lunes, 20 de abril de 2015

ENTRENAMIENTO CORE.



PREVENCIÓN LESIONES EN FÚTBOL

“Nada tarda tanto como aquello que no se empieza."
 Émile-Auguste Chartier

El fútbol es uno de los deportes más importantes en la mayoría de los países, especialmente en Europa y América Latina (Inklaar, 1994).  La imprevisibilidad de los acontecimientos y acciones durante un partido hacen que el futbolista deba estar en condiciones óptimas para reaccionar de la manera más eficiente posible (BARBANTI, 1996). Esta variedad de movimientos en el fútbol hace que los atletas que hacer cambios inesperados, de promedio, cada seis segundos (COHEN; ABDALLA; Ejnisman et al, 1997).

El fútbol requiere fuerza, potencia, velocidad, agilidad y resistencia (SCHMID, ALEJO, 2002). El entrenamiento intenso y repetitivo en un deporte conduce a la hipertrofia muscular y disminución de la flexibilidad, al desequilibrio entre músculos agonistas y antagonistas, lo que favorece la aparición de alteraciones musculo-esqueléticas (ROSE JR, Carazatto 1999 y 1999), con lesiones consideradas por los atletas de élite como una fuente importante de estrés deportivo (ROSE, JR, 1999).


Debido a la necesidad de la prevención de lesiones, surgió el Entrenamiento CORE, que es un interesante programa de entrenamiento, ya que se encuentra en la región del cuerpo donde se encuentra el centro de gravedad, el centro de la fuerza y ​​donde los movimientos se interponen (Clark, 1998). Anatómicamente, el músculo incorporada por el CORE incluye el transverso del abdomen, recto abdominal, piriforme, psoas ilíaco, glúteo menor, glúteo medio, glúteo mayor, los oblicuos internos y externos, erector de la columna, transverso espinoso, obturadores interno y externo y musculatura del diafragma (BLISS; Teeple, 2005).

Este entrenamiento es un componente integral de los fenómenos que componen el complejo equilibrio, y el trabajo con los dominios de la estabilidad de importancia crítica para las actividades funcionales (JUEZ, Lindsey, 2004).


El Entrenamiento CORE proporciona estabilidad, la fuerza, el control neuromuscular, mejora la postura y el equilibrio lombo-pélvico complejo, y en particular para mejorar el rendimiento de los jugadores. Su papel en el mantenimiento de la alineación postural y el equilibrio dinámico entre las diferentes estructuras del cuerpo durante las actividades funcionales ayudan a evitar posibles enfermedades graves (BARR; GRIGGS; Cadby, 2007).


El entrenamiento CORE envía estímulos en el sistema nervioso central a través de los propioceptores y los mecanorreceptores con el fin de mejorar el rendimiento motor del cuerpo (DICHA; Teeple, 2005). El entrenamiento neuromuscular dinámico también ha mostrado actividad en forma de absorción de choque, la estabilización activa de las articulaciones, los desequilibrios musculares y la biomecánica al tiempo que mejora la resistencia del tejido funcional (BLISS; Teeple, 2005, y Beckman, BUCHANAN, 1995).


Los estímulos multidireccionales y pliométricos son relevantes para que la información sobre los movimientos específicos del deporte sean corticalizadas, y con ello el cuerpo puede responder mejor a las exigencias impuestas por el uso adecuado de las estructuras del cuerpo (HODGES, RICHARDSON, 1995). Los mecanorreceptores proporcionan la retroalimentación del sistema nervioso central para mantener un buen equilibrio y una mejor fuerza de acoplamiento entre los estabilizadores estáticos para mantener una postura eficaz (SAMSON, 2005).


Los músculos trabajan juntos, en cooperación, tanto para su estática como de su dinámica, como el sistema nervioso central no cumple con el trabajo de un músculo aislado o un solo plano, sino más bien una de tres dimensiones (SILVA, 2002) . La incapacidad de transferir potencia entre el núcleo y las extremidades inferiores puede dar lugar a un déficit de rendimiento o lesiones. Estudios anteriores han demostrado que un músculo defectuoso es crucial para el desarrollo de las deformidades y lesiones (SILVA, 2002).


Los investigadores (HODGES; Richardson, 1995) demostraron que la actividad de los músculos del tronco se inicia antes que las extremidades inferiores, el músculo transverso abdominal en especial, que contribuye a la estabilización de la columna vertebral durante la función de movimiento.


La necesidad de un programa de prevención de lesiones alentó el uso de entrenamiento CORE para mejorar el rendimiento de los jugadores.


Una sesión de entrenamiento CORE se compondría de un circuito de 10 ejercicios diferentes, cada ejercicio se realiza dos veces seguidas, es decir por 2 serie, una duración de 30 segundos por serie, con un tiempo de recuperación de 30 segundos entre ellas, totalizando un minuto de ejecución por ejercicio.


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