martes, 28 de abril de 2015

INTELIGENCIA DEL FUTBOLISTA EN LA PRÁCTICA DEL JUEGO.



COMO SE MANIFIESTA.
EN LA PRÁCTICA

Sin duda, una de las razones de la falta de calidad técnica en muchos jugadores tiene que ver con el lugar en que los jóvenes aprender a jugar. 
  
"En mis tiempos, la academia más popular para descubrir los secretos de  éste deporte era la calle. 
Los niños a los que nos gustaba jugar  la pelota  con los pies aprendíamos en las calles y plazas de nuestros barrios. Allí, en aquellas calles convertidas en improvisados campos de entrenamiento, los más pequeños podíamos aprender. ¿Cómo? Mirando e imitando lo que hacían los mayores. Estoy convencido de que esa misma escena se repetía en multitud  de otras ciudades del mundo, en todos los continentes, en todos los países”. Johan Cruyff.

Un jugador inteligente (TALENTO): 
1. Toma mejores decisiones y lo hace más rápido.
2. En busca de la mejor solución de un problema que se presenta en el terreno ve rápidamente, incluso en situaciones difíciles, varias alternativas o posibilidades pero también los peligros. No suele desviar su atención hasta haber solucionado el problema.

3. Dispone de todas las herramientas necesarias para hacer viable cualquier opción que escoja.

4. Sabe dar la velocidad adecuada al balón. Domina el acelerar el juego o ralentizarlo. Nunca se precipita y se siente seguro y con confianza en su campo de acción cuando está desarrollando una determinada jugada. Con sus ojos domina la situación y todos los espacios y con sus movimientos motores sabe aprovechar los espacios delante y detrás de él como en las bandas y en el centro. Sabe aprovecharse de espacios muy estrechos como de espacios amplios. Siempre tiene tiempo. La prisa y la precipitación son malos compañeros para él porque causan frecuentemente errores.

5. Procura mantener siempre un equilibrio entre riesgos y seguridad. Demasiado riesgo le lleva a la pérdida del balón o la pérdida del partido, mientras que cultivar demasiado la seguridad en el juego, no suele decidir los partidos a su favor. Tiene coraje para arriesgar, no es asusta!

6. Destaca por saber adaptarse no sólo a las cambiantes situaciones de juego sino también a las características particulares de su oponente, del árbitro y de sus compañeros de juego, lo que exige de él mucha flexibilidad cerebral y no caer en las provocaciones del contrario.

7. Sabe que no puede hacer todo bien. Por eso su nivel de rendimiento no suele bajar después de haber cometido un error o errores.

8. Sabe cuándo y a dónde pasar el balón y cuándo será mejor mantenerlo en su posesión.

9. Calcula bien las dimensiones del espacio a su disposición y las distancias entre él y sus compañeros y contrarios debido a las experiencias ganadas en varios años con entrenamientos de muchos juegos más o menos simplificados que le facilitaban la adquisición de un alto nivel de cálculo óptico-motor junto con una óptima resolución en los mecanismos motores (PERCEPCIÓN - DECISIÓN - EJECUCIÓN - RETROALIMENTACIÓN). 

10. juega simple y fácil.

11. Sabe, antes de recibir y controlar el balón cuál será su próxima jugada

12. Utiliza su capacidad de creatividad en beneficio de su equipo y sabe que sus compañeros se benefician de ella.

 “El que tenga el fútbol en la cabeza seguramente podrá llevarlo a los pies, pero el que tenga el fútbol sólo en los pies difícilmente podrá llevarlo a la cabeza”.
 por FernandoDT


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