SOBRE GUARDIOLA, EL PICO DE FORMA Y LA EMOCIÓN
Por Pedro Gómez (P.Físico Albacete Bpie)
@pf_gomez
Artículo publicado en El Confidencial (16/3/2016)
Aunque ya han pasado algunas semanas desde que el entrenador
de Santpedor en rueda de prensa redujese la importancia de la condición
física a una mierda, son varios los oídos que todavía siguen chirriando ante lo
que para ellos supone una alevosa e injustificada violación de los pilares
básicos sobre los que todo futbolista debe sostenerse.
Que el futuro entrenador del City viaje con dos marchas más
que el resto conlleva que no sean pocas la ocasiones en las que muchos,
corrompidos por prejuicios y creencias descontextualizadas, no logren
alcanzarle, sobre todo cuando la velocidad del discurso amenaza con impactar
frente al muro que, pintarrajeado con sentencias como “el fútbol es así” o “ya
está todo inventado”, tiende a protegerles.
A falta de 9 partidos para que concluya la temporada, y con
los principales títulos y objetivos todavía en juego, las ruedas de prensa se
inundan de sentencias donde lo físico no es que importe, sino que
contradiciendo las palabras de Guardiola, es lo más importante. De este modo,
es habitual comprobar como los periódicos se rellenan con declaraciones del
tipo “las ligas se ganan en los últimos 10 partidos”, “hay que planificar
durante todo el año para que el depósito de gasolina llegue a las últimas
jornadas”, “ahora es cuando el pico de forma debe de entrar en escena”.
¡Sí! ¡El dichoso pico de forma!, ese nudo gordiano que sólo
los que ganan parecen saber desatar, ese reduccionismo abstracto que el
pensamiento lineal nos hizo creer, esa descuartización de la realidad que sólo
a la condición física concede responsabilidad sin atender al resto de
estructuras del ser humano (futbolista)… eso que “el Pep”, con su
malinterpretado discurso, achaca más al estado de ánimo, a la actitud, a la
emoción, que a lo físico.
¡No! ¡El fútbol no es así!. Revisar a menudo nuestras
creencias de manera imparcialmente interesada y tratar de mirar desde otro
punto de vista que el habitual nos ayudará a convencernos de que más allá de
kilómetros recorridos y picos de forma, los que ganan y pierden los partidos
son los jugadores con su talento y en el mejor de los casos con su desempeño
colectivo.
Si ya lo decía José Mourinho (otro que viaja con distinta
marcha): “El pico de forma no es físico. La forma es mucho más que eso.
El físico es menos importante que la globalidad de la forma deportiva”. Así,
si somos capaces de leer entrelíneas cuando los buenos dan ruedas de prensa y
abandonamos la lógica simplista que asevera que el todo es igual a la suma de
las partes, este molesto pico de forma se entenderá como un nivel óptimo de
desempeño, colectivo e individual, a nivel cognitivo, emocional, físico y
coordinativo, que capacita al jugador para resolver los diferentes contextos
que emergen durante el partido.
Convencido de la existencia de un estado de forma global
que no atiende únicamente a lo físico, e inspirado por una maravillosa
Ted Talk de Victor Küppers con la que el otro día tuve la suerte de toparme, se
me ocurrió, haciendo un símil con la fórmula que el conferenciante aporta para
determinar el valor de las personas, que el famoso pico de forma podría
responder a una ecuación matemática parecida.
En esta fórmula encontraríamos dos variables sumativas (P y
S), muy importantes y necesarias ambas, que corresponderían con Poder
correr (capacidad física para realizar esfuerzos) y con Saber
correr (coordinaciones colectivas-tácticas, tanto de compañeros o
rivales, que permiten que el desempeño de un jugador sea uno u otro) pero que
por sí solas, sin la contribución de un factor multiplicador (E), serían incapaces
de descifrar el complejo entramado que la forma conlleva.
Este factor multiplicador, compuesto por cuestiones
actitudinales, emocionales, psicológicas, estaría condicionado por multitud de
complejas e incontrolables variables (relevancia del partido, comportamiento de
los aficionados, dinámica de derrotas o victorias….¡hasta de haber dormido bien
la noche anterior al encuentro!), debido a las cuales, su predicción con tantos
meses de antelación como a algunos les interesa hacernos creer se torna en algo
más que utópico, ¿o es que alguien puede adivinar el estado emocional en el que
se encontrará un futbolista durante el minuto 85 de un partido disputado dentro
de 7 jornadas?.
La osadía y vanidad de algunos nos hizo creer que los picos
de forma, dependientes únicamente de la condición física, eran generados por
una correcta planificación del entrenamiento en el mes de Agosto, mientras que
la realidad, sabedora de nuestro letargo neuronal, trata de despertarnos de vez
en cuando atizándonos (esta vez en Alemán) donde más nos duele.
Saber (S), poder (P) y sobre todo querer (E)…Guardiola ya lo
había resuelto.
Un abrazo amigos!!
Si quieres saber más sobre las reflexiones del autor, hazte
con alguno de sus libros en: http://www.futbolcontextualizado.com/blog/?page_id=96
No hay comentarios:
Publicar un comentario