sábado, 22 de noviembre de 2014

COMPRENSIÓN DEL JUEGO

Cuando los futbolistas corren conociendo el sentido de la jugada, se activan sus circuitos de recompensa cerebral.

Comprensión del juego y transmisión de consignas.
Correr deja de ser un esfuerzo para ser un medio inteligente que permite concretar una jugada útil, cuando el futbolista siente que esa jugada beneficia a su equipo y, por lo tanto, a sí mismo.

 Pero, cómo hacer para que el futbolista comprenda el sentido de la jugada?
En la formación del futbolista, consideramos que la etapa de Fútbol Infantil se extiende desde los 6 hasta los 14 años. Esta etapa es fundamental para la adquisición de los principios del Juego, pero por sobre todo es fundamental para el desarrollo de la comprensión del Juego.

Respetando los niveles de comprensión propios de cada edad evolutiva, es misión del Entrenador hacerle comprender y sentir al jugador para qué jugar de determinada manera, qué beneficios obtienen su Equipo y él, jugando de esa manera, cuál es el sentido de la jugada, cuál es la ventaja que va a obtener sobre el rival.   



Cuando, al transmitir una consigna de entrenamiento o Juego, comenzamos haciendo sentir y pensar al jugador cuál es el beneficio que obtiene al dominar ese ejercicio, para qué es útil, la satisfacción que va a obtener, ponemos en marcha su circuito virtuoso del éxito, activamos los mecanismos de recompensa de su cerebro.

Retomando el tema de este artículo, le pregunto a Enrique Borrelli para qué deben correr los delanteros. Enrique me contesta:
Para que el delantero tenga más opciones para concretar su gol, es necesario recuperar el balón en campo rival, ya que nos da la posibilidad rápida de un nuevo ataque.
Esto es posible cuando el delantero que pierde el balón,  corre a su marcador hasta mitad del campo. La presión física y mental ejercida por el delantero, colabora en la recuperación del balón por parte de su Equipo y aumenta la posibilidad de error en el rival.”

En el planteo de esta consigna, Enrique Borrelli pone en juego todos los elementos necesarios para activar los circuitos de recompensa del cerebro de los jugadores, que los llevará a entrar en el Circuito virtuoso del Éxito.

Le estamos prometiendo SATISFACCIÓN, respondiendo a la pregunta Para qué correr?: Para concretar su gol, y por lo tanto, en su cerebro se activan los neurotransmisores que producen SEROTONINA. Y, los jugadores son capaces de absolutamente todo, para alcanzar el GOL que les dará SATISFACCIÓN.

El DESEO de alcanzar esa satisfacción, respondiendo a la pregunta Qué hacer? para concretar el gol estimula sus circuitos de DOPAMINA, tienen ganas de hacer lo que sea para alcanzar ese paraíso lleno de SEROTONINA = GOL, y en este caso esRECUPERAR EL BALÓN EN EL CAMPO RIVAL.

 Ya saben  la satisfacción, el beneficio, para qué van a realizar el objetivo.
SATISFACCIÓN = GOL.

Ya saben también qué tienen que hacer para alcanzarlo.
DESEO = RECUPERAR EL BALÓN EN EL CAMPO RIVAL.

Queda saber cómo alcanzarlo, la ADRENALINA circula por sus cuerpos y los pone en ACCIÓN para ejecutar el objetivo: “Esto es posible cuando el delantero que pierde el balón, corre a su marcador hasta mitad del campo. La presión física y mental ejercida por el delantero, colabora en la recuperación del balón por parte de su equipo y aumenta la posibilidad de error en el rival.”

Cuando el objetivo es alcanzado se cierra el circuito virtuoso del Éxito, que activa los sistemas de recompensa cerebral: promesa de satisfacción - generación de deseo -  puesta en acción para alcanzarlo – satisfacción alcanzada.

Si el resultado de la activación de este circuito es positivo y se alcanza la satisfacción deseada, nuestro cerebro lo registra como fuente de placer y por lo tanto, está dispuesto a repetir la experiencia que le generó satisfacción.

Siempre que un delantero sienta que mediante la acción de presionar a su marca hasta el campo rival, su equipo recupera el balón y sus posibilidades de marcar goles aumentan, no dudará en correr y lo hará sin esfuerzo, ya que no será un fin en sí mismo sino el medio para alcanzar el balón que le permitirá hacer goles.

Si bien esta conclusión parece obvia, no lo es para los jóvenes futbolistas en formación, la etapa donde automatizan conductas y conceptos. Es necesario que sus formadores se lo transmitan reiteradamente y de distintas maneras a lo largo de su aprendizaje .
neurofútbol.com

 

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