DESCRIPCIÓN DE SU ATAQUE POSICIONAL.
por GONZALO ESCUDERO el 12 octubre, 2014 •
#456747790 / gettyimages.com
Bloques acorazados. Defensas acumulativas. Hombres
conteniendo. Ahogo al poseedor del balón y eliminación de cualquier espacio
útil para el rival. Todo para frenar al coloso alemán.
Hace mucho tiempo que Pep Guardiola tiene que lidiar con un
problema que se repite partido tras partido: cómo superar la organización
defensiva rival. A excepción de algunos atrevidos, la mayoría de equipos que se
enfrentan al Bayern de Múnich ofrece defensas acumulativas en campo
propio; juntar piernas cerca del área para frenar el tan temido juego
asociativo muniqués.
En esta ocasión analizamos la fase ofensiva de su partido
contra el CSKA de Moscú, correspondiente a la segunda jornada de la UEFA
Champions League.
El equipo moscovita formó con un 1-5-4-1, bloque corto, pero
también amplio para defender la amplitud bávara. Y defensa en campo propio,
permitiendo al Bayern de Múnich iniciar todos sus ataques en campo rival. Ahí
es donde se jugaría el partido.
El conjunto de Pep Guardiola formó con un 1-4-3-3, o
llámenlo como quieran. Porque a excepción de algún ataque del equipo local, y
siempre en transición ofensiva, no pudimos observar esa organización en ningún
momento del partido.
Lo que sí parece claro es que los dos supuestos laterales,
Alaba y Lahm, jugaron por dentro, y que siempre ocuparon una zona intermedia
durante el ataque. Robben y Bernat frecuentaron los pasillos exteriores y
Müller, Götze y Lewandowski se movieron en una supuesta línea de tres profunda.
De esta forma, pudimos observar un 1-2-3-3+2 durante el
ataque posicional.
En la siguiente imagen observamos los movimientos tipo
ofrecidos por cada jugador durante el ataque. Centrales siempre en el círculo
central. Lahm y Alaba con movilidad vertical por dentro. Robben recibiendo
fuera y conduciendo hacia dentro. Bernat alternando diferentes alturas en
función del la posición de los compañeros. Götze, Müller y Lewandowski con
movilidad transversal desde una altura profunda. Y Xabi Alonso por detrás de
balón, basculando en función del mismo, y ofreciendo siempre continuidad en el
juego y una posible intervención inmediata en caso de pérdida (transición
defensiva).
Generalmente se dieron asociaciones grupales en función de
la ocupación en el campo.
Pese a que la movilidad fue constante, esto dio una
ocupación racional que en algunos casos fue negativa para sorprender y romper
al bloque rival.
Señalamos esa aparición del cuarto hombre, con la búsqueda
de la superioridad numérica y posicional que pocas veces tuvo éxito en la
primera parte.
Durante la fase ofensiva pudimos ver dos (tres) sub-fases.
Una primera donde aún no se había superado la primera línea de presión del
equipo rival (omitimos la defensa semipasiva del punta). Y una segunda cuando
esa línea fue superada. O lo que comúnmente conocemos como iniciación,
construcción y finalzación (sería la fase 3), pero visto desde un punto más
cualitativo, pues no hace referencia a una zona del campo sino a una situación
en el juego.
El partido trascurrió en la Fase 1, y el mayor porcentaje de
posesión muniquesa corresponde al momento inicial del ataque posicional.
Sucesión de pases para superar la primera línea de presión y encontrar espacio
para la finalización.
En la primera parte fue más notorio y fueron muy pocas las
veces en las que el Bayern pudo superar el entramado defensivo preparado por
Leonid Víktorovich. En la segunda mitad, un CSKA algo más volcado arriba, y a
buen seguro algunas correcciones en el descanso, provocaron una mayor posesión
por dentro del bloque (Müller-Lewandowski), aunque sin traducirse en un gran
número de ocasiones.
La estructura espacial y su correspondiente situación
numérica de la Fase 1 la podemos ver en la siguiente imagen. Racionalmente
fueron buenas situaciones para el Bayern, pues a priori su organización durante
el ataque le permitía una equilibrada transición defensiva, siempre y cuando la
vigilancia al delantero centro del equipo ruso, Musa, fuera intensa cuando la
participación de los centrales en la circulación fuera pasiva.
En ese 8×9 es donde radicó la creación o no de ocasiones.
Esa línea de 5 del CSKA permitió la defensa de la línea profunda del Bayern de
hasta 5 jugadores: extremos + delanteros centro.
Vemos la orientación individual hacia la línea de presión
durante la Fase 1 de todos los jugadores.
Es importante tenerlo en cuenta a la hora de corregir en el
descanso. Desde esta situación general, y a priori, podemos corregir la
orientación y el perfilamiento a la hora del desmarque de apoyo entre líneas,
altura y posicionamiento para recibir por fuera y realizar el uno contra
uno, timing para la ruptura o apoyo cuando el compañero tiene
balón.
Observamos cómo en la línea profunda podía estar una de las
claves para superar esa primera línea. Recibir a la espalda del mediocentro
para girarse y atacar frontalmente, mientras el compañero fija a los centrales
evitando la anticipación.
Durante la segunda mitad pudimos ver un mayor número de
pases filtrados a jugadores que flotaban por dentro.
En las siguientes imágenes podemos ver las situaciones numérico
espaciales que se producían en el mesoespacio (zona de balón).
Generalmente frecuentadas por cuatro hombres más Xabi Alonso por fuera de la
misma, y donde los laterales (interiores) poseían frontal a la situación.
El CSKA masificó la zona con una gran defensa basculante,
provocada en gran parte por esa línea defensiva amplia compuesta por cinco
jugadores. Por su parte, el Bayern de Múnich quizás pecó de excesiva pasividad
y no provocó con constantes desmarques de ruptura ni fijó a jugadores de la
última línea para conseguir opciones de dos contra uno. Esto se tradujo
en constantes circulaciones de balón por fuera de la primera línea presionante
(Fase 1)
Aquí vemos una posible solución ante la estrategia defensiva
rival: atraer en una zona con muchos hombres, provocar la acumulación rival y
girarlo al otro lado para tener opción de uno contra uno. Supuesta
concentración de Müller, Bernat, Alaba y Götze, más pase a la zona libre de
Xabi Alonso, que juega con Robben en el lado contrario para terminar con un uno
contra uno. Muy fácil desde aquí, no tanto desde el verde.
Victoria para los de Guardiola por 0-1, gol conseguido de
penalti que fue provocado por un gran ataque posicional donde se consiguió
filtrar un pase entre líneas para controlar y atacar frontalmente la línea
defensiva rival. Ahí tenía que estar la clave. Y así fue.
* Gonzalo Escudero.
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