ÉXITO Y FRACASO.
Los momentos de mi vida en los que yo he crecido, tienen que
ver con los fracasos.
Los momentos de mi vida en los que yo he empeorado, tienen
que ver con el éxito.
El éxito es deformante, relaja, engaña, nos vuelve peores,
nos ayuda a enamorarnos excesivamente de nosotros mismos.
El fracaso es todo lo contrario, nos vuelve sólidos, nos
acerca a nuestras convicciones, nos vuelve coherentes.
Si bien competimos para ganar, y quiero cuando compito, GANAR … debo distinguir qué es lo realmente
formativo y qué es secundario, sino, me estaría equivocando.
No permitan que el fracaso les deteriore la autoestima.
Cuando ganas, el mensaje de admiración es tan confuso, estimula tanto el amor
hacia uno mismo, que todo se deforma. Y cuando pierdes, sucede todo lo
contrario, hay una tendencia morbosa a desprestigiarte, a ofenderte, sólo
porque perdiste.
Se puede ganar o perder, lo que importa es la nobleza de los
recursos utilizados.
Lo importante es el tránsito, la dignidad con que recorrí el
camino en la búsqueda del objetivo. Lo
otro es cuento para vendernos una realidad que no es tal.
Uno vive y necesita jerarquizar virtudes. Yo aprendí por el
fútbol… que la generosidad era mejor que
la indiferencia, aprendí el valor de la significación del coraje, aprendí la
importancia del esfuerzo y aprendí lo trascendente de la rebeldía.
Nunca me dejé tentar por
los elogios. Los elogios en el fútbol son de una hipocresía absoluta, el
fútbol está concebido así, victoria o derrota, sangre o aplauso, son valores
muy caros al ser humano. En el fracaso, sufro mucho la injusticia del trato, y
como no se revisa porque ganaste, da lo mismo, te adulan por haber ganado y no
porque mereciste ganar, por el recurso utilizado para ganar.
Por eso siempre tuve claro esa franela, ese manoseo, porque
ese es el término, es impostora …
¡ VALE MÁS LA
CONQUISTA (aprendizaje, crecimiento) DE LA GLORIA ….
QUE LA GLORIA
(elogio, euforia ) DE LA CONQUISTA. ¡
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