martes, 17 de julio de 2018




martes, 25 de julio de 2017


 “Me parece que el juego de posición no deja de ser el juego llevado a la creación, identificación y aprovechamiento de ventajas” (Enric Soriano)
Desde el blog queremos dar las gracias a Enric por su cercanía y por compartir tantos conocimientos. Es fundamental encontrarse personas con las que compartir inquietudes, y este no es diferente caso.
Todos aprendemos de Enric y os aconsejo leer con detenimiento la entrevista para sacar buenos aprendizajes. En sus respuestas, el conocimiento del juego me parece espectacular. ¡¡Gracias por todo Enric!!
1.¿Cómo entiende Enric Soriano el fútbol actual?
Estamos viendo que a partir del FCB de Guardiola la tendencia es a tratar de sacar el balón jugado desde atrás, lo que provoca que muchos equipos aprieten esa salida de balón y a partir de esta situación de salida de balón vs presión alta, lo que se genera son muchas situaciones de JUGAR A LLEGAR, En el sentido de que si la primera línea es superada, los equipos se ven obligados a jugar con los espacios que deja el equipo que realiza la presión alta. Por tanto, lo que parecía una tendencia a un fútbol más posicional, se está convirtiendo en una tendencia a jugar mucho más a LLEGAR. Lo comentaba Adrián Cervera en un congreso hace poco y es un comentario muy acertado.
  1. .¿Existen modelos de juego o multitud de comportamientos que llenan los folios de esos modelos? ¿Modelo de juego o el juego como modelo?
A mí me resulta imposible definir todo lo que quiero que haga mi equipo en un ptt o una página de Word, me parece imposible. Todo lo que sea limitar el juego a la palabra o al escrito… es REDUCIRLO. Yo creo que es imposible definir un modelo de juego como tal. Lo que si podemos hacer es tener una idea en nuestra cabeza como entrenadores, una idea que se construye día a día, que se modela en el entrenamiento y la competición y a partir de lo que nosotros percibimos como necesidad, plantear diferentes contenidos de entrenamiento, teniendo en cuenta también como queremos que nuestro equipo JUEGUE, sabiendo que la competición nos puede demandar unas cosas más que otras.
Por ejemplo, si en una competición la mayoría de los equipos intentan sacar el balón jugado, nosotros tenemos que saber que hacer contra esa salida de balón. Evidentemente, el juego también me va a exigir defender juego directo o saber defender en situaciones llegadas en situaciones de jugar a llegar. Sin embargo, a la hora de priorizar igual el contexto que más importante va a resultar dentro de la competición, es el de apretar esa salida de balón. Por tanto, tendríamos que orientar preferentemente nuestra idea de juego a dominar eso. En función del día a día iremos percibiendo nuevas necesidades.
Ser entrenador, más que estar asociado a diseñar tareas que tengan que ver con conductas o comportamientos, tiene que ver con seleccionar contenidos. Esta selección depende directamente de lo capaces que seamos los entrenadores de ver que necesita nuestro equipo y nuestros jugadores.
  1. Hablando del juego de posición, ¿Cómo entiendes tu esta “manera” de ver el fútbol?
Me parece que el juego de posición no deja de ser el juego llevado a la creación, identificación y aprovechamiento de ventajas. Podemos hacerlo tanto con balón como sin balón. No podemos asociar el juego de posición únicamente al momento con balón. Sin embargo, también lo podemos obtener una vez tenemos el balón, asociándonos con las ventajas, jugando más en corto o en largo, jugando por dentro o por fuera, buscando asociaciones en intermedias o espaldas, buscando disputas… Cada equipo, en función del rival y de sí mismo, seguirán contextualizando la forma de obtener las ventajas.
No podemos hablar simplemente de juego de posición, si no que al final se trata de hablar del juego en sí. Me parece importante hacer la distinción porque establecer unos límites sobre lo que es el juego de posición o lo que no lo es, no me parece adecuado. Últimamente el término se asocia más a juego de UBICACIÓN, porque el término de ubicación integra y relaciona la posición y la situación. Esta última tiene que ver con el espacio que ocupo yo en el campo y la posición es la forma que tengo yo de colocarme en ese espacio.
Como dice Juanma Lillo, puedo estar bien situado y mal posicionado o mal situado y bien posicionado. Entonces, como entrenadores, tenemos que intentar conseguir situaciones constantemente de estar bien situados y bien posicionados para ser útiles a nuestro equipo.
En este aspecto resulta fundamental hablar de espacios de fase. Empezó a hablar de ello Mikel Etxarri, no como espacios de fase pero si como intervenciones al corto, medio y largo plazo. Posteriormente Seirul-lo lo fue modificando hablando de ese espacio de intervención donde estaría el poseedor, el defensor del poseedor y algún próximo que viene a tirar una pared o bloquear. A su vez tenemos que hablar de espacio de ayuda mutua, donde encontramos receptores cercanos, algún fijador y esos defensores también de los cercanos. Por último, un espacio de cooperación, en el que se encuentran intermedios y alejados, tanto con balón como sin él.
Dani Fernández lo explica muy bien diciendo que en el espacio de intervención, se interviene, en el espacio de ayuda mutua, se participa y en el espacio de cooperación, se permite que la estructura sea una determinada facilitando la participación de los cercanos y la intervención de poseedor y próximos. A partir del término de ubicación y de los espacios de fase, podemos entender que siempre, independientemente de donde esté el balón, de si somos próximos, cercanos, intermedios, alejados o el propio poseedor, siempre tenemos que estar en un espacio concreto, posicionados, orientados, perfilados de forma que podamos ser útiles al equipo. El ser útil a veces está asociado con intentar recibir, otras veces lo estará con fijar rivales, otras con compensar… al final esos roles de cercano, intermedio, alejado o poseedor, vamos a tener que ir contextualizándolo en función de nuestras posibilidades de intervención.
Lo que sí es innegable, es que vamos a estar JUGANDO todo el rato y estar jugando de manera permanente tiene que estar relacionado con ayudar al equipo a esa construcción, identificación y aprovechamiento de ventajas. Si somos capaces de colectivamente conseguir esto, podríamos hablar más que de desarrollar un juego de ubicación, lo que hacemos es JUGAR BIEN.
  1. En la actualidad ¿Qué conjuntos crees que practican el juego de posición?
En referencia a lo expuesto anteriormente, relacionando el término de juego de posición, llevándolo a juego de ubicación y entendiéndolo como esa construcción, identificación y aprovechamiento de ventajas, podemos hablar de equipos que lo consiguen de maneras diferentes. Actualmente, podríamos hablar de la Cultura y Deportiva Leonesa, de Rubén de la Barrera, consiguiéndolo por lo que he podido ver, de manera sublime. En segunda división “b” conseguía lo que hemos venido comentando.
Podríamos seguir con el Atalanta, que este año podría haber propuesto ese juego de ubicación.
Hemos visto como el Fútbol Club Barcelona se ha ido alejando de ese juego de posición (entendido como el que prioriza un ataque más posicional en vez de jugar a llegar), pero sin dejar de lado la construcción, identificación y aprovechamiento de ventajas. Lo hacen aprovechando el espacio, con Messi, Neymar y Suarez, ya que estos jugadores exigen modificar esos procesos de construcción de juego ofensivo para la forma que tienen ellos de relacionarse con las ventajas, teniendo que ver con situaciones llegadas, con disponer de espacio en situaciones de igualdad numérica que ellos convierten en superioridad a veces posicional, a veces cualitativa.
Podríamos hablar de muchas maneras de practicar ese juego de ubicación. El Borussia de Tomas Tuchel, hace dos años lo desarrollaba, la Juventus de Conte, el Barça de Pep Guardiola, evidentemente…
Y ahora, no los tengo vistos y es algo que tengo pendiente, ver al Hoffenheim de Julian Nagelsmann y al RB Leipzig de Ralf Rangnick, son equipos que podíamos relacionarlos con esta forma de entender el juego pero desde una perspectiva más asociada a la gestión de las ventajas en situaciones llegadas.
  1. .¿Crees que los entrenadores muchas veces desvirtualizamos las tareas de entrenamiento y con ello el juego? ¿Existe equilibrio o siempre se buscan las potencialidades aunque sean de manera inespecífica?
Sobre el tema de las tareas, tenemos que distinguir lo que es la estructura de la tarea que diseñamos nosotros fuera del campo, es decir, con las reglas de provocación que introducimos, el espacio, la manera de estructurar ese espacio y los equipos, harán que se produzcan unas cosas u otras. Tenemos que saber identificar que pretendemos con la tarea: ¿queremos que desarrollen la conducta o queremos que construyan, identifiquen y aprovechen las ventajas?
Me parece importante recalcar que los jugadores son capaces de encontrar soluciones (el fútbol de calle es el máximo exponente) de manera autónoma, pero a veces tienen que ser ayudados para encontrar esas soluciones, es decir, si nuestra intervención es una determinada, podemos conseguir algo que autónomamente no podían encontrar y gracias a nuestra ayuda pueden encontrar ellos mismos las respuestas.
Hay otras situaciones, en las que los jugadores no son capaces de acceder a las soluciones y ahí es donde interviene el entrenador para conseguirlo. Tenemos que intentar compaginar la forma de estructurar las tareas en nuestra intervención como entrenadores, para que las dos primeras  tengan que ver más con su aprendizaje autónomo, relacionado con la forma de vivenciar el contexto. Intentar no dar nosotros las soluciones, a no ser que sea fundamental.
Por ejemplo, una situación de defensa de pared, el jugador de forma natural lo que hace es seguir el balón y perder la referencia. Esta situación, aunque nosotros propongamos un contexto en el que se den muchas paredes, es muy difícil que el jugador consiga de forma autónoma, reconocer que lo que tiene que hacer es seguir la marca y perder de vista el balón, es decir, lo podrá vivenciar muchas veces pero no encontrará esa solución. En este tipo de situaciones, la solución se la damos los entrenadores, porque ellos de forma natural, no son capaces de llegar hasta ella. Este tipo de situaciones tiene que ser la excepción y como entrenadores debemos estar preparados para ello.
La manera de actuar tiene que ver con plantear contextos abiertos en los cuales, los jugadores en su relación con el contexto puedan identificar las diferentes fuentes de información para extraer de ahí todo el aprendizaje posible y desarrollar a partir de determinadas herramientas posibilidades para que sean capaces de identificar más fuentes de información. Aquí estoy hablando de la comunicación táctica como una de las CLAVES.
Otro ejemplo. Si el jugador no sabe lo que es el concepto del 3º hombre, no va a identificar lo que es un rol de fijador porque el 3º hombre es otro o que soy 2º hombre y tengo que descargar para dar ventaja al tercero… todo eso no lo identifican. Si somos capaces de ayudarles a identificar según qué cosas, cuando se relacionen con el contexto de manera autónoma, previa ayuda nuestra, serán capaces de identificar muchas más cosas y de sacar más aprendizaje.
  1. La presión tras perdida… ¿Cómo se produce? ¿Atendiendo a la zona de influencia y a donde se pierde o también tiene que ver con el momento ofensivo? ¿Es un todo?
Todos hablamos que es necesario una secuencia de pases para ordenarnos a través del balón… es evidente. Es decir, si en el momento de la perdida consigo mantener mi estructura porque con mi circulación de balón y jugadores todo sigue teniendo sentido, lo voy a tener más sencillo para recuperarla.
Si somos capaces de desestructurar las distancias de relación del rival, hacer que cuando recuperen el balón no se encuentren porque esas referencias posicionales las han perdido, evidentemente también es más sencillo recuperar el balón.
Pero tenemos que entender que este proceso de presión tras perdida no tiene que ver solo con los cercanos. A veces hablamos de sumar 15 pases para conseguir estar juntos y así, si pierdo el balón puedo presionar la pérdida cerca. Está bien, pero tenemos que ir más allá. Nuestro momento ofensivo nos tiene que permitir controlar el posible contraataque, no solo con cercanos si no también con descolgados. Esa gestión con los jugadores alejados es fundamental y la circulación de balón de nuestro equipo lo tiene que permitir.
Relacionando otra vez con los espacios de fase, el jugador como alejado, tiene que detectar de que manera puede ayudar al equipo. Compensando, fijando… nuestra circulación de balón nos tiene que garantizar que en el momento de la perdida, no estamos expuestos.
Por otra parte, está muy bien decir que la presión tras perdida depende del momento ofensivo, es así, pero también hay una serie de conductas en cuanto a variables de acoso defensivo, de saber saltar a impar… todo este tema de trayectorias de acoso hay que dominarlas y saber que si salta un determinado compañero la manera que tenemos de ajustar es X. Si esto no lo dominamos, la presión tras pérdida se ve dificultada.
Por tanto, si tenemos que circular para mantener nuestra estructura y modificar la del rival, pero también necesito circular para gestión de descolgados y dominar las variables de acoso defensivo para que esa presión tras pérdida se produzca de la mejor forma.
https://www.martiperarnau.com/comportamientos-tras-perdida/ (artículo de Enric Soriano en la revista Martí Perarnau).
  1. .¿Existen sistemas de juego? Cuál es tu opinión respecto a este tema.
No me identifico con el mensaje de los sistemas de juego como números de teléfono. Es fundamental reconocer que es una forma de estructurarse dentro del espacio y establecer una referencias que van a facilitar el comportamiento del equipo en los distintos momentos de juego.
Ese sistema de juego tenemos que ir transformándolo de manera que nuestra estructura encaje de la mejor manera en la estructura del rival, con el objetivo de hacerles daño. Por ejemplo, tengo que identificar como me presionan, si lo hacen con 2, mi forma de estructurar el espacio aunque mi sistema previo sea el 1-4-3-3 puede ser metiendo al mediocentro entre centrales o en uno de los costados para generar línea de 3 vs 2. También se puede meter a los laterales por dentro para que los extremos rivales sean movilizados y la relación entre el central y el extremo de nuestro equipo se abra. Puedo establecer muchos movimientos dentro de ese sistema, transformaciones de esos sistemas a partir de tener una adaptabilidad ofensiva, para que mi estructura se encaje dentro de la del rival. Tiene que ser una referencia, no puede ser algo rígido.

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Lo mismo sucede defensivamente. Tenemos que tratar de estructurarnos de tal forma que dificulte la circulación de balón del rival. Por ejemplo, si tienen problemas para recibir en intermedias, tengo que facilitarles que metan el balón en intermedias y acosarles ahí o si de normal aprieto con 2 jugadores, puedo cambiar y presionar con uno para que esa línea la superen fácil y se intenten asociar con la siguiente, favoreciendo así lo que queremos. Si nos superan por su amplitud, podemos incorporar a un jugador de una línea superior a una anterior para que esta se ensanche.
Dentro del sistema de juego, tenemos que tratar de ir convirtiéndolo en aquello que nos permita la creación, identificación y aprovechamiento de ventajas. El entrenador del C.F. La Pobla de Mafumet, Rodri, lo explicaba en un congreso de Madrid recientemente de forma fantástica, hablando de una mutabilidad que se tiene que asociar a una adaptabilidad ofensiva y una variabilidad defensiva, generando contextos de dificultad al rival adaptándonos a lo que nos va proponiendo y proponiendo contextos que dificulten la adaptación rival a los mismos.
  1. .¿Cuáles son las conductas o comportamientos más determinantes en un equipo que práctica juego de posición?
Podemos hablar de muchas cosas… creo que lo más importante es saber estructurarse en el espacio y por consiguiente tener una estructura que nos facilite todo. Esto tiene que ver con la circulación de balón y de jugadores en ese objetivo de modificar nuestra estructura para que tenga sentido en aquello que nos proponga el rival.
Posteriormente, identificar cuáles son los roles que tengo, en función de mi contexto de intervención o situación, es decir, en que espacio de fase estoy (espacio de intervención, de ayuda mutua o de cooperación) y como puedo ayudar al equipo en ello, compensando, fijando, soy 2º hombre, soy 3º hombre… todo esto tenemos que tratar que el equipo lo vaya entendiendo y adoptando de manera dinámica porque todos los espacios de fases se van modificando constantemente. Por tanto, la forma de intervenir y participar que tienen los jugadores también va modificándose. El objetivo, más que desarrollar conceptos como 3º hombre, fijar conduciendo y demás, es que los jugadores identifiquen de qué manera pueden ayudar al equipo. Nuestra labor como entrenadores es asociarlo a ello.

Hablamos de ventajas, de cómo construirlas, identificarlas y aprovecharlas. Tenemos que valorar lo que es el juego, la lógica interna del fútbol y la manera que tenemos de aprovechar las ventajas que tienen diferentes formas de manifestarse, es decir, no hay una ventaja estándar, sino que está contextualizada. Por ejemplo, 1vs1 puede ser una situación de ventaja o desventaja en función de quién defiende y ataca, del espacio que ocupan, de los cercanos que tienen disponibles… todo esto tenemos que contextualizarlo, por lo que hablar de una ventaja estándar es imposible. Las ventajas tienen que ser contextualizadas y en función de esto nacerá el aprovechamiento de las mismas.
  1. .¿Cómo ves la figura del metodólogo en la construcción y mejora de las sesiones/tareas de entrenamiento?

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Creo firmemente en la figura de un director de metodología dentro del club, dentro de estructuras profesionales, pero entendiendo también que esta figura no se encuentra en el campo. No es el entrenador, por lo que la información con la que el interactúa es menor. Es posible que sepa traducirla mejor que el entrenador pero lo normal sería lo contrario.
El metodólogo no puede limitar al entrenador en sus funciones. Tiene que ayudarlo y potenciarlo, para permitir su óptimo desarrollo. Estar cerca, saber cómo funciona el equipo, que manera tienen de transmitir los contenidos… resulta fundamental. Pero al final, la figura del metodólogo no debería obligar al desarrollo de determinadas tareas, no prohíba el planteamiento de determinadas situaciones y si dar libertad al entrenador para desarrollar lo que el crea que necesita su equipo, porque el entrenador es la persona que tiene el mayor acceso a la información que su equipo va emitiendo.
Como metodólogos, tenemos que respetar la figura del entrenador. Sin embargo, sí que creo que es importante que se supervise, que se valore y que se intente colaborar en el desarrollo de ese proceso de entrenamiento.
  1. .¿Es importante la figura del analista en un cuerpo técnico? ¿Qué labores se pueden realizar en un club ayudándose del análisis de video? ¿Es favorable en la base?
Del análisis del juego podemos extraer muchas conclusiones para el desarrollo del entrenamiento. No sé si la figura de analista es fundamental. Lo que sí sé, es que el análisis del juego es fundamental. Analizar tus propios partidos te da un feedback que necesitas para el óptimo desarrollo del entrenamiento y la ayuda a tus jugadores.
Podemos analizar nuestro propio rendimiento o los próximos rivales, sabiendo o intuyendo de que manera va a encajar ese rival en nuestro juego y que partido podemos vivir. Una parte es nuestro modelo de juego y el del rival, aunque sea algo difícil de definir (el modelo de juego), pero esa idea de juego que tienen los equipos es una cosa y la forma que tienen de interactuar es otra. Por tanto, el partido emergente entre la interacción de la idea de juego de un equipo y la idea de juego del otro no tiene que estar ya dada por esos modelos de juego, es decir, puede ser algo nuevo. Como entrenadores tenemos que tratar de intuir como puede ser ese partido y plantear los contextos que creemos que se van a dar. Sin el análisis del juego, es imposible.
Además también nos permite saber cómo va evolucionando nuestra idea, el equipo, el entrenamiento, identificando posibles jugadores a captar… en cualquier equipo, hasta en benjamines, me parece necesario analizar el juego.
     11. Dentro del fútbol base, ¿La competición está de la mano a la formación?
Al final, tenemos que entender que el niño es competitivo y quiere ganar. No hace falta insuflarle de ganas de ganar, de gritos para alentar, es decir, va a hacer muchas cosas por ganar.
Dentro de la formación, la competición nos regala exigencia. Es evidente que para aprender es fundamental que haya barreras a superar. Esa exigencia que nos puede meter el compañero dentro del entrenamiento o en el partido de competición, ayudan a la formación. Yo creo que va de la mano y que el jugador crezca en estos contextos es lo más favorable.
Sin embargo, que sea importante no quiere decir que sea fundamental. Lo determinante sigue siendo la formación. La competición es importante, el resultado no. Son cosas diferentes. Que haya una exigencia por la presencia del rival es positivo. Priorizar superar al rival por encima del desarrollo de las capacidades es un error, porque entramos en perspectivas a corto plazo y es mucho más difícil crecer en dicho contexto.
     12. Conociendo a Enric Soriano:
a. Último libro leído: El juego en su complejidad de Rodrigo Azevedo Leitâo.
b. Algo diferente al fútbol en tu vida: Mis estudios de ingeniera industrial.


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