martes, 4 de octubre de 2011

LEYENDO POR AHÍ

LEYENDO POR AHÍ

“Al jugador de hoy no le debe faltar carácter. Creo que el entrenador tiene tanto protagonismo que muchas veces el jugador no quiere sobrepasar los límites de lo que pide quién lo dirige. Me dijeron que haga esto, si lo hago como me dicen, por ahí me quedo…, es en parte ese pensamiento. Pero hay veces en que, como hay mucho más potencial para hacer, el futbolista debe ir más allá en sus decisiones dentro de la cancha. Entiendo que es una responsabilidad del entrenador que sus jugadores expongan todo el carácter que tienen para jugar al fútbol, pero es más una cuestión del jugador no acomodarse a una determinada situación. Puede romper los límites, no siempre tiene que estar estrictamente ligado a las indicaciones del entrenador, hay momentos del partido en que el jugador tiene que decidir por sí solo. Yo trato de transmitir esa idea sin misterios”. Gerardo Martino – entrenador

“A mí ya no me gustan las presentaciones formales cuando llego a un nuevo club. Nos conocemos bastante en este medio y yo planteo las cosas con lógica. Primero la convivencia, después los objetivos. Este es un deporte profesional, por lo tanto uno mismo tiene que serlo primero que nadie. Esa es la primera regla para convivir dentro del plantel. Otra de las cosas importantes es que cuando un jugador tiene dudas o quiere hablar, se tiene que descargar conmigo. Eso es fundamental porque así yo logro que pierda el temor de si va a jugar o no. Las veces que me ha tocado, ha sido provechoso porque los problemas se arreglan entre todos. Cada vez se necesita más de todos, uno solo no lo arregla. Cuando siento que hay un jugador que está a disgusto, lo encaro. Soy de buscar y y trato de sacar a relucir los problemas, o de armar una charla para que surjan. Si los grupos son capaces de transformar lo negativo en positivo, se produce una implosión. Cuando vas ganando está todo bien, hay menos gente en el consultorio médico, menos problemas…la sonrisa es amplia”. Miguel Ángel Russo – entrenador

Reflexión sobre el delicado andamiaje que sostiene el buen funcionamiento de un equipo: “Recuerdo una frase de Carlos Bilardo que me quedó para siempre: Los equipos de fútbol están hechos de cristal. Se refería muy gráficamente a cuando uno cree que todo está bien, hasta que se le enferma el hijo al goleador, hay un problema familiar con algún jugador o un futbolista se queda en el club pese a sentir que ya ha cumplido su ciclo. Esos factores involuntarios son algunos de los que provocan que se resquebraje toda la obra que pueden haber hecho el entrenador y el grupo. Entonces, el no transferir a un futbolista no te asegura que mantenga su rendimiento porque depende también de su expectativa de irse o de quedarse. No es una solución fácil, pero lo que hay que hacer permanentemente es ir previniendo que se puede producir el hueco, y resolverlo por el bien de todos, el del jugador, el del equipo y el del club”.
Washington Tabárez – entrenador

Para contemporizar posturas extremas, y procurando que la razón triunfe sobre la pasión, aquí propone una concepción progresista y razonable del fútbol al afirmar: “Todos los hinchas quieren ganar cueste lo que cueste. Hay cosas que a mí me llaman mucho la atención. Desde las declaraciones de los mismos entrenadores y jugadores, todos quieren ganar. Evidentemente triunfar es muy lindo, el problema es cómo se gana. A veces me sorprendo cuando escucho frases como: este es un partido de vida o muerte, hay que ganar cueste lo que cueste, hoy no jugamos bien pero pusimos garra, pusimos fuerza…no puedo entender el fútbol solamente desde el resultado, cuesta aceptar que solo interese eso. Me gustaría que la gente se preocupara o pudiera hablar de otras cosas que hagan más rico al fútbol. Hay veces que con insultos quieren tapar falencias que son imprevisibles de cubrir. Creo que se debería polemizar desde otra perspectiva”.
Claudio Borghi – entrenador.

Gestionar un equipo de fútbol es muy difícil, es complicado: “El fútbol es el paradigma de la irracionalidad. Si fuera racional, no existiría. ¿Por qué?: a) los resultados, pese a los presupuestos, son siempre imprevisibles. B) la mezcla de dinero y sentimientos primarios da lugar a situaciones sin sentido. C) se trata de una industria potentísima basada en empresas (los clubes) poco o nada profesionalizadas. D) está sometido a una presión mediática que, para colmo, crea adicción.
El fútbol posee un tremendo componente de irracionalidad que no se puede controlar: la pasión”.
Gabriel Masfurroll – vicepresidente Barcelona, España.

“En Europa siempre está el debate de si los extranjeros enriquecemos o empeoramos el juego. El tema de la Unión Europea ha permitido que los jugadores circulen libremente en los países dentro de la comunidad y que los sudamericanos que tienen pasaporte por algún antepasado también puedan circular sin ningún problema. Se dan casos particulares como el del Inter, que a veces forma sin italianos en el equipo titular. Es la deriva del mundo también, la globalización. Es imparable, uno mira los juegos Olímpicos y ve marroquíes con la camiseta de España, algo increíble”. Santiago Solari –jugador argentino

Razones por las que cree necesaria la seriedad, la férrea disciplina y establecer cierta distancia con los jugadores: “ Me parece que siempre tiene que haber una pequeña frontera entre el jugador y el técnico. Es como el hijo y el padre. Hay momentos que el hijo ya no puede acercarse tanto al padre. Yo eso lo entendí desde que era jugador, siempre. Creo que también es una prueba de inteligencia. Saber muy bien hasta dónde puede ir el jugador. Saber hasta dónde se puede acercar el técnico. Contar con jugadores inteligentes como Chilavert, Trotta… como muchos de los muchachos a los que dirigía, hace todo mucho más fácil. Yo tuve la suerte de que los jugadores de Vélez, comprendían muy bien lo que era mejor para ellos. Yo ponía las pautas y ponía los horarios pero fueron los jugadores los que cumplían todo eso. Ellos ya sabían muy bien, por madurez, lo que tenían que hacer y lo que me podía caer mal a mí”.
Carlos Bianchi – entrenador-.

Siempre fue Cruyff, partidario de contratos cortos. Él mismo nunca firmó por más de dos años o tres años, y quería lo mismo para los jugadores. Opinaba que se tenían que ganar la prórroga o mejora de su contrato. Así que, cuando el Barsa le garantizó a Messi un contrato por siete años –como antes lo había hecho con Ronaldinho ( suerte que nunca se firmó) - , Cruyff opinó que aquello era excesivo. Y explico por qué: “Por calidad, trayectoria y crecimiento, por rendimiento, tanto en lo individual como en lo colectivo, nada que objetar a la mejora de su sueldo. La ampliación de su contrato hasta 2016 ya es otra cosa. El jugador sea cuál sea, necesita de una motivación para seguir exigiéndose y creciendo. En el fútbol nunca puedes estar tan tranquilo del todo”. Johan Cruyff – ex entrenador

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