Lo aprendí desde muy chico. Fue la primera lección que ella,
caprichosa, arisca, indomable, rápida, saltarina, supremamente seductora, dominante, en el día a día me
enseñaba: tienes que dominarme, controlarme, tratarme bien, no tirarme para
cualquier lado, viajar conmigo en el partido, no me dejes nunca sola, ni me
abandones. Ella se va, mejor dispuesta y contenta, con quién se relaciona más
respetuosamente con ella.
¿Pero quién es ella? Ella es la pelota. De niños nos atrajo
y depositó en mi ser la pasión, la afición, la fiebre, la emoción, el sentimiento,
el deseo de pasar mi corta vida junto a ella. Y que a través de su compañía, de
su magia, de sus travesuras, de su encanto, me permitiera divertirme, pasarla
siempre feliz jugando, conocer gente, mundos, vivir alegrías imborrables,
tristezas demoledoras y humillantes, hacer realidad mis sueños.
Hoy después de lo vivido y lo que me falta por vivir y
hacer, la venero, la adoro, cuando la veo por ahí me trae recuerdos de la
memoria que me enorgullecen y todo gracias a ella… la pelota, la que me
permitió ser lo que soy.
Mente abierta, siempre leí, escuché, leí a los mejores,
trate de emular a los más grandes sin perder mi esencia, reflexionando en el
día a día, cambiando si era necesario, nunca tuve la puerta cerrada a otros
nuevas ideas o conceptos.
“Aprende a observar, no aceptes como verdadero lo que te
enseñan. Voltea el concepto, échalo al aire, que gire, que vuele y si cae de
pie, ésa será tu verdad. Atento, los sentidos engañan. Aprender también a mirar
con el corazón”.
Las metodologías que se utilizaban fueron etapas que
llevaron a este presente en el fútbol. Permitieron avanzar a través del tiempo.
La influencia de lo nuevo tiene que verse en la perspectiva de lo antiguo.
En otras épocas y otras metodologías hubo jugadores
extraordinarios, por su clase, su capacidad, su liderazgo, su inteligencia,
dejando un gran legado de instrucciones, a través de lo que hicieron y cómo lo
realizaron.
Si me equipo arranca bien el torneo y luego no juega
igual, debemos tener en cuenta que es un equipo conformado por diferentes
personalidades, egos, caracteres, sentimientos, experiencias, inteligencias,
que tienen que interactuar no sólo entre ellos sino en el contexto en dónde se
mueven.
Hoy realizo en la preparación de mis equipos una
combinación de metodologías: globalizado, integrado, estructurado,
periodización táctica. Es más una metodología ecléctica, o sea que se
caracteriza por escoger ( sin principios determinados) concepciones
filosóficas, puntos de vista, ideas, valoraciones entre las demás escuelas que
se asume que pueden llegar a ser compatibles de forma coherente, combinándolas
y mezclándolas, llegando a formar un todo orgánico. Se basa en múltiples
teorías y corrientes existentes hoy en día.
Siempre lo más importante fue el jugador. A través de é,l
se consuma todo. El gran jugador sólo es, en función de su relación con las
necesidades del equipo.
El jugador preservada y respetada su individualidad, debe
exprimir, más que nadie, una nueva consciencia de lo individual en relación con
lo colectivo.
El mayor tesoro, la más poderosa herramienta que tiene el
entrenador son sus jugadores. Por eso la gestión del grupo es vital.
Definitiva.
Importancia suprema a la interpretación del juego. No
estoy de acuerdo porque me lo dijeron, sino porque lo viví, lo sentí, lo hice,
desde que jugaba ( #10) al fútbol. Y previamente cuando jugaba en la calle, en
el potrero que fue cuando lo descubrí y me
di cuenta que el jugador en el
desarrollo del juego no sólo debe estar concentrado o viviéndolo al 100%, sino
saber con certeza lo que está sucediendo para así tomar las mejores decisiones
y hacer las jugadas precisas que se necesitan para ganar el juego.
Es cierto: dos personas, 2 entrenadores, no entrenarán
nunca igual a un equipo. Son diferentes ideas, principios, subprincipios, personalidades, inteligencias, visiones de
juego distintas, capacidad de tomar decisiones. Lo mismo sucederá con los
sistemas de juego. Nadie entrenará igual a otro entrenador de la misma manera
un sistema de juego. Esos dos equipos nunca jugarán igual.
Dirijo hace aproximadamente 22- 23 años. He tratado con
generaciones diferentes. He cambiado permanentemente para adaptarme mejor a
esos diferentes momentos. Lo he conseguido. No ha sido fácil. El hombre, el
futbolista, sus ideas cambian cambiando al mundo, y hay que innovar para acertar en el
liderazgo.
Nutrición inteligente –especialista. Hoy en día es
básico. Tener un especialista para que esté al frente de la alimentación de
nuestro plantel. Si para el hombre normal, hoy en día, se le pide que tenga una
nutrición individualizada inteligente, mucho más para un futbolista que le será
de gran aporte y lograr entregar su mejor rendimiento con una adecuada dieta
especializada en su deporte..
Cuerpo Técnico, futbolistas + Dirigentes, Cuerpo
Administrativo: UNIDOS. Sin divisiones. Apoyo y gestionamiento total, en
búsqueda de la excelencia institucional. Sentido de pertenencia. Solidaridad.
Darle valor a la participación del miembro de la institución, sin transar nada.
Esas interralaciones son vitales. No sólo en el vestuario.
Un equipo fuera y otro dentro de la cancha. Unidos. Un
solo equipo. COHESIÓN.
No se dirige. Se lidera. Se gestionan momentos,
situaciones.
Un entrenador es un líder y, como tal, un gestor de
recursos humanos por excelencia. Hoy, más allá de tener que convivir diariamente
con los jugadores, se está rodeado por un significativo número de
especialistas, que tendrá que saber coordinar e integrar en beneficio del
equipo.
Resignar egos. Ninguno es más que nadie. No hay
privilegios.
El gran compromiso que se crea está ligado al
rendimiento. Todo en un marco de respeto absoluto.
Entrenamientos y ejercicios: ¿Por qué y para qué?
Explicación.
Comunicación directa y clara.
Indicaciones y actuaciones coherentes y decididas.
Inteligencia de juego.
Intensidad máxima.
Especificidad
Concentración.
Preparación Psicológica.
Sentido común.
Mourinho ha ganado muchos títulos y no los ha ganado por
la Periodización Táctica solamente. Elige momentos indicados para llegar a
determinado club, diseña una nómina de jugadores equilibrada, poderosa puesto
por puesto, gestiona con excelencia su vestuario, tiene una capacidad
extraordinaria, poco usual para ver, observar, analizar partidos y tomar las
mejores correcciones y decisiones para que la propuesta que hagan sus jugadores
en la cancha salga airosa. Tiene una personalidad, un carácter, una
inteligencia, un discurso, un método para interrelacionarse con los medios que
lo hacen efectivo. Es un entrenador sin semejanzas, ni parecidos, inigualable,
no sólo por su visión sino por su actitud comportamental fuera de cualquier
escalafón o índice clasificatorio posible. Conocimiento, experiencia, comprensión
de lo real, talento, que lo hacen un entrenador de los más competitivos del
mundo.
Como entrenador te contratan para ganar. No te exigen que
con cual o tal metodología. Eso no funciona. No va. Tienes que ofrecer
resultados. Y jugar como quieren todos jugar en el equipo que te contrate.
De ahí el gusto por el desafío. La competición con el
oponente y consigo mismo. Es eso lo que nos mueve, lo que nos hace ver las
dificultades, superar el cansancio físico y mental, imponerse sobre la presión
por los resultados, como instrumentos para la superación.
Es importante convencerse que el entrenamiento no es
fácil, ni rápido, ni mecánico, ni improvisado. Es dispendioso, lento,
progresivo, contiene detalles y mucha dedicación.
Hay tanta concentración e inteligencia en la
planificación y ejecución de un entrenamiento, como en construir un edificio y
se corren riesgos mayores, porque la materia prima, lo más importante es el ser
humano, protagonizado en el futbolista y es vital percibir el conocimiento de
éste, sus necesidades personales, interesarse en lo que sucede en su interior,
para lograr potenciarlo y logremos que nos dé lo mejor de su rendimiento.
El jugador de fútbol tiene obligaciones y posibilidades
en el juego. Las obligaciones a cumplir aseguran el funcionamiento colectivo, y
eso permite el desarrollo de las posibilidades que son individuales. Cumpliendo
las obligaciones que tiene con el equipo, un jugador asegura se rendimiento.
Nunca jugará mal.
El funcionamiento del equipo hará que cada jugador se
sienta mejor para rendir más.
Cuando se habla de obligaciones no son sólo defensivas.
Cuando se tiene la pelota también hay obligaciones ofensivas. Es preciso poner
todo el esfuerzo para asegurar la posesión de la pelota.
Apoyos, ayudas, desmarques, pases, devolver paredes,
desdoblamientos, que todos se muestren, para darle a ésa tenencia de pelota un
sentido de juego que nos permita gestar el instante para conseguir el objetivo
que es anotar goles.
Es un mismo equipo, que defiende y ataca. No se separa,
no se divide, no se fragmenta, no es uno cuando defiende y otro cuando ataca.
Es un todo, que inteligente y concentrado, actúa en los momentos del juego, de
la forma más eficaz y acertada posible para ganarlo.
Sería un error pensar que el entrenamiento es una
actividad meramente receptiva. El deber de cada jugador es dar un sentido más
puro, más contundente a las ideas que plantea no sólo el juego sino el
entrenador, luego de sus análisis.
Los futbolistas deben apropiarse del juego y sus situaciones
permanentemente cambiantes y deben lograrlo actuando con el máximo de
concentración e intensidad.
El entrenamiento es competición y la competición es
entrenamiento, en el entrenamiento está el todo,
incluso cuando es predominante lo táctico, físico o psicológico o moral.
¿El todo es el pensamiento táctico? En determinadas
circunstancias lo es, el todo, en el fútbol, es más dramática de lo existente
que una ontología de la existencia, donde son muchas las situaciones límites y
por lo tanto sin analogía con una única expresión. En el fútbol poco es
objetivo. Es una dialéctica de la pluralidad, donde cada uno de los jugadores y
el equipo encuentren el espacio de su trascendencia, rumbo a un objetivo
inextricablemente común.
El deporte (el fútbol) es invención permanente del hombre
por el hombre. A un entrenador pocos son los libros que le ofrecen el todo en
una bandeja de oro. Él tiene que reconstruir todo, a cada instante, aunque la
indispensable lectura de libros, principalmente de reflexión, le aportan un
contenido importante para cualquier
momento en su vida profesional.
“COMO CUALQUIER OTRO LECTOR, ME BUSCO A MÍ MISMO.
BUSCO ENCONTRARME EN PÁGINAS, EN IDEAS, REFLEXIONES,
RECONOCER QUE SOMOS ALGO MÁS QUE ESTO, QUE SE PRESENTA COMO REALIDAD. ESE SIGUE
SIENDO EL MAYOR DESLUMBRAMIENTO. José Saramago.
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