miércoles, 23 de octubre de 2013

"Quiero irme jugando en la A"

Héctor Hurtado habló de su retiro como jugador activo, y adelantó que quiere continuar ligado al fútbol, en las fuerzas básicas. Ya es un entrenador en la cancha.
Alguna vez el ‘Carepa’ Gaviria le hizo una sentencia semejante a la de despojar a un bebé de su entrañable biberón: “Si me volvés a hacer una de tus jugaditas, te pongo a manejar uno de mis taxis”, le lanzó el antioqueño revestido de cólera.
Fue en uno de los entonces tan interesantes clásicos de la ‘Sultana del Valle’. Luego, el ‘Carepa’ enlutó al fútbol colombiano. Un rayo lo alejó de las canchas y de la tierra.
Mientras que Héctor Hurtado continúa como el guerrero que cae en una batalla, sana sus heridas y vuelve a la guerra; a luchar por su vida, por la de su familia; por la autoestima de tantos hinchas golpeados.
A Hurtado le falta ganar el más importante combate en sus cerca de dos décadas de celebraciones, frustraciones, golpes, cicatrices. Cayó al asfalto, pero confía en que este año volverá al primer plano.
Y se irá en andas, vitoreado, entronizado. Dejará las canchas porque sus músculos se han vaciado. No ha conducir un taxi. Seguramente seguirá ligado al irrepetible fútbol, en el que fue ágil, mágico, cerebral, eficaz. Ahora tiene la visión del meticuloso entrenador.
“Mi deseo es ascender y terminar jugando con el América en la primera, donde una vez este equipo me dio la oportunidad de jugar, para retirarme como debo y quiero hacerlo”, comentó el jugador del barrio Charco Azul en Cali.
Y luego de que caiga el telón, el día después, cuando menguan las rechiflas y distinciones, el ‘Vagón’ ya tiene trazada su hoja de ruta. “Me gustaría trabajar como un director deportivo, en la parte organizacional de algún club. Me veo haciendo el proceso con las divisiones menores, porque me gusta más trabajar con los adolescentes e ir quemando mis etapas, como lo hice en el fútbol”, adelantó el jugador de 38 años de edad.
La evolución del DT
Hurtado, en los albores de su carrera, se cruzó con un Diego Umaña de mente siempre abierta. Hoy, Umaña está avizorando la transición del curtido atacante a la orientación dentro y fuera de los verdes campos.
“He tenido la oportunidad de estar con grandes maestros, y hoy en día Diego me está dando la oportunidad de hablarle al grupo. Eso ratifica la confianza. Además me sugiere libros. De pronto es porque está percibiendo algo de parte mía. Esta fue mi universidad, y siento que tengo esa vocación para estar en el banco y salir a decir algo, con el respeto del cuerpo técnico”, indicó Hurtado.
Aprender de los errores
Diagnóstico del descalabro del año anterior y alerta para que no se repitan en la actualidad.
Héctor Hurtado hizo parte del proceso con el técnico Eduardo Lara, cuando los rojos malograron tres posibilidades de conseguir el ascenso, el año anterior. Sobre ese resbalón que le dolió intensamente a los americanos, sostuvo: “El año anterior faltó mano fuerte y ello nos conllevó a desaprovechar las oportunidades”.
Por ello, ahora que el América ya logró el paso a las semifinales y aseguró el ‘punto invisible’, aseguró que dichos errores no se repetirán.
“Si vamos a necesitar mano fuerte, tanto Diego como los jugadores grandes, lo vamos a hacer. No vamos a tolerar actos de indisciplina que atenten la estabilidad del equipo”.
Y sobre la liguilla semifinal, en la que América fue descarrilado el semestre anterior, conceptuó: “Los torneos cortos los ganan los equipos que han manejado mejor las cargas de los viajes, que han descansado y llegan fuertes física y mentalmente para asumir esa clase de compromisos. Eso fue lo que nos faltó en el primer semestre”.
El año anterior, América se impuso en el primer semestre, tras vencer en la final al Unión Magdalena desde el punto penal. Sin embargo, para el segundo campeonato del año, los rojos cayeron en la primera final contra Alianza Petrolera (ascendió) y también perdieron contra el Cúcuta en los dos juegos del repechaje.
“Nuestro torneo no está bien diseñado, procurando una buena preparación para los atletas. Pocos son los equipos que se mantienen luego de ser campeones, y si lo hacen es porque tienen una abultada nómina, como el Nacional en estos momentos. Entonces, vienen las lesiones y el cansancio físico y mental”, declaró el experimentado jugador que confía en lograr el ascenso.


domingo, 13 de octubre de 2013

PALABRA DE DIEGO SIMEONE

El entrenador del Atlético de Madrid, compartió diferentes conceptos de la conducción en el fútbol.

"Los partidos no los ganan los que mejor juegan, sino
Los que están más seguros de lo que hacen”.

Un obsesionado de su profesión, con una personalidad que le ayuda a gestionar e inculcar a un grupo cuál es el camino a seguir. Nació con el don de saber convivir con la presión, adicto de por vida  al aroma a césped.

“El liderazgo dentro de un equipo no se elige. Tú no decides que quieres ser el líder de un equipo. Es el propio equipo el que te sigue por tener tú una serie de características que te diferencian del resto. Sé que lo tengo, es natural, se da, no hay que pensarlo más”.

“En la conducción de un grupo intento hablar poco. Siempre prefiero que sean los hechos los que vayan marcando mi trayectoria y mi personalidad. Al final, es el tiempo el que va determinando tanto las acciones del director del grupo como de sus componentes”.

“El jugador lo que quiere es algo concreto, que le hables de algo que le interesa, que seas capaz de llegar a él, de entrar en su mente para provocarle una reacción y una identificación que es tan necesaria para el buen funcionamiento del grupo”.

“Cuando hay algún problema, en esos momentos se precisa de charlas profundas, que ayuden a desatascar el problema en el que se haya podido ver afectado el grupo.

No se necesita buenas palabras ni quedarse en la superficie porque entonces el problema vuelve a salir en cualquier momento. Hay que afrontarlo de cara”.

“Soy de los que prefieren dar la cara, atacar los problemas y no callarme y pasar inadvertido. Incluso voy más allá. Me muevo mejor en un entorno con problemas que en otro que se caracterice por la tranquilidad”.

“En la vida hay que dar la cara. Uno no puede esconderse. Hay que tomar decisiones y no pensar si lo que tú haces le va a parecer bien al resto. Has de actuar en consonancia con lo que te pide el cuerpo. No huir de los problemas. Cuando uno se encuentra en una situación enquistada, la única forma de resolverla es plantándole cara y no escondiéndose.

En este sentido es muy importante la labor de seducción del grupo. Hay que cautivarlo con tus palabras, con tus hechos, para llevarlo donde tú quieres, donde crees que es conveniente situarlo. De esta manera empiezas a poner la primera piedra para conseguir posteriormente el éxito.

El grupo tiene que estar contigo, tiene que creerte”.

“Soy muy intuitivo. Me adelanto a problemas que pueden aparecer. Veo venir los acontecimientos. Y luego también hay veces que cuando todos piensan que voy a explotar actuó de forma tranquila, aunque es cierto que en algunos momentos soy muy impulsivo y arraso con todo lo que se me pone por delante”.

“El entrenador debe penetrar en la mente del jugador, así puede mejorar de forma muy importante su rendimiento. El futbolista tiene que percibir que su entrenador está completamente seguro de lo que le pide.

Siempre busco potenciar las virtudes del jugador, encontrar su mejor versión y disimular sus defectos. Hay técnicos que entrenan los defectos de los futbolistas e insisten en ellos. A mí esto no me gusta porque creo que les pone más en evidencia.

El jugador debe jugar a lo que sabe jugar y de esta forma se creerá que es mejor de lo que es.

Con este pensamiento saldrá fortalecido y en consecuencia también beneficiará al grupo.

El equipo irá para arriba cuando sus  miembros estén fuertes, mentalizados, conscientes de su importancia dentro de la dinámica de la plantilla”.

“Mi trabajo va encaminado a potenciar a los jugadores y en su crecimiento está la mejor expresión de mi  tarea, y no en lo que digan los periódicos o las radios”.

“Las finales no se juegan, se ganan. No importa cómo vas a jugar ni contra quién porque el rival no lo eliges tú. Lo que se recuerda luego con el paso de los años es quién ganó y nadie retiene en su cabeza si el juego fue lindo o no”.

“La mentalización del equipo antes de una final no varía mucho respecto a un partido de menor trascendencia. Durante la semana sigo la misma rutina. Excepto que según se va acercando el día del partido procuro hablar lo menos posible con el grupo. ¡Por qué lo hago? Es parte de la estrategia dejar al jugador tranquilo el día antes de los grandes encuentros.

A esas alturas de la semana y con la cercanía del partido, el futbolista ya no escucha nada.

Lo que tú digas o los vídeos que les pongas ya no los asimila. Ya no recibe la información que tú deseas. Su cabeza está para otras cosas. Te mira y te escucha pero él quiere otra cosa”.

“El cambio importante que sí introduzco antes de los grandes partidos es la charla nocturna en la previa del encuentro. Es cuando trato a los jugadores como si fueran mis hijos. El mejor momento para hablar a los niños es por la noche, cuando se van a acostar. Llegan a la cama, tranquilos, relajados, te cuentan lo que han hecho durante el día y todo lo que han ido almacenando en su cerebro.

Es a partir de las once de la noche, el momento idóneo para dirigirme a ellos. El cuerpo técnico y yo comenzamos a esa hora a visitar a los distintos miembros del grupo en sus habitaciones para hablar con ellos.

Durante unas dos horas charlamos con los jugadores de forma individual y les transmitimos lo que queremos de ellos. Son palabras que inciden no sólo en el aspecto profesional, sino también en el personal. Es cuando están más receptivos y cuando asimilan de forma natural todo lo que escucha.

La charla la personalizamos para cada componente de la plantilla, le decimos lo que esperamos de él y le trasladamos aspectos más directos para que se sienta importante y sea consciente de la trascendencia del partido. Hablamos de los sentimientos que nos despierta. Primero como hombre y luego como futbolista.

Es un momento de entrega mutua. El cuerpo técnico habla y el jugador escucha”.

“Tras las charlas individuales, el grupo duerme y lo que ha escuchado con atención minutos antes se le queda grabado para manifestarse en el momento de la verdad.

Por supuesto que cada jugador necesita de un trato diferente. No todos son iguales y las charlas deben ser específicas para cada uno.

Con algunos serán suficientes diez minutos y con otros necesitarás el doble. Es labor del entrenador saber el tiempo que precisa cada uno.

A pesar de que no estudie psicología, me considero intuitivo y práctico y sé lo que debo dar y pedir a cada miembro del grupo para llegar a él con mis palabras”.

“Al final, lo que termina atrayendo hacia ti al futbolista es la capacidad que tengas para llegar a él con tus palabras. Debes poner en marcha tu poder de convicción. Si no tienes capacidad, el convencimiento ya da igual”.

“Me rijo por una serie de normas como el respeto, la seguridad, la convicción o el orden.

En las concentraciones quiero que los jugadores almuercen en una sola mesa, teniendo a sus compañeros cerca, mirándose a la cara, todos se relacionan. Esto es lo importante”.

“Soy de los que defienden que se juega como se entrena. Y un entrenamiento es la mejor versión para que un entrenador compruebe quién quiere jugar y quién no”.

“Yo soy bastante abierto y normalmente dejo entrar a los medios de comunicación a los entrenamientos. A veces hago excepciones. Los días previos a los partidos sí que me gusta hacer alguno a puerta cerrada para mejorar algunas cosas o ensayar jugadas”.

“Y lo que los demás me digan o piensen me da igual. Lo único que cuenta es mi pasión y mi convencimiento en lo que hago”.

“En la vida he tenido que tomar muchas decisiones que han podido derivar posteriormente en complicaciones o problemas. No puedo ir analizando todas las decisiones que tomo ni tampoco si a los demás les va a parecer bien o mal lo que hago. Siempre hay que ir en busca de lo que uno cree, ser claro y tener argumentos suficientes en los que apoyar esas decisiones”.

“He sido toda mi vida muy tozudo, muy cerrado en mis convicciones, aunque también es cierto que con una cabeza muy abierta. Si me propongo algo, estoy siempre muy cerca de lograrlo… Por no decir que lo consigo seguro”.

“Lo más difícil es hacerles sentir a todos que son una parte importante dentro del grupo. Y que todos adopten el mismo pensamiento. Es una tarea complicada, pero si se logra es más fácil que llegue el éxito”.

“Hay que tener en la cabeza que nadie es más importante que nadie, y que cuando alguien lo cree está más cerca del fracaso que del triunfo. Todos tenemos que ir por el mismo camino”.

“El compromiso del grupo. El esfuerzo no se negocia”. 

"Lo que busco en un grupo es un compromiso en el que todos participemos.
Si el trabajo colectivo está encaminado al bien del conjunto, las situaciones problemáticas se solucionan con mayor facilidad.

Todos juntos podemos hacer grandes cosas, pero si hay grupitos dentro del grupo el castillo se cae".

"Los componentes del grupo deben respetarse y deben entender las peculiaridades de cada uno. Cada uno tiene una manera de ser y distinto en sus reacciones,  ante hechos parecidos".

"Hay que aceptar que no todos tienen que ser amigos entre sí, aunque sí deben caminar juntos, independientemente de la relación personal más o menos estrecha que pueden tener".

"Cuando el equipo está fuerte y todos sus miembros piensan en la misma dirección y en el mismo objetivo, el grupo se encuentra mucho más fácil y las victorias están bastante más cerca".

"A la hora de confeccionar el equipo titular busco siempre lo que me pide el equipo.

No todos los partidos son iguales. En la cabeza tengo la idea de que el grupo fortalezca una gran identidad de juego en la que se piense como equipo.

Todos los individuos deben pensar que nadie es más importante que el grupo.
Ni siquiera el crack del equipo puede pensar eso.

El número uno también necesita del equipo para desarrollar su juego y para seguir siendo el mejor".

Los diez mandamientos para ser un profesional exitoso

Trabajar en las aptitudes individuales y aprovechar al máximo las condiciones del entorno en el que la persona se encuentra, son dos de los requisitos básicos para fructificar la vida laboral.

¿Qué recomiendan los expertos para potencializar la etapa productiva y lograr las metas propuestas?

Portafolio reunió las observaciones de diversos expertos en la materia y elaboró un decálogo para los profesionales que buscan escalar a la cumbre de sus sueños.

“EL CONCEPTO DE ÉXITO ES SUBJETIVO Y DEPENDE DE LAS ASPIRACIONES DE CADA QUIÉN”.

ADIÓS A LOS PLANES.

La importancia de labrar su propia estrategia hacia la cumbre, haciendo, particularmente, lo que ama.

SEA APASIONADO.

Gran entusiasmo por el oficio escogido. Tampoco se trata simplemente de la carrera elegida, sino de que la ame lo suficiente como para que sienta que está trabajando a la máxima exigencia.

PIENSE EN SUS VIRTUDES.

Es importante enfocarse en resaltar los aspectos positivos que lo distinguen de los demás.

Las personas exitosas trabajan en lo que son buenas y buscan apoyo en lo que les falta.

TENGA LOS OJOS EN LA META.

La perseverancia será su mejor aliada. En más de una ocasión, los resultados no serán aquellos que usted espera, no se desmotive, no dude de sus capacidades. Recuerde que está haciendo un trabajo.

PIERDA EL MIEDO AL FRACASO.

Los errores son parte crucial de todo proceso de crecimiento profesional, motivo por el cual debe aprender a cometerlos, aceptarlos y recuperarse rápidamente.

Eso sí, no es recomendable cometer la misma falla más de una vez.

“No fracasé, solo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla”, dijo Thomas Edison alguna vez.

PIENSE EN GRANDE.

Proyecte su carrera profesional y no permita que su entorno le corte las alas.

Su potencial es tan grande como su imaginación y su perseverancia. Aprenda a diferenciarse de los demás mediante su trabajo, así podrá ser tomado en cuenta por sus superiores en el futuro.

PREPÁRESE.

La capacitación constante debe ser su mantra. La formación académica, los idiomas y la afinación de sus habilidades interpersonales facilitarán la construcción de peldaños rumbo  a la  notoriedad.

CONSTRUYA RELACIONES.

Tener una sólida red de contactos en su área lo ayudará a crecer profesionalmente y será su apoyo en los momentos en que más lo necesite.

Construir un colegaje que perdure en el tiempo.

BUSQUE UN MENTOR.

Si bien la experiencia solo se obtiene con los años, también es posible alimentarse de las vivencias y aprendizajes profesionales de los demás.
Si tiene la oportunidad encuentre a un profesional a quién admire y busque que lo aconseje en la toma de decisiones respecto a su carrera.

OFREZCA SOLUCIONES.

Si es del tipo de personas que se queja constantemente por su situación o de la compañía donde trabaja, va por mal camino.

La madurez está dada por la capacidad de no caer en el error de delegar hacia arriba, sino de encontrar las falencias y poder contribuir con soluciones.

No se trata sólo de ser optimista, sino de superar las expectativas.

“Trabajar duro para llegar a la cima.

El esfuerzo, la determinación y la entrega son los ingredientes básicos para ganar un lugar destacado en su profesión”.



lunes, 7 de octubre de 2013

"El meridiano del fútbol pasa por Alemania"

Francisco Maturana conserva el mapa del fútbol mundial. Lo gira, lo detiene y procura que su argumentación se acerque a la lógica en una actividad cargada de subjetividad.

Y echó a rodar ese mapa que para muchos es un privilegio alcanzable a través de la televisión y en el que Maturana muchas veces ha sido testigo presencial, y en otras, se ha convertido en actor protagónico.

Tan protagonista como Jorge Luis Pinto, de ruidosa actividad con la Selección de Costa Rica. Fue el primer colombiano en lograr la clasificación a la Copa Mundo de Brasil.

De la Selección ‘Tica’ y del mundo del fútbol, Maturana accedió a un diálogo con jorgeluispinto.com. El colombiano guarda en su fecunda carrera, entre otros logros, el haber dirigido a la selección de su país en los Mundiales de Italia 90 y USA 94; combinado con el que también conquistó la Copa América del 2001. Logró la Copa Libertadores con el Atlético Nacional (89). Y ha dirigido a las selecciones de Ecuador, Costa Rica, Perú y Trinidad y Tobago.  

¿Habrá alguna novedad en el Mundial de Brasil?

“El fútbol es como todo en la vida, todo cambia. No hay nada estable, y generalmente, el portador del último éxito es el que crea una tendencia, porque en un Mundial de fútbol no se ven tendencias, habida cuenta que no están los mejores jugadores, y esos jugadores que llegan al Mundial, lo más seguro es que no estén en su máxima forma”.

“En ocasiones hay técnicos que llevan sólo tres meses con una Selección. Entonces, no se puede mirar ese escenario como el punto de partida para una tendencia”.

Entonces, ¿en cuál certamen se observan las novedades?

“A nivel internacional se habla que el escenario para marcar una tendencia es la ‘Champions League’, porque allí están los mejores jugadores del mundo, y los técnicos suman un largo periodo de trabajo; mientras que en el Mundial siempre habrá el riesgo de que no estén los mejores jugadores, porque muchas veces sus selecciones no clasifican a los mundiales”.

¿Dónde se está marcando la tendencia del fútbol?

“El meridiano del fútbol actualmente pasa por Alemania. Le han dado sentido al tema de la posesión. El Borussia Dortmund no tiene tanta posesión como el Barcelona, pero es un conjunto que quiere ser dominador a través del toque, no de la velocidad; mientras que el Bayern de Múnich, de Juppp Heynckes, era más contragolpeador y le daba mucha importancia a los espacios”.

¿En qué ha cambiado el Bayern con Guardiola?

“Este equipo de Guardiola perdió la contundencia defensiva y no tiene la potencia que tuvo con Heynckes, que era feliz con los espacios, entonces, había un compromiso de los 11 hombres para recuperar el balón, y salían con velocidad por las puntas con un control y una técnica exquisita”.

A Gerardo Martino se le reclama más poesía con el Barcelona pese a que está conviviendo con las victorias. ¿Martino debe adaptarse al formato del Barcelona, o el entorno y el plantel deben asimilar sus cambios?

“Ambas. Normalmente los formatos están determinados por los jugadores. Además, hay una tradición que hay que respetar. Cuando uno llega a un equipo que históricamente tiene su ADN, lo más normal es respetarlo. Hay casos puntuales: el Ajax tiene un modelo definido que es 4-3-3; pero en un momento tuvieron una lesión del puntero izquierdo, y como no tenían otro a la mano, el técnico hizo un 4-4-2, y ganaron la Liga con cerca de 9 puntos de diferencia. Sin embargo, tuvieron 11 mil abonados menos. Entonces, uno debe respetar la historia del equipo que va a dirigir; salvo que uno sea tan importante y capaz de crear una historia diferente”.

Si usted sostiene que el principal cambio que ha habido en el fútbol son las velocidades, ¿Cómo se explica que España se hubiera impuesto con un fútbol de pausa y posesión?

“El fútbol en su contexto general es el mismo. Lo que cambia es terminología, los analistas; antes era más simple. Hace un par de meses, Di Stefano decía que cuando él jugaba, todos tenían que quitar el balón y se la daban a los que sabían. Esa es la tendencia actual, un compromiso total para recuperar el balón".

¿Qué se entiende por el tercer tiempo en el fútbol?

“Siempre hablábamos de cuando tengo y cuando dejo de tener el balón: momento defensivo y ofensivo. Pero cuando no se tiene el balón y se recupera, no se pasa directamente al momento ofensivo, si no que se le ha dado importancia al tercer o el cuarto momento en el fútbol, que es cuando uno recupera rápidamente el balón cuando lo pierde. Eso le da un tinte diferente al equipo. Hay que mirar la importancia que le daba el Barcelona de Guardiola, que era el equipo que más rápido recuperaba el balón”.

Incide mucho en qué sector del campo se recupere el balón…

“Es que hoy en día cualquier persona es capaz de hace dos líneas de cuatro. La discusión está en qué hago cuando recupero el balón y en qué sector lo recupero. Si lo hago en mi terreno, fácilmente el otro equipo se rearma y hace las dos líneas de cuatro; entonces, si tengo la posesión del balón, para qué la velocidad. La velocidad sirve es cuando yo recupero el balón”.

¿La clave es la rápida y acertada toma de decisiones?

“Si, la clave es la toma de decisiones o el modelo de juego. El equipo debe saber si se va a recuperar el balón en el terreno de ellos o en el propio, como también, qué hacer luego de recuperarlo. Allí surge la importancia de la superioridad numérica, el aprender a jugar entre líneas. Eso los equipos lo saben, lo que se debe es tomar la decisión de cuál es nuestro estilo, cómo lo vamos a hacer”.

¿Qué concepto le merecen las Eliminatorias de Centroamerica?

“Costa Rica no es una sorpresa. Porque a los diferentes Mundiales casi siempre van México, Estados Unidos y Costa Rica. En las Eliminatorias pasadas, Honduras dio un golpe de autoridad con Reinaldo Rueda, y ahora también están aprovechando un momento preocupante que es el de México
   
¿Qué es pertinente hacer de cara al Mundial luego de haber logrado una clasificación prematura como lo hizo Costa Rica?

“Disfrutarla. Una clasificación a un Mundial cuesta mucho, pero el que tiene que saber lo que debe hacer es el profesor Pinto, porque es su clasificación, fue su trabajo. Él sabe que ahora tiene un compromiso mayor”.


jueves, 3 de octubre de 2013

ODIADO POR UNOS, ADMIRADO POR OTROS Y QUERIDO POR MUCHOS

Y entonces se pretende poner en una balanza: añoso y laureado vuelo en el campo. Y del otro lado, la subjetividad de ser simpático.

Diego Edison Umaña; indiscutido orientador, líder y luminaria como jugador, en una trenza, bien parecida inquina, por diferencias de personalidad con un mínimo sector de la prensa caleña.

-Para las nuevas generaciones, Diego Umaña ha sido uno de los mejores 10 del fútbol colombiano, y usaba el ‘African look’, que fue una moda que trajo a Colombia Nilson Severino Díaz, y cuando marcaba los goles, se iba a celebrarlos a ‘gorriones’ en el Pascual Guerrero, comenta el periodista de Antena 2 ‘Bocha’ Jiménez.

-Si, uno de los mejores volantes de creación que ha tenido este país, agrega el también periodista Carlos Antonio Vélez.

-Sin embargo, a Diego Umaña el único que lo ‘banca’ en el América es Oreste Sangiovanni. Esa relación con la prensa tiene fastidiados a los del América de Cali.

-Pero ahora el deporte vallecaucano es ‘bajarle la caña’ a Umaña, riposta Vélez luego de que el ‘Bocha’ mencionara a ‘Chango’, ‘Mao’, Rentería, Millán y Dinas como los supuestos periodistas fustigadores de Umaña en la ‘Sultana del Valle’.

La discusión que nuevamente ha abierto debate es que Umaña es buen entrenador pero mala persona con la prensa.

En realidad, “tengo buena relación con el 90 por ciento de la prensa. También la he tenido en Perú, Barranquilla y donde he estado”, precisa Umaña.

Además aclara: “Cuando regresé de Perú, luego de muchos años de haber trabajado sin pausa, decidí descansar, alejado de los medios, pero eso fue interpretado como que yo soy una mala persona, por no haber querido dar una nota. Los que dicen tener problemas conmigo deberían darme la cara. No tengo inconvenientes en conceder una entrevista”.

-Si el técnico habla con la prensa es buena persona, y si no, es mala persona. Hay que diferenciar. Independientemente de haber salido campeón, Umaña es un buen técnico. Y puede tener algunos comportamientos equivocados para la prensa, pero acertados para él. Es que uno no se puede meter en la cabeza de los demás. En materia deportiva su calificación es muy buena, pondera Vélez.

-La mayoría de los problemas de Mourinho en España fueron porque le caía ‘gordo’ a la prensa, relacionó Vélez el entorno del portugués con el del vallecaucano.

-Hay técnicos que le pueden caer bien a todo el mundo, pero son muy irregulares como profesionales, y en el fútbol colombiano sí que tengo ejemplos… A don José Pékerman la hinchada lo quiere, pero tiene muchos reparos como técnico. El hecho que tenga buena imagen no quiere decir que sea buen profesional. Uno no puede confundir simpatía con capacidad. ¡El señor Umaña es una persona muy capaz! Exclamó Vélez.