miércoles, 30 de septiembre de 2015

LA INEFICAZ PERTENENCIA por Rosa maría Coba.



por ROSA COBA/ perarnaumagazine.com 
Rosa Mª Coba Sánchez es licenciada en Psicología. Coautora junto con Fran Cervera Villena del libro “El Jugador es lo Importante: la complejidad del ser hunano como verdadera base del juego”.


En el constante intento por acomodar la retina y las entrañas ante ciertos excesos mundanos, estamos conviviendo con una serie de cuestiones que son noticia en torno a lo que algunos entienden como un premio o un reconocimiento, por no hablar de estilos de liderazgo, ya sea con pizarra en mano o con corbata y calculadora. Debates, ya sabemos, los que se quieran; tantos como formas de entender o necesidades de interpretar.

En absoluto ese es el objeto de esta reflexión, pero sí la excusa para abrir la puerta de par en par y airear ciertas cuestiones. Oxigenar no solo es sinónimo de vida, sino que debiera ser un infinitivo que ejerciera en nuestras vidas de brújula.

Por todo ello, más que nunca pienso que sería oportuno debatir sobre ciertas actitudes en torno a las personas que se relacionan con el deporte y también con el fútbol, aunque demasiadas veces parezca por propios y extraños que aquel tiene de deporte lo justo.

Precisamente por eso creo que reconocer que no somos, sino que estamos siendo me sitúa ante la pregunta de si dicha disyuntiva se trata de una condición innata o una herramienta y si se tiene en cuenta su optimización o una vez más dejamos que se nos escape el agua entre los dedos en medio del desierto.
No sería coherente decantarme por una de estas opciones sin contextualizarlas, aunque lo cierto es que llama poderosamente mi atención la cantidad de energía y recursos que empleamos, es más, diría que desgastamos los seres humanos, en lo que denomino reafirmación de la evidencia, aunque también sabemos que no hay más ciego que el que no quiere ver. O dicho de otro modo: la necesidad que parecen mostrar más de cuatro de recordarse recordando quiénes son.

Son, somos, pertenecemos, soy, eres… palabras que se difuminan cual estela en el firmamento con tan solo pronunciarlas, ya que antes de dejar pasar por la comisura de los labios el último sonido que las componen, cambian su estado.

¿Por qué empeñarnos entonces por competir zafiamente usando la herramienta de la exclusión? ¿No nos damos cuenta que es un arma de doble filo con efectos anestésicos sobre el cerebro?
Los seres humanos, cada vez con aparente menos porcentaje de lo segundo, y ante la paradoja de disponer de un mayor acercamiento al conocimiento, seguimos compitiendo por mantener la estirpe, la casta y el poderío que se supone infunde la pertenencia.

Esta actitud estática de esperar que los demás reconozcan en nosotros lo que somos es directamente proporcional al grado de desuso que hacemos de nuestra plasticidad cerebral. He ahí la cuestión que deseo resaltar. Nos olvidamos constantemente que tenemos la posibilidad de realizar auditorías emocionales que nos devuelvan índices de eficacia y productividad emocional, por tanto, de cambio, de aprendizaje.
Ya conocen mi empeño por acercar el gran olvidado a la estratosfera deportiva. Es el más fiel compañero de viaje, el que no falla, aunque nos recuerde por más que lo ignoremos que no solo está, sino que existe y se manifiesta en cada gesto que articulamos, en cada palabra que emitimos y en cada silencio que acomodamos. Él es así, capaz de dar y estar dispuesto a recibir como máxima expresión de su razón.

Él, el cerebro, no solo es el origen y el fin, sino que es el medio. Y quiero centrarme en esta ocasión en ese aspecto. Pese a ser demasiado ignorado, es el más inteligente de todos. Si le das combustible del bueno, te devuelve crecimiento y aprendizaje, satisfacción y alegría, luz y perspectiva. Si le das del malo, te da peor porque te deja solo ante el peligro y la espesa cortina de humo que rodea a los que solo poseen como baluarte el fallo ajeno, la ignorancia, el despotismo, la suerte o lo arbitrario.

Recordemos que el cerebro modula y modela y no olvidemos que en el modelo residen las claves para que las personas reaccionemos y actuemos en un sentido u otro. Alejados o cercanos, generosos o egoístas, crápulas u honestos. El modelo y los valores que de él emergen van a dar forma al estilo de tantas y tantas personas que directa o indirectamente se calzan las botas coherentes con lo que son y quieren ser. Porque eso de ser, además de cobrar entidad alfanumérica en nuestro documento de identidad, miren ustedes, poco más… que son y quieren ser.

¿Qué pasa con lo que queremos ser? Ese es el verdadero juego cuando de jugar se trata. Porque lo demás, y en ese inespecífico término incluyo a factores que al parecer forman parte de un supuesto precio que hay que pagar cuando de fútbol se habla, supongo que hay que ubicarlo en el particular espacio que cada cual considere o pueda.

La intencionalidad emocional es un rasgo imprescindible cuando de aprendizaje se trata. Aprendizaje, por supuesto, incluyendo los distintos elementos del mismo: los potenciales aprendedores que todos somos y los que guían dicho aprendizaje. Pero de cómo nos manejemos ahí dependerá que él nos dé lo mejor de nosotros mismos y nos permita estar receptivos a lo mejor que nos rodea.
Si no nos rodeamos de cerebros capaces de generar respuestas más allá de las absurdas pertenencias, si nos quedamos con la suerte disfrazada de excusa, mejor borramos el sapiens al homo. Por tanto, no nos vendamos como no estamos siendo. Esa es la cuestión.

Todo esto me inspira, además, pensar en el mensaje que algunos técnicos lanzan cuando son llamados al rescate del navío a la deriva. Por supuesto también ese eco retumba en algunos despachos. Los términos que más se repiten cuantitativamente son, en mi opinión, de falso corte emocional. Esos que conectan con el valor (que no valores), el coraje (que no compromiso), la pertenencia de la que les hablaba (que no profesionalidad)… Perdón, olvidaba la hormona y escudo. Sí, ya saben, la testosterona que al parecer hace milagros cuando es necesario. Y el escudo, que aunque pequeño, hay que ver lo que algunos lo estiran para justificar lo injustificable.

En una competición en la que solo parecen ser unos cuantos y están siendo muchos, me parece infinitamente más atractiva la necesaria humildad de no creer ser, ya que ello nos predispone a comportarnos como seres inteligentes, puesto que no podemos olvidar que de lo que trata es de adaptarnos para cohabitar con la incertidumbre.

* Rosa Mª Coba Sánchez es licenciada en Psicología. Coautora junto con Fran Cervera Villena del libro “El Jugador es lo Importante: la complejidad del ser hunano como verdadera base del juego”.


miércoles, 23 de septiembre de 2015

A PROPÓSITO DEL RONDO. por Pedro Gómez.


Por Pedro Gómez (pedrogomez7@hotmail.com)
Profe… ¿hoy no viene “rondón” al entrenamiento? 


Si partimos de que la ignorancia es atrevida, no entiendo por qué a veces nos sobresaltamos ante el cúmulo de bobadas y despropósitos que intoxican casi a diario muchas disertaciones futbolísticas….una de las últimas que llegaron a mis oídos: “El FC Barcelona de Cruyff, Guardiola e incluso Tito, gana porque al entrenar hacen muchos rondos, y eso se ve reflejado en su manera de competir”.

Como una simpleza de tal calibre sería muy fácil de rebatir para los galácticos de esto (no hay especificidad ni en espacio, ni en tiempo, ni en densidad, ni en asociaciones…no hay comportamientos colectivos posicionales…bla bla bla),  y puesto que no me considero en disposición de determinar aquello que es válido y no válido para el entrenamiento de este deporte, voy a intentar defender a aquellos que en un primer momento, y puede que injustamente, catalogué como “ignorantes”, y me propondré, a lo largo de estas líneas, hacer una alegato al rondo, no como medio esencial, sino como parte complementaria importante de la sesión de trabajo, para que cuando a nuestros oídos lleguen rotundas y tercas afirmaciones, puede que sin una base de conocimiento sólida, seamos lo suficiente humildes e inquietos como para saber extraer el jugo que seguro en alguna parte esconden.

Entonces…si al Barsa le va tan bien… ¡Sencillo!.. Hagámoslos nosotros y ganaremos, ¿no?
Aguanten su ímpetu de montar una sesión completa de rondos y vayamos por partes, porque a mi modo de ver,  esta transferencia todavía no acaba de ser tan exacta, y mucho menos, garantía de éxito seguro.
Lo primero, y puede que más importante: “Nosotros no tenemos los jugadores que tiene el FC Barcelona”, y esto, que puede parecer una tontería…créanme (en esto sí) si les digo que no lo es.
Lo segundo: ¿Conocemos el tipo de rondos que hacen en sus entrenamientos?, ¿Sabemos lo que pretenden o potencian con ellos?, ¿Se puede valorar la transferencia que estos poseen sin estar al tanto de las respuestas de las primeras preguntas?.

Personalmente, al no tener la suerte de convivir en ese contexto, desconozco rotundamente la respuesta a los interrogantes planteados, de modo que, dejando de un lado al equipo blaugrana, intentaré transmitir a continuación el modo en el que para mí, este tipo de tareas pueden adquirir cierta relevancia, y por qué no decirlo, transferencia en la competición.

En primer lugar, abordemos el aspecto emocional… y es que, todavía no me encontré con un jugador al que no le gustase este tipo de ejercicios, que no los solicitase casi a diario… ¿Quiere esto decir que las preferencias de los jugadores deben condicionar nuestras sesiones?, No!! rotundamente no, pero se puede “jugar” con ellas, para que en momentos puntuales, se aproveche la distensión que algunas modalidades de rondo ofrecen y utilizarlas como adaptación previa a la parte principal del entrenamiento. Por dedicar 4 minutos iniciales a un rondo inespecífico en el que el jugador pase por pasar o intente hacer un caño al compañero..¿va a perder calidad nuestro entrenamiento?, ¿No podemos integrarlos en la parte inicial de calentamiento y así evitar las tan poco deseadas filas de movilidad articular dándole una orientación “física” como medio introductorio?.

Considero que opciones como el 4×1 aéreo o el 8×2 pueden colmar perfectamente estos objetivos.


Ahora bien… si queremos ir más allá, si pretendemos que el rondo  pueda llegar a alcanzar un mínimo de transferencia competitiva, tendremos que darle alguna pincelada táctica, ¿no creen?. Ya sé que hay demasiadas líneas de pase, soy consciente de que ciertos patrones colectivos es imposible reflejarlos…pero aun así, me resisto a “arrinconar” este medio de entrenamiento tan agradecido, y a no ser capaz de darle un giro de tuerca para que se transformen en tareas más nutritivas para el jugador.

Así por ejemplo…
Se achaca a menudo a los rondos que son situaciones en las que el jugador pasa por pasar, que no existe un sentido de progresión o superación que llegue a asemejarse a lo acontecido en el juego real, que la especificidad del juego no se puede condensar en tan pocos metros cuadrados…¿nos vamos a conformar con estos argumentos?

¿Valdría esta situación en la que 4 jugadores juegan contra dos rivales para atraerlos y así poder jugar con un alejado libre de marca?, ¿No podría ser este un comportamiento que nos interesase potenciar en nuestro juego?


También recuerdo haber leído en algún sitio, que en el rondo todo era apoyo, que no existía la ruptura, que el jugador se enviciaba en quererla en cortito y al pie…bueno….
¿Podría sernos útil una situación 5×2 donde el equipo en superioridad se dispone en “sistema” 2-3-1 e intenta optimizar el movimiento en apoyo del delantero y la ruptura de uno de sus mediapuntas?


Asimismo, también se escribió sobre el papel defensivo que ejercen los jugadores de dentro del rondo, se dijo que se recuperaba el balón sin sentido, que valía con tocarla y que no existía un cambio de rol real, que se empobrecía el contexto…

¿Sería rentable, en términos futbolísticos, una situación 4×2 en la que el defensa al robar debiera alcanzar una mini portería contigua a la zona?, una situación donde se fomente por un lado el robo y su consiguiente búsqueda de ventaja, y por el otro, la tan manida y a veces mal exigida, presión tras pérdida….

En consecuencia, a los aficionados de bar con los empezábamos esta entrada (insisto que a veces se pueden extraer cosas muy positivas de estas conversaciones) , yo les diría que rondo sí, pero el qué, el cuando, el cómo y el por qué, eso es otra cuestión…y al FC Barcelona, que lo dejen tranquilo…porque a la postre, lo que sí tengo claro es que los límites de nuestro lenguaje, son los límites de nuestro mundo, así como los límites de nuestros entrenamientos se tropiezan con los muros de nuestra razón.

¿Por qué entonces nos obstinamos en poner tantas barreras en nuestro fútbol?, ¿por qué ese afán por encasillar lo que es bueno y lo que es malo?, ¿No será que culpar al de al lado apuntándole “tu lo haces mal”, parece convertirme a mí en mejor?

Un fuerte abrazo amigos!!! 

JOAN VILA BOSCH. ENTREVISTA.


JOAN VILA: “EN EL BARCELONA LLEVAMOS HACIENDO RONDOS DESDE LOS AÑOS 70″
Publicado por Jesús Alba  /  

Joan Vila Bosch (FC. Barcelona). /


Esto es muy fácil. O debe ser muy fácil. Desde luego, viendo cómo Joan Vila Bosch explica la fórmula para los chicos de la cantera del Barça aprenden a jugar a rondos desde que ingresan en La Masía así lo parece. Luego, todos los equipos -o muchos- quieren jugar como el FC Barcelona. Y, claro, se estrellan. Con imitar sólo el fútbol bonito, la posesión, el sacar el balón desde atrás… no vale. Uno escucha a esta enciclopedia del fútbol base y empieza a entender muchas cosas. Su paso por Sevilla para regalar la brillante ponencia que ha llevado a varios países en las II Jornadas sobre el trabajo en las canteras organizadas por el Cedifa, la Federación Andaluza de Fútbol y la Escuela de Fútbol Peloteros era una inmejorable ocasión para empaparse de la filosofía de fútbol que ha conquistado el mundo. Jugó en el Barcelona al lado de Cruyff, entrenó más 16 años en la cantera azulgrana, fue el mentor de Xavi y es el creador de la Biblia del Barça, un documento que marca los parámetros del estilo que todos persiguen.

La base es el balón, eso lo puede saber todo el mundo, pero también que la posición no se pierde nunca, precisamente lo primero que hacen los equipos que quieren imitar ese fútbol. A partir de ahí, un montón de secretos que, oídos en la voz del director del área de metodología del club azulgrana, parecen lo más sencillo del mundo.

“Todo el mundo habla acerca del modelo del Barcelona como la fórmula mágica. Pero lo digo ya: no hay fórmula mágica”, explica de entrada. Mientras otros clubes van por ahí presumiendo de un modelo con cuatro, cinco o seis años de vida en sus entrenamientos de cantera, en Can Barça hablan de mucho más. Así, nada es casualidad. Y, claro, todo el mundo piensa en el rondo. Se idean mil ejercicios combinados para hacerlos cada vez más complicados, pero todo está ya inventado hace mucho tiempo: “El rondo llega al Barça en los años 70 y lo introduce Laureano Ruiz cuando Rinus Michels era el entrenador del primer equipo. Luego, cuando llegó Cruyff a finales de los 80 se produjo otro gran cambio en el Barcelona. Él llega y nos dice que íbamos a disfrutar jugando y que a partir de ese momento íbamos a jugar con tres defensas, con todo lo que aquello significaba. Y fue una revolución. Los defensas tuvieron que acostumbrarse porque era un cambio radical de la noche a la mañana a lo que se conocía en el fútbol. Y demostró que se podía.

 Luego, el otro gran cambio se produjo con el tándem Guardiola-Seirul·o”. Estas palabras son la demostración de que esto no es un huevo que se echa a freír, sino que, como los buenos vinos, necesita la formación de una madre a lo largo de los años.

Lógicamente, habría que discutir muchas cosas al hablar de la cantera del Barcelona, para muchos la mejor del mundo. Con matices. Por ejemplo, el gasto sólo en cantera del club catalán es superior al de algunos equipos de Primera. Sus técnicos captan futbolistas a todas las edades y de todo el país (también del extranjero) pagando cantidades astronómicas con unas condiciones que seducen a los padres y con las que absolutamente ningún club de origen puede competir. Un dato revelador lo da el propio Vila: “Nuestro juvenil A es absolutamente profesional. Lo vemos así porque necesitamos una igualdad de horarios en los entrenamientos. Un juvenil puede perfectamente un día entrenar con el primer equipo y necesitamos que esté allí. Y es también la forma de hacer ver a los más pequeños que el camino no es tan largo”.

El camino empieza desde abajo y acaba en ese fútbol de toque y desmarque que sale por la tele y que practican con gubia de oro los Iniesta, Xavi, Messi y compañía. “No estoy de acuerdo con ese comentario que se dice por ahí, que defiende que el Barça le ha hecho un flaco favor al fútbol porque los clubes lo han intentado imitar y se encuentran luego con la realidad. Trabajemos para ello. Trabajemos para que salga bien”, anima.

¿Y dónde están las claves? Hay muchas, algunas parecen sencillas, pero no lo son tanto. Las bases de toda formación futbolística están en cuatro pilares: los aspectos físico, técnico y tácticos, conocidos por todos, más el bio-energético (la alimentación), cada vez más cuidado. “En el Barça no nos limitamos a esto. Hay otros aspectos incluidos en el entrenamiento: las relaciones interpersonales, es decir, el factor afectividad; el emotivo-volitivo, el creativo según la experiencia (el yo) y la estructura mental, que es la que permite al jugador hacerse fuerte (qué pasa cuando no es convocado, cuando se lesiona, cuando promocionan a otro…). Si no complementamos lo otro con esto, el entrenamiento está incompleto”.

“Un paso atrás para atacar, un paso adelante para defender”
Quizá esto no interese tanto al gran público. La gente quiere saber qué hacen con el balón en el Barça y está claro que el balón es el punto de partido en su filosofía. “Tenemos dos posiciones, con el balón, en la que insistimos en los espacios de ayuda (los que están cerca del balón) y los espacios de cooperación (los que están más alejados del balón). Y en la recuperación, igual: los espacios de ayuda y de cooperación. 

Nosotros damos muchísima importancia a no perder el balón porque es nuestro tesoro. Hay equipos que juegan a darle el balón al contrario y es aceptable. Lo entendemos. Nosotros no, e inculcamos a los nuestros desde pequeños el sentido de protección del balón”. La verdad es que en esto nada más que hay que ver a Xavi cómo gira con el balón en los pies rodeado de contrarios. Eso no se aprende en dos días.

“Si perdemos el balón no perdamos la posición”. Lo que trabaja el Barça y no trabajan los equipos que lo imitan es el estar preparados para cuando se pierde el balón. “Para ello tenemos unas normas que cumplimos a rajatabla. Primero: una ocupación racional del terreno de juego. Nuestros jugadores no pierden la posición nunca y cuando atacan están pensando en defender. Tenemos una ley que dice: un paso atrás para atacar y un paso adelante para defender. Segundo: distancias muy cortas entre líneas. Tercero: nuestro sentido de protección del balón se basa en la alternancia del pase corto y el pase largo. Cuarto: movilidad constante de jugadores para recibir el balón en buenas condiciones y facilitar una mejor decisión al compañero”.

Esto último es la base del juego colectivo. El juego colectivo no sólo es para defender, sino también para crear. Facilitar la decisión del compañero. ¿Hay cosa más lógica?.

“Eliminamos la transición porque creemos que no existe”
La ocupación de los espacios, otra cuestión que a veces queremos simplificar hablando de sistemas. 4-4-2, 4-2-3-1… no va por ahí la cosa. “Es el concepto de esponja, o el cambio de chip, pasar de tener a no tener el balón. Nosotros creemos que si se hace correctamente lo que ensayamos eliminamos las transiciones”. Hay que explicar para el no iniciado que la transición es la reordenación del equipo cuando hay un cambio en la posesión. En los manuales está escrito que las fases del juego son defensa, ataque, transición ataque-defensa y transición defensa-ataque. Aparte, está el juego a balón parado.

“Eliminamos la fase de transición porque creemos que no existe, ya que dura medio segundo si estamos bien colocados en el momento de la pérdida”, matiza Vila, que cree que en el fútbol se gana muchísimo tiempo jugando sin balón. Lo que brilla es la posesión, pero el trabajo está mucho antes. “Tenemos que aprender a mirar antes de recibir el balón. Nosotros dedicamos muchísimo tiempo con nuestros equipos pequeños a esto. Es habitual cuando los equipos hacen rondos en los entrenamientos que los limitemos y los entrenadores digan: ahora vamos a jugar con un sólo toque, o con dos. Lo ideal es que el jugador sepa si tiene que jugar con dos toques o con cinco en función de lo que ocurre a su alrededor. PRIMERO MIRO, LUEGO DECIDO Y AL FINAL EJECUTO, PERO ESTO ES MUY IMPORTANTE: DECIDO ANTES DE RECIBIR EL BALÓN … NO DESPUÉS.

Aparece otra vez Cruyff en boca de Vila. Es un referente el holandés que sigue aún presente en la filosofía del Barcelona. “Cruyff nos decía que tenemos que ser creativos incluso sin balón. Creamos también para recuperar. Robar nos parece una palabra fea y él lo decía: recuperemos el balón siendo más listos que el rival, no destruyendo lo que hace. Y eso se hace con atención y concentración”.

 “Keita le dijo a Guardiola que no sabía jugar a esto, que no veía la bola”
Cuenta una anécdota este experimentado técnico que ilustra perfectamente el estilo de juego del Barça. “Keita, un jugador que aquí conocéis, internacional y que hizo una gran campaña en el Sevilla, cuando llevaba una semana de trabajo en el Barcelona se fue al despacho de Guardiola y le dijo: ¡Yo no sé jugar a esto. No veo la bola! Poco menos que le dijo que lo devolvieran al Sevilla. Habéis oído a Pep referirse a él como ‘mi niño’ como con Abidal y es porque estuvo trabajando con él muchísimo. Lo digo para que se valore la humildad de un futbolista que puso tanto interés que en dos o tres meses ya podía jugar integrado en la idea. Pero todo por su humildad. Este ejemplo lo tenemos muy presente en la cantera del Barça y lo hemos convertido en una enseñanza para los más pequeños”.

Y es que al final, todo vuelve al rondo. Es el principio y el fin del discurso de Vila. Pero lleva desde los años 70 en el Barça, aunque perfeccionado por Cruyff. “En el rondo y en los juegos de posición tenemos todos los componentes que necesita un entrenamiento: velocidad en el juego combinativo, aspectos cognitivos del juego (con o sin balón), ocupación racional del espacio, conceptos individuales y colectivos y control de la carga física”. En este último apartado hay que decir que en los entrenamientos del Barça “nunca hay un trabajo físico específico, nunca. Sólo a partir de 16 años se hacen juegos con balón en los que se abren más los espacios y se trabaja potencia y resistencia. Por debajo de 16, no”.

Los chicos que ingresan en La Masía sueñan con, algún día, jugar en el primer equipo del Barça sin saber que todo el tiempo que permanezcan en esta escuela será como un máster sólo para privilegiados. Son los escogidos. 

martes, 22 de septiembre de 2015

LA PSICOLOGÍA Y LOS COMIENZOS DE TEMPORADA. POR Llanos QUIJADA.


Cómo afrontar los objetivos cuando va a comenzar el año deportivo.

Posted on  2015 por Llanos Quijada en Psicología.

Arrancan las temporadas, y con ellas todo el despliegue necesario para que el transitar por las mismas se produzca en óptimas condiciones. Los equipos se afanan por reducir el porcentaje suerte que participa en el juego a base de constancia, implicación y esfuerzo.

Aunque por supuesto, el azar también luchará hasta el último minuto de cada partido por ganar protagonismo, recordando que en el terreno de juego la improvisación y el manejo del factor sorpresa (y más en un juego de oposición), siempre estarán presentes, y sólo los mejores sabrán tenerlo en cuenta para incorporarlo y a la vez hacerles frente.

Efectivamente, la organización, la disciplina y metodología darán forma a lo largo de los meses a nuestro proyecto. Es la manera de empezar a confeccionar el éxito. Pero para que encaje a la perfecta medida hay que tener en cuenta múltiples variables y distintos momentos deportivos que repercutirán en el resultado final: estado de ánimo, partidos perdidos o ganados, las lesiones, la afición, la unión de los jugadores, los que son titulares y los que no lo son, la capacidad de liderazgo del entrenador… El fútbol está conformado por un sinfín de aspectos alterables que obligan a la readaptación constante, y esa variabilidad debe convertirse en un aliciente para que no nos haga recurrir a la renuncia o la queja antes de tiempo.

Con toda certeza, habrá que ajustar una y otra vez el patrón inicial y eso no debe transformarse en motivo de frustración. Cuando comienzas a dibujar la temporada no sabes lo lejos que llegará ese boceto, y esa es la esencia y lo bonito del juego.

La hoja de ruta marca unas pautas, pero el devenir de la vida cotidiana lo traduce en acciones diarias, en decisiones reconsideradas y en maneras de responder al carácter y personalidad de un voluminoso número de jugadores.

Puede que todo ello se aleje de lo estipulado inicialmente, pero la adaptabilidad y la flexibilidad son aspectos muy interesantes tanto para facilitar el recorrido como para llegar a la meta con espíritu de equipo.
Otro punto a tener en cuenta son los momentos que a lo largo de los meses nos concederemos a nosotros mismos. Cuando algo nos apasiona es fácil que nos absorba de tal manera que nos dificulte ser conscientes de cuándo se necesita abrir las ventanas para que entre el aire que renueve una atmósfera cargada en exceso. No siempre somos capaces de verlo. Es imprescindible hacer de vez en cuando un alto en el camino. Te permite conocerte, y ello te lleva a profundizar también en las necesidades y pareceres de los demás. También es útil para descubrir no sólo lo que quieres, sino la manera más adecuada de conseguirlo.

Dos puntos muy importantes para facilitar el recorrido son la adaptabilidad y la flexibilidad. También es imprescindible hacer un alto en el camino.

En los períodos de descanso, es cuando de la pausada reflexión nace la redefinición de los objetivos o la creación de unos nuevos.

Debemos obligarnos a aprender el valor del manejo del tiempo personal, que en momentos de estrés o de mucha carga de trabajo, es lo que primero vamos descuidando, cuando debería ser todo lo contrario. Esos espacios dedicados a ocio, introspección o amigos, nos ayudan e impulsan el rendimiento cognitivo. Volvemos a la carga más activos y despiertos, con más respuestas y en muchos casos de indecisión, sabiendo lo qué queremos. Esto se debe a que durante esos lapsos de tiempo dedicados a desconectar, baja la actividad de los centros de atención y ejecutivos del cerebro, y entran en juego los de asociación.
Esto, sin embargo, no quiere decir que para que se genere ese momento eureka que buscamos a muchos de nuestros problemas, no haya que dedicar tiempo para resolverlos e incubar las respuestas apropiadas. Los pensamientos en torno al tema que nos ocupa, la pasión y la disposición influyen en la creatividad. Pero que no se nos olvide que en este proceso, el equilibrio nos hará más eficientes. Como dice el famoso neurocientífico Facundo Manes, “Paul McCartney escribió Yesterday durmiendo, pero venía pensando en ello”.

Una forma de pensar muy extendida en la sociedad actual, es la de encarar todo propósito como si fuera un proyecto con un principio y un final establecido. Es la costumbre que tenemos desde pequeños de pensar en resultados, y lo que nos mantendrá más pendiente de unos puntos que del momento presente. Por ejemplo, una persona que empieza a hacer deporte para introducir hábitos saludables, debe plantear esa ocupación como una forma de vida, una rutina a través de la que interpretar su día a día, y no una actividad de la que despojarse una vez alcanzado el peso esperado.

Lo mismo en el fútbol, y en cualquier ámbito. Por eso es tan importante pasar tiempo contigo, pasar tiempo con gente, viajar, intercambiar opiniones, enriquecerte, volver a empezar, levantarte y caerte, porque sólo así podrás comprender qué es lo que realmente quieres, cuál es tu pasión, a qué le dedicarás lo más valioso que tienes: tu tiempo.

Llanos Quijada
Psicóloga muy Aplicada al Deporte y a la Vida. Profesora en los cursos de Técnico Deportivo de Fútbol.
Twitter: @LlanosQuijada


sábado, 19 de septiembre de 2015

TÓPICOS DEL FÚTBOL.


Una Perspectiva Científica
2015
TÓPICOS DEL FÚTBOL
UNA PERSPECTIVA CIENTÍFICA.

“El poder está en tu mente y, si realmente te propones algo, lo consigues.”
Michael Phelps

El fútbol se trata de un deporte con una gran repercusión en España (11), lo que hace que esté abierto a una continua crítica y valoración por parte de los agentes externos, como el público o la prensa. A ello han contribuido en gran manera los éxitos obtenidos recientemente por el fútbol español, en los que los medios de comunicación abandonan la posición neutral que se les supone, reemplazándola por una escenificación del entusiasmo. (12)

En este artículo vamos a tratar de exponer algunas de las realidades que se dan en el fútbol, y tratar de demostrar la importancia que tienen los aspectos contextuales y situacionales sobre el rendimiento y comportamiento de los equipos. Para ello debatiremos así sobre ciertos tópicos desde una perspectiva científica, especialmente en el campo de la preparación física.

Tópico 1: Se corre menos en la segunda parte que en la primera
Es muy común oír está reflexión cuando se habla de fútbol. De una forma subjetiva, el espectador percibe que los jugadores están corriendo menos, están cansados, y por tanto esto hace que estén jugando peor, no lleguen a los balones, pierdan los duelos individuales...etc. Sin embargo, si bien es cierto que si se somete el fútbol a estudio, las distancias recorridas en la segunda parte disminuyen con respecto a la primera, esto tiene más que ver con el tiempo efectivo de juego, es decir, el tiempo de juego real, que con aspectos de condición física.
Para demostrarlo nos apoyamos en el estudio realizado por Rey, Casais, Lago y Lago (18). Estos autores determinaron que el tiempo efectivo de juego en un partido oscila en torno a los 54 minutos, siendo significativamente mayor en la primera parte con respecto a la segunda. Por lo tanto es lógico que las distancias totales recorridas sean mayores en la primera parte, ya que se ha jugado más tiempo. Sin embargo, si se dividía el partido en franjas de 15 minutos, y se analizaba el tiempo efectivo de juego y la distancia recorrida en dichas franjas por parte de los jugadores, se vio como no había diferencias significativas entre las distancias recorridas entre la primera y la segunda parte. De hecho, entre los minutos 75-90 era cuando más distancia se cubría con respecto a las demás, ya que era también cuándo más tiempo efectivo de juego había (Gráfico 1). 

En conclusión, los autores determinaron que el recorrer una mayor o menor distancia durante el partido va a depender del tiempo real jugado. En la segunda parte se corre menos, pero porque también se juega menos. Los autores concluyen que hay que considerar situaciones contextuales del partido, para poder determinar el porqué de la variabilidad en el tiempo efectivo de juego.

Tópico 2: Hemos perdido porque el equipo está mal físicamente
Es muy habitual que, si el equipo gana, la percepción subjetiva desde fuera sea que físicamente se “ha dado la talla”, sin embargo, si a la semana siguiente se pierde, aunque no haya existido tiempo suficiente para producir cambios en la condición física del equipo, se piensa que físicamente el equipo ha estado mal. (3) 
Como vemos, el resultado final de un partido altera la percepción del espectador acerca del rendimiento físico del equipo. Pero si bien es cierto que hay una alta variabilidad entre partidos en las distancias recorridas a alta velocidad, se ha demostrado que dicho rendimiento depende más de variables contextuales que de la condición física de los futbolistas (10). En concreto, la localización del partido (local o visitante) y la situación del marcador han sido definidas como las más influyentes (15):
1. Localización del partido: Cuando los equipos juegan en casa, recorren una mayor distancia a baja intensidad (menos de 14,1 km/h). Además, cuanto mayor es el nivel del rival, más aumenta esta distancia recorrida a baja intensidad.

2. Situación del marcador: Los futbolistas recorren un 25% menos de distancia alta intensidad (más de 19,1km/h) cuando van ganando. Esto hace pensar que el despliegue físico del equipo depende más de si está obligado a llevar la iniciativa para reducir la desventaja. En otras palabras, cuando los equipos van perdiendo corre más y a más intensidad ya que se encuentran en situación de iniciativa..
En resumen, los jugadores no están los 90 minutos utilizando sus capacidades físicas al máximo (15), sino que esto va a depender del contexto en el que se desarrolle el partido y las situaciones que se den en el mismo. En concreto, se ha demostrado que cuando un equipo va perdiendo es cuando recorre más distancia a alta intensidad, por lo cual el factor físico no parece ser una causa directa sobre la que justificar la derrota.

Tópico 3: La necesidad de realizar rotaciones
El fútbol se considera un deporte con alta densidad competitiva, estableciéndose que, en ligas profesionales, se juega un partido cada 4,3 días (17). De esta forma, se suele asumir que en periodos con un calendario cargado de 2 partidos por semana, los equipos deben realizar rotaciones, ya que la acumulación de partidos puede influir en la forma física de los jugadores (6).

Diversas investigaciones se han centrado en investigar cómo afectan a los equipos dichos periodos, no encontrándose diferencias significativas en el rendimiento físico de los jugadores entre periodos competitivos cargados y no cargados (6)(7). Asimismo, otras investigaciones se han centrado en la influencia que tiene jugar un partido de Liga tras haber disputado otra competición entre semana, encontrándose que la variabilidad de resultados no puede achacarse a disputar dos competiciones. De hecho, se ha llegado a encontrar que para los equipos debutantes en Liga de Campeones, el hecho de jugar un partido entre semana influye positivamente en el resultado del partido de liga posterior (13)

Como vemos, los jugadores están capacitados para afrontar dos partidos por semana sin que esto afecte a su rendimiento físico. Sin embargo, si que se ha determinado que el riesgo de lesión aumenta significativamente en periodos cargados de partidos (7), por lo que en este contexto se antoja vital el establecer estrategias adecuadas de recuperación (17).

Tópico 4: El equipo ha corrido poco en el partido porque entrenó demasiado esa semana
Otra reflexión muy común dentro del entrenamiento, es que si somete al equipo a sesiones de entrenamiento demasiado exigentes, se fatiga a los jugadores, y estos no van a poder responder a las demandas de la competición.
Desde este articulo señalamos que dicha afirmación no es del todo cierta, ya que se han hallado correlaciones significativas entre una alta percepción del esfuerzo por parte de los jugadores con respecto a las sesiones de entrenamiento, y una mayor distancia recorrida a alta intensidad en el partido inmediatamente posterior. Esto indica que establecer sesiones intensas tanto física como psicológicamente no resulta perjudicial para la competición (9). Cabe señalar aquí que el uso de la percepción subjetiva del esfuerzo (PSE) se encuentra ampliamente extendido, y que es una herramienta válida y fiable para cuantificar la carga impuesta al deportista. (1)(4)

Tópico 5: Los equipos que son mejores corren más
A menudo, al hablar de los equipos que se encuentran en la parte alta de la clasificación, o en categorías superiores, no solo se asocia esa superioridad a que son mejores en el aspecto técnico-táctico, sino a que también son físicamente superiores.
No obstante se ha demostrado que las cargas soportadas, tanto en entrenamientos como en partidos, son significativamente superiores en los equipos de menor nivel competitivo, especialmente en los indicadores de intensidad del esfuerzo (9). Esto indica que los equipos inferiores deben realizar un mayor esfuerzo, lo cual puede deberse a que deben compensar en cierta medida sus deficiencias técnico-tácticas. (9).

Tópico 6: La mejor defensa... ¿es un buen ataque?
Es prácticamente inevitable no haber oído esta frase si se está relacionado con el fútbol. Según esta forma de entender el juego, es preferible contar con un buen ataque que con una buena defensa, ya que un buen ataque te garantiza más goles.
Sin embargo, en un estudio realizado sobre un equipo de primera división, se determinó como apenas un tercio de las acciones de ataque llegaron a zonas de finalización, con lo cual las defensas se impusieron en los dos tercios restantes (16). Esto coincide con otros datos aparecidos en la literatura, en los que se indica que en fútbol las defensas se imponen mayoritariamente sobre los ataques. (5)

Vemos por tanto que se trata de un concepto que no debe ser aplicado de forma categórica, ya que cuando hablamos de fútbol no estamos hablando de un deporte de finalización, como podría ser el baloncesto o el balonmano, caracterizados por marcadores muy elevados en los cuales el ataque supera significativamente a la defensa. El fútbol, dentro del deporte contemporáneo, se trata de un deporte diferente. (16)
En conclusión, aunque es cierto que disponer de un buen ataque se antoja fundamental, una buena defensa es tanto o más importante, ya que al hablar de fútbol nos encontramos con un deporte de marcadores bajos, en donde las defensas se imponen de forma general a los ataques.

Tópico 7: Si mi equipo tiene más posesión, tengo más opciones de ganar el partido
Si vemos cualquier retransmisión televisiva de un partido de fútbol, observaremos como recurrentemente se muestra al espectador la estadística de posesión de balón de ambos de equipos. Este es un dato muy comentado en la actualidad ya que, de forma general, se asume que el equipo que cuenta con una mayor posesión tiene más opciones de ganar el partido.

Sin embargo, si bien es cierto que disponer de una mayor posesión de balón hace que se den un mayor número de situaciones de ataque y finalización (8), y que por tanto se pueda vincular al éxito (2), solo se ha encontrado una correlación del 31% entre la posesión de balón y los puntos ganados a final de temporada (8). Asimismo, se ha visto que la estadística que mayor relación tiene con la victoria final no es la posesión, sino la relación entre tiros totales y tiros a puerta, estableciéndose que unos buenos índices de rendimiento son efectuar en torno a 15 tiros, de los cuales al menos un 40% deberían ir a puerta. (2)

Además de lo expuesto anteriormente, se ha dado con la paradoja de que “cuando un equipo tiene la posesión del balón, dispone de un mayor número de situaciones de finalización, pero cuando no la tiene no sucede lo mismo de manera inversa” (8). Es decir, cuando los equipos no tienen el balón no son atacados en la misma medida que atacan ellos cuando si lo tienen. Al no encontrar una explicación estadística a este fenómeno, se ha establecido que la estrategia seguida por el equipo ante las diversas situaciones que se dan en el partido, puede enmascarar los efectos que realmente tiene la posesión sobre el resultado final (8).
En otras palabras, las variables contextuales podrían afectar al rendimiento de los equipos, ya estos muestran comportamiento diferentes al jugar en casa o fuera (2). Se puede intuir por tanto que en el resultado final influyen más aspectos como el sistema y la estrategia utilizada, que el hecho por sí mismo de tener una mayor posesión.

Conclusiones
A lo largo del artículo, se han ido poniendo en tela de juicio tan solo algunos de los tópicos que en ocasiones se encuentran al hablar de fútbol. Con esto no se pretende desmentirlos totalmente, sino demostrar que en el deporte no existen las verdades absolutas, y que por ejemplo, la derrota de un equipo no puede achacarse categóricamente a correr menos que el rival, tener una menor posesión, o estar cansado por haber jugado un partido entre semana.
En conclusión, debemos tener en cuenta que las variables contextuales y situacionales influyen significativamente en el rendimiento, comportamiento y despliegue físico de los jugadores (2)(3)(14)(15), y con ello saber que las estrategias y respuestas están condicionadas por factores como la localización del partido, la situación del marcador o el del rival entre otros (8). Esto no hace sino ilustrar la realidad compleja del deporte, y lo erróneo de efectuar análisis simplistas (16).

Mundoentrenamiento.com | Copyrigth © 2015. Todos los derechos reservados
AUTOR
Jorge Polvorinos
EDITORES
Adminsitración de Mundo Entrenamiento: Pablo Sánchez González.

Copyrigth © 2015. Todos los derechos reservados.


LOS SECRETOS DEL ÉXITO




LA OTRA CARA DE RAFA BENÍTEZ.


Rafa Benítez: "EN FÚTBOL, TODO ES MENTIRA... TAMBIÉN DISCRECIÓN".
www.marca.com.

"En la famosa final entre Liverpool y Milan, ni Ancelotti ni yo fallamos en ninguna decisión, todo lo que pudimos y debimos hacer, lo hicimos" ·"En el Madrid, la primera regla de la casa que te enseñan desde pequeño es que sólo vale ganar"· Mi padre, que era 'colchonero', empezó a trabajar con once años de portero en un hotel y llegó a ser director comercial de una gran cadena de hoteles".


De la tortilla a la paella, del Liverpool al Real Madrid... Gran admirador de Arrigo Sacchi, en esta entrevista de La Repubblica, recogida en su página web rafabenitez.com, podemos descubrir otros aspectos del entrenador.

"Visto de cerca, Rafa Benítez es exactamente igual que de lejos, en la televisión: sobre todo, un tipo tranquilo. Si para entender las reacciones de Ancelotti hay que fijarse en su ceja izquierda, lo que delata a Benítez son sus mejillas, que tienden a ruborizarse. Tranquilo y sereno, no hablaremos del último partido ni del próximo, le dije cuando nos sentamos en una mesa, en la sede del Nápoles. Sólo le haré algunas preguntas para conocerlo mejor" relata el periodista Gianni Mura antes de pasar a la entrevista.
"De jugador, mi ídolo era Beckenbauer, pero también Di Stefano, Pelé y, algo después, Maradona".

¿Qué es el fútbol?
El fútbol es una mentira.

Esta mentira ya la descubrío Trapattoni, cuando entrenaba a la 'Juve'. Decía que a los entrenadores les pagaban para contar cuentos a los periodistas. Esta frase lapidaria, que suena como 'La Vida es Sueño', no me la esperaba de un 'sacchiano'. ¿Puede profundizar en el tema?
Es cierto que no conviene decirlo en público. Yo sé cuando uno de mis jugadores ha jugado mal, pero no lo admitiré nunca en la televisión o en los periódicos. Considero mi derecho y mi deber el hecho de que, en privado, pueda hablar con el jugador que lo haya hecho mal y decirle en qué ha fallado y cómo hacer para que no se repitan los errores. De lo contrario, ¿qué haría un entrenador?

¿Se reconoce en la etiqueta de 'sacchiano'?
Es un colega que respeto muchísimo, su Milan ya es historia del fútbol. Recuerdo cuando iba a ver los entrenamientos a 'Millanello', primero con Arrigo y después con Capello. También iba a ver a la Fiorentina de Ranieri. Leía con mucha atención las fotocopias que me preparaba Franco Ferrari en Coverciano.

En la época de Sacchi, toda Italia jugaba con un 4-4-2, con muy pocas excepciones: Galeone, Zeman, Zaccheroni. Hoy, en la Serie A, sólo el Chievo juega habitualmente con un 4-4-2. ¿Es un sistema de juego en extinción?
Desde que yo estoy en Nápoles, nos hemos enfrentado a equipos diferentes en lo que hace referencia a su estructura. Sobre este tema he escrito precisamente algo esta misma semana para el 'Telegraph'. Hay una gran variedad de sistemas de juego, si quieres puedes cambiar de un 4-5-1 a un 4-3-3. Más que el sistema de juego cuenta la mentalidad.
"Para mí, el fútbol es 80% balón y 20% gimnasio, ni más ni menos".

Usted ha cambiado a una defensa de cuatro con el Nápoles.
Es el sistema que prefiero, el que me gusta más. Esto no quita para que en el Liverpool, por ejemplo, haya utilizado una defensa de tres en alguna circunstancia, pero no suele ser mi primera opción.

Me pica la curiosidad: Cuando los entrenadores os reunís para hablar de fútbol, ¿es también todo mentira?
Sí. Por ejemplo, si me encuentro con Ancelotti, sé que no me dirá todo sobre el Real Madrid. Ni yo le diré todo del Nápoles. De todos los demás equipos podemos permitirnos ser sinceros él y yo entre nosotros.

Ancelotti estaba en Estambul, cuando su Liverpool remontó un tres a cero llegando al tres a tres para, finalmente, ganar en los penaltis. ¿Lo recuerda a menudo?
Sí, y aunque no lo hiciera, siempre hay alguien que me pregunta: ¿pero cómo lo hiciste?

Yo se lo pregunto
Creo que a dos minutos del descanso estábamos dos goles por debajo y yo ya estaba pensando qué podría decir en el descanso. Y de repente, llegó el tercer gol en contra. En cierto sentido, ese gol simplificó las cosas. Yo les dije: "chicos, hasta ahora sólo han jugado ellos, intentemos jugar nosotros y, si marcamos un gol, todo puede cambiar". Marcamos tres en seis minutos y sólo arriesgamos con Shevchenko en los penaltis, Dudek estuvo muy bien. Sabía de antemano cómo disparaban cuatro de los cinco jugadores del Milán. Los habíamos analizado. De ese gran partido quiero decir una última cosa que me parece importante: ni Ancelotti ni yo fallamos en ninguna decisión, todo lo que pudimos y debimos hacer, lo hicimos.
"En Inglaterra tienen el hábito de respetar los plazos, los programas".

Según mi opinión, usted ha nacido con la vocación de educador, aparte de la de entrenador (se ruboriza ligeramente).
En la escuela de San Buenaventura, era compañero de banquillo de Ricardo Gallego. Nuestro equipo, con doce años de media, ganó el torneo que se disputaba entre todos los colegios de una ciudad como Madrid.

¿En qué barrio nació?
En Aluche. Si conoce Madrid, en la linea de metro está entre Carabanchel y la Casa de Campo. Se trata de un barrio de trabajadores. Mi padre, Francisco, era 'colchonero', que es como se conoce en España a los aficionados del Atlético de Madrid. Empezó a trabajar con once años de portero en un hotel. Al final, llegó a ser director comercial de una gran cadena de hoteles. Rosario, mi madre, fue la que me animó a escoger la carrera del fútbol. Estaba muy contenta cuando, a los trece años, entré en la familia del Real Madrid, equipo con el que ella simpatizaba. A esa edad yo ya evaluaba a mi propio equipo.

¿Los demás chicos lo sabían?
No, por supuesto. El fútbol es mentira, pero también discreción. Eran apuntes personales que a mí me servían para pensar en términos del colectivo. Yo era una especie de entrenador en el campo. Recuerdo a mi padre silbándome desde la banda y gritándome: "¡Deja de hablar y corre adelante a marcar goles!"

No era su especialidad...
Marqué 20 goles en competición oficial. Jugaba de centrocampista defensivo e incluso de líbero. Mi ídolo era Beckenbauer, pero también lo eran Di Stefano, Pelé y, algo después, Maradona.

Entraste en la familia del Real Madrid con 13 años. Te fuiste a causa de una lesión. Luego volviste como técnico de los equipos juveniles, ganando seis trofeos. Has trabajado con Del Bosque. ¿Cuánto le costó pasar del campo al banquillo con 26 años?
No mucho, aunque tal vez porque me sentía un poco entrenador incluso cuando jugaba. El nuestro es un trabajo privilegiado, no podemos olvidarlo. ¿Qué condicionó mi carrera? El número '10' de la selección de Canadá, en México. No recuerdo su nombre. Era la Universiada del 79. Una entrada por detrás y mi rodilla derecha saltó hacia delante. Quince días sin tratamiento y después me escayolaron la pierna y tuve que hacer fisioterapia. Pero la rodilla nunca llegó a curarse del todo, por lo menos no lo suficiente como para jugar al fútbol de alto nivel. Así que bajé precisamente el nivel. Primero cuatro años en el Parla y después al Linares, donde entrené para ser zurdo siendo diestro natural. Era la alternativa para poder disparar con fuerza, tenía que usar el otro pie, el que tenía la rodilla sana. Mientras tanto, me licencié en INEF, el equivalente a vuestro ISEF. En Linares ya daba clases a los niños de primaria.

¿Porqué se fue del Real Madrid?
Porque quería seguir mi propio camino. En el Madrid, la primera regla de la casa que te enseñan desde pequeño es que sólo vale ganar. Quedar segundos es lo mismo que quedar últimos.

¿Y usted lo cree?
¿A quién le gusta perder?. Nunca he conocido a nadie que esté contento cuando pierde, ni siquiera los niños pequeños. Durante años, desde que estaba en el Real Valladolid y luego en Osasuna, tuve la etiqueta de técnico demasiado joven y sin experiencia. Y me la pusieron curiosamente los mismos que me hicieron firmar el contrato. Cuando la gente me pregunta las diferencias entre el fútbol inglés con el resto del fútbol mundial, digo que en Inglaterra tienen el hábito de respetar los plazos, los programas. Se establece un objetivo en tres años y tienes esos tres años para conseguirlo. En otros lugares no suele ser así.

¿En Milán, por ejemplo?
Bueno, diremos que tuve poco tiempo. Pero en ese corto periodo de tiempo gané un par de títulos.

Ha ganado con el Valencia, con el Liverpool, con el Chelsea... Ha sido el primer español entrenando en la Premier League. ¿Guarda con cariño algún recuerdo futbolístico en particular?
En nuestra profesión siempre miramos hacia adelante. Pero hay un curioso episodio de mi época en Liverpool. Estabamos entrenando lanzamientos a balón parado, pero un fuerte viento afectaba a la trayectoria de la pelota. Dije que paráramos debido al fuerte viento y todos se echaron a reír. Había pronunciado viento en inglés (wind) igual que vino en el mismo idioma (wine).

¿Qué es lo que ve en un futuro próximo?
Un campeonato complicado, pero tengo plena y absoluta confianza en mis jugadores.

Creo que, al principio de la pretemporada, todos estaban un poco desconcertados con los pocos entrenamientos y la ligereza de los mismos respecto a etapas anteriores.
Mira, el entrenador perfecto no existe, como no existe el jugador perfecto. Todos podemos mejorar en calidad técnica, física o táctica, eso no se discute. Para mí, el fútbol es 80% balón y 20% gimnasio, ni más ni menos. ¿Sabes qué jugadores son los que prefiere un técnico? Los que son buenos moviéndose entre dos lineas. Como hacía Gianfranco Zola. Como Mata. Tener en la plantilla a dos jugadores como Hamsik y Pandev, con ese perfil precisamente, me tranquiliza y mucho.

¿Se está aclimatando a Nápoles?
La verdad es que no es difícil. Es una gran ciudad, muy apasionada. Uno de los problemas que tengo es que si voy a un restaurante se bloquea el tráfico. Así que paso la mayor parte del tiempo en el hotel, en Castel Volturno. Es mi casa y mi restaurante, todo en uno, ¿no?. El otro día probé el 'babà'.

Un plato nacido en Lorena de la mano de un rey polaco destronado, Stanislas Leszczinski, que llegó a Nápoles a través de París. Si acepta un consejo, pruebe sobretodo la 'pastiera', que es 100% napolitana. Si fuera a Madrid, ¿qué es lo que comería en primer lugar?
Una tortilla de patatas con cebolla y pimiento. Aquí, con mis compañeros de trabajo, Paco, Antonio y Xavi, solemos comer una paella de vez en cuando. Una paella que prepara el propio Xavi. Con poco pescado, no hay que volverse locos.

Después de tres años en Valencia, una paella es casi obligación.
No es un gesto nostálgico, es casi un hábito. Para ser feliz, como cuando era un niño, me basta con un huevo frito con patatas.
Veronelli estaría de acuerdo. Sacchi no lo creo

ENTRENAMIENTO DE TOMA DE DECISIÓN.


ANÁLISIS DE UN PROGRAMA DE ENTRENAMIENTO DE TOMA DE DECISIÓN EN FÚTBOL CON ANTONIO ISLA NAVARRO.

Enviado porAlto Rendimiento
Programa de entrenamiento de toma de decisión en el fútbol
Sobre Antonio Isla Navarro.
Antonio es graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Entrenador personal y preparador físico en fútbol.

Alto Rendimiento: -Has diseñado un análisis de la eficacia de un programa de entrenamiento específico de la toma de decisión en fútbol. ¿Cuál es exactamente el objeto de estudio?
Antonio Isla:  -Básicamente el objeto de estudio quisimos profundizar en comparar un programa de entrenamiento específico de la toma de decisión en fútbol. Con un programa convencional de entrenamiento. Teníamos muchos indicios de que ese entrenamiento específico podría obtener mayores mejoras en el rendimiento del jugador de fútbol. Pero queríamos profundizarlo y comprobarlo de manera objetiva con un estudio de investigación básicamente.

Alto Rendimiento: -¿Cuál fue el desarrollo de este estudio, de todo este proceso?
Antonio Isla:  -El desarrollo del estudio básicamente se compuso de varias partes. La primera parte como era de esperar nos tuvimos que poner en contacto con grupos de… Con muestras, dos grupos en este caso que nos permitieran medir a sus futbolistas para posteriormente pasarles unos test de evaluación. Que esos test también los tuvimos que diseñar. Los tuvimos que diseñar porque actualmente en la actualidad no existe una herramienta objetiva de evaluación de la toma de decisión posiblemente debido a la complejidad de medir de manera objetiva la toma de decisión que dijimos anteriormente. Entonces nos dispusimos posteriormente a dar lesiones del muestreo. A diseñar diseña los test, que se compuso de un test de ocho contra ocho, en el cual había porteros, defensa central, lateral derecho, lateral izquierdo, medio centros, extremo derecho, extremo izquierdo, y delantero centro. Y el portero no era evaluado, únicamente eran evaluados los jugadores de campo. 

En unas acciones específicas, que para definirlas pasamos unas encuestas a unos expertos, unos expertos que tenían que tener unos requisitos mínimos lógicamente. Porque claro, debíamos de saber que esos requisitos que los expertos tenían, eran suficientemente válidos para definir esas acciones relevantes por cada posición de campo y de juego. Una vez que teníamos las acciones, el test, nos dispusimos a saber lo que era una toma de decisión correcta e incorrecta. Este bajo mi punto de vista fue quizás el paso más complicado a realizar. Porque el fútbol es un deporte en el que una acción no es igual a la siguiente. Entonces, tuvimos que definir unas acciones concretas de correcto e incorrecto, para poder evaluar de manera objetiva. Una vez que teníamos esto, ya nos dispusimos a realizar el test. Un test que se realizó de primera instancia a los dos grupos el mismo día, vale. A la misma hora, nos dividimos, yo me fui a un grupo a realizarlo y otro compañero se fue a otro grupo a realizarlo.

 Y posteriormente se dispuso de cuatro semanas de entrenamiento, por un lado en el grupo experimental de la toma de decisión específica y por otro lado un entrenamiento convencional en el grupo de control. Posterior a ese programa de entrenamiento, realizamos el test final. El test final para poder evaluarlo con respecto al test inicial. Y una vez que tuvimos todos esos datos, que los hallamos a través de un índice de actuación. Un índice de actuación, que como ya dije anteriormente, utilizamos lo que era acción correcta, divido entre lo que era acción incorrecta. La sumativa de tanto acciones correctas como de acciones incorrectas, en división, multiplicado por 100. Esto nos dio un porcentaje y las conclusiones nos dio una comparación entre lo inicial y lo final para poder comparar, de manera individual cada grupo, y de manera global entre ellos. Básicamente fue este el proceso en el cual nos embarcamos.

Alto Rendimiento: -Vayamos por partes Antonio. ¿Cuál fue la muestra del estudio?
Antonio Isla:  -La muestra de estudio, básicamente tuvimos dos grupos de 16 jugadores cada grupo. Un grupo de control que fue La Real Sociedad Deportiva Alcalá, el filial, que juega en categoría preferente de grupo uno, de Madrileña. Y por otro lado el Club Deportivo Coslada de la misma categoría, mismo nivel. Nivel amateur.

Alto Rendimiento: -¿Cuál fue la herramienta de evaluación inicial?
Antonio Isla:  -La herramienta de evaluación inicial, fue un test, como ya dijimos anteriormente, en el cual, tras mucha búsqueda bibliográfica y no encontrar nada, la manera más coherente era realizar entre cuartos de campo un ocho contra ocho. En el cual había, ya como dije, posiciones específicas de campo, tanto de centrales como de laterales, como de mediocentros, extremos y delanteros. Y el portero, que no era evaluado, no era evaluado en ninguna de sus acciones. Las reglas dentro del test eran las de la FIFA, con la única variante, en el cual cuando recibía gol un portero, el portero que lo recibía sacaba, sacaba de puerta y no sacaba de centro. Y la duración fueran de 20 minutos. Una duración adecuada para poder evaluar de manera objetiva esta toma de decisión.

Alto Rendimiento: -Antonio conjuntamente con todos estos expertos que has citado. ¿Cómo sacasteis cuáles son las acciones y los aspectos relevantes de cada una de estas posiciones de juego?
Antonio Isla:  -Pues los sacamos con una encuesta en la cual definíamos y separábamos cada posición, citaba anteriormente que se iba a evaluar en el test. Y poníamos una serie de acciones que considerábamos específicas para la posición. Y estos expertos evaluaban de cero, muy poco relevante a cinco muy relevante las acciones. Una vez que hallábamos teníamos todas las encuestas de todos ellos. Sacábamos una media estadística que nos daba las que tenían mayor puntuación por los expertos, era las más relevantes y las que tenían menos, menos relevantes. Por cada posición cogimos dos acciones relevantes. En centrales salió el robo de balón y el marcaje, en laterales salió el robo de balón y la colocación, en medios centros salió el pase largo y el pase corto. En extremos el regate y la verticalidad y en delanteros los desmarques y los remates. Básicamente fue este proceso.
Alto Rendimiento: -¿Cómo decidíais cuándo una toma de decisión en fútbol era correcta o incorrecta?
Antonio Isla:  -Nos apoyamos de diversos autores, diversos que estudios que habían en la actualidad recientes. Y sacamos unos patrones de juegos. Cogíamos unas situaciones de ventaja y desventaja por cada posición de campo. Y a raíz de esas posiciones de ventaja y desventajas sacábamos lo que podían ser situaciones. Situaciones más específicas. Por ejemplo, ponemos un ejemplo, en el defensa central pusimos de situación de ventaja que sobre el atacante… Sobre el atacante con balón. Y por ejemplo, pusimos el robo de balón. El robo de balón sería correcto y no robarle de balón en una situación de ventaja sería incorrecto. Es todo un poco básico como tal, pero ya fuimos especificando un poquito más. Por ejemplo, con la temporización, con el marcaje por delante, el marcaje por detrás. Un poco en cada posición individualizando las acciones para poder sacar lo que era correcto e incorrecto. Ya te digo, a través de siempre de… Apoyado en estudios recientes y dividido por situaciones de juego.

Alto Rendimiento: -De todos modos, Antonio, yo entiendo que se puede decidir bien. La toma de decisión puede ser correcta, pero en cambio el central, por cualquier cosa, un resbalón, etcétera, no hacerse con el control del balón. Entonces, ahí estaríais juzgando el comportamiento final como la consecuencia de la toma de decisión. Y a lo mejor hay otros aspectos que están dentro de este rendimiento.
Antonio Isla:  -Sí, básicamente nosotros sabemos ya, como dije al principio, que las acciones de juego dependen de muchas circunstancias. Pero básicamente lo que sacamos es unos patrones de juego, unos patrones de juego en cuanto a toma de decisión se refiere que evaluamos según el sistema de juego que nos encontremos. Por ejemplo, ese jugador ha decidido despejar el balón en una situación de complicación, pero se ha resbalado. Y entonces ya estamos hablando de que la toma de decisión ha sido correctas, pero la ejecución técnica ha sido incorrecta. Ya lo dividiríamos un poco en cuanto a ejecución técnica. Nosotros nos centramos más en el tema de la toma de decisión. Si él decidía despejar el balón, aunque esa ejecución técnica hubiera sido errónea, podíamos considerarlo como correcto. Después ya dividiríamos en sí esa ejecución y veríamos por qué y qué circunstancias se habían dado para que no se realizará con eficacia.

Alto Rendimiento: -¿En qué consistió este programa de entrenamiento específico de la toma de decisión en fútbol?
Antonio Isla:  -Nos centramos, hicimos una planificación en la cual el grupo experimental entrenaba tres días a la semana, en los cuales el jueves y… Ellos entrenaban martes, jueves y viernes. El martes hacían una sesión normal más orientada al tema técnico-táctico-físico integrado. Pero el jueves y el viernes la dedicábamos específicamente a este entrenamiento de la toma de decisión. En donde nos basábamos en hacer ejercicios muy específicos según el patrón de juego que el equipo demandaba. En este caso el equipo demandaba un patrón de juego directo y teníamos unas circunstancias de juego que habíamos definido a través del entrenador como correcto e incorrecto. E intentamos inculcar a través de esos ejercicios y sesiones de una hora y cuarto de entrenamiento que el jugador asimilará y fuera eficaz a la hora de realizar esas acciones. Fueron cuatro semanas, las cuales tuvimos ocho sesiones. Fue una primera avanzadilla, pero en esas ocho sesiones, ya veremos más adelante que tuvimos muy buenas sensaciones, muy buenas mejoras.
Alto Rendimiento: -¿Cuál fue el resultado, Antonio, de todo este estudio, de todo este proceso.

Antonio Isla:  -Pues, gratamente para mí, el resultado fue muy porcentual, muy significativo. Los resultados a favor de grupo experimental, fue en todas las posiciones de campo evaluadas. Fue unas mejoras positivas en el grupo experimental con respecto al grupo de control, en todas las posiciones no digo en ninguna que el grupo de control mejorará más. Además, en cuanto a acciones de juego, que analizadas en todas las acciones de juego había habido una mejora sustancial o ligera a favor del grupo experimental. Entonces comprobamos como conclusión lo que queríamos saber, que en ese entrenamiento la toma de decisión fue más eficaz, más eficiente, y más beneficioso a la hora del rendimiento en el equipo en sí.

Alto Rendimiento: -¿Qué recomendaciones podrías extraer de todo este estudio?
Antonio Isla:  -Las recomendaciones que bajo mi punto de vista yo haría, que…básicamente, esto es un estudio muy específico, como es lógico en este deporte tan colectivo, donde hay compañero y oposición, de entrenar esa toma de decisión según el patrón de juego que el entrenador demande para sus jugadores. No olvidando por supuesto la importancia que tiene el rendimiento físico del equipo, que si no estás bien físicamente, esa toma de decisión no se va a realizar correctamente y la ejecución técnica, como dijimos anteriormente. Pero remarcaría la importancia de esa toma.

 Ese entrenamiento de la toma de decisión que a veces parece muy complejo, por lo que dijimos anteriormente de las situaciones adversas de, que se pueden llegar a dar. Pero, que siempre hay un patrón de juego en cual los jugadores deben de saber desarrollarse y deben saber a qué están jugando y cómo tienen que desarrollar esas situaciones.


COMUNICACIÓN ENTRENADOR Y JUGADOR.


Enrique Durán. entrenador fútbol Base.
Publicado por www.lasoledaddelentrenador.com.

El trabajo de toda la semana acostumbra a verse reflejado en el partido, este será la herramienta más importante del que disponemos para evaluar si nuestros jugadores asimilan todos aquellos conceptos trabajados. La comunicación dentro del terreno de juego durante entrenamientos y partidos será un elemento clave para conseguir los objetivos marcados. Hoy me centraré en aquella que se produce entre el entrenador y los jugadores.

ENTRENAMIENTOS
El técnico, como máximo responsable del grupo, debe tener una comunicación directa con los jugadores. Durante la semana es el responsable de introducir objetivos, tareas para realizar o informar de los errores cometidos durante la competición preparando de esta forma mentalmente a los protagonistas para los entrenamientos que deberán realizar.

El inicio de la sesión es el momento oportuno para resumir los ejercicios que deberán hacer y las razones; de esta forma, los futbolistas ya conocerán el contenido de la sesión permitiéndonos optimizar tiempo. Es importante saber que la concentración de estos en el momento que se encuentran en el terreno de juego es muy pequeña tendiendo a distraerse con facilidad, por lo que un discurso largo no les ayudará en absoluto.
Una vez da inicio la sesión deberemos utilizar las pausas entre ejercicios o series para corregir todos aquellos detalles que creemos que son importantes. La intensidad debe estar presente durante la sesión y el hecho de parar el ejercicio constantemente no ayudará a los futbolistas a conseguirla, además de afectar de manera considerable el tiempo para entrenar del que dispondrán.

A la finalización del entrenamiento, una nueva charla con ellos durante los estiramientos o la recogida del material puede ser suficiente para valorar si han sido capaces de alcanzar los objetivos planteados en el inicio.

CLARIDAD
El mensaje que el entrenador debe enviar a sus jugadores debe ser claro y conciso. Son muchas las ocasiones en las que el técnico utiliza un vocabulario que serán incapaces de asimilar, causando un grave problema al grupo ya que no sabrán qué es lo que su técnico esperará de ellos, creando un mar de dudas en sus pupilos.

Utilizar frases cortas ayuda a captar la atención de los futbolistas y les permite entender con mayor facilidad los conceptos introducidos. Es cierto que debemos crear jugadores que conozcan el vocabulario futbolístico, pero debemos evitar los tecnicismos y utilizar palabras adecuadas al grupo con el que estemos trabajando.
Será importante no introducir gran cantidad de instrucciones en un solo ejercicio ya que puede provocar la no asimilación de ninguno de los conceptos que estaremos intentando proponer.

PARTIDOS
Durante los encuentros debemos permitir a los jugadores sentirse libres. Es cierto que el entrenador deberá corregir posiciones o actitudes que se den sobre el terreno de juego, pero debemos evitar dar indicaciones en las que el futbolista no piense por sí mismo. Nos ayudará el hecho de pensar que en el terreno de juego estos ya reciben muchísimas indicaciones de sus compañeros además de estar pendientes de las del equipo contrario, por lo que no necesitan una persona externa ofreciéndoles más opciones a los problemas que se les generan sobre el campo.

Los jugadores, en el momento que fallan, son conscientes de esa situación y una critica desde el banquillo no ayudará a que encare la próxima acción con la actitud y el ánimo adecuado. Los refuerzos positivos deben ser una constante y ayudará a los jugadores a sentirse arropados durante el encuentro. Debemos ser conscientes de que el técnico dispone de 15 minutos para solucionar errores de la primera parte y de toda una semana para trabajar los fallos del encuentro.

El resultado final en el fútbol profesional será lo más importante para valorar si el trabajo realizado durante los entrenamientos fue positivo o no. En el fútbol formativo hay muchos otros aspectos que deberán captar nuestra atención realizando un análisis más profundo.

Enrique Durán. Director Técnico de fútbol base de los Mamelodi Sundowns de Sudáfrica. Anteriormente fue Coordinador de la FCB Escola.


EL MEJOR CONSEJO NACE DE UN SILENCIO.


Por: Pilar Jericó | 18 de septiembre de 2015



Decía Winston Churchill que “se necesita coraje para pararse y hablar, pero mucho más para sentarse y escuchar”. Y, curiosamente, estas palabras salían de la boca de uno de los mejores oradores del S.XX. Un político que gracias a su facilidad de palabra logró mantener la esperanza y confianza de Reino Unido en los momentos más delicados de la II Guerra Mundial, en ese instante en que parecía que Hitler iba a conseguir dominar toda Europa.

Para escuchar, que no oír, es necesario ser aliado del silencio, de ese silencio solidario y protector. Porque una escucha activa en silencio es realmente reparadora. Cuando alguien necesita de nuestra ayuda y nos cuenta sus preocupaciones tendemos a ofrecerle de forma apresurada consejos. No es que lo hagamos de mala fe, pero lo haremos mal si no guardamos ese respetuoso silencio activo. 

Porque cuando alguien nos considera digno o digna de contarnos algo importante, es básico que le otorguemos la confianza del que escucha, del que presta interés. El primer paso es el desahogo del interlocutor, luego nuestro análisis. Más tarde vendrán las grandes claves en forma de palabras.
En este sentido, el prestigioso doctor en psicología social Edgar Schein afirma que “interrumpir a los demás es uno de los comportamientos de comunicación más comunes y destructivos”, y encuentra explicación a esta práctica en que “lo solemos hacer convencidos de que tenemos que decir algo más importante que aquello que va a decir el que está hablando”. 

Fueron Gandhi, Luther King, Mandela o el propio Churchill líderes carismáticos precisamente por eso, por la importancia que le daban a escuchar a los demás. A este tipo de personas, el mítico experto en liderazgo Robert Greenleaf los denominó ‘líderes serviciales’ justamente porque se diferenciaban del resto en que primero escuchaban, después hablaban.

En el ámbito de la comunicación, donde habitualmente se valora mucho más la facilidad de palabra antes que el análisis, y donde las interrupciones en televisión o radio se han convertido en habituales, fue el mítico periodista Jesús Quintero el que marcó una época con su manera tan peculiar de entrevistar. Jugaba y juega con los silencios como nadie… Algo que motivaba a sus entrevistados a contar cosas que a nadie habían contado antes. Precisamente por la confianza que les otorga un periodista que prefiere escuchar a destacar con sus interrupciones. Precisamente por la confianza que les otorga el silencio.
La palabra es plata, el silencio es oro. Clama contra las injusticias, alza la voz cuando sea necesario, pero si quieres ganarte el respeto de los demás y, sobre todo, su confianza, maneja el silencio como una virtud, como la mayor de las virtudes en el arte de conversar.

Keith Davis, profesor de College of Managment de la Universidad de Arizona enumeró las diez reglas de la buena escucha, normas que se han convertido ya en toda una pauta de seguimiento obligado:
  1. Deje de hablar. Usted no puede escuchar si está hablando.
  2. Haga que el que habla se sienta cómodo. Ayúdelo a sentirse que es libre de hablar.
  3. Demuéstrele que desea escucharlo. Parezca y actúe como si estuviera sinceramente interesado. 
  4. Elimine y evite las distracciones. No se distraiga jugando con pedazos de papel, escribiendo, etc.
  5. Trate de ser empático con el otro. Intente ponerse en su lugar, comprender su punto de vista.
  6. Sea paciente. Dedíquele el tiempo necesario, no interrumpa.
  7. Mantenga la calma y su buen humor. Una persona colérica toma el peor sentido de las palabras.
  8. Evite discusiones y críticas, sea prudente con sus argumentos
  9. Haga preguntas. Esto estimula al otro y muestra que usted está escuchándolo. 
  10. Pare de hablar. Esto es lo primero y lo último. Todas las otras reglas dependen de esto. Usted no puede escuchar si está hablando.
..."En una conversación, en cualquier comunicación también existe el silencio, los silencios que también tienen su propio significado y su valor, a veces más que cualquier palabra o frase. Nuestras palabras no siempre alcanzan a decir todo lo que queremos decir, todo lo que sentimos o pensamos. Nuestro cerebro se aloja en una cárcel llamada idioma...nuestro pensamiento vuela más alto, más rápido y más lejos de lo que nuestras lenguas nos permiten expresar..." Publicado por Israel en el blog Vientos de Brasil en 11/01/2013.
Saudades de você, Israel!

Publicado por: Sherazade | 18/09/2015 18:21:14
Se necesitan 2 años para aprender a hablar y... 60 para aprender a callar (Hemingway).
Publicado por: José Iribas | 18/09/2015 17:50:00