LA PERCEPCION DE LAS SITUACIONES DE JUEGO EN EL FUTBOL
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La fase de adopción de una situación futbolística a la
aplicación real en la cancha no es tarea fácil. Sólo algunos futbolistas -los
de mayor nivel, los que trascienden, los que en definitiva entienden el juego
descubren el modo y manera de desplegar en la práctica lo que en lateoría, a
través de los entrenamientos, creen haber aprendido.
Se llama a esta particular característica percepción de la
situación de juego, que es definida como la capacidad del futbolista para
captarlos movimientos y los cambios en el espacio de los propios compañerosde
equipo, y entre éstos y los adversarios. Se apunta aquí a una materia
esencial en el fútbol moderno: la anticipación; es decir, aquella cualidad de
realizar una lectura anticipada para detectar las zonas de mejor tránsito para
la elaboración de una jugada.
Dicha virtud, en realidad, no tiene tanto que ver con la
insistencia majadera en los entrenamientos, como en la propia capacidad mental
para resolver conflictos.Un director técnico, por mucho que repita movimientos
y mecanice situaciones de juego, jamás le va a poder dar a un futbolista el
toquepreciso, la capacidad de discernimiento ideal para definir cuándo,dónde y
cómo utilizar bien los espacios. A lo más -y eso diferencia lacalidad
entre un DT y otro- le dará las mejores y más variadas herramientas para que el
futbolista pueda utilizarlas según su propiocriterio y percepción.
El contra sentido mayor de este principio, que debería ser
obvio y unánimemente aceptado, es que los entrenadores de hoy parecen seguir
creyendo que pueden influir incluso en el momento de la decisión del jugador.
Si bien ninguno lo reconoce abiertamente, sí es un hecho que tipos que incluso
están en el alto nivel y que cuentan con jugadores con características altas de
percepción de juego -por ejemplo, Ancelotti en AC Milan o el propio Rijkaard en
Barcelona aún piensan que el último toque, la decisión final, les pertenece en
un grado máximo. Error grave, sin duda. No sólo porque, en realidad, la ilusión
de estos entrenadores es utópica, sino que, al imponerla, lo único que se logra
es limitar al máximo -o aniquilar- la opción del futbolista de liberar su
capacidad creadora.
La pregunta obvia es,
entonces, ¿Habrá capacidad de percepción dejuego entre los jugadores a la hora
de entrar a la cancha? ¿Como podersaber esto realmente? Más aún, cuando exista
estrés competitivo, cuando todo dependa sólo deuna inspiración. ¿Aparecerá en
el equipo alguien que se atreva a nomirar al DT y decidir sólo en conciencia?
Difícil que pase, sobre todo si en el equipo hay solamente una cabeza que
piensa. Y, presisamente es la del que no juega.Volvemos al mismo punto de
partida.Los jugadores que desequilibranson los inteligentes, los que piensan,
los emocionales, los que entienden el juego y la percepción del mismo.
Desde el sur del
mundo. Alberto Schenfeld. RESPUESTA: Me parecen muy interesantes y razonables
tus palabras, Alberto, como siempre. Cuando leo u oigo lo de entrenar para
facilitar "tomas de decisiones" hay algo que me choca, algo que no
acabo de entender, pese a que sé a qué se están refiriendo. ¿Cómo se entrena
"toma de decisiones"?; sí, con situaciones que reproduzcan el juego,
pero sabemos que no hay nada tan igual y tan DIFERENTE a la vez como dos partidos
o incluso dos situaciones entre sí. Además, creo haber visto a lo largo de los
años algo que supongo que os habrá pasado a todos. Me refiero a que juegas un
partido contra un rival superior o que, simplemente, te plantea unas
dificultades enormes; entonces juegas de modo que parece que nunca has visto un
balón, que no has hecho una pared en tu vida, confundes los marcajes, no haces
ni un cambio de orientación, no tiras desastre.
Al poco te enfrentas
a un rival más fácil, y resulta que aquéllo era mentira, que interpretas los
repliegues correctamente, das "dos contra uno", metes pases
interiores, tiras amagos para ganar posición de disparo, mezclas bien el
juego.¿Qué pasa aquí?.¿Los jugadores que hace dos días hacían "toma de
decisiones" penosas ahora resulta que parece que van tres segundos por
delante del rival y aciertan con la puñetera "decisión" correcta?.
La auto confianza ha
convertido a un equipo pésimo en uno óptimo, se le ha encendido la luz de
repente, ¿Nos lo podemos creer?. En definitiva, mi opinión es que: 1) El juego
futbolístico es tácticamente, muy sencillo, mucho más de lo que los
entrenadores pretendemos hacer creer. La dificultad, creo, es de índole técnica
y psíquica, no táctica. El chico inteligente no tiene grandes dificultades para
captar la esencia del juego. 2) Los entrenadores quizá deberíamos rompernos
menos la cabeza con las famosas "tomas de decisiones" -que competen a
los jugadores-, y trabajar más sobre los grandes conceptos generales del fútbol
(amplitud para atacar/compresión para defender; mezcla y creatividad, tanto
para atacar como para defender; mirar para entender; colocarse siempre en
posición corporal que permita intervenir en la jugada; ser atrevido en ataque,
ser ponderado en defensa; que las líneas de más perspectiva orienten a las
demás y ocupen los espacios que se vacían; no dejar a un compañero sin apoyos,
en ataque y en defensa; el valor del "fuera de juego"). No hay mucho
más. Sentido común. 3) Con esos fundamentos bien trabajados, una buena técnica
y salud física y buen ambiente en el grupo, cualquier jugador normal se puede
desenvolver en el juego. Si lo entiende y está fuerte, y sabe manejar un balón,
el juego fluye con naturalidad.
En fin, que como decía a veces Di Stéfano -y éso no quiere
decir que toda la razón vaya en esta frase-, "A veces me pasma lo
complicado que lo hacemos los entrenadores durante la semana; hay que entrenar
para jugar, no jugar para entrenar. El entrenamiento es un medio, no un
fin".
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