A partir de esta secuencia de aprendizaje se
deben proponer al deportista tareas y habilidades que le permitan progresar hacia una mayor complejidad y especificidad
de las mismas. Esta evolución es acorde
con el propio desarrollo del jugador y con el progresivo paso de un nivel a
otro. Actuando de esta manera, llegará un momento en el que el dominio de las
habilidades básicas dé paso a formas más complejas de movimiento, entre ellas,
las técnicas y acciones propias de los deportes o al conjunto de las
habilidades específicas.
-Aprendizaje por descubrimiento: se refiere a
la actividad mental de reordenar y transformar la información que se facilita,
de forma que el sujeto tiene la posibilidad de ir más allá de lo simplemente
dado en un principio (Dosil, 2004:274). Este método trata de aprovechar al
máximo la capacidad de los jugadores para experimentar, buscar y encontrar la
solución a los diferentes problemas motrices que le pueden ser planteados.
Mediante la práctica el deportista debe descubrir la relación existente entre las diversas
tareas de aprendizaje y los principios o conceptos que subyacen a la
realización de una clase de movimientos.
Esta teoría afecta en gran medida al
comportamiento de la enseñanza y a los procesos del aprendizaje. El estado de
consentimiento cognitivo deja de existir cuando se produce la disonancia; nacen
nuevas dimensiones del proceso pensante. La disonancia "induce" en el
jugador el proceso de investigación, que refleja la necesidad de buscar una
respuesta y una solución.
Investigar lleva a su vez al descubrimiento, el acto
de descubrir ocurre como consecuencia de la disonancia cognitiva. Beltran,
citado por Dosil, indica que las ventajas fundamentales de este tipo de
aprendizaje son:
. lo que se aprende se puede transferir
fácilmente a otras situaciones nuevas,
. es intrínsecamente motivador,
. favorece la maduración del deportista,
. provoca una participación más activa y una
mayor atención en lo que se tiene que hacer,
. valora más la tarea,
. favorece la retención de contenidos, etc.
El descubrimiento destaca por dos
características: las secuencias inductivas que suele realizar el entrenador
(instrucciones de cómo realizar la tarea) y el aprendizaje por ensayo y error
de los deportistas (intenta ejecutar la tarea estructurando las instrucciones
que le han dado y creando sus propias instrucciones para realizarlo
correctamente (Dosil, 2004:274).
-Aprendizaje autorregulado: Se refiere al
proceso por el cual los deportistas regulan su propio aprendizaje, mediante
pensamientos, sentimientos y acciones que son autogenerados y orientados hacia
la consecución de metas propias. El modelo de aprendizaje se fundamenta en la
motivación del sujeto para realizar el aprendizaje, así como en la
planificación del mismo, por ello se puede afirmar que se fundamenta en los
elementos que se describían en los dos anteriores. Las metas deben ser
significativas, es decir, que susciten interés y que sean compatibles con lo
que el sujeto percibe que puede realizar (Dosil, 2004:274).
A diferencia del conductismo y sus orígenes
estadounidenses, el enfoque netamente cognitivo tiene su cuna en la antigua
URSS, donde los estudios se centran en cómo las personas adquieren y
representan el conocimiento, y en los postulados de modificación de estructuras
mentales disfuncionales, como medio para que los deportistas adquieran una
percepción real de sí mismos y del mundo que les permita actuar de manera
eficaz. Siguiendo a Seiru-lo, las teorías cognitivas aparecen preocupadas por
lo que sucede dentro del individuo, “el individuo actúa dependiendo de lo que
sucede en el entorno. A esto se añade el estructuralismo, que nos dice que la
inteligencia humana es una estructura compuesta por una serie de factores, y la
modificación de uno de ellos altera a los demás, haciendo que el efecto que
esperábamos no sea tal efecto, sino otro. Por todo ello, para este autor, el
aprendizaje cognitivo es superior al conductista en lo que se refiere al
aprendizaje de los movimientos que componen la técnica en los deportes de
equipo, por lo que es más válido para los mismos” (Seirul-lo,1993:5). Veamos a
continuación las características que propone para el modelo cognitivo en
deporte:
-Se interesa por lo que sucede en el interior
del deportista después de que este analiza las condiciones del entorno donde
debe realizar la actividad competitiva (cómo procesa la información; qué
observa del oponente, del espacio; motivaciones; cómo se relaciona con el
objeto…).
-Modificando la organización de los
acontecimientos y situaciones del entorno, se estimula al deportista a elaborar
nuevos comportamientos producto de la interpretación personal de aquellos
acontecimientos (no situaciones standard, ni comportamientos homogéneos).
-Lo que se intenta mejorar es la
interpretación del sujeto, para que ello ocasione la modificación de la
conducta externa (no se centra en el producto, sino en el proceso, para
conseguir una mayor disponibilidad motriz).
-Se logran actitudes motrices que son
“esquemas motrices” aplicables a situaciones variables, no adquiriendo modelos
de conducta. Se crea así una motricidad más coherente con la situación
interpretada.
-La evolución del aprendizaje está centrada en
la capacidad que tenga el deportista para analizar las señales del entorno,
saberlas interpretar y tomar variadas soluciones motrices cada vez más
ajustadas a sus necesidades e intereses particulares.
-Se tienen en cuenta mucho más las necesidades
del deportista, la persona es preferente a la actividad deportiva:
. Es más válido para los deportes en los que
las situaciones de competición no son estables y existe gran interacción.
. Predominan en ellos las motivaciones
intrínsecas: la satisfacción personal por la tarea bien hecha, el afán de
investigar a ver qué pasa, la autoestima,… (estas motivaciones son más
perdurables que las extrínsecas y producen otro tipo de fenómenos en la
personalidad).
. Las relaciones entrenador-jugador, permiten
obtener de la persona que compite, no del modelo de competición.
-El deportista se va autoformando en esa
determinada especialidad según sus propios intereses, no como lo entiende el
entrenador.
Giráldez y Buceta (2005), describen que la
característica principal de este modelo cognitivista propuesto por Seirul´lo,
es que se interesa por lo que sucede en el interior del deportista, después de
analizar las condiciones del entorno donde se desenvolverá. Lo que se intenta
es mejorar la capacidad para interpretar del jugador, teniendo en cuenta sus
necesidades.
Por otra parte, a la hora de cuantificar las cargas de
entrenamiento y ajustarlas a los parámetros establecidos para cada período
competitivo, ésta se presenta en tres niveles de aproximación a las necesidades
reales de competición: sistemas generales, dirigidos y especiales, que guardan
más o menos relación con la estructura de la actividad real. La orientación de
la carga está supeditada a la estructura condicional, coordinación (No está
claro) y cognitiva del proceso de entrenamiento: se debe pretender mejorar
condicionalmente teniendo presentes las capacidades coordinativas y cognitivas
(toma de decisión) que siempre están presentes en cualquier ejecución deportiva
de alternativas múltiples (Giradles y Buceta, 2005:30).
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