martes, 11 de agosto de 2015

ENTREVISTA AL ENTRENADOR CARLOS CORBERÁN.


ENTREVISTA/fútbolcomplejo.com
Carlos Corberán es sin duda uno de los referentes del panorama español en cuanto a una metodología cualitativa de entrenamiento se refiere. Su corta edad y su ya dilatada experiencia,  le posicionan como un profesional con una gran capacidad de éxito en un futuro no muy lejano. Comenzó a trabajar en primera división con tan sólo 26 años, lo hizo en el Villarreal a las órdenes de Juan Carlos Garrido, y ahora es el asistente de Rául Caneda en el equipo árabe del Al Ittihad.


Para comenzar nos gustaría agradecerte habernos concedido esta entrevista. Nos gustaría preguntarte, ¿quiénes han sido tus inspiradores para adentrarte en una visión tan diferente sobre la concepción del fútbol?
Todos somos fruto de la influencia más o menos consciente de aquellos con los que interaccionamos, pero siempre extraes más, porque te identificas más, de determinadas personas.
Recuerdo que en mis inicios como entrenador leí una entrevista a Paco Seirul-lo en la que se hablaba del entrenamiento en los deportes colectivos. En aquel momento sentí que había encontrado a un encargado de la preparación física con el que compartía el sentir sobre el proceso del entrenamiento. Se apoyaba en teorías científicas que desconocía por completo, pero cuya esencia buscaba de forma intuitiva en mis entrenamientos, las cuales me resultaron tremendamente atractivas para indagar y sustentar el proceso del entrenamiento en fútbol.

A partir de ahí empecé a buscar y en el camino di con Raúl Caneda y con Juan Manuel Lillo, sin duda las dos personas que más me han enriquecido a la hora de sentir/ver el fútbol. Su comprensión del jugador y del juego como fenómeno complejo y los conceptos futbolísticos que poseen, me aportaron mucho sobre la realidad en la que trabajo
Hoy en día tengo la enorme suerte de trabajar con uno de ellos, Raúl Caneda, y de empaparme de su capacidad para diagnosticar sobre el juego, sobre los futbolistas y sobre cómo gestionar entornos humanos. Ese es uno de los motivos que me llevó a Arabia Saudí, después de vivir una muy enriquecedora experiencia en Villarreal junto a Juan Carlos Garrido, al cual le estoy muy agradecido. 

 Carlos que te consideras, ¿preparador físico o entrenador adjunto?
Desde que empecé a trabajar en Villarreal me considero la persona que a través de las situaciones de entrenamiento intenta ayudar al entrenador en su proceso de mejorar la capacidad de respuesta del jugador/equipo en el juego.  Desde esta perspectiva no me considero un preparador de lo físico porque no lo entiendo como algo aislado del juego. Intento diseñar situaciones de entrenamiento que tengan la mejor transferencia posible hacia el juego, en base al diagnóstico de lo que creemos necesita el jugador/equipo en un determinado momento. Situaciones que favorecen determinados comportamientos al modificar los elementos que conforman lo lógica del juego (espacio, tiempo, relación compañeros-adversarios, porterías, reglamento). Para lograr esta tendencia hacia determinados comportamientos en las diversas situaciones que se dan en el juego, debemos generar un conocimiento colectivo que nos guie e identifique como equipo. Este conocimiento se basa en la lógica que el fútbol posee como deporte colectivo, y en las posibilidades de nuestros jugadores. A través del mensaje que damos en las situaciones de juego que planteamos en los entrenamientos, intentamos que el jugador sienta y entienda este conocimiento.  Si el jugador no ve el partido en las tareas que le vas planteando, lo que siente en los entrenamientos no tiene nada que ver con lo que siente en el partido, y por lo tanto está entrenando a entrenar, y no entrenando a jugar, que es para aquello que debemos entrenar.

¿Cuál crees que ha de ser la función actual de los preparadores físicos? ¿Deben ser expertos en táctica? ¿Han de controlar numerosos parámetros? ¿Se han de guiar por aspectos cualitativos o cuantitativos? ¿Es correcto atender a aspectos que te inspire la situación en cuestión?
La esencia del entrenamiento es el juego. El problema es que la inmensa mayoría de los preparadores físicos, e incluso los entrenadores, nos hemos construido sobre una perspectiva reduccionista, que disecciona, que rompe relaciones, que empobrece el juego y el jugador para poder entenderlo, y por ende, empobrece también el entrenamiento. Nuestros jugadores no son la suma de su condición física, de su técnica, de su táctica y de su psicología entendidas como partes separadas entre sí y separadas del juego. Si las entendemos como partes separadas, las trabajamos de forma aislada y ese es el error. Yo no consigo disociar la parte emocional, de la cognitiva, de la coordinativa, de la condicional, de la socio-afectiva o de la creativa de un jugador. Cuando el jugador interviene lo hace en interacción con todas sus estructuras. En una simple disputa de balón entre dos jugadores, interactúan  de forma conjunta todas las estructuras del ser humano.
Mientras tanto nosotros seguimos creyendo que si nos vamos al gimnasio, les sentamos en una máquina y luego hacemos que salte 3 vallas, o hacemos series de carrera intervalada, estamos mejoramos la relación de nuestro futbolista con el juego, como si hubiese alguna similitud o transferencia entre lo que se hace y lo que luego pasa en el partido de fútbol. Generamos realidades artificiales que nada tienen que ver con el fútbol, puesto que eliminamos el contexto en el que nace y cobra sentido una determinada acción, separamos capacidades inseparables que al actuar de forma global posibilitan dicha acción, y aún así, seguimos pensando que lo que estamos haciendo contribuye a la mejora del rendimiento de nuestro equipo de fútbol.

El verdadero rol del preparador físico es el de posibilitar condiciones de entrenamiento que mejoren las relaciones de nuestros jugadores con el juego. Y eso requiere de una sensibilidad por el juego y por el jugador, que hemos obviado o hemos ido relegando, fruto de la visión separatista y cuantitativa de la que hemos hablado.

Yo nunca he estado contento si mi equipo ha corrido mucho o poco en los partidos. Me he ido satisfecho cuando hemos jugado bien a fútbol. Cuando hemos mantenido el nivel de organización necesario durante todo el partido. Y es eso para lo que entrenamos, para que nuestro equipo mantenga un nivel de organización tal, que le sea posible ser eficaz y eficiente durante el desarrollo del juego. Y ese nivel de organización responde a conceptos cualitativos, a conceptos del juego que debemos conocer. Sin sensibilidad sobre lo que es el jugador por sí mismo, sobre lo que pasa en el campo durante un partido y sobre lo que es necesario según el momento anímico y socio-afectivo del grupo,  es imposible entrenar bien a fútbol. 

Si no atendemos a una metodología cuantitativa, y mirando más allá del rendimiento de los jugadores en la competición, ¿cómo podemos controlar las cargas en el entrenamiento?
El fútbol es un juego cualitativo, y como tal, el proceso de entrenamiento debe compartir su misma naturaleza cualitativa. Que un jugador de más pases en un partido que su compañero, que tenga más porcentaje de acierto o que corra más a más intensidad no significa que haya jugado mejor que otro con peores números. Todo depende de la adecuación de estas acciones a la realidad del juego, a lo que el partido va demandando en cada momento. Si el fútbol fuese cuantitativo, nuestros objetivos de entrenamiento deberían ser cuantificables, y por lo tanto tendríamos que cuantificarlos. Si entrenamos para que nuestros jugadores hagan 15 sprints de 30 metros a una intensidad sub-máxima, es relativamente sencillo saber si lo conseguimos. Si queremos que se entrene a un 60% de la frecuencia cardiaca máxima, solo tenemos que conocerla, sacar el porcentaje, y cuantificarla en el entrenamiento. 

Estos objetivos son medibles, cuantificables, mensurables. Ahora bien, la cosa cambia cuando queremos mejorar las relaciones del jugador en el juego, necesitando de objetivos cualitativos que no pueden ser cuantificados, puesto que dependen del contexto. Si el contexto es propicio se llevarán a cabo, pero si el contexto no lo requiere, hacer esa conducta será algo inapropiado. De ahí la premisa de que “más de algo no es mejor”. En el fútbol, lo importante es el hacer las cosas que corresponden en el momento que corresponde, y eso no se puede establecer de antemano para cuantificarlo después.
Yo no entreno para correr un determinado número de metros totales a determinada intensidad porque nada tiene que ver hacer un sprint de 20 metros a una velocidad sub-máxima, a la carrera con la que voy a cerrar la progresión a portería de un adversario valorando si la situación requiere que vaya directamente a acosarle porque las condiciones son óptimas para poder recuperar el balón, o no; valorando si el espacio que dejo es más peligroso que el que me dispongo a ocupar, si empeoro o no la situación en caso de fallar, si el resultado me obliga a arriesgar, etc.

No hay que entrenar a correr, si no entrenar a jugar bien, porque el jugar bien implica el correr bien, el cual depende de un contexto que influye en tu decisión y sobre el que tu decisión influye a la vez, puesto que la realidad se va modificando conforme tu vas interviniendo sobre ella. El juego es situacional, y el entrenamiento debe serlo también. Y el entrenamiento situacional no es controlable, ni por lo tanto, medible. Cuando empecemos a alejarnos de lo mensurable, empezaremos a acercarnos a la realidad nuestro deporte.

 Háblanos sobre las relaciones causa-efecto en el fútbol. El hecho de que numerosas dimensiones influyan en el juego, ¿hace que las típicas conclusiones direccionales a las que se acogen algunos entrenadores carezcan de sentido?
En el fútbol, como en la vida, todo depende de la lente con la que estemos educados/acostumbrados a observar. La visión reduccionista de la que te hablaba anteriormente, conlleva a establecer relaciones causa-efecto a la hora de explicar cualquier fenómeno que pasa en un partido de fútbol. De ahí que se haya ido generando cierto conocimiento que carece de validez para explicar fenómenos que pasan en el juego.
Es muy usual encontrar relaciones de causa-efecto con el encajar goles en los minutos finales de un partido, a la baja condición física de los jugadores. Es como que el gol en el minuto 90 es responsabilidad del preparador físico. Pero realmente, ¿qué es lo que ha pasado en el campo? ¿Cómo influyeron los cambios en la dinámica del partido? ¿Cómo reaccionó emocionalmente el equipo ante los sucesos que se van dando en el partido y que pueden ir frustrando la mentalidad colectiva de nuestros jugadores…? Etc, etc…
Otro de las conclusiones comunes que se suelen extraer es la de asociar el encajar goles con el mal trabajo defensivo del equipo. Pero, ¿dónde empieza la defensa en el fútbol? Puedes trabajar y trabajar conceptos de este momento durante la semana, y seguir encajando goles, debido a que tu equipo nunca mantiene una estructura cuando posee el balón, que le permita estar predispuesto de la mejor forma posible para afrontar el momento posterior a la pérdida de balón. Casualmente, el equipo que más ha llamado la atención últimamente por la imposibilidad que da al adversario de poder organizar algo en ataque, es el Barcelona de Guardiola. Este equipo te sometía y metía en tu área, obligándote a defender con muchos elementos y a desajustarte para la recuperación del balón. ¿Dónde empieza entonces la presión del Barcelona? Presionar en campo contrario tras pérdida es posible en aquellos equipos que pierden el balón como el Barcelona. Defensa y ataque son fenómenos demasiado recursivos como para separarse. 

¿Dónde empieza un suceso y hasta cuándo las consecuencias del mismo? La realidad esconde un funcionamiento mucho más complejo de lo que estamos acostumbrados/ posibilitados a observar.  Aún así seguimos buscando relaciones causa-efecto con el fin de sentir que controlamos una realidad que escapa de nuestra capacidad.
En el fútbol, hay cosas que pasan sin que podamos saber el porqué, y aún así intentamos justificarlas para disfrazarlas de virtudes cuando se gana, o de seguridades a las que aferrarnos cuando no ha sido así. De ahí que la causa-efecto siga vigente en una realidad que no responde a una lógica lineal. 

 ¿Período preparatorio un mito o algo primordial para la temporada? ¿se ha de trabajar de manera diferente que durante la competición?
Cada semana o cada entrenamiento debe ser primordial para cumplir con según que objetivos. Los entrenamientos de pretemporada van a ser tan importantes como los de cualquier semana del resto del año. Ahora bien, la no existencia de partidos de competición, y el hecho de venir de un periodo de inactividad específica, en la que el jugador lleva semanas sin jugar a fútbol, hacen que el entrenamiento en este periodo posea matices diferentes (que vienen reduciéndose a medida que avanzan los entrenamientos), a los del resto del año. También cabe considerar que suele ser la primera toma de contacto con una plantilla que incorpora nuevos jugadores que vienen de contextos de trabajo diferentes.

Por lo tanto, nosotros encontramos dos aspectos que debemos atender al iniciar la temporada: por un lado, facilitar la adaptación del jugador al entrenamiento de nuestro fútbol, y por otro, ir generando niveles estables de organización, en función de las posibilidades de nuestra plantilla.
Para cumplir con el primer objetivo, iniciamos la pretemporada con una semana de trabajo en la que incluimos sesiones de adaptación. Este tipo de sesiones contienen tareas que llevan consigo la ejecución de determinados gestos específicos simplificados en el juego, y/o patrones funcionales de movimiento que han sido aislados del juego. Hay una estimulación muscular mayor y un aumento del trabajo propioceptivo y estabilizador . Este tipo de sesiones complementan a aquellas en las que la organización del juego es el aspecto fundamental a desarrollar, y son necesarias por el hecho que el jugador viene de una inactividad específica que hace que no esté preparado o no sea capaz de asimilar una elevada carga de trabajo de organización de juego en régimen de buena calidad.

Pero son las sesiones de organización de juego, las que poseen la mayor importancia desde el inicio de la pretemporada. Cada día se trabaja para adquirir un conocimiento colectivo que nos haga resolver las situaciones que se dan a lo largo del partido a nuestro favor, siendo capaces de reconocer lo que buscamos en cada momento del juego. 

¿Cómo enfocas el entrenamiento coadyuvante? ¿Existen protocolos preventivos en tus sesiones de trabajo?
Entiendo que existen dos tipos de entrenamiento:   
Aquel en el que entrenamos para buscar rendimiento; y aquel en el que entrenamos para poder entrenar a buscar rendimiento. A éste último es el que denomino entrenamiento coadyuvante. Las creencias y sensibilidades de cada uno, otorgarán un mayor o menor porcentaje a cada uno de los dos grupos de entrenamiento. Para nosotros, el trabajo específico es en sí mismo preventivo para la práctica del fútbol, porque la neuro-motricidad que deriva de su desarrollo, genera una adaptación del organismo a este tipo de estímulos que hace que el jugador esté habituado y preparado para jugar a fútbol. 
Aún así, hay algunos jugadores que entendemos requieren entrenamiento coadyuvante, el cual se basa en las lesiones más típicas en el fútbol (las cuales son también contextuales, porque la genética y las costumbres afectan los mecanismos lesivos), en el historial lesivo del jugador, y en los resultados de los test funcionales que indican la existencia de ciertos factores de riesgo. Estos programas se realizan de forma individual en aquellos jugadores que lo requieren, minutos antes de empezar el trabajo de fútbol, y se llevan a cabo por el encargado de la prevención/ readaptación de lesiones de nuestro equipo.

Coméntanos como realizas la planificación de tus equipos, ¿crees en la planificación a largo, corto o medio plazo?
El entrenamiento del fútbol ha sufrido la enorme influencia del entrenamiento de otros deportes cuya lógica nada tiene que ver. A la hora de valorar cómo planificar, debemos considerar la naturaleza del deporte en el que vamos a trabajar a fin de generar una planificación que aborde todos los condicionantes de nuestra realidad, y que nos sirva de guía a la hora de orientar qué y cómo entrenar. Y esa planificación en el fútbol entiendo que solo puede ser semanal.
 Establecer un patrón semanal base, que tenga en cuenta qué día precisa el equipo descanso y a partir de cuándo se está en momento de adquirir nuevos conceptos de organización de juego. Es la competición anterior y la competición posterior, la que nos van a ir dictando en que régimen de continuidad/ complejidad podemos trabajar, con el objetivo de optimizar la organización de juego facilitando la recuperación global del partido anterior y la re-activación necesaria  para el posterior.
La planificación a medio o largo plazo no existe, porque trabajamos con realidades complejas dinámicas, en las que la linealidad es un estado inexistente. El estado de forma de un equipo en un determinado momento del año es sencillamente algo impredecible. ¿Cómo sé como van a estar mis jugadores en la cuarta semana de competición? ¿Cómo sé que grado de vinculación emocional se ha generado con el cuerpo técnico? ¿Cómo sé cual va a ser la satisfacción con el club? ¿Cómo sé la socio-afectividad en el grupo? ¿Cómo nos van a ir afectando los resultados? ¿Cómo sé los jugadores lesionados? ¿Cómo saber los conflictos internos que van a ir surgiendo? ¿Cómo se que grado de estabilidad tenemos en el juego?...
Con todas aquellas variables que influyen sobre el rendimiento, no podemos establecer de antemano “picos que forma” o momentos en los que el equipo vaya a estar mejor predispuesto a competir, porque sencillamente es algo imposible de predecir. Soy incapaz de saber qué vamos a ir diagnosticando, qué es lo el equipo va ir precisando, porque esa información solo te la puede dar el día a día, por lo que lo único que podemos hacer, es estar muy preparados/ sensibilizados para poder percibirla.

 ¿Cuál es el estilo de fútbol que más le gusta a Carlos Corberán?
Son los futbolistas los que determinan nuestro estilo de juego. Todos los entrenadores tienen un sentir determinado hacia el juego, pero no todos cuentan ni con los conceptos claros para aplicarlo, ni con los futbolistas que sean capaces de expresarlo. Es nuestro conocimiento sobre los fundamentos del juego y sobre las relaciones naturales de nuestros jugadores, aquello que hará que podamos implementar lo que ya son de forma natural.
 Personalmente, me he construido futbolísticamente en la escuela del Villarreal C.F, uno de los clubes que ha sido capaz de rodearse de entrenadores y jugadores como Riquelme, Pires, Ibagaza, Cazorla…que le han dado una seña de identidad basada en intentar dominar el juego a partir de tener el balón. Pero sin ninguna duda, el Barcelona de Guardiola, Xavi, Iniesta…es el que más me ha mostrado acerca de cómo someter los rivales sirviéndote del balón para restar la incertidumbre que rodea los partidos de fútbol, haciéndote sentir desde que empieza el partido, quien es el ganador. En ese equipo coexisten jugadores y propuesta como realidades inseparables, necesarias y complementarias.

En el fútbol todo el proceso empieza a partir de definir cómo somos capaces de dominar los partidos: si es con balón o no. Por eso es tan importante ser capaces de diagnosticar lo que somos y lo que podemos llegar a ser. Pero para diagnosticar es necesario observar, y para observar poseer sensibilidad. La sensibilidad es inteligencia aplicada a un contexto real. Hay equipos que dominan los partidos a partir de dominar los espacios sin balón y de explotar aquellas situaciones en las que recuperan el balón y encuentran espacios que aprovechar rápidamente (El Chelsea de Mourinho, el Valencia de Benítez…); y hay otros que lo hacen a partir de tomar la iniciativa del balón para ser capaces de ir generando espacios, a partir de ir moviendo a los defensores rivales, para una vez encontrados atacarlos.
La mejor tesitura en la que puede encontrarse un entrenador, es aquella que le permita rodearse de jugadores que son lo que el entrenador siente.

 ¿Con qué propuesta metodológica te identificas más?
Me identifico con aquella que tenga en cuenta el juego y el jugador a la hora de abordar qué es lo que se puede y debe entrenar.
Lo primero es entender que el fútbol es un juego colectivo, donde el entorno es abierto y continuamente cambiante, lo cual genera infinidad de situaciones de juego, que el jugador debe ir resolviendo en cooperación con sus compañeros y en oposición a un equipo adversario. Y esas situaciones de juego contienen una serie elementos, cuya interacción genera los diferentes momentos de juego. Esa es la naturaleza del fútbol, un deporte donde compañeros, adversarios, balón, portería, espacio y tiempo, generan infinidad de situaciones donde el equipo debe mostrarse eficaz y eficiente a la hora de ir resolviéndolas.
 Y lo segundo es el jugador, entendiéndolo como una realidad construida, con una tendencia propia hacia determinados comportamientos que debemos ir detectando, con unas posibilidades de interacción con todo lo que es el juego, que hacen que su rendimiento dependa del contexto con el que se va a relacionar. Jugadores complementarios que sienten lo mismo en diferentes zonas del campo, genera de forma natural un jugar armónico muy superior a cualquier propuesta artificial que se quiera implantar. En España tenemos la suerte de ver como este proceso pasa con nuestra selección nacional.

Por lo tanto, la propuesta metodológica debe tener en consideración estas dos realidades que son fútbol y futbolista, creando situaciones de entrenamiento, que respeten la naturalidad de ambas. La implementación parte de, generar situaciones de entrenamiento en las que al modificar los elementos del juego, el jugador/equipo sienta que hacer un determinado comportamiento colectivo, es lo más razonable para lo que ellos son, y lo que demanda el juego en ese momento. 
Son el futbolista y el fútbol, los que crean el método de entrenamiento.

 Nos gustaría que nos despidieses con una frase o reflexión que resuma a Carlos Corberan o con la que se muestre muy identificado.
Preocuparnos más por conocer métodos que por conocer la esencia del juego, nos hace ser especialistas del entrenamiento de un deporte, que desconocemos por completo.

 Agradecer a Carlos Corberán su disponibilidad permitiendo al equipo de Fútbol Complejo contactar con él desde Arabia, sin duda no dejará indiferente a nadie, ya que nos descubre un sentir diferente del fútbol. Estamos ante un contenido esclarecedor tremendamente enriquecedor. Nadie antes ha desvelado tanto, ni se ha sincerado tan extensamente en una entrevista como esta, deseamos que sirva de referencia para los profesionales que aboguen por esta concepción del fútbol.

Fútbol Complejo – Una forma diferente de entender el fútbol -
www.futbolcomplejo.com


miércoles, 5 de agosto de 2015

JAVIER LAVANDEIRA. entrenador español.


CONCEPTOS TÁCTICOS.
Fútbolofensivo.com.

La única forma de mejorar como entrenador consiste en formar y deformar, llenar y vaciar todas aquellas ideas q has de configurar.

Sin formación, no hay innovación, si solo miras aquello que tú haces, te quedas sin saber lo qoe los demás te pueden aportar.

Entender el juego como un todo y por ello saber que lo q pase con balón, condicionará lo que pase sin él y viceceversa.

Tu reputación e identidad como entrenador la construyes tú con tus hechos y te la dan los demás con sus apreciaciones.

La pretemporada debe servir para testar variantes, que la competición te va a exigir.

Todo entrenador obsesionado con aquello q hace tu equipo con balón y nos preocupamos poco x lo q hace sin él=Equilibrio en el trabajo.

En pretemporada es importante no olvidarse del descanso mental y físico para asimilar lo trabajado e incorporar lo q està x venir.

Construcción tàctica de tu equipo = anàlisis plantilla = adaptación del modelo = entrenar en base a ello, para competir como queremos.

Cuando propones una tarea, el futbolista no debe perder màs tiempo en descifrar las reglas que en ejecutar la esencia de la misma.

Esta etapa previa a la pretemporada tiene que servir para reflexionar sobre aquello q hice el año pasado y que este año no me vale.

Entrenar pensando en lo q quieres tú … no es lo mismo que entrenar pensando en lo que queremos todos.

Si en pretemporada las cargas de trabajo estàn relacionadas con el fútbol, ganas tiempo en adaptación tàctica y prevención de lesiones.

En pretemporada es importante resetear los principios fundamentales del juego, antes de dirigirnos a los específicos de nuestro modelo.

El Real Madrid empieza la pretemporada con juegos competitivo-lúdicos= entrenamiento emocional x encima de palizas físicas.

Antes de empezar lo q quieres trabajar, prueba con los futbolistas q quieres relacionar.

Entrenar para competir y sobre todo, competir según lo entrenado, te darà credibilidad y seguridad.

Defender bien para atacar mejor, como llevar lo que quieras entrenar a como quieras jugar.

Conocer los aspectos ofensivos y defensivos, no basta, hay que saber interrelacionarlos " Un todo conexionado”.

Importante hacerle entender al futbolista q su preocupación debe ser dominar su duelo espacial para que su equipo venza el duelo colectivo.

El futbolista vive tan obsesionado con la zona de influencia de balón, q se olvida q en la zona débil se prepara la opción más determinante.

Los entrenadores intentando controlarlo todo para q la riqueza técnico-tàctica individual te lo desvirtúe.

"La velocidad en fútbol siempre se relaciona con la capacidad de aceleración y porque no de deceleración?"   Lorenzo Buenaventura.

La pretemporada ha de servir màs para evaluar lo que tienes, q para imponer lo que piensas.

Planificar supone jerarquizar prioridades, antes de ponernos a hacer x hacer, sin preguntarnos para qué y por qué hacer?

Hay veces q los entrenadores dedicamos demasiado tiempo a cosas abstractas y superfluas, olvidàndonos de la verdadera esencia "el jugar".

Si el entrenador consigue trabajar para estructurar el juego, màs importante es conseguir q sus futbolistas sepan interpretarlo.

El buen entrenador es aquel q hace crecer a sus futbolistas en el ámbito colectivo, sin desvirtuar su crecimiento individual. 

martes, 4 de agosto de 2015

EL ANÁLISIS DEL RENDIMIENTO EN LOS DEPORTES DE EQUIPO. Carlos Lago Peñas.


ALGUNAS CONSIDERACIONES METODOLÓGICAS.  
Carlos Lago Peñas (Universidad de Vigo) clagop@uvigo.es.

 Resumen.
 El análisis del rendimiento es vital en deportes de equipo si los jugadores y los equipos quieren alcanzar el éxito. Para los entrenadores la información recogida en la competición supone no sólo el punto de partida para planificar el microciclo semanal de entrenamiento, sino también la fuente básica para organizar el plan anual de entrenamiento/competición.

El análisis del juego consiste en la recogida objetiva y el examen de los comportamientos sucedidos en la competición. Probablemente, el principal objetivo del análisis del juego cuando se evalúa el rendimiento del propio equipo es identificar fortalezas., que pueden ser desarrolladas en el entrenamiento, y debilidades que puedes ser mejoradas antes de la competición

Del mismo modo, el análisis del rendimiento del equipo rival puede ser utilizado para contrarrestar sus fortalezas y explotar sus debilidades.

El objetivo de este trabajo consiste en analizar los factores que deben ser estudiados por los investigadores para entender mejor el rendimiento en deportes de equipo. Palabras clave: deportes de equipo, rendimiento, entrenamiento.

PRESENTACIÓN. COMPLEJIDAD Y DIFICULTAD DE ESTUDIO DEL RENDIMIENTO EN LOS DEPORTES DE EQUIPO Al proponerme comunicar mis inquietudes y estudios me gustaría que quedase claro, al menos, aquello de lo que no se trata. No pretendo complicar lo que a ojos de muchos se presenta sencillo, tampoco quiero conceptualizar aséptica e inútilmente, y de ningún modo el objetivo es alejarse de la gozosa práctica de los deportes de equipo (DSEQ). Estas especialidades, debido a su gran complejidad, precisan de una construcción del conocimiento muy sacrificada, incluso en el "saber hacer" de los entrenadores.

Ciertas soluciones conceptuales muy aceptadas deberán someterse al duro yunque de la ciencia, facilitándose la operación del martillo (método) a través de altas temperaturas (multidisciplinariedad, validez ecológica,…). Hay que validar o excluir enfoques y constructos, disminuyendo, por un lado, la resignación a la infinitud o inaccesibilidad del fenómeno ("cada partido es un mundo"; "el baloncesto es así"; "fútbol es fútbol"…), y, por otro lado, reduciendo los grados de certeza que, a veces poco justificados, exige cotidianamente la toma de decisiones en la práctica del entrenamiento ("está todo inventado"; "no cambiaremos nuestro juego", …). Dichas certezas son buenas hipótesis de trabajo, pero si no se verifican no pueden aumentar el conocimiento de la especialidad sin caer en cierta ingenuidad (Martín Acero y Lago, 2005).

En las últimas décadas se están desarrollando grandes esfuerzos en la construcción del conocimiento en una Teoría de los Juegos Deportivos Colectivos. La práctica de cada deporte de rendimiento está mejorando cotidianamente, aunque no quede registrada, ni se eleven a hipótesis plausibles para estudios científicos aquellas intervenciones paradigmáticas que se reproducen por campos, gimnasios y pabellones. Los entrenadores de equipos de alto rendimiento poseen muchos más conocimientos, que cada realidad les permite aplicar, y esta ha de ser la motivación de la investigación hasta situar a los técnicos en condiciones de que los niveles de su "saber hacer" estén equiparados a los niveles de su "saber" sobre la realidad de su deporte.

Sin investigaciones científicas suficientes, multimetódicas y coordinadas que partan de las necesidades de la práctica no se avanzará en la elaboración de una Teoría de los Juegos Deportivos Colectivos y, simultáneamente, en la validación o negación de  las rutinas de entrenamiento que efectivamente son capaces de mejorar los niveles de rendimiento de los deportistas (Investigación-Acción) (Martín Acero y Vittori, 1997c).

El principio fundamental que se debe manejar en el estudio de los deportes de equipo es que los argumentos científicos no son opiniones. Aun cuando las conclusiones a las que llega un científico puedan coincidir a veces con las intuiciones de un observador ocasional, esto no significa que tengan la misma valía. Las opiniones no son correctas o incorrectas, las investigaciones científicas sí. La diferencia entre ambas no está en el objeto de estudio, el mismo en los dos casos, sino en el método. Lo que confiere a las ciencias del deporte, por ejemplo, el rango de ciencia es el uso de procedimientos de investigación contrastados y aceptados. Sin este contenido metodológico, se queda simplemente en deporte y se relega al ámbito de la opinión. Y a la comunidad científica no le interesan en absoluto nuestras opiniones. Como ya sabemos desde hace más de un siglo, “la unidad de todas las ciencias se basa únicamente en su método, no en su materia” (Pearson, 1892: 16).

Algunos entrenadores e investigadores en deportes de equipo rechazan la idea de que un conocimiento general sea necesario o útil (ni siquiera posible) como punto de partida para conocer un determinado acontecimiento deportivo. Lo que sostienen es que cada partido o episodio de juego que estudian son únicos y, en cierto sentido, tienen razón. Sólo hubo una final de la Liga de Campeones F.C. Barcelona-Arsenal, un Mundial de Fútbol Alemania 2006 o una Jornada 17 en el Campeonato Nacional de Liga en España. Pero aún van más lejos. La explicación, según su punto de vista, se limita a ese único acontecimiento o unidad: no a por qué ganan los equipos observados si no a por qué vencen ese día. Los entrenadores e investigadores de esta tradición creen que perderían su capacidad de explicar lo específico si intentaran ocuparse de lo general. Sin embargo, el término singularidad es engañoso. Considerado de forma global, cada aspecto de la realidad deportiva es infinitamente complejo y se relaciona de alguna manera con acontecimientos naturales anteriores. Por tanto, la singularidad de las cosas forma parte de la condición humana: no distingue entre las situaciones que son susceptibles de generalización científica y aquellas en las que no es posible generalizar.

Lo que realmente plantea la singularidad es el problema de la complejidad. La cuestión no es si los acontecimientos son de por sí únicos, si no el hecho de que sea posible o no extraer de un amasijo de acontecimientos las características principales de la realidad deportiva que queramos comprender. En resumen, siempre que sea posible, la investigación sobre el juego tiene que ser general y específica al mismo tiempo: debe informarnos sobre los tipos de acontecimientos y también sobre hechos específicos en lugares concretos.

Queremos aislarnos del tiempo sin perder el vínculo con él, y la insistencia en uno de esos objetivos puede variar de una investigación a otra, aunque es probable que ambos estén presentes. Puede que la mejor manera de entender un determinado acontecimiento sea utilizar también los métodos de la inferencia científica para estudiar pautas sistemáticas en acontecimientos paralelos similares. Los esfuerzos de muchos investigadores y entrenadores deberán posibilitar una tecnología de evaluación, prescripción e intervención mayor en cada deporte sociomotor de equipo.


En definitiva en los deportes de equipo se trata de comprender la complejidad para aumentar el rendimiento.



¿POR QUÉ? VERDADES Y MITOS SOBRE EL RENDIMIENTO EN EL FÚTBOL

CARLOS LAGO PEÑAS
Clasificación: DEPORTES DE EQUIPO
Materia: CIENCIAS APLICADAS AL DEPORTE
               FÚTBOL: PREPARACIÓN FÍSICA Y MEDICINA
Editorial: INDE
90 Páginas
Editado el 2013
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SINOPSIS
¿Corren menos los equipos que no tienen la posesión del balón? ¿Rotamos a los jugadores cuando se disputan dos partidos semanales? ¿Debemos ponernos en forma rápido en la pretemporada? ¿Se corre menos en la segunda parte de los partidos? ¿Cuál es la mejor estrategia de recuperación después de la competición? En este libro se descubre la verdad sobre diez tópicos del rendimiento en el fútbol muy aceptados por aficionados y entrenadores. El abanico de temas abarca un amplio rango de cuestiones que van desde la preparación física de los jugadores o las diferencias entre los equipos ganadores y perdedores hasta la conveniencia de cambiar de entrenador para invertir una mala racha de resultados.

En cada capítulo, aficionados, técnicos y directivos encontrarán la evidencia científica más reciente sobre el tema abordado y aplicaciones prácticas claras que les permitirán entender mejor el juego y justificar mejor su toma de decisiones en la preparación de los equipos.

Índice
Prólogo de Luis Casáis
Prólogo de Eduardo Domínguez
Presentación
1. ¿Corren menos los equipos que no tienen la pelota?
El perfil de rendimiento de los equipos que tienen
la posesión del balón y de los que no la tienen
2. ¿Y si cambiamos de entrenador? El impacto del cambio de entrenador en el resultado de los equipos
3. ¿Rotamos a los jugadores o no? La influencia de un calendario sobrecargado de partidos sobre el rendimiento físico, técnico y la frecuencia de lesiones
4. ¿Cómo diseñamos la pretemporada: nos ponemos
en forma rápido o no? La influencia de los resultados
iniciales en la clasificación final de los equipos
5. ¿Se corre menos en la segunda parte de los partidos? El efecto de las variables situacionales en la distancia recorrida por los futbolistas en la competición
6. ¿Se puede descender por la mala suerte? Rendimiento y azar en el resultado de los equipos
7. ¿Hay que poner un 1 en la quiniela? La ventaja de jugar en casa en el fútbol
8. ¿Qué sistema de juego nos va mejor? Consecuencias del sistema de juego empleado por los equipos en el rendimiento físico y técnico-táctico de los jugadores
9. ¿En qué se diferencian los equipos ganadores
de los perdedores? Perfiles de rendimiento
en el fútbol de alto nivel
10. ¿Estiramos o corremos? Estrategias de recuperación post-ejercicio en el fútbol
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


domingo, 2 de agosto de 2015

LA PATOLOGÍA DEL ÉXITO. por Borja Vilaseca


Vivimos en una sociedad que valora a los triunfadores. 
Sin embargo, ¿qué es serlo? 
¿Y qué es el fracaso?
 ¿Por qué hay personas que convierten su vida en una competición?

BORJA VILASECA 2 AGO 2015 -



ANNA PARINI
Cuenta una historia que un anciano empresario le regaló a su nieto el juego del Monopoly por su decimoctavo aniversario. Era verano y el joven disfrutaba de sus vacaciones antes de comenzar la carrera de Económicas. Era un chico ambicioso. Quería superar la fortuna acumulada por su abuelo. Por las tardes, los dos se sentaban junto al tablero y pasaban horas jugando. A pesar de la frustración de su nieto, el empresario seguía ganándole todas las partidas, pues conocía perfectamente las leyes que regían aquel juego.
Una mañana, el joven por fin comprendió que el Monopoly consistía en arruinar al contrincante y quedarse con todo. Y hacia el final del verano, ganó su primera partida. Tras quedarse con la última posesión de su mentor, se enorgulleció de ver al anciano derrotado. “Soy mejor que tú, abuelo. Ya no tienes nada que enseñarme”, farfulló, acunando en sus brazos el botín acumulado.
Sonriente, el empresario le contestó: “Te felicito, has ganado la partida. Pero ahora devuelve todo lo que tienes en tus manos a la caja. Todos esos billetes, casas y hoteles. Todas esas propiedades y todo ese dinero… Ahora todo lo que has ganado vuelve a la caja del Monopoly”. Al escuchar sus palabras, el joven perdió la compostura.
Y el abuelo, con un tono cariñoso, añadió: “Nada de esto fue realmente tuyo. Tan solo te emocionaste por un rato. Todas estas fichas estaban aquí mucho antes de que te sentaras a jugar, y seguirán ahí después de que te hayas ido. El juego de la vida es exactamente el mismo. Los jugadores vienen y se van. Interactúan en el mismo tablero en el que lo hacemos tú y yo. Pero recuerda: nada de lo que tienes y acumulas te pertenece. Tarde o temprano, todo lo que crees que es tuyo irá a parar nuevamente a la caja. Y te quedarás sin nada”.
El joven escuchaba cada vez con más atención. Y al captar su interés, el anciano empresario compartió con él una última lección: “Te voy a decir lo que me hubiera gustado que alguien me hubiera dicho cuando tenía tu edad. Piénsalo con detenimiento. ¿Qué pasará cuando consigas el ascenso profesional definitivo? ¿Cuándo hayas comprado todo lo que deseas? ¿Cuándo hayas subido la escalera del éxito hasta el peldaño más alto que puedas alcanzar? ¿Qué pasará cuando la excitación desaparezca? Y créeme, desaparecerá. ¿Entonces qué? ¿Cuántos pasos tienes que caminar por esta senda antes de que veas a dónde conduce? Nada de lo que tengas va a ser nunca suficiente. Así que hazte a ti mismo una sola pregunta: ¿qué es lo verdaderamente importante en la vida?”.

Muchas personas suben ciegamente peldaño 
a peldaño por la escalera que creen que les
conducirá al éxito. Y solo al llegar a la cima
se dan cuenta de que han colocado la escalera
en la pared equivocada”
Stephen Covey

Por más absurdo que nos pueda parecer al leerlo, hay personas que prefieren tener éxito a ser felices. Y eso que lo uno no es incompatible con lo otro. Sin embargo, entran en conflicto cuando la aspiración de lograr reconocimiento a toda costa se convierte en una patología; eso sí, socialmente aceptada.
Al mirar con lupa las motivaciones ocultas de quienes sueñan con recibir premios, salir en la foto y gozar del aplauso de multitudes, observamos una serie de rasgos en común. En primer lugar, comparten un profundo miedo al fracaso, un temor irracional de no “llegar a ser alguien”. Ese es el motor oscuro de muchas de sus decisiones y de casi todos sus actos. Esta es la razón por la que suelen ser adictos al trabajo o workaholics. En casos extremos, se sienten culpables si no están ocupados con quehaceres productivos, considerando el ocio y el descanso como una pérdida de tiempo.

Si bien suelen vivir desconectados de sí mismos, de sus emociones y sentimientos, están completamente enchufados al móvil y al ordenador portátil. En el nombre de la eficiencia y la profesionalidad, siempre están disponibles para sus jefes y clientes, relegando a la familia y los amigos a un segundo plano. Son ambiciosos y muy competitivos, y tienden a mantener relaciones basadas en el interés. Para ellos la vida es un concurso, una carrera, una competición. Sin embargo, se obsesionan tanto con ganar y llegar a la meta que a menudo se muestran incapaces de disfrutar del camino.

De forma inconsciente, desarrollan una máscara deslumbrante, forjada por medio de prestigiosos títulos académicos y pomposos cargos profesionales. Gozar de una buena imagen es otra de sus prioridades. De ahí que suelan ser víctimas de la vanidad: si los demás no les reconocen los logros y méritos cosechados, ellos mismos se encargan de que todo el mundo se entere.

Podríamos decir que su flor preferida es el narciso. Y que entre sus animales favoritos se encuentra el pavo real. Debido a su carácter exhibicionista, saben cautivar la atención de los demás, desplegando un encanto personal bien calculado; son expertos en crear una magnífica impresión de sí mismos. A su vez, se les puede identificar con el camaleón, pues también son maestros en el arte de adaptarse a sus interlocutores, mostrando aspectos de su personalidad que les garanticen una buena reputación social.

Para redefinir el éxito



ANNA PARINI
LIBRO
Del tener al ser
Erich Fromm (Paidós)
Un ensayo más de actualidad que nunca en el que el autor cuestiona el triunfo de la vanidad y de la banalidad contemporánea, abogando por recuperar los valores esenciales que le dan sentido a nuestra existencia.

PELÍCULA
Hook
Steven Spielberg
Robin Williams interpreta a un estresado hombre de negocios que ha perdido por completo su verdadera identidad. Un viaje a su infancia le hará recordar quién ha sido y quién puede volver a ser.

Creen que si no brillan, sobresalen o destacan, serán invisibles a los ojos de la gente y, en consecuencia, indignos de reconocimiento. Muchos de estos adictos al éxito logran finalmente llegar a la cima. Pero algunos se encuentran con una sensación de vacío insoportable. De pronto tienen lo que siempre habían deseado. Paradójicamente, sienten que dichas recompensas carecen de sentido. Una vez conquistado el mundo se dan cuenta de que por el camino se han perdido a sí mismos.

Detrás de esta compulsión por el éxito se esconde una dolorosa herida: la de no sentirse valioso por el ser humano que es, poniendo de manifiesto su falta de autoestima. Así, en vez de obsesionarse por el reconocimiento ajeno, es fundamental que aprendan a re-conocerse a sí mismos. Es decir, saber quiénes son verdaderamente, yendo más allá de la máscara que han ido creando para seducir a la audiencia que los rodea.

Para lograrlo, han de redefinir sus prioridades, sus aspiraciones, así como su concepto de éxito, atreviéndose a tomar decisiones movidas por valores que de verdad les importen. Es entonces cuando muchos toman consciencia de que ser feliz vale más que tener éxito. Y en la medida que empiezan a ser fieles a sí mismos, a los dictados de su corazón, a menudo emprenden una senda profesional mucho más vocacional, orientando su existencia al bien común y no tanto a su propio interés. Lo curioso es que tarde o temprano llega un día en que el éxito aparece como resultado.

Sabios de todos los tiempos nos recuerdan una y otra vez algo que tendemos a olvidar: “El mayor triunfo es ser uno mismo”. En caso de no saber por dónde empezar, podemos seguir las indicaciones de Antoine de Saint-Exupéry: “Procura que el niño que fuiste no se avergüence nunca del adulto que eres”. Para ello, no nos queda más remedio que escuchar con atención a nuestro corazón. Él sabe perfectamente quiénes somos y cuál es nuestro propósito en esta vida. Nuestro corazón lo sabe todo acerca de nosotros. El quid de la cuestión es si somos lo suficientemente valientes para escucharlo.

elpaissemanal@elpais.es


sábado, 1 de agosto de 2015

ENTREVISTA A RAYMOND VERHEIJEN preparador físico.


Sobre porque Chelsea está mejor preparado que Manchester United o Arsenal.
Autor: Richard Laverty.
Palabras de Jamie Thomas.

“En los ultimos años, Raymond Verheijen se ha convertido en uno de los voceros y de los más mencionados Preparadores Físicos en el mundo futbolístico. Verheijen ha trabajado con los mejores Clubes mundiales y entrenadores y  no ha esquivado ciertos temas controversiales relativos a equipos de la Premire League. Habló con mucha profundidad sobre la importancia de la pre-temporada”.

Parece un lugar bastante obvio para comenzar, pero cuan importante es para los clubes de arriba y abajo en la tabla de posiciones para acertar en la pre-temporada?
Lo que es importante para un cuerpo técnico en la pre-temporada es determinar  que es lo más importante o que se debe priorizar. El objetivo más importante en la pre-temporada es el de aprovechar  tu tiempo de modo que tus jugadores puedan expandir un conocimiento y entendimiento entre ellos, aprender a comunicarse verbalmente y no verbalmente. Ese es el objetivo prioritario en la pretemporada.

Para lograr esto necesitamos a todos nuestros futbolistas disponibles en el terreno de juego, lo que no necesitas son las lesiones que son el mayor impedimento  para desarrollar un equipo, eso es lo último que quieres. Desafortunadamente lo que se ve, es a muchos entrenadores sobre-entrenando jugadores con doble o triple sesiones diarias y como resultado los futbolistas desarrollan fatiga durante las sesiones que no les permite recuperarse ya que la siguiente sesión comienza mientras el futbolista está empezando a recuperarse. Si sigues haciendo esto  día tras día, semana tras semana en la pre-temporada, acumulas fatiga y como resultado el sistema nervioso se hace más lento y las lesiones aparecen debido a los movimientos explosivos que deben hacer en los siguientes entrenamientos.

Así es que lo único que debemos evitar en la pre-temporada es la acumulación de fatiga y haciendo esto se evitará el riesgo de lesiones significativamente, y cuando reduces lesiones entrenas y juegas con tus 11 más fuerte tan frecuentemente como puedes, y a consecuencia de todo esto tendrás el desarrollo máximo de comunicación y de juego colectivo de tu equipo.

Vd ha trabajado en algunos de los clubes más importantes así como selecciones del mundo futbolístico, ve mucha variedad en los métodos de pre-temporada y que diría personalmente que es lo mejor para sus jugadores durante la pre-temporada?
Lo que es más importante acerca de la pre-temporada de un equipo de fútbol  es que no debemos actuar basándonos sobre opiniones, este es uno de los problemas más importantes en el fútbol actual, que los entrenadores entrenan a sus jugadores basándose en la subjetividad, apoyándose en opiniones y experiencias.

 Los futbolistas merecen mejor, no merecen entrenadores que entrenan de determinada manera porque sea su opinión o idea, necesitan entrenadores que entrenan de una manera porque es un hecho. Cuando tu te subes a un avión quieres que el piloto siga los protocolos que no vuele ese avión de otra forma porque el piensa que debe hacerlo, de igual manera un cirujano, quieres que operen de forma precisa no basándose en aspectos de opinión o subjetivos. La pre-temporada no es diferente, los jugadores deben esperar eso de un entrenador – el fútbol no es una cuestión de vida o muerte por supuesto – pero los jugadores deberían esperar que  sus entrenadores que se basen en hechos, los hechos son las características del fútbol.  Lo que he dicho no es mi opinión, son hechos, y lo que necesitamos en el fútbol es que los entrenadores se eduquen basados en hechos comprobables así no tenemos todas estas áreas grises donde los entrenadores puedan hacer cualquier cosa.

Ha sido muy crítico en el pasado, particularmente de equipos de la Premier League, acerca de sus métodos de pre-temporada; West Bromwich ha sido criticado de parte suya recientemente, cree que es un aspecto que la mayoría de equipos sobre-entrenan a sus jugadores? Agrega esto al argumento que debe haber vacaciones de invierno en la Premier League?
Lo único que hay que hacer es analizar los hechos.
Primero: Cuando los entrenadores les indican a hacer ejercicios de velocidad cíclica (carrera continua)  a sus futbolistas les están destruyendo las fibras musculares explosivas, los están haciendo más lentos a esos futbolistas.
Segundo: Si los futbolistas hacen carreras cuesta arriba como lo hacían los jugadores de West Brom lo deberán hacer a un ritmo lento y en consecuencia  les estás enseñando a esprintar a un ritmo lento o frecuencia lenta, haciendo que el sistema nervioso envíe señales a los músculos más lentos por la frecuencia de zancadas en las carreras cuesta arriba.
El tercer aspecto es que el fútbol es un deporte intermitente, entras en  acción, quedas sin aliento, recuperas, antes de la siguiente acción tienes que recuperar el aliento nuevamente para entrar  en acción. En consecuencia la preparación física en el fútbol debe estar enfocada a la recuperación muy rápida entre diferentes acciones y la carrera cuesta arriba no te permite, no estas entrenando tu cuerpo para esas cosas si haces carrera cuesta arriba.

Otro error es que cuando quieres ir a un nivel más alto de juego de fútbol, la característica más relevante  de un juego de mayor nivel es que hay menor tiempo y menor espacio y en consecuencia los jugadores deben emitir acciones en un menor tiempo y espacio. En consecuencia, el fútbol es un deporte de alta intensidad, un deporte de acciones veloces altas y no un deporte de resistencia. Con un deporte como el fútbol de acciones veloces altas, no entrenas la cantidad, entrenas la calidad. No entrenas más, entrenas mejor, y eso nos lleva a otro error que entrenadores Británicos cometen que es que los jugadores acumulan fatiga en estas dobles y triples sesiones y no se han recuperado al siguiente día cuando nuevamente estas entrenando de vuelta, así es que indirectamente lo que están haciendo es condicionando a sus jugadores a que jueguen un fútbol lento. Este es un argumento que tiene que ver con la educación de los entrenadores, ya que  la educación de los entrenadores Británicos es muy pobre, no comprenden la preparación física del deporte y contratan a fisiólogos o preparadores físicos  de Universidades que nada tienen que ver con el fútbol y no lo comprenden. Estas personas tienen que trabajar juntos y obviamente de esto surgen estas metodologías ridículas que nada tienen que ver con el entrenamiento de un futbolista o de equipos de fútbol.

Fue Vd muy crítico de Arsenal y Manchester United cerca de las navidades, que percibía que esos clubes estaban haciendo equivocado?
Bueno, si Vd ve las estadísticas de lesiones de las últimas 10 temporadas en la Premier League, juntos con el Newcastle, Manchester y Arsenal tienen por lejos el record más alto en la Premier  así es que obviamente algo mal están haciendo.  Si quiere saber con detalle que es lo que se está haciendo mal tiene que estar ahí personalmente mirando las sesiones. Si quieres identificar si algo sucede mal pese a no estar ahí físicamente, solo con mirar esa estadística de lesiones,  te permite observar un panorama bastante claro. Objetivamente puedes concluir que estos dos equipos están haciendo algo fundamentalmente mal.

Arsenal trajo a Shad Forsythe y las cosas parecen haber mejorado, pero Chelsea prácticamente no tuvo lesiones a través de toda la temporada y fue importante.  Que están haciendo diferente? Su buen amigo Damian Roden ha hecho un buen trabajo en Stoke también no?
José Mourinho tiene un conocimiento muy profundo de la periodización, con el asesoramiento de Rui Faría, así es que la razón más importante-  los entrenadores tienen un conocimiento profundo lo cual es un contraste fuerte a otros entrenadores. Segundo, tienen un enfoque específico del fútbol así es ven a la preparación física como una parte integral del fútbol y del entrenamiento. Mourinho no hace entrenamientos descontextualizados, es todo parte de entrenar y jugar al fútbol, así es que estas dos razones son las más importantes a la hora de ver porque el Chelsea no tiene problemas en este sentido. Pueden jugar y entrenar los mismos 11 casi todos los días y como resultado el equipo puede desarrollar buena comunicación y entendimiento, que empujan tus posibilidades de ganar trofeos y títulos.  Damian Roden es otra persona que tiene un profundo conocimiento del entrenamiento asesorando a los entrenadores en la planificación de los entrenamientos de Stoke City que esto explica la razón de  tan pocas lesiones. Lo ideal es que el cuerpo técnico tenga  un conocimiento profundo de la periodización, ya que Damian es el director del departamento de Ciencia deportiva en el club y mientras le escuchen y le permitan cumplir su función no habrán mayores problemas en este aspecto, cosa que si ocurre lo contrario seguramente aparecerán los problemas en este tema ya que ellos no tienen el mismo conocimiento acerca de la periodización de un equipo de fútbol.

De cara a la nueva pre-temporada este verano, que le diría  a futbolistas como Harry Kane o Alexis Sanchez si estuviera en esos Clubes, particularmente ya que algunos futbolistas han estado participando en competencias como la Copa America o Europeo Sub 21?
Lo primero que se debe hacer es darle tres semanas de vacaciones después de cada torneo, en consecuencia empezarán más tarde pero es un aspecto que se debe aceptar. Algunos entrenadores no comprenden esto y les obligan a  entrenar una o dos semanas después de esas competencias, y esos futbolistas al estar fatigados carecerán de frescura y explosión debido a la fatiga, estarán en forma porque recién jugaron un torneo pero estarán cansados ya que no han podido descansar correctamente.  Para estos futbolistas el objetivo principal es ganar nuevamente frescura sin perder estado de forma. No necesitan preparación física porque recién jugaron un torneo pero lamentablemente algunos técnicos les hacen entrenar con el resto del grupo que no han jugado en las vacaciones y lo único que logran es hacer más cansados a los que no las tuvieron.

Mientras más cansados están, mayor es el riesgo de lesiones y como resultado se lesionarán en Setiembre u Octubre que hace que los entrenadores le terminen echando la culpa a los torneos de verano sin responsabilizarse ellos mismos.
No se si Angel Di Maria es un ejemplo de esto porque tuvo tres semanas de vacaciones pero creo que el problema radica en que los futbolistas no se han podido adaptar gradualmente  a los métodos de Louis Van Gaal lo cual son muy exigentes. Louis Van Gaal demanda mucho más en los entrenamientos que otros, lo cual es su punto fuerte mientras los jugadores tengan tiempo para acostumbrarse pero si no lo tuvieron- los futbolistas han sido  empujados a un abismo.

Piensa que los clubes tienen problemas a la hora de rehabilitar futbolistas después del mundial  y Por qué? Han mejorado los clubes este aspecto en los ultimos 10-15 años?
Obviamente hay excepciones pero en general pienso que hay mucho lugar para la mejora y la razón principal es que los entrenadores no saben lo suficiente acerca de periodización por el pobre nivel de educación de los mismos y como resultado la recuperación de los futbolistas  y la  planificación de los entrenamientos es hecha por científicos que no tienen una idea y comprensión  profunda del fútbol. El problema es que en la Premier, el fútbol y el entrenamiento ha sido secuestrado  por la medicina científica- clubes que gastan millones en esto y piensan que son muy profesionales pero en realidad el proceso es muy amateur porque la mayoría de científicos deportivos no tienen un profundo entendimiento del fútbol y como resultado hacen entrenamientos con futbolistas que no es específico.

Es la edad  un factor importante con respecto a las lesiones mientras que muchos entrenadores dicen que lo es, o piensa que ellos necesitan un entrenamiento más específico que no están recibiendo? Vd en particular ha ayudado a futbolistas treinta-añeros lograr su mejor forma deportiva como Craig Bellamy, Franc Ribery o Arjen Robben- Cual es el secreto?
Lo que es más importante es que mientras más envejecen, más necesitan periodización individual. Primero como entrenador debe desarrollar una periodización del equipo pero además debe haber otra individual  para que algunos futbolistas puedan seguirla, algunos de ellos que sean futbolistas mayores. Lo que se debe hacer con futbolistas mayores es reducir el volumen, pero no la intensidad. Los futbolistas deben entrenar a intensidades altas pero el volumen de la sesión debe ser menor así como la frecuencia de las mismas.

Pregunta Final; Quien diría, sea un club, o jugador o selección nacional, está a la cabeza hoy en día en términos de preparación física? Quien se prepara mejor, o cual club trabaja mejor en este aspecto- quien lleva la vanguardia en este aspecto en su opinión?
Como dije anteriormente, Chelsea y José Mourinho son el punto máximo hoy en día en términos de periodización de fútbol. Esto no significa que sean perfectos porque como se vio esta temporada, Diego Costa tuvo problemas con una lesión de cuadriceps todo el año. Esto prueba que nadie es perfecto,  pero si todo el mundo aplicara los mismos principios metodológicos que  hace Mourinho y el Chelsea, el porcentaje de lesiones caería dramáticamente.

"La condición física no es algo que se necesita para jugar al fútbol, es algo que se consigue jugando al fútbol". 

Raymond Verheijen.
Traducción al español: Oscar Méndez Albano.


CUANDO EL CUÁNTO SE COMIÓ AL CÓMO.


por ALEX COUTO LAGO el 27 julio, 2015
magazineperarnau.com.

¿El tamaño importa? ¿Cuanto más grande la tengo, mejor la sé usar? ¿Existe una correlación entre la cantidad y la calidad, entre la cuantía de lo que tenemos y el uso que le damos? ¿Cuanto más dinero, mayor felicidad o mejor calidad de vida?

Si a la segunda pregunta que inicia este texto la referenciamos con conceptos como resistencia, velocidad, cultura, solidaridad, armonía, inteligencia, cariño, sensibilidad, etc. veremos que no existe una relación directamente proporcional entre la cantidad y su uso. La universidad ha permitido emplear el método científico para analizar y estudiar las diferentes disciplinas del saber y, a través del método elegido, ampliar e introducirnos en mundos cada vez más complejos y apasionantes que nos llevan hacia un único camino: mejorar nuestra calidad de vida.

El método científico debe basarse principalmente en dos parámetros: la empírica, es decir, la experiencia y la percepción de lo que existe; y la medición, es decir, comparar un patrón con el objeto de estudio, sujeto a determinadas pruebas de razonamiento. En pocas palabras, mantener una lógica. No vamos a ahondar en el complejo mundo del empirismo, el método, Descartes o pragmatismos oportunistas. Simplemente vamos a tratar de razonar por qué desde la cuantificación de datos llegamos a la cualificación de relaciones.
Científicamente medimos conceptos médicos como la presión arterial, el nivel de colesterol o la cantidad de glóbulos rojos con el objetivo final de conocer nuestro cuerpo para poder disfrutar de una calidad de vida adecuada. Los datos nos permiten tomar decisiones que nos facilitarán un estilo de vida que nos permita disfrutar en las mejores condiciones: qué comer, cuánto dormir, cómo afrontar ciertos problemas, por qué debo reaccionar ante ciertos estímulos y hacia otros no, etc.

Económicamente determinamos nuestro margen de beneficio para establecer el nivel de calidad de vida al que podemos acceder con el remanente que nos queda después de destinar lo necesario a la supervivencia de nuestra empresa, es decir, reinvertir para garantizar una mejora o mantenimiento de la calidad de nuestro producto o servicio y, además, destinar las reservas necesarias para garantizar la supervivencia de la empresa, la que incide directamente en la potencial calidad de vida de nuestros familiares y de los trabajadores que la conforman, así como de sus familias.

En el campo de la formación y la educación cuantificamos el conocimiento para cualificarnos como profesionales. Hacemos exámenes, definimos las pautas que determinan nuestra aptitud para determinar finalmente si tenemos los recursos y los conocimientos adecuados para ejercer en términos de calidad una profesión; ser abogado, médico, cocinero, músico, etc.

Por lo que podemos inferir, sin temor a equivocarnos, que cuantificamos para cualificar, sea cual sea el ámbito de la vida que elijamos tratar.

Y ahora entramos en el debate que nos ocupa, ¿y en el fútbol? ¿Y en los deportes colectivos?
Vemos en esta recién iniciada pretemporada, tanto en un lado del charco como en el otro, que la planificación de tareas, la definición de objetivos y el inicio del protocolo habitual de entrenamientos abre una polémica muy interesante. Mientras unos siguen trabajando desde lo tradicional, a pesar de que esta tradición pueda ser cuestionada, otros deciden romper y abrirse a nuevos caminos más sostenibles en términos de argumentación. Decía muy acertadamente en Twitter Imanol Ibarrondo: “Lo que está mal, está mal aunque todos lo hagan. Y lo que está bien, está bien aunque no lo haga nadie”. Creo que una afirmación tan sencilla engloba un matiz tremendamente significativo dentro del entorno de los deportes colectivos.
¿Es tan difícil argumentar desde el conocimiento que ciertas prácticas han quedado obsoletas y no deben perpetuarse? ¿Es tan complicado dejar de activar ciertos mecanismos innecesarios que lo único que hacen es ralentizar la preparación contextual de un deportista y de un equipo dentro de la estructura global de sus exigencias?

Parece ser que sí, porque el resultado final marca el camino que uno haya elegido, y si quien contrata entiende que la ortodoxia debe mantenerse porque históricamente, supuestamente, dio resultado, como es el que paga se cree con derecho a elegir el método y la forma. De la misma manera ocurre con quien juzga parte del análisis de lo que puede comprender y no de lo que realmente es necesario ser comprendido, por lo que su aporte en términos de ejercicio de una crítica u opinión tiene una trascendencia que habitualmente puede incidir en la manera de pensar de quienes pagan, que son los que han adquirido, a base de un criterio monetario, el derecho a definir lo que es o no es pertinente. Por eso en los deportes colectivos, y en especial en el fútbol, esta variable se sigue considerando como relevante, porque comer comemos todos y no nos gusta que nos toquen el plato.

Pero la historia está llena de contundentes episodios que nos deberían hacer pensar en evolucionar desde una corriente más abierta y compleja que el simple poder otorgado desde la decisión privilegiada o el inciso constante que genera opinión, aunque esta se base en el error. Desde luego, Galileo, Copérnico o Arquímedes podrían decir mucho al respecto; el Santo Oficio o la ignorancia y la incontinencia de un simple soldado romano dieron al traste con evidencias que han convertido nuestra sociedad actual en algo más que oscuridad y silencio.

Hoy día estamos viviendo una revolución silenciosa en el mundo de los deportes colectivos gracias a la aparición de ciertos programas, inventos y herramientas que abren un nuevo abanico de posibilidades a la manera de entender el entrenamiento, de competir a través de la cooperación y la evolución de objetivos dentro de la gestión de grupos con intereses comunes. La universidad ha dotado al mundo del deporte profesional de inmensos conocedores del cuerpo humano, de las herramientas utilizables para gestionar la mejora de los procesos de entrenamiento y de la mejor forma de ensalzar las relaciones humanas para incrementar las sinergias derivadas de la cooperación y la complicidad competitiva.

Pero, como decía el maestro Menotti y hace poco me recordó muy acertadamente mi compañero y amigo Raúl Caneda, las mentiras del fútbol siguen acechando. El juego es futbolistas, cooperación, imaginación, talento y dinámica. El jugador se coordina individualmente, colectivamente y emotivamente para participar en un juego en el que un elemento extraño es el vínculo de unión: la pelota marca la relación y las consecuencias de las mismas.

Se han incorporado al fútbol mil técnicas y mil tecnicismos que convierten al juego en una disciplina en sí misma. Curiosamente una disciplina que no está regulada bajo ningún método científico específico ni bajo el amparo de ninguna universidad en la que instrumentar un proceso de enseñanza/aprendizaje acorde a la evolución compleja del mismo. Podríamos hablar del método sistémico como el que más se podría acercar a la realidad de los deportes colectivos y en particular al fútbol (está dirigido a modelar el objeto mediante la determinación de sus componentes, así como las relaciones entre ellos. Esas relaciones determinan por un lado la estructura del objeto y por otro su dinámica), pero podríamos incorporar muchos de los elementos fundamentales que determinan el método científico, como el que se establece en el modelo simplificado que a continuación consideramos:



Vemos que la clave en todo proceso de uso de herramientas nuevas nos lleva otra vez al objetivo inicial. Disponemos de datos cada vez más categóricos para mejorar la calidad del entrenamiento, mejorar la calidad del jugador, de sus interacciones, mejorar la cohesión del grupo y, en definitiva, mejorar el juego y la dinámica de juego para incrementar las probabilidades de victoria. Básicamente, empleamos todas esas herramientas para mejorar el espectáculo que a la vez tenderá a mejorar nuestra calidad de vida.
Vemos, a fuerza ya de hacerme pesado, que medimos, analizamos, cuantificamos, abrimos nuevas expectativas científicas dentro de un deporte colectivo como es el fútbol, para eliminar la probabilidad de errar e incrementar la probabilidad de acertar. Ambos aspectos, acierto y error, están directamente vinculados a la calidad del producto final que presentaremos a escena en cada partido que salgamos a competir.

¿Es posible que podamos dimensionar en su justa medida el impacto de todas las herramientas que se están usando en el fútbol para entender que su uso es única y exclusivamente para mejorar el juego y las relaciones entre sus partícipes?

No llego a imaginarme a un grupo de periodistas con la posibilidad de usar toda la tecnología empleada para hacer un cateterismo analizando una operación de ese calado a través de los datos que se exponen en los diferentes dispositivos tecnológicos utilizados en la operación. No creo que ninguno se atreva a aseverar nada por el simple dato sin considerar la destreza del cirujano, la capacidad para adaptar dichos datos a las particularidades de la operación y contextualizarlas con la realidad del paciente, dueño de una cardiopatía objeto de cura.

Tampoco tengo claro que el director de un hospital pueda incidir en los protocolos de ningún departamento de cardiología, invitando, so pena de despido improcedente en medio de la temporada, a que usen las técnicas de operación a corazón abierto porque es lo habitual y generalmente aceptado.
En fútbol debemos tender a lo mismo. Los cuantificadores no son los cirujanos que tienen entre manos la gestión o la incidencia en el sistema complejo llamado equipo; son parte del equipo técnico, su trabajo es tremendamente importante, pero no determinante para el logro final. En el fútbol son los jugadores en sus interrelaciones quienes hacen buenos los cálculos, las mediciones y ponen en cuestión la dictadura de la cientificación indiscriminada; es el entrenador, en consenso con su equipo de trabajo, quien decide la acción o la pauta a seguir en función de los datos suministrados por las herramientas utilizadas y las particularidades de los jugadores en cada momento, sus emociones, sus miedos, sus sensaciones, su euforia, su necesidad de ser, sus expectativas y tantas circunstancias que igualmente inciden en el todo llamado equipo.

La división internacional del trabajo nos enseñó a lo largo del siglo XX que la distribución de tareas y la coordinación de las mismas hacían posible la consecución de metas cada vez más ambiciosas. En el fútbol aún estamos, al igual que en las matemáticas, peleando contra molinos de viento. Decía el matemático ruso Edward Frenkel, en su libro Amor y Matemáticas, que la mayoría de las matemáticas que se estudian en la escuela ocurrieron hace más de mil años; si esto se llevara a la física no sabríamos nada del sistema solar, del átomo o del ADN. ¡Imagínense!

La distribución de tareas dentro de un club es clara. La dirección y gestión de recursos, la administración de los mismos y el liderazgo corporativo van encaminados a la supervivencia de la entidad deportiva que engloba al equipo. El equipo técnico será el encargado de dirigir y desarrollar de la mejor de las maneras los procesos básicos que definan la planificación, organización, dirección y control de los parámetros y variables vinculados al juego. El jugador, base fundamental sobre la que se asienta cualquier equipo, está destinado a poner su talento y sus inteligencias al servicio de una causa mayor, junto al resto de sus compañeros. El personal de apoyo, cada vez más importante, se responsabilizará de disponer de todo en las mejores condiciones posibles de uso y disfrute. Cada uno en lo suyo. Así, el director de hospital no le dirá al cardiólogo cómo hacer una operación ni el enfermero podrá elevar su status para definir lo que es mejor o peor para la gestión de un complejo tan difícil como es el hospitalario.

En fútbol estamos en el camino de definirnos. Debemos empezar por desterrar las mentiras, por dejar de lado los tópicos y por poner a cada uno en su lugar, el que realmente se merece dentro de la organización, todos con el mismo objetivo: mejorar la calidad de vida de nuestros aficionados a través de la oferta del mejor producto posible, en este caso la mejor implementación del juego del fútbol, a sabiendas de que se compite y que, si nos ganan, será por nuestros errores y por los aciertos del rival, lo que nos dará la retroalimentación necesaria para mejorar la próxima vez y así, hasta el infinito y más allá.

* Álex Couto Lago es entrenador nacional de fútbol y Máster Profesional en Fútbol. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Santiago de Compostela. Autor del libro “Las grandes escuelas de fútbol moderno” (Ed. Fútbol del Libro).


PARA VOLVER A REINAR EN INGLATERRA. por Christián Sánchez.


MANCHESTER CITY.
DELPH STERLING NASRI SILVA DENAYER...

por CHRISTIAN SANCHEZ el 31 julio, 2015
magazineperarnau.com

El éxito ha sido siempre una acción buscada por el ser humano. Existen muchos tipos de éxitos según las vertientes: en el amor, en el dinero, en los negocios… Todo el mundo puede tener acceso al éxito, ya que los sueños siempre están presentes en la vida. Pero hay quien posee medios para llegar más fácilmente al éxito. ¿Se puede comprar? No se sabe. Lo que sí es cierto es que el dinero allana el terreno para llegar a él, pero nunca se podrá comprar todo lo que la palabra indica, ya que el esfuerzo y el sacrificio están a un nivel similar o superior en cuanto a su necesidad para llegar al éxito.

El Manchester City soñó con ser grande, consiguió una gran inversión de capital y formó el mejor equipo de su historia, con jugadores consagrados a nivel internacional. El rendimiento deportivo mejoró, pero los éxitos no se materializaron hasta que esa plantilla no trabajó con esfuerzo y sacrificio. Manuel Pellegrini quiere trabajar el equipo, que ya solo ficha para retocar algunas parcelas de su plantilla. El chileno quiere que los éxitos regresen al Etihad después de una temporada bastante pobre. Pellegrini tiene la difícil labor de trabajar el éxito del club.

La temporada pasada era la indicada para que el Manchester City se consolidara como una gran potencia futbolística consiguiendo su segunda Premier League consecutiva, pero la gran actuación del Chelsea de José Mourinho lo dejó con las ganas. Además de no conseguir el principal título de Inglaterra, tampoco pudo levantar ni la FA Cup ni la Capital One Cup, lo que fue un completo desastre para las aspiraciones del equipo. El objetivo de esta temporada es volver a triunfar en Inglaterra desbancando al Chelsea, pero con el peligro de un Manchester United mucho más maduro tras su primera temporada con Louis van Gaal y un Arsenal que va a más. La continuidad de Pellegrini es una buena noticia, los jugadores no deberán cambiar de rutinas y el trabajo de pretemporada será vital para enfocar la temporada.

TÁCTICA, POTENCIALIDADES Y DETALLES POR PULIR
La pretemporada es el tiempo que poseen los entrenadores para poner a prueba cosas diferentes en su equipo, examinar a los canteranos y los nuevos fichajes y conseguir que todos los jugadores comprendan los automatismos que tendrán que desarrollar. Durante la presente pretemporada hemos podido apreciar cómo Manuel Pellegrini ha cambiado de sistema táctico en varias ocasiones. El técnico chileno ha utilizado el clásico 4-2-3-1, habitual desde que llegó, pero también ha probado con disposiciones como el 4-3-3 o el 4-1-4-1. La secuencia de números no nos indica nada, lo que realmente nos expresa el cambio de sistema es la actitud de los jugadores sobre el campo.

Con los sistemas 4-3-3 o 4-1-4-1, uno de los objetivos principales es poblar la zona central de jugadores para conseguir superioridad y plantarse con facilidad en las inmediaciones del área rival. Jugadores como Nasri, Silva, el recién llegado Delph Sterling poseen una gran capacidad de hacer daño por dentro mediante asociaciones y movimientos rápidos, por lo que ese sistema es una buena opción si se cuenta con jugadores de similar perfil. Sin embargo, si se prefiere guardar más la posición y no arriesgar demasiado en el campo contrario, Pellegrini apostará por el 4-2-3-1, ya que contar con dos mediocentros puros dota de un mayor equilibrio defensivo al equipo. La actitud de los jugadores en el campo cambia según la disposición táctica. En el primer sistema, los jugadores mantienen una actitud agresiva, ofensivamente hablando, y en el segundo permanecen más estáticos para intentar no sufrir en defensa y salir al contragolpe.

Además de para lo comentado anteriormente, en la pretemporada se pretende corregir fallos que el equipo presentaba el año pasado y potenciar aún más sus virtudes. Una de las lagunas más palpables que está presentando el equipo de Manchester es la referida a las marcas individuales dentro del área. No importa que sea a balón parado o en jugada corrida, muchos de los balones que entran en el área citizenpor arriba son rematados por el rival. Se trata de un aspecto muy importante que corregir si se quiere competir con los clubes punteros de Europa, ya que es una vertiente muy explotada por cualquier equipo. En resumen, los problemas del equipo de Pellegrini son defensivos, ya que arriba cuenta con un grupo de jugadores cuya categoría responde por sí misma. Sí es cierto que se ha podido apreciar una falta de definición de cara a portería en esta pretemporada, pero es un problema que en la temporada se deberá diluir con Dzeko, Bony y Agüero en mejores condiciones.

BUENOS MOVIMIENTOS
La plantilla del Manchester City ya está construida, tan solo hace falta ir retocando algunos aspectos poco a poco. Pellegrini tenía claro que arriba necesitaba un jugador diferente que sirviera para penetrar las defensas rivales con acierto. Eso se plasmó en el fichaje de Sterling, que más tarde comentaremos. Además del exjugador del Liverpool, Fabian Delph se ha unido al equipo de Manchester. El excapitán del Aston Villa reforzará la parte media del campo, no como un pivote al uso, sino como un mediocentro de constante movimiento y con facilidad para asociarse con sus compañeros. Un ejemplo es el partido que el City disputó ante el Real Madrid. Pese a que Delph se lesionó en la primera parte, pudimos observar cuál será su rol dentro de la plantilla. Jugó por la izquierda, desde donde se metía por dentro para poblar la zona central mientras dejaba la banda para el lateral. También se le pudo observar buenas dotes de presión.

Algunos jugadores han llegado tras su cesión, como son el caso de Zuculini, Lopes y Denayer. El mediocentro, que militó en el Valencia y en el Córdoba, ha disfrutado de bastantes minutos en esta pretemporada. Ha jugado como pivote, con bastante libertad para descolgarse y llegar desde segunda línea al área rival. Lopes llegó tras militar en el Lille francés y su rol en la plantilla, en el caso de quedarse, se intuye que será muy secundario. Posee una buena zurda y facilidad para la asociación, pero tiene bastantes jugadores por delante en su posición, ya que suele ocupar una demarcación muy similar a la de Fabian Delph: pegado a la banda con tendencia interior. Seguramente vuelva a ser cedido para que continúe con su progresión.

Jason Denayer vuelve del Celtic para ayudar en la defensa. Disputó algunos minutos contra el Real Madrid y se pudo ver su jerarquía a la hora de salir con el balón jugado, pero, al igual que su compañero de la defensa ese día, Humphreys, no estuvo acertado en el marcaje individual dentro del área. Por último, hay que destacar al punta nigeriano Ihenacho, que ha jugado unos buenos minutos esta pretemporada con el City. El canterano ha demostrado tener una gran capacidad resolutiva de cara a portería y sacrificio en tareas defensivas.

STERLING ES UN PROYECTO DE ESTRELLA
Raheem Sterling ha abandonado el Liverpool con la intención de triunfar con el proyecto del Manchester City. Pellegrini deberá canalizar toda la energía del inglés para que pueda dar lo mejor de sí. Los partidos que Sterling ha disputado con el City han dejado muy buenas sensaciones en el club. Puede que se trate de ese jugador diferencial que el City ha estado buscando durante algunos años. Si su progresión se mantiene, puede llegar a ser muy importante para el club. Su velocidad le ayuda para penetrar en las defensas contrarias llegando desde atrás. Hemos podido apreciar su rendimiento desde dos ámbitos distintos: como único punta y formando pareja con Ihenacho. Sin duda, Sterling es más peligroso con algún otro apoyo, ya que se mueve por todo el flanco atacante aprovechando el marcaje rival al otro delantero. Pero como único punta también es muy peligroso. Parte desde la izquierda para trazar desmarques en ruptura ante líneas defensivas adelantadas y aprovechando el buen golpeo de los jugadores de atrás del City.

Los desmarques se complementan con una buena definición delante del portero. Se ha apreciado una gran jerarquía de Sterling dentro del campo pese a que ha llegado no hace mucho. Se cree importante dentro del terreno de juego. Sus recepciones en carrera, junto con su gran capacidad de combinar de primeras, son un arma letal para el City. Además, su habilidad con el balón en los pies le permite driblar en espacios reducidos y quebrar a los rivales de un solo movimiento de cadera. Con balón es un prodigio, pero sin él, trabaja como el que más. Va a la presión como jugador muy adelantado y complica la salida del rival. Su capacidad de reacción es letal si su equipo consigue recuperar el balón en la salida del rival, ya que puede aprovechar los espacios fácilmente.

El Liverpool no para de hacerse de oro con grandes traspasos: el año pasado fue Luis Suárez y este ha sido Raheem Sterling. El Manchester City ha pagado 68 millones de euros para hacerse con los servicios del joven jugador. Sin duda, se trata de una apuesta arriesgada por un jugador tan joven que no se sabe cómo se adaptará a su nuevo club. Pero si la operación sale bien y el jugador continúa con su presente evolución, pocas defensas del mundo podrán hacer frente al proyecto de estrella del City.
* Christian Sánchez.