto sugiero una reflexión: la mayoría de nuestros jugadores surgen a pesar del entrenamiento y no como consecuencia de un entrenamiento. Por ejemplo, Faustino me dice que se retiró a los 33 años, pero con un programa de entrenamiento en el que se corra menos, además de un trabajo específico, tendrá muy buenas posibilidades de evitar lesiones y de recuperarse más rápido, además, de extender su carrera profesional, como la extendieron muchos jugadores de Atlético Nacional. Todo esto se traduce en mejor modo de vida, porque gana más dinero, se prolonga su vida profesional si mejoramos en el entrenamiento, no del fútbol, sino del juego, el que se gana en la calle”.
EL ENTRENAMIENTO DEL JUEGO
“Si nosotros, tenemos como lo más importante a los jugadores, que afortunadamente tenemos una población heterogénea de negros, trigueños, mulatos, blancos, entonces hay diversidad de explosividad, rapidez, saltabilidad, remate, bloqueo y más. Los kilómetros recorridos, son para jugadores de ida y vuelta, pero ellos no van a la velocidad de los explosivos, así que si le quitamos tanta participación a los protagonistas y entrenamos no sólo las condiciones, sino la toma de decisiones, y entrenar no en un 11 contra 11, sino en un 7 contra 7, de borde a borde del área, con exigencia, pero con restricciones, como no pasar la mitad de la cancha con pase, sino con conducción, entonces ya no va a ser Faustino el único que conduce, sino que el volante que corre de ida y vuelta también va a conducir. Esto nos llevará a competir mejor contra quienes ya entrenan así, por eso no podemos seguir pensando que los europeos son mejores profesionales. Eso es falso, yo trabajé 5 años en el Manchester City y allá hay tan buenos profesionales como los hay acá, pero también hay otros que les gustan otras cosas, como a Faustino, y eso está bien, porque somos seres humanos y yo no le voy a decir a él qué debe hacer en tiempos libres, pero en el entrenamiento sí, porque el talento nos lo tiene que dar a nosotros. Como lo dice Marcelo Bielsa: ‘la gran responsabilidad de nosotros, los que creemos ser entrenadores, es hacer que el jugador descubra su máximo potencial y mejorárselo’, ese es un buen entrenador”.
EL CAMBIO QUE DEBE TENER COLOMBIA
“En Colombia hay muy buenos estrategas, seleccionadores, tácticos y más, pero hay pocos entrenadores y cuando el jugador toma una mala decisión piensan: ‘es que yo le dije al jugador que se la pusiera al palo’, pero ¿cuántas veces lo puso a vivenciar esa situación en un entrenamiento? Por eso resulta que los niños nuestros juegan 11 contra 11 y el volante central nunca llega al área contraria, nunca va a rematar de media distancia, por eso hay que hacer el 7 contra 7 para que el niño se familiarice, vivencie las situaciones de juego, que también conduzca y remate de media distancia, como Steven Gerard o Toni Kross. Nosotros también tenemos ese tipo de jugadores, pero hay que hacerlos vivenciar y que lo pongan en su memoria operativa, para que el día que tenga que tomar esa decisión, la conozcan y la adopten, pero no entrenamos el juego, entrenamos el fútbol, que es diferente y ese es el cambio que debe tener el país, porque tenemos la materia prima, como Faustino como gran ejemplo. Hay que maximizar el potencial que tenemos para poder producir jugadores como consecuencia del entrenamiento y no a pesar del entrenamiento”.
MAXIMIZAR EL POTENCIAL
“La razón de muchos entrenadores en Colombia es que ‘a estos negritos mentalmente no les da’, ¡cómo que no les da!, lo que debemos entender todos es que para explicar una idea y para entenderla se utiliza el lóbulo frontotemporal, pero en el juego del fútbol no se utiliza esa parte del cerebro. Todos sin importar quién sea, para el billar, para tocar el piano, para conducir un carro, se utiliza la memoria operativa o procedimental, esa es la que hay que entrenar, no pasarle la responsabilidad a los jugadores. Por ejemplo, yo entrené a jugadores como Alexis Henríquez, Alex Mejía y Farid Díaz, quienes no estudiaron y no necesitan ir a la universidad para jugar bien al fútbol”.
LAS ELIMINATORIAS
“Por el nivel técnico, me atrevería a decir que es mucho más difícil la sudamericana, pero si consideramos el estado de las canchas, los arbitrajes y otros temas que no quiero hablar, la de Centroamérica es muy difícil. En Europa no se da lo que se da en Centroamérica, porque allá son canchas extraordinarias, no hay problemas de objetos extraños invadiendo el terreno, lo que es otra práctica tan marcada en nuestro fútbol. Por eso hay varios factores que me sugieren que la centroamericana es mucho más difícil”.
EL MUNDIAL
“Considerando algunos datos de los goles en el Mundial de 2014, vemos que de los 171 goles, 34 fueron en transiciones de defensa a ataque. De esos 34, se dan tres situaciones de juego diferente: La conducción rápida, un pase profundo a espalda de la línea defensiva y la combinación de dos o tres pases, entonces considero que esa tendencia no va a cambiar y una selección que prepare ese aspecto tendrá más posibilidades de hacer gol y obtener buenos resultados. Si analizamos la pelota a balón parado, que dio 11 de los 171 goles en tiros de esquina, más los 32 goles que hubo de golpe de cabeza, entonces una selección que se prepare para la táctica fija también tendrá grandes posibilidades. Y si consideramos que de los 171 goles, 106 fueron marcados en el segundo tiempo; que de esos 106, 86 fueron marcados en los últimos 30 minutos y de esos 86, 41 en los últimos 15, los remates de partidos serán muy importantes, por eso los cambios, sean nominales o estructurales, o la combinación entre nominales y estructurales, será un factor determinante para definir los marcadores finales de cada partido”.



Marguerite Yourcenar: “Todo escritor es útil o es nocivo”
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Cualquier pretendida vanidad queda desbaratada por Marguerite Yourcenar en este texto en el que reflexiona sobre el oficio del escritor, acto que consideraba una artesanía y cuyo método depende de las circunstancias.
 Por Marguerite Yourcenar*

Cada libro nace con su forma absolutamente particular, es un poco como un árbol. Una experiencia transplantada a un libro, arrastra con ella el musgo, las flores salvajes que la rodean, en esa especie de terrón al que están adheridas las raíces. Cada pensamiento que hace nacer un libro, arrastra consigo toda una serie de circunstancias, todo un cúmulo de emociones y de ideas que nunca será igual en otro libro, y cada vez el método es diferente
.
No me parece divertido abrir mi puerta cada vez que un joven escritor golpea la aldaba: hay tanta gente que no tiene nada qué decir. Además, es tan poco lo que pasa entre dos seres en una conversación de media hora. ¿Por qué no irse a releer al escritor favorito? La soledad del escritor es muy profunda. Cada uno es único, tiene sus problemas, sus técnicas, que ha adquirido con mucho esmero; está también su propia vida. No gana mucho hablando con conocidos (o desconocidos) sobre temas de literatura.

¡Que el grupo de Gide se reuniera para leer sus obras en voz alta! Imagine eso, la incomodidad, la molestia, lo artificial de todo eso. Cuando se piensa que él se sorprendía de que su mujer tuviera cita con el dentista ese día: ¡cuánta razón tenía! Son maneras de trabajar que no comprendo.

Todo escritor juega, hasta cierto punto, con el deseo de ser leído y de no ser leído a la vez. Es válido para muchos poetas. Sin ello, no pondrían en sus obras tantas trampas para desanimar su lectura. 

En Fuegos puse algunas, la situación se prestaba para ello. A los escritores siempre les ha gustado jugar con los enigmas, pero las líneas de fuerza de Fuegos son muy visibles. Es siempre la pasión, pero en distintas direcciones, y de buen grado en dirección de la trascendencia.

Siempre desconfié de la actualidad, en literatura, en arte, en la vida. Por lo menos aquello que se considera la actualidad y que muchas veces es la capa más superficial de las cosas.

El escritor es el secretario de sí mismo. Cuando escribo, cumplo una tarea, estoy bajo mi propio dictado, en cierto modo; hago el trabajo difícil y cansado de poner en orden mi propio pensamiento, mi propio dictado.

Nada cansa más que escribir un ensayo. Hay que hacer una investigación, hay que transformarse en permanente juez de instrucción, o en juez simplemente. Al mismo tiempo, hay algo de descorazonador en este trabajo, uno comprende que jamás llegará a la meta; es algo semejante a una traducción, en la medida en que se sabe que no se puede llegar a la exactitud absoluta. Se hace lo mejor que se puede para reflejar el sonido de otro espíritu, y para evitar la mentira, pero si no se quiere construir un Thomas Mann que se le parezca demasiado, se debe leer diez veces seguidas el Doktor Faustus y hallar las pautas; es agotador.
En el ensayo, hay que desconfiar de la imaginación. Quiérase o no, deforma, lanza en una determinada dirección, que no siempre es la verdadera.

Tres cuartos de lo que leemos, es traducción. Leemos la Biblia en una traducción, los poetas chinos, los poetas japoneses, los poetas hindúes. Shakespeare cuando no se sabe inglés. Goethe cuando no se sabe alemán. Se estaría muy limitado si no se dispusiera de traducciones, pero al mismo tiempo es una grave responsabilidad para el traductor [ …] Hace un tiempo, le escribía a la correctora de las pruebas de mi antología de poetas griegos, que un traductor (en especial cuando se traduce verso) semeja a alguien que hace sus valijas. Está abierta delante de él; pone un objeto, luego se dice que quizá fuera más útil otro, entonces saca el objeto y vuelve a ponerlo porque, pensándolo bien, es indispensable. En verdad siempre hay cosas que la traducción no transparenta, mientras que el arte del traductor sería el de no dejar perder nada. Nunca se está realmente satisfecho, pero esto también es cierto para los libros originales que escribimos, y de los cuales Valéry hubiera podido decir que eran una traducción de la lengua self (le gustaba esa palabra) a una lengua accesible a todos.

Algunos lectores se buscan en lo que leen y no ven nada más que a ellos mismos;todo lo que tocan se cambia, no en oro, como en el caso de Midas, sino en su propia sustancia.

El oficio de escritor es un arte o más bien una artesanía, y el método depende un poco de las circunstancias. A veces tomo un bloc de papel y garabateo el texto con una escritura, que por desgracia, se vuelve ilegible al cabo de cuatro o cinco días, se marchita, en cierto modo, como las flores, pero puede ocurrir también que vaya derecho a la máquina de escribir y haga una primera versión. En ambos casos, utilizo todos mis impulsos para cada frase; luego tacho, y elijo la que prefiero. […] a la tercera o cuarta revisión, armada de un lápiz, releo el texto, ya casi limpio, y suprimo todo lo que puede ser suprimido, todo lo que me parece inútil. Eso es un triunfo. Al pie de las páginas escribo: suprimidas siete palabras, suprimidas diez palabras. Estoy encantada, he suprimido lo inútil.

Cuando se pasan horas y horas con una criatura imaginaria, o que haya vivido en otro tiempo, ya no es sólo la conciencia la que la concibe, entran en juego la emoción y el afecto. Se trata de una lenta ascesis, se hace callar completamente el propio pensamiento; se oye una voz: ¿qué puede decirme este individuo, qué puede enseñarme? y cuando se oye bien, no nos abandona más. Esta presencia es casi material, se trata en suma de una «visitación». A veces, es algo bastante extraño, la primera visitación se produce en un momento en el que sabemos aún muy poco de ese personaje que se volverá importante para nosotros. Se impone, quizás a través de un clima, como si estuviéramos ya, sin saberlo, dispuesto a recibirlo […] Me ocurre también, me ocurría sobre todo en el pasado, que me adueño de mis personajes demasiado pronto, antes de que hayan dicho todo ellos mismos, y en ese caso el libro fracasa, pero llega un día en que vuelvo al trabajo.

 Escribí —enteramente— una o dos versiones de Adriano que arrojé al cesto. Las razones de este fracaso eran muy simples: no había cotejado lo suficiente los textos que le concernían, y no había visto lo suficiente los paisajes en los que se había desarrollado su existencia; no había reflexionado lo suficiente sobre ciertos temas para ser capaz de hacerle hablar de ellos. Después, un día, recordé el personaje de Adriano, y debo decir que regresé al trabajo con indecible alegría.

No creo en los escritores que dicen: «Yo consagro todo mi tiempo a mi trabajo». Es probable que consagren una buena parte a conversar, a fumar, a distenderse en un salón o en un café. El poder de concentración del espíritu en el trabajo es tan fuerte, tan agotador, que no los imagino manteniéndolo durante veinticuatro horas, ni siquiera doce. Además, sería agotarse reservas, enriquecimientos necesarios, así como no ver el sol, no mirar los árboles, sería aislarse del medio natural. Existe también un medio humano que nos es esencial, aun si en todos los casos no se le atribuye un gran valor.

Todo escritor es útil o es nocivo. Es nocivo si es farragoso, si deforma o falsifica (aun inconscientemente) para obtener un efecto o un escándalo; si se acomoda sin convicción a opiniones en las cuales no cree. Es útil si ayuda a la lucidez del lector, lo desembaraza de timideces y de prejuicios, le hace ver y sentir lo que ese lector no hubiera visto o sentido sin él. Si mis libros son leídos, y si llegan a una persona, a una sola, y le aportan una ayuda cual-quiera, así fuera por un momento, me considero útil. Como creo también en la duración infinita de todas las pulsiones, como todo continúa y se vuelve a hallar en otra forma, esta utilidad puede extenderse bastante lejos en el tiempo. 

Un libro puede dormir cincuenta años, o dos mil años, en un rincón de una biblioteca, y de repente lo abro, y descubro en él maravillas o abismos, un renglón que me parece haber sido escrito sólo para mí. En esto, el escritor no difiere del ser humano, en general: todo lo que decimos, todo lo que hacemos trasciende, más o menos. Debemos tratar de dejar atrás nuestro un mundo un poco más limpio, un poco más bello de lo que era, aun si ese mundo es un patio trasero o una cocina.
Nunca cierro nada, ni siquiera mi puerta. Tengo libros y títulos en la obra la cabeza que probablemente no tenga tiempo de escribir, pero en nuestra obra debe de haber algo inacabado, como esa línea interrumpida que los alfareros mexicanos dejan en sus dibujos, para impedir que el espíritu quede prisionero.


*El texto es una síntesis del libro Con los ojos abiertos. Traducción de Elena Berni. Emecé Editores, 1982.


sábado, 21 de julio de 2018


El estilo y los artistas
por ALEX COUTO LAGO el 26 abril, 2016 •

 En tiempos de generalidades, de globalizaciones y estructuras, el estilo se ha convertido en un sello de marca que contagia y conlleva a una gran multitud a la imitación, buscando posicionarse y separarse de antagonismos superfluos.

Hablamos de estilo de juego, de modelos de juego, de contenidos que identifican unas formas de jugar y las separan y diferencian de otras por costumbres, hábitos, criterios y pautas. El estilo de juego es la forma que adopta un equipo al implementar su fútbol en el terreno de juego durante un horizonte temporal prolongado. Las pautas generales se convierten en líneas de identificación, los movimientos particulares pasan a ser fuentes de inspiración general, el juego unívoco e intransferible se convierte en corriente.

De estilos y formas de jugar está la historia llena, realmente un estilo y una forma por equipo y año prácticamente. Pero la banalidad del análisis superficial nos lleva a identificar patrones generales de comportamiento allá donde los matices dejan lugar al trazo grueso y las fronteras de la diferenciación pasan a ser patios comunes de afinidades ligeras de peso.

El fútbol es ritmo y cadencia, como el son cubano, el fútbol es compás de llamada y respuesta, como el blues. Pero el fútbol no es generalista, al igual que el son y el blues, porque depende, como estos géneros musicales, de quién toque e interprete. Los doce compases habituales de un Blues que grita el lamento de un sentimiento y lo lanza al aire esperando la respuesta de una voz igualmente lastimosa cambia en función de quién marque el compás, de quién toque la guitarra y de quién lance el lamento. En el son, baile y calor al ritmo cadencioso de un tres, un bongo y una marimba marcada por una clave, se inspira al floreo y al sentimiento en boca de Compay Segundo y varía el sentido en boca de Beny Moré y nos endulza el alma con la grandiosa Celia Cruz.

El estilo de juego hace referencia al equipo, a cómo se juntan, cómo se rompen y cómo se entienden los jugadores cuando juegan juntos durante un período de tiempo, estableciendo pautas de comportamiento generales en el desarrollo de los procesos defensivos y ofensivos, dejando patente cómo se comunican a través del balón, con un juego directo o más combinado, cómo se establecen los ritmos de juego, intensos,  moderados o alternos y cómo interactúan y se interrelacionan a lo largo y ancho del terreno de juego, ponderando el fútbol por los flancos o por los pasillos interiores.

 Igualmente se deja clara la tendencia defensiva, con una defensa definida en el espacio o sobre los individuos, mixta o combinada, con objetivos ambiciosos como robar el balón o más pragmáticos como ceder espacio y centrar la atención en poner densidad alrededor de la propia portería, estableciendo para ello posiciones de partida para cumplir los objetivos e intensidades variadas para configurar la fuerza de intervención colectiva. Este patrón básico lo hacen todos, pero ninguno lo hace igual porque cada equipo se conforma de jugadores diferentes y son ellos, los artistas, los que marcan el compás, la cadencia, el ritmo y las alteraciones, para convertir el juego en variabilidad e imprevisibilidad, abriendo el abanico de posibilidades a la creatividad para juntarse o romperse en función de cada partido, de cada rival y de cada momento y circunstancia.

Viendo semejante cantidad de variables y diversidades, ¿cómo encontramos estilos y patrones comunes? ¿Cómo entendemos de identidades estratégicas y pautas generales de obligado cumplimiento? El juego abre el abanico a los lugares comunes, al mapa básico que permitirá al equipo organizarse en torno a líneas de actuación que faciliten la cohesión pero a partir de ahí surge la magia, el estilo desaparece y se impone el arte de quien actúa, ejecuta y decide en función de parámetros y contextos totalmente diferentes.

El blues de Willie Dixon nada tiene que ver con Muddy Waters, BB King o Howlin’ Wolf; el compás y el fondo es similar pero la interpretación y la fuerza cambia en cada pieza y en cada sentimiento expresado, aun cantando la misma canción. La guitarra de Eric Clapton suena diferente a la de John Lee Hooker, el piano de Memphis Slim se distingue de Ray Charles. El estilo musical se denomina de la misma forma, pero el arte de practicarlo es único e irrenunciable para cada intérprete.

En fútbol ocurre exactamente igual. El estilo del FC Barcelona difiere de la época del Dream Team al jugado por Van Gaal, Rijkaard, Guardiola o Luis Enrique, todos ellos identificables a través de unos patrones aparentemente comunes, pero diferentes en fondo y forma por la implementación única de sus intérpretes. Y comparamos momentos y estilos y se juzgan patrones de comportamiento que se alejan o se acercan al juego de posición, cuando en realidad el juego expone la capacidad de entendimiento de unos jugadores que entrenan líneas de actuación para optimizar sus interacciones habituales y dar cabida a la improvisación de quienes hacen del balón un instrumento del arte de lo imprevisto.

El modelo de juego, esa fantasía sin fin que empieza en la creencia del entrenador y se va gestando a lo largo de los años sin acabarse nunca, evolucionando en función de mil y una circunstancias y sujeto a los imprevistos de la propia competición, involucionando cuando los intérpretes no son capaces de afinar en una partitura que se viene puliendo con los años. El estilo, el modelo, la globalidad de los conceptos futbolísticos se derrumban al contacto directo con los artistas que salen a jugar cada partido, con estructuras emocionales, cognitivas, condicionales, psicológicas diferentes en cada momento competitivo. El modelo de juego es una quimera que crece y crece en la mente de todos los que interpretan un juego desde puntos de partida comunes, pero que difiere en cada momento en que el jugador de un equipo actúa a su manera y según su criterio, dotando al juego de lo único que no se puede acotar, sentido del momento.

El fútbol es orden y talento, es rigor y aventura, es sentimiento y arte, es sudor y olor a hierba; el son es temple y sabrosura, sincretismo de negros y blancos, es vibración y sensualidad; el blues es dolor y lamento, es conversación rítmica, es cuerda, es voz. Todos ellos enmarcados en una generalidad que se diluye en la individualidad del intérprete y en la relación que nace, en las interacciones únicas de los músicos que tocan y del cantante que fluye desde dentro hacia afuera con un canto que eleva el espíritu. El fútbol nos levanta del asiento, desde Garrincha a Messi, desde Cruyff a Ronaldo, desde Puskas a Cristiano, desde Beckenbauer a Maldini, Yashin y Buffon, todos con su impronta, todos con sus compañeros, con sus afinidades y discordias, todos ajustados a momentos específicos y solo tres, cuatro a lo sumo, dominaron la generalidad del todo, Don Alfredo Di Stefano por delante y un sinfín de matices que hicieron de algunos, líderes incuestionables; y de otros, referencias absolutas del individualismo.

El juego es de los futbolistas; la música, de los artistas. Nosotros velamos para que el juego fluya y la música suene y que ustedes lo disfruten como se merecen, en la exclusividad de cada momento, de cada balón, de cada nota, de cada canto.

Si se calla el cantor calla la vida
Porque la vida, la vida misma es todo un canto…
Mercedes Sosa (Letra: Horacio Guarany)

* Álex Couto Lago es entrenador nacional de fútbol y Máster Profesional en Fútbol. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Santiago de Compostela. Autor del libro “Las grandes escuelas de fútbol moderno” (Ed. Fútbol del Libro).




Morfociclo Patrón (II): Conversación informal con Vítor Frade
por RUI SA LEMOS el 27 noviembre, 2012 • 

“Mas importante que el esfuerzo es la recuperación”.
 “La energía debe estar controlada por la información”.

Conversación informal con Vítor Frade
“Entrenando demasiado, demasiadas veces y durante demasiado tiempo ¡estoy creando estructuralmente condiciones para que los jugadores no evolucionen! Ahora bien, al entrenar en espacios reducidos debo ser consciente de que lo que está sucediendo con cada jugador ¡es aquello que en términos de intermitencia sucede en su función durante el partido! ¿Y esto qué implica? Implica que los intervalos sean siempre muy grandes, para que el efecto de las repercusiones caiga siempre sobre la base bioenergética del anaeróbico aláctico.

Quien no entienda esto, y hasta podemos direccionar hacia el plano de recuperación, quien no entienda esto puede hacer lo que quiera pero nunca conseguirá hacer la Periodización Táctica. Porque esto es la esencia: ¡Un jugador tiene que estar fresco! Y hasta puede parecer una paradoja, pero más importante que el esfuerzo es la recuperación. ¿Por qué? Porque yo sólo me esfuerzo en la fluidez que el esfuerzo requiere si estoy recuperado.

Si no estuviese basado en las fuentes anaeróbicas alácticas, en lo que dice respecto de la capacidad y la potencia de la fuente tiene en su relación otro contexto metabólico con las fuentes glucolíticas, anaeróbicas y aeróbicas. Porque cuando el tiempo de manifestación se prolonga tiende a desencadenar la glucolítica y, por tanto, lo que me interesa es que cuando el ejercicio tienda a eso la aeróbica también “limpie” lo que se fue creando en el proceso, permitiendo incluso que el ciclo de Cori se retome otra vez y así el cuerpo esté nuevamente en condiciones de ejercitar la fuente aláctica.

Es lo mismo que ocurre en la fijación de la hemoglobina a los glóbulos rojos, por tanto es una forma de funcionar que hace que el oxígeno sea ligado y transportado. ¡Y lo que es fundamental es que la energía esté controlada por la información! Y la “información” debe ser información, una cosa concreta, no una abstracción. ¿Y cuál es la referencia de la información?

Que se haga una reducción sin empobrecimiento. ¿Y qué es eso? Es, como he dicho, que debo ser consciente de que lo que está sucediendo con cada jugador es aquello que en términos de intermitencia sucede en su función durante el partido cuando entreno en espacios reducidos, por ejemplo.

¿Y el día de los grandes principios, el jueves? En el día de los grandes principios no se debe alargar demasiado la duración de los ejercicios porque existe el riesgo de que la dominancia del ejercicio recaiga sobre el glucolítico, por excesiva intervención en la circunstancia. ¡Eso está fuera de la especificidad! Es decir, en vez de hacer 30 minutos seguidos es mejor hacer tres veces 10 minutos.

¿Y qué dicen la mayoría de los entrenadores? ¡No dejan descansar para después actuar sobre el ‘no descanso total’! ¡No! Lo que queremos es que los jugadores descansen totalmente para hacer las cosas en la máxima disponibilidad. Y esta continuidad, de esfuerzo máximo y parar para recuperar; y nuevo esfuerzo, esto después se constituye como una coordinación, una fluidez. Incrementando la alternancia horizontal de las máximas intensidades de cada día lo tenemos todo. O sea, aquello que llamamos específicamente Morfociclo Patrón“.

– 1ª parte: Morfociclo Patrón
– Vítor Frade, el padre de la Periodización Táctica
* Rui Sá Lemos es entrenador en las categorías inferiores del FC Porto.



Charlas sobre Periodización Táctica. Parte I: El morfociclo patrón
por MAGAZINE el 22 febrero, 2013 • 

A la búsqueda de profundizar en la metodología de la Periodización Táctica, los entrenadores Francisco Ruiz Beltrán y Rui Sá Lemos sostienen esta interesante charla al respecto.

Francisco Ruiz Beltrán.- Rui, ahora muchos entrenadores, sobre todo en fútbol base, dicen que utilizan la Periodización Táctica como metodología. Cada vez vemos más entrenamientos dedicados; sin embargo, observo que las construcciones no son completas. Los entrenadores, en ese miedo -seguramente porque no lo entendieron- de ‘reducir empobreciendo’, se olvidan del plano micro y enseñar los fundamentos y simplemente mueven a sus equipos al completo para bascular o atacar en situaciones de 10×10, 8×8…

Rui Sá Lemos.- Mi opinion es que eso pasa porque hay poca coherencia en los entrenadores y muchas veces actuan como si estuviesen viajando sin criterios. Pero es muy dificil hablar sobre los problemas de la base porque hay muchos condicionantes.
F. RB.- Sí, entre otras cosas, muchos entienden la Periodización Táctica como una ‘filosofía’ y no una ‘metodología’. Se van creando tareas de juego según la semana o aquello que ve el mister de forma cortoplacista, pero no hay un camino, no hay una guía, concretamente, ¡no hay un modelo de juego! Y, por tanto, no hay esa coherencia que comentas.
R. SL.- Yo, cuando miro una obra de arte tampoco creo que sea nada especial. Pero es mi ignorancia que no me permite mirar más allá de lo obvio. Quien dice que la Periodizacion Táctica es más una filosofia que una metodologia padece del mismo problema, aunque en este caso estamos hablando de ignorancia futbolistica. El problema es que hablan por desconocimiento, que es muy común.
F. RB.- Exacto. De todas formas, el morfociclo patrón de la Periodización Táctica se contempla en equipos que juegan de domingo a domingo y entrenan durante toda la semana. La realidad del fútbol base es distinta, con jugadores en formación y desarrollo y normalmente tres entrenamientos por semana. Esto obliga a hacer unas adaptaciones evidentes.
R. SL.- Obviamente. Eso se torna tan fácil cuanto mejor se comprende la importancia de los colores en la esquematizacion del morfociclo patrón. El partido es color verde, que significa maxima exigencia. El entrenamiento de mayor complejidad de la semana, por asentar en los grandes principios de la idea de juego y por haber una propension grande para esta cuestiones, es color verde oscuro. Me refiero al entrenamiento del jueves.
Por eso, el verde de la competicion tiene que ser construído. Tenemos más dos días de adquisición en la semana de entrenamiento: el miércoles y el viernes. Miércoles es el azul. Viernes es amarillo. Porque en miércoles el entorno del entrenamiento son sub-sub-principios ejercitados en una determinada sub-dinámica o régimen (de elevada tensión especifica) y en el viernes son ejercitados otro tipo de principios en una sub-dinamica diversa (de velocidad de contracción). Por eso el azul y el amarillo juntos crean el verde.
F. RB.- La sensación que a mí me da, Rui, es que en el intento de ‘copiar’ ese morfociclo algunos malentendieron en la base su utilización. Entonces, vemos equipos que entrenan 3 días a la semana y el primero lo utilizan para recuperación. Juegan futvolley, hacen rondos, carrera continua y poco más (una recuperación no específica, por cierto) y el viernes, como es pre-partido, tampoco hacen ningún tipo de trabajo real. Entonces, chicos de 13 y 14 años acaban jugando al fútbol ¡una hora y media a la semana! Y esa hora y media es el miércoles donde les hacen bascular, defender, atacar… 10 jugadores cada equipo… ¿cómo puede un jugador aprender fundamentos así? Y claro, en ese tiempo, no hay espacio para la individualidad, para el plano micro. No hay dominio sectorial.. ¿estás de acuerdo?
R. SL.- Por eso decía que del fútbol base es muy complicado hablar. Estoy de acuerdo contigo. Por mi experiencia, en el dia pre-partido tambien tengo más cuidado, sobre todo para que los jugadores se manifiesten en perfectas condiciones en el momento más importante de la semana. Esta cuestión da igual si tienen 11, 15 o 17 años.
R. SL.- ¿Y cuando hay partidos domingo-miércoles-domingo, hablando a nivel profesional, con 2 entrenamientos cómo lo hacemos?
F. RB.- Esos días tenemos que entrenar en régimen recuperativo; muchos entrenadores, en su obsesión de controlar la dimensión táctica, abusan del sobreentrenamiento y no solo aumenta el riesgo de lesión, también estamos preparando mal a los jugadores para estar en condiciones óptimas para el partido porque a veces olvidamos que el gran objetivo es llegar bien -de forma global- al partido.
R. SL.- Pues lo olvidamos… Total, ¡después van a descansar para el partido!
F. RB.- La gente se pregunta, ¿cómo vamos a meter estrategia operativa para un Madrid-Manchester que se juega el martes si hemos tenido un partido el sábado anterior?
R. SL.- Es por esa cuestión que entrenando a ese nivel una de las mejores cualidades del cuerpo técnico debe ser saber seleccionar prioridades, por ejemplo al respecto de qué entrenar…
F. RB.- ¡Y cuándo y cómo recuperar!
F. RB.- Volviendo al morfociclo patrón, los tres días adquisitivos se hacen en régimen diferente incidiendo más en aumentar la velocidad de la contracción, o la tensión o la duración… esto también hace que entrenemos el ‘jugar’ en diferentes planos gracias a los principios, sub-principios y sub-sub-principios entrenando el plano macro, meso y micro porque muchos olvidan los últimos planos para preparar a su equipo y, por tanto, cuando estamos haciendo un ataque no vemos jugadores que fijen a adversarios con balón, no vemos un jugador haciendo un desdoblamiento por fuera o un desmarque para ‘aclarar’ el espacio al que lleva el balón… ¡Se entrena de forma tan general que no hay propensiones del plano micro!
Por ejemplo, yo puedo decir: “Quiero que mi equipo tenga balón en ataque, amplitud y que extremos desborden” y entonces hago tareas ataque vs defensa de 8×6. Ok, eso está muy bien, ¡pero tiene que haber trabajo ‘complementario‘! Si yo quiero que desborden también tengo que trabajar el uno contra uno de mis extremos…
R. SL.- Por eso el día jueves es el más complejo. Por haber ejercicios de 11×11, 10×8, etc, y por la intervención y la propensión para que el macro, meso o micro estén siempre presente.
Eso de lo ‘complementario‘ es lo más importante. Porque ‘tener la posesión‘ es un aspecto abstracto. Esos aspectos meso y micro son lo que dan cuerpo a los grandes principios.
F. RB.- Exacto. Y veo que eso cuesta entenderlo, interpretarlo y trabajarlo. Entonces sí, yo entreno muy bien el jueves con tareas amplias de grandes principios, pero evidentemente si estoy trabajando un 10×10 voy a manipular la tarea para conseguir el principio de propensiones hacia un aspecto grande de nuestro jugar (nuestro contraataque o nuestro pressing colectivo)… pero evidentemente hay “‘cosas pequeñas‘ que tenemos que dominar para que esto se haga bien, cosas que con tantos jugadores, en determinadas posiciones, no se va a dar muchas veces en ese espacio de tiempo.
Entonces, yo necesito dominar ese ‘espacio reducido‘ de la posición que tengo dentro de la estructura de mi equipo. Si soy central tengo que dominar la cobertura con el lateral, a qué distancia, a qué altura…
R. SL.- Exactamente. Por eso el color verde oscuro del jueves. Por eso para mi el jueves es el día verdaderamente adquisitivo. Después, tanto mieécoles como viernes son entrenamientos ‘asistentes‘ en que es más importante no estropear que acrecentar algo.
F. RB.- ¿Y qué hacemos en esos días asistentes?
R. SL.- Tareas en las que entrenemos el crecimiento de las partes del jugar. Por ejemplo, el viernes situaciones de contragolpe + finalización. Otro ejemplo: el miércoles hacer situaciones de posesión con la estructura del mediocampo, situaciones de 4×4 + comodines.
Siempre con una regla de oro: no abusar de los ejercicios de juego en estos días, sobre todo en los viernes. Miércoles ejercicios de 3×3 o 4×4 con mini porterías es perfecto. Pero viernes… ¡Cuidado! Porque el partido esta ahí y porque la sub-dinámica del entrenamiento (de máxima velocidad de contracción y poca tensión) lo exige.
F. RB.- Antes decías que una gran virtud del entrenador es escoger las tareas adecuadas para entrenar los principios adecuados. Esto es muy interesante porque también muchos confunden la estrategia operativa. Piensan que estrategia operativa es cambiar el funcionamiento para adaptarse al rival. OK, yo puedo cambiar una-dos cosas específicas sin variar mi identidad, pero el rival es, sobre todo, muy importante en mi elección de principios de juego durante el morfociclo.
Porque yo tengo tres entrenamientos adquisitivos, pero en realidad solo uno ‘en plenitud’ así que no puedo ni debo entrenar todo mi modelo de juego esa semana… Tengo que seleccionar, así que si espero que mi rival vaya a hacer un juego muy directo, tengo que trabajar con mis defensores la defensa de ese juego directo cuando trabajo defensa organizada. Si espero que mi rival me va a salir a presionar en primera línea, tengo que trabajar mi salida de balón… Seleccionar aquello que es clave para trabajarlo y preparar al jugador. Si pienso que voy a tener un rival con el autobús en su portería esa semana, ¡para qué voy a trabajar contraataque! Tendré que trabajar cómo “‘entrarle’ a ese autobús…
R. SL.- Exacto. Muy de acuerdo contigo. Hasta con los jugadores conscientes que eso será una cosa muy concreta para el partido siguiente… Habrá más concentración y, por tanto, más calidad en los entrenamientos. Conseguir eso sin pérdida de espontaneidad en los jugadores… ¡Top!
F. RB.- Por eso son tan importante los días asistentes… porque yo puedo seleccionar tres-cuatro ‘grandes’ cosas que quiero trabajar en este partido, así que el jueves voy a trabajar a nivel global la forma en que quiero defender, la forma en que quiero atacar, la forma en la que quiero hacer el pressing… Entonces, por ejemplo, si yo quiero atacar con mediapunta lanzando y dos puntas buscando los espacios voy a aprovechar el viernes, día previo a partido, para hacer una tarea que a lo mejor es 3×0 con el mediapunta y los dos delanteros en los que mi mediapunta en velocidad fija a una ‘pica’ y lanza al espacio a un punta que corre y finaliza o hace pase para que otro punta finalice. ¡Y estoy trabajando el ataque, pero a nivel más micro!
R. SL.- Ahi está, como bien dices, la importancia de los entrenamientos asistentes. Y en miércoles podrías, por ejemplo, entrenar situaciones de presión al nivel meso, situaciones de 4×4 o 3×3 con tu mediocampo…
Lo más importante será siempre que haya coherencia y estabilidad emocional. Ser entrenador es complejo y es muy importante saber vivir con los resultados y mantener nuestro camino.
– Morfociclo Patrón (I)
– Morfociclo Patrón (II): Conversación informal con Vítor Frade

* Francisco Ruiz Beltrán es entrenador. Autor del libro “Filosofía y manual de un entrenador de fútbol” (Wanceulen Editorial).

* Rui Sá Lemos es entrenador en las categorías inferiores del FC Porto.



Charla con Francisco Ruíz Beltrán

Nos citamos con el amigo Francisco Ruiz Beltrán (@futbeltran), entrenador del Kelme C.F. cadete y autor del libro "Manual y filosofía de un entrenador de fútbol”, para mantener una charla, más que entrevista, acerca de la temporada del conjunto franjiverde.

Fran, ¿qué te ha parecido el Elche 12/13?


No hay duda de que el Elche ha sido el mejor equipo de la Liga. El míster ha construido un equipo que defiende compacto, cerrando espacios, obligando a salir al rival y esa defensa favorecía mucho las transiciones ofensivas, iniciadas con muchos metros por delante para correr, con buenos pasadores y gente arriba como Coro o Xumetra que han marcado diferencias. Escribá es un entrenador 'sacchiano', que domina el 4-4-2 con líneas juntas, capaz de hacer una presión intermedia pero con la línea defensiva adelantada. Priorizó dominar el espacio a dominar el balón. Evidentemente, cualquier modelo que no tenga una dependencia vital del balón pasa por fases más complicadas cuando se enfrenta a rivales que lo conocen y que intentan compensar más defensivamente para neutralizar sus contras, pero en ese tipo de partidos, también han conseguido marcar diferencias en acciones a balón parado y el resultado ha sido un equipo que prácticamente siempre sumaba. Ha sido una temporada casi perfecta.

Eso es. Muchos rivales le obligaron a llevar la iniciativa y tampoco dio excesivas muestras de sentirse especialmente incómodo o de ser frágiles atrás. Para mí, uno de los grandes aciertos fue que, a pesar de llegar jugadores como Rivera, Fidel o Carles Gil, el míster no se empecinó en llevar la iniciativa con el balón, en predominar los ataques estáticos,... prefirió construir la casa por el tejado y aprovechar la velocidad arriba. ¿Podrías rescatar algunos aspectos concretos que te hayan sorprendido gratamente, que te hayan parecido claves de cara a conseguir el ascenso con esta solvencia?
Creo que hay un gran acierto previo en la planificación. Fichas un portero y un delantero que son determinantes en dos puestos claves que dan muchos puntos. Luego, hay una gestión de mucha calidad, entrenamientos dinámicos, basados en el modelo y en la organización y con un equipo que pronto comprende la idea. El Elche, si no me equivoco, ha encajado dos goles o más en tan solo cinco partidos, ¡y tres los ha ganado! Como te decía, tácticamente el equipo es muy sólido, las dos líneas de cuatro guardan bien las distancias, cierran los pasillos centrales y dominan todas las fases del juego. Por ejemplo, solo hay que ver cuando tras combinaciones cortas, pierden el balón. Tienen muy localizado el patrón de actuación en transición defensiva. Si han acumulado jugadores en zona de balón o el rival que recupera está de espaldas a portería, hacen presión tras pérdida.  Si no se da ninguna de estas dos situaciones, repliegan rápido, priorizando cerrar por dentro, con carreras hacia atrás y en diagonal para volver a estar organizados. Y todo a máxima velocidad. También han sido clave las transiciones ofensivas, dejando a dos delanteros 'marcando' a los dos centrales y con los centrocampistas cerrando tan bien que el rival necesitaba incorporar a más gente para hacerles daño en ataque. Pero eso producía el efecto contrario, el Elche robaba y cuando salía el rival estaba en igualdad numérica o inferioridad y con un espacio enorme que proteger.

Ya que hablas de Manu y Coro, vamos a hacer un repasito por los fichajes de la temporada. Estoy de acuerdo con lo que comentas, ya que ambos han sido titulares en todos los partidos de liga. Coro, aunque no ha marcado los goles de la temporada pasada, ha ejercido de delantero total, aportando mucho juego al equipo. Y Manu ha demostrado ser un portero sobrio, ayudado por un equipo que nunca le deja vendido (ahora mismo no recuerdo ni un mano a mano, cuando Willy y Jaime tenían que afrontar muchas situaciones así). Atrás sólo llegó Damián, cuando la defensa empezaba a ser cuestionada tras la segunda peor vuelta de la historia del club en Segunda. Ahora, Albacar y Pelegrín podrán debutar en Primera, y Etxeita es pretendido por clubes de mayor entidad.

Esa ha sido la clave del Elche. Crear un conjunto que favoreciese al individuo. La defensa estaba más reforzada, había más compenetración. No es una cuestión de nombres sino de aspectos posicionales y relacionados con la organización. Cada jugador sabía su rol, la zona que ocupar, los metros que abarcar y las distancias que dejar. Han estado protegidos por un entramado táctico de calidad y es, a partir de esas sensaciones e inercias que se generan, que también el jugador va creciendo, va aportando sus matices al y va reforzando el juego del equipo mediante la evolución que da la creación de una identidad y su evolución con entrenamientos, partidos y confianza.

En mediocampo llega el contrastado Rivera y el asturiano Pelayo, que dudábamos entre si era un mediocentro posicional o un acompañante con recorrido y cierta llegada, pero ha llegado a jugar hasta de mediapunta aportando matices distintos y cumpliendo.

Rivera es un jugador que me encanta y que cualquier equipo de este nivel debe tener. Defensivamente domina su espacio y ofensivamente tiene la pausa para esperar la arrancada de los delanteros y el desplazamiento en largo para atacar la espalda de la defensa con un pase. Pelayo, como comentas, ha sido útil. El Elche, en ocasiones, sufría en ataque posicional porque carecía de superioridad por dentro hasta su irrupción en la media punta. Aun así, imagino que en esa zona llegará un refuerzo de calidad para la temporada que viene, alguien con capacidad de jugar por delante de un doble pivote y que domine los apoyos cerca-lejos para generar esos matices que necesita un equipo a lo largo de un partido.

Hablemos de Fidel y Carles Gil. La primera vuelta del primero es espectacular, reconozco que es una debilidad porque hasta cuando anda gris y poco entonado, sus virtudes y trabajo colectivo le hacen importante. En cuanto al segundo, estamos ante un jugadorazo que si le respetan las lesiones puede hacer cosas importantes. Incluso cuando ocupó la banda derecha por lesión de Xumetra, sin dar su tope, aportaba esa chispa diferente y una capacidad para retener el balón que es oro.

 Carles Gil marca diferencias y creo que, incluso en primera, será un activo importante por su capacidad de romper al espacio sin balón y de buscar esa profundidad también cuando arranca en conducción. Es el perfil de atacante que necesita el Elche en un año en el que los rivales tendrán más protagonismo ofensivo y por tanto, en algunos casos, descuidarán más el espacio que dejen a su espalda. Y estos también son aprovechables gracias a chicos como Fidel, que en fase defensiva cierra el interior y es uno más, y luego tiene gasolina para hacer correr al rival hacia atrás.

También llegaron el portero Diego Rivas, del que nos dieron muy buenas referencias de su etapa en el Lugo y que ha tenido un comportamiento impecable (como todos) y Berry Powel, que es cierto que durante la primera vuelta tuvo el don de la puntualidad con tres goles que fueron claves para obtener 9 puntos, pero pienso que contribuyó al fútbol espeso del equipo en varios partidos.

Diego Rivas, además de ser un gran portero, es una persona especial. Le gusta la lectura, el fútbol, es socialmente muy abierto y humilde, disfruta los entrenamientos y se lleva bien con toda la plantilla. Hemos visto este año un equipo con mucho presupuesto, un gran entrenador y algunos de los mejores jugadores del mundo que no ha conseguido funcionar por problemas de vestuario, porque había jugadores con roles preestablecidos que no aceptaban la competitividad interna y no favorecían el crecimiento en el día a día. Esto es imposible con chicos como Diego Rivas y no hablo de oídas porque le conozco personalmente.

De hecho, en ese sentido, el vestuario ha sido un 10 y estoy seguro de que mirarán con lupa ese aspecto en los próximos refuerzos.

El perfil humano es un aspecto esencial y más cuando tienes que luchar por objetivos que son a vida o muerte. Necesitas jugadores inteligentes que asimilen los contenidos, combinar jóvenes que tengan recorrido y entiendan la temporada como una oportunidad para crecer, veteranos que conozcan la categoría, estén comprometidos y hasta puedan tutelar a los que llegan de abajo y jugadores que tengan la capacidad de entender que la fuerza del colectivo genera beneficios en el individuo que les hacen crecer dentro del equipo hasta ser un activo mayor que cuando llegó. También es importante mantener una base de jugadores que han ascendido, que saben lo que supone, que hayan vivido la emoción con la afición y que dan un sentido de identidad al proyecto.

Si echamos un vistazo al anterior mercado invernal, es curioso, porque la plantilla contaba con tres centrales y un solo lateral izquierdo tras la lesión de Beranger, y había dudas sobre hacia donde podían ir destinados los esfuerzos. Ante la tremenda solidez del equipo, creo que fue un acierto mejorar la posición de 9 y el "rol Palanca" con Aarón ante la poca estabilidad que venía ofreciendo el ex-madridista.

Totalmente, pero es que además, esos dos fichajes, independientemente de los nombres, demuestran la coordura de la dirección deportiva del Elche. Ambos conocían la casa, uno de ellos no requería ni adaptación,… pero es que, además, eran dos jugadores que venían a mejorar las situaciones de juego que menos dominaba el conjunto. Ñíguez domina los espacios reducidos y Ángel el juego en el área. Han sido un plus clave para reforzar la regularidad del equipo en una Liga en la que los clubes acostumbran a tener tremendos bajones.

¿Qué posibilidades le ves al equipo de cara a mantener la categoría?

Es complicado hacer un juicio en este sentido sin saber qué vendrá. El entrenador es óptimo, domina la gestión de grupo, tiene el apoyo de la afición y calidad metodológica para hacer un bloque sólido. Pero en Primera un error te penaliza, marcar un gol cuesta más y no solo necesitas estar compacto para no encajar, porque en cualquier duelo de uno contra uno, incluso si dominas la zona pero eres inferior individualmente, estás perdido. Hay que crecer en base a lo que está hecho, una estructura que domina la fase defensiva y las contras, pero los partidos son largos. Seguramente se necesita otro perfil de nueve, alguien con capacidad para jugar de espaldas y dar tiempo al equipo a salir, ya que estarán más exigidos defensivamente. También un media punta que pueda aportar esos matices que no obliguen al equipo a salir siempre directo. Y en esa línea, exteriores que no solo dominen el juego de ruptura, velocidad y verticalidad sino que también tengan influencia en la zona de creación. Si a esto le sumas que en defensa hay pocos efectivos y cualquier lesión o sanción te deja el equipo desequilibrado, hablamos de varios refuerzos en un equipo con poco potencial económico.

Sí, será complicado cuadrar la plantilla, porque además Etxeita seguramente se unirá a la baja de Xumetra. ¿Crees que jugadores como Flaño, Mantecón o Generelo, que acaban contrato (los dos últimos parecen estar renovados), pueden aportar en Primera? ¿Y en el caso de Pelayo, Beranger, Verdés, Javi Flores o Powel, que tienen contrato en vigor?

No es mi estilo poner énfasis en los nombres concretos, pero sí te digo que jugadores como Mantecón, Generelo y Flaño deberían caber en una plantilla con veinticinco fichas. Conocen de dónde viene el equipo y que asumirán un rol de menor protagonismo si así lo merecen. Luego hay otros que, o bien no han dado la talla al máximo nivel en Segunda o sí han estado bien pero sin marcar diferencias. Esas son posiciones que hay que reforzar. Luego hay que estudiar el perfil de plantilla para determinar si alguno te encaja, aunque sea empezando como reserva, porque ofrece determinadas cosas que tú necesitas en tu juego aunque no sepas si ellos tienen el nivel para imponerse y ofrecértelas en Primera.

Ha sido un placer, Beltrán. Gracias y espero que te vaya muy bien en lo personal y en lo profesional.

Muchas gracias, el placer es mío. Un abrazo.