viernes, 7 de febrero de 2014

ENTREVISTA A MARTÍ PERARNAU PERIODISTA


 
 
 
 
“Florentino Pérez ha sido el “gran conseguidor” del negocio de la construcción en España. El mejor “lobbysta” del país”
 Martí Perarnau fue atleta, aunque en la actualidad es conocido como uno de los mejores periodistas deportivos de este país. Recientemente ha publicado un libro sobre el recorrido que hacen las jóvenes promesas culés, desde que entran en La Masia hasta el Camp Nou.
¿Cuándo supiste que querías ser periodista?
Frustrado porque no conseguía sacar adelante la carrera de Ingeniero Industrial, una noche repasé con mi tío una larga serie de posibles profesiones. Al dar con el periodismo, él dijo que esa podía ser ideal para mí, que por entonces (19 años) practicaba atletismo de competición. Fue una casualidad. Yo no fui al periodismo. El periodismo vino a mí.
¿Desde pequeño escribías?
Poco. Yo era de ciencias y de números. Mi padre quería que continuara la empresa familia, una trefilería donde convertíamos el hierro en varillas de cobre. Mi primer trabajo con 14 años fue ese: descargar bobinas de 50 kilos, bañarlas en ácido sulfúrico, trefilarlas y convertirlas en pequeñas varillas para el motor de las neveras. Madrugones de las 5 de la mañana y manos llenas de heridas sangrantes. Aprendí todo ahí: por ejemplo, que la vida es dura. Me sirvió para los malos momentos. Nunca le agradeceré suficiente a mi padre que me curtiera en ese trabajo. Comprenderás que escribí poco. Empecé a hacerlo a los 16 o 17 años, apenas como desahogo.
 ¿Dónde empezaste con el periodismo?
En el Diario de Barcelona, un pequeño islote progresista en medio de los estertores del franquismo. Dirigía Manuel Martín Ferrand y, en mi inconsciencia, le pedí cita y trabajo. Me lo dio. Llamó al jefe de deportes, Álex J. Botines, y le sugirió que podía ser colaborador de atletismo. Fui becario muchos años. Mis mejores sueños se forjaron en ese periódico, al que dediqué miles de horas de dedicación pasional.
 ¿Recuerdas algún consejo que te sirviera de mucho?
Algo muy simple de los dos grandes maestros que tuve. Álex J. Botines me dijo que fuese honesto siempre. Alfonso Soteras, que fuese humilde. Con eso basta en la vida.
 Si tuvieras que cambiar algo del periodismo, ¿qué sería?
No cambiaría nada. El periodismo es como la vida: plural, variado, extremista, apasionante, vergonzoso, estéril, enriquecedor, sin sentido. El periodismo imita a la vida. No puede ser perfecto. Aceptémoslo como es y rebelémonos contra lo que no nos gusta, aún sabiendo que no conseguiremos cambiarlo y que, probablemente, nos vencerán.
 Si pudieras elegir un proyecto para hacer, ¿cuál sería?
El próximo. No, en serio, todos me parecen interesantes. Desde la colaboración más simple en un blog humilde hasta la presencia más rimbombante en una televisión de gran audiencia. Lo que marca no es el medio, es tu voluntad de presentar un mensaje honesto como periodista. Quizás errado en el análisis o los datos, pero honesto.
 ¿Recuerdas a quién fue tu primera entrevista?, ¿quién te faltaría por entrevistar?
No, no lo recuerdo. Debió ser algo muy sencillo, algún atleta supongo. Después llegaron gentes más importantes: grandes deportistas, dirigentes de peso, dictadores políticos de varios pelajes. Hoy me interesan más las personas anónimas, los maestros, los sabios.
 Hace poco has publicado un libro hablando sobre La Masia: “El camí dels Campions”. ¿Qué cuentas en él?, ¿pudiste y/o tuviste que hablar con alguien de La Masia para escribirlo?, ¿tardaste mucho tiempo en escribirlo?
Explico la receta de la Coca Cola blaugrana. Es decir, cómo se educan y moldean los futuros campeones y el cruel camino que recorren entre el kilómetro cero (La Masia) y la línea de meta (el Camp Nou). Es un libro extenso que profundiza en la idea de juego, los métodos de trabajo, la formación integral de los chicos, el idioma futbolístico que aprenden y también muestra los procesos de captación de las futuras perlas y las peripecias que sufren para llegar a la cumbre. Para escribirlo hablé con mucha gente: docenas de personas de todo tipo. Presidentes como Rosell o Núñez; entrenadores como Cruyff, Van Gaal, Guardiola, Laureano Ruiz o Tito Villanova; jugadores como Xavi Hernández, Marc Crosas o Sergi Roberto; padres de futbolistas, intermediarios, maestros, formadores, ejecutivos. En fin, un mundo. Y sí, tardé tiempo en hacerlo: unos seis meses en recoger información y otros dos en escribirlo.
 Después del reciente libro publicado, ¿piensas ya en otro?
Hummm Pienso en cómo no escribir otro. Escribir un libro ha sido una aventura apasionante y fantástica. Probablemente, una de las mejores experiencias periodísticas que he vivido. Porque no es un libro literario, si se me permite la expresión, sino un libro periodístico. Un reportaje extenso. En vez de la doble página de un periódico, se extiende a lo largo de 367 páginas. Pero es periodismo. Y ahora ha llegado el agotamiento mental. Hay varias propuestas rondando por ahí y, sobre todo, tengo un par de ideas propias, pero necesito recuperarme del esfuerzo.
Si tuvieras que elegir a un periodista para hacer un programa de deporte, escribir un libro etc…, ¿a quién sería?
Ramon Besa. Podría citar varios más, que me parecen fabulosos. A Segurola o Julio César Iglesias; a Luis Villarejo o Jordi Costa; a Rubén Uría o Miguel Rico; a Gaby Ruiz, Guille Uzquiano o Aritz Gabilondo… En fin, un montón. Aunque el periodismo vive tiempos de zozobra por su industrialización salvaje, hay grandes periodistas. Siempre ocurre igual: en las crisis, el talento aflora. Pero si tuviese que elegir a uno solo, me quedaría con Ramon. No tiene mérito: somos amigos hace 25 años.
¿Por qué es el juego del Barça el más atractivo?
Es el más atractivo para algunas mentalidades. Para otras, no. Seguro que algunas aficiones italianas no piensan lo mismo. Dicho esto, sin duda el juego del Pep Team se asemeja a una obra de arte en movimiento perpetuo. Posee la plasticidad de las grandes sinfonías. Es armónico, acompasado y sintetiza muchas características españolas: el romanticismo, la sensualidad, la musicalidad…
 "El Mourinho que habla en la sala de prensa y ‘el’ que es entrenador, ¿crees que es un personaje o es él mismo?, ¿se cansarán algún día de él sus defensores?
Mourinho es uno solo, por más que se haya acorazado en su personaje. Se utiliza a sí mismo para obtener el máximo rendimiento y le ha ido muy bien hasta la fecha con este procedimiento. No le conozco, pero quienes son sus amigos dicen que es una persona entrañable y sensible. El personaje parece transpirar lo contrario, pero quiero creer que es sólo una máscara sin más. Supongo que sí, que sus defensores se cansarán, como ocurre con todos los personajes. Nadie es inmune a generar fatiga emocional.
¿Se puede hacer una comparación entre Xavi Hernández y Xabi Alonso?  
Por supuesto, pero partiendo de que son dos futbolistas mayúsculos. Xavi Hernández es un ordenador con piernas. El giroscopio que da sentido al juego de su equipo. En medio de un terremoto, Xavi seguiría controlando el partido, girando sobre sí mismo, escondiendo el cuero y organizando a sus compañeros. Posiblemente sea el futbolista español más decisivo de la historia, incluso por delante de Luis Suárez, Emilio Butragueño, Raúl González y Andrés Iniesta. En cuanto a Xabi Alonso, palabras mayores también. Tuvo la valentía de irse a un fútbol como el británico que, en apariencia, prometía devorarlo y lo que ocurrió es que él devoró a los ingleses a bocados. Sin Xabi, el Liverpool aún no se ha recuperado y el Real Madrid sería un náufrago. Palabras mayores.
 ¿Es Florentino la imagen del ‘quiero y no puedo’?  
Florentino Pérez ha sido el “gran conseguidor” del negocio de la construcción en España. El mejor “lobbysta” del país. Gestiona un imperio empresarial y ha intentado alcanzar los mismos resultados en el fútbol. De momento no lo ha conseguido. El Real Madrid era muy grande antes de llegar él y seguirá siéndolo después. Sus dos etapas, por ahora, no se caracterizan por la continuidad en el éxito ni por la coherencia en los métodos.
¿Se la da a los equipos más ‘pequeños’ menos importancia de la que tienen?
A fin de cuentas, ellos son los que más emoción dan a la Liga. El primer puesto y el segundo ya están repartidos.
Sin duda estamos en una Liga bipolar, donde los terceros equipos asumen el papel de convidados de piedra hasta que, de pronto, en un momento dado, se sacan un conejo de la chistera y le arrancan un empate a Barça o Madrid que inclina el campeonato. Todo apunta a que viviremos otra Liga similar, con sorpresas donde menos las esperamos.
 ¿Ha tardado Agüero en decir adiós al Atlético?
¿Por qué? El Atleti es un gran equipo. El Kun podía haberse consolidado, pero algo le impulsó a romper amarras: el dinero o la ambición deportiva, o ambos factores, no lo sé. O quizás vio que la gestión del club no brilla por su consistencia y eso le impulsó a huir. Me ha sonado más bien a eso: a una huida más que a un adiós razonado.
 ¿Al Atlético que le falta para ser lo que un día fue, el tercer equipo de España?
Que alguien con dos dedos de frente crea en ello, afición al margen. El aficionado puede ser fiel, esforzado, corajudo e indesmayable, pero no gestiona el club desde las gradas. Los clubes crecen o menguan desde los despachos y las decisiones: eligiendo al entrenador, diseñando una plantilla, garantizando la sostenibilidad del proyecto. Cuando la gestión carece de estas virtudes, el césped lo detecta y la grada lo padece.
 Un equipo como la Unión Deportiva Salamanca, que cada año juega con descender, hasta que la hace (esta temporada ha descendido a Segunda B), ¿qué debería hacer para luchar por algo más que por no descender?
No conozco el caso. Equipo que veo con simpatía por mis recuerdos de juventud, pero estoy lejos de conocer las causas del flirteo constante con el descenso. Existe un cierto consenso en que, a principios de temporada, Óscar Cano hacía jugar al equipo de acuerdo con las limitaciones de sus jugadores, pero que, más tarde, introdujo sistemas de juego que no concordaban con esos perfiles. Pero no puedo ir mucho más allá en el análisis.
 ¿La plantilla perfecta cuál sería?
La actual del Barça se acerca a ello. Una “secta” en torno a un líder carismático, pero que les aglutina desde la concordia y la armonía y no a partir de la búsqueda de un enemigo exterior. Jugadores de excepcional calidad técnica, dispuestos a sacrificar su ego personal en beneficio del colectivo, convencidos que ganarán más a base de apoyar al compañero que intentando lucir individualmente. Como dijo Valdano hace años, perlas de todos los calibres unidas por un hilo que las sujeta fuertemente.
 ¿Es para ti Víctor Valdés el mejor portero del mundo?
Aborrezco el empleo abusivo del concepto “mejor” en todos los ámbitos. Siempre buscamos al mejor en todo, sin pararnos a pensar que no poseemos instrumentos de medida de dicho concepto. Pero yendo a lo práctico: Valdés me parece excepcional en casi todas las facetas de un guardameta. Un fuera de serie. Difícilmente haya otro portero en el mundo que pudiera acoplarse de manera tan perfecta al estilo de juego del Barça.
Un consejo para los futuros periodistas.
 

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