jueves, 22 de enero de 2015

BARCELONA VENCE 1 A 0 EN LA IDA AL ATLÉTICO.



Diego Umaña/ opinión,
CUARTOS DE FINAL/ COPA DEL REY.

Se jugó el partido de ida de la Copa del Rey, cuartos de final, en el Nou Camp con triunfo culé por 1 a 0  (gol de tiro de pénal por Messi), en los últimos momentos del partido. Era el enfrentamiento entre dos estilos de juego totalmente antagónicos. Barsa y su característico juego de posesión dispuesto a vencer a la defensa reforzada del Atlético. Y de paso sacar una ventaja para el juego de vuelta en Madrid.

Quizás Barsa fue más dinámico, preciso, con más profundidad en el primer tiempo, creando algunas opciones claras, dominio e iniciativa que se fueron diluyendo en el segundo tiempo. Atlético firme en sus propósitos, fiel a los argumentos que lo han llevado a sitios de honor en Europa que destacan su entrega como equipo, agresividad en la recuperación de pelota, rigor en marca, eficaz táctica fija tanto en tiros de esquina como en tiros directos de costado o de frente, reclamos permanentes a los árbitros, un equipo que no se entrega nunca y pone todo para conseguir su victoria.



No hay una sola forma de jugar al fútbol. Cada uno dispone de una sensibilidad especial e interpreta el fútbol de una manera distinta.  Y tal vez debido a determinismos culturales, conveniencias económicas, en cada ciudad, zona de un país, se van gestando gustos que los hinchas aceptan, adoptan, se sienten identificados y emocionados… bueno, siempre y cuando su equipo gane. Ganar se ha ido convirtiendo en la razón principal que rodea al fútbol. No importa si se juega a la defensa y de contra. O si se juega a elaboración paciente hasta encontrar el instante y anotar goles para ganar.

Al Atlético de Madrid nadie le discute su protagonismo, la intensidad como se apoderan del juego ante el rival que sea y en donde sea. Como dice su entrenador Diego Simeone se han ido juntando jugadores de idénticas características, ganadores, que lo entregan todo, que resignaron sus egos por el bien de la armonía colectiva, que no le temen a nadie ni a nada ni a la misma muerte. Así equilibran el juego, así se hacen protagonistas, así vienen construyendo una gran historia. Y de seguro lo seguirán haciendo.

Barsa está recorriendo el camino del rescate, del regreso…a su esencia, que lo hizo uno de los equipos más gloriosos en la historia del fútbol al mando de Pep Guardiola. Defendiendo una identidad, un sentimiento, sus jugadores intentan parecerse a lo que su entrenador les pide, pero sin llegar a exigirse en lo que no son, un juego que lo llena todo con su ingenio, su inspiración, sus movimientos, sus pases inigualables, sus goles elaborados con una paciencia infinita y terminados con una contundencia imparable.
Por momentos luce avasallador, por momentos no encuentra los espacios, quizás pudiera insistir más en imponer superioridades numéricas (el 2 x 1) por ejemplo, para llegar al fondo por banda o tener más aproximaciones por el centro, media distancia, aprovechamiento de tiros libres, no solo sea Messi pues Neymar le pega muy bien, jugadas que le otorguen pronto el merecido gol que les dé la tranquilidad de gestionar el juego de una manera más clara. Hoy vencieron al último Campeón de la Liga de España y saben que allá en el Vicente Calderón van a tener once leones jugándose la vida para conseguir la remontada. Y eso hace un partido muy difícil pero no imposible si hace las cosas con orden, organización, y un funcionamiento colectivo acertado a la propuesta de su rival. 

 Llegó el gol al final del juego pero creo merecido. Barsa había intentado mucho más ofensivamente, no sólo por ser local, sino porque su sentir se lo exigía, de ir a por el triunfo con base a pases, elaboraciones, desmarques constantes, variabilidad en la orientación ofensiva del juego, pero con muchas dificultades para salir avante y llevarse la victoria. Atlético tan difícil como nos tiene acostumbrados, no dejándose separar ni fracturar en ninguna zona ni a ninguno de sus futbolistas de lo que es el contexto de su equipo, en su funcionamiento preparado, luchando, marcando, forcejeando, incomodando a su rival, no dando espacios atrás, respaldos y coberturas a tiempo, fuertes en el juego aéreo, apostando siempre a defender por acumulación, pegar, duros en marca, dispuestos permanentemente al roce físico sin temores,  e intentar con transiciones ofensivas rápidas.
 La salida de Torres no sé si mermó sus posibilidades ofensivas porque en ese aspecto se hizo demasiado especulador en su propuesta futbolística y Barsa supo regularse bien en defensa para no ofrecer errores que pudieran ser aprovechados y más sabiendo que son especialistas en desesperar a sus adversarios y rematarlos en salidas de ataque veloces.

En Madrid se cerrará esta llave. Barsa ha tomado ventaja. Ya sabemos que irá a jugar a tener el control y la iniciativa del juego. A ganar. Atlético pondrá lo suyo. Tiene derecho a jugar como mejor se siente. Aunque no nos agrade de a mucho. Seguro lo van a hacer. Pondrán todo en pos del triunfo.


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