Guardiola señala que lo prioritario tener la pelota y
Simeone demuestra que sin balón también se juega
J. ERNESTO AYALA-DIP
5 MAY 2016 -
Guardiola, durante el encuentro ante el Atlético. MATTHIAS
SCHRADER AP
En el encuentro del martes pasado de semifinales de
Champions entre el Atlético de Madrid y el Bayern de Múnich, se dirimían dos
conceptos futbolísticos: el que señala como prioritario jugar con la pelota y
el que defiende un fútbol de a verlas venir con rigor, orden, esperando el
hueco que permita eliminar al contrario en la única y fulminante oportunidad
con la pelota en su poder. Josep Guardiola y el Cholo Simeone representan este
infinito apasionante dilema.
Guardiola puso sobre el tapete del fútbol mundial un tema de
discusión: el fútbol no siempre es fútbol. Guardiola consolidó el sistema (que
había inventado Johan Cruyff) según el cual cuando más tiempo tengas la pelota
en circulación, más disfruta la gente (la que juega y la que es espectadora) y
peor se lo pasa el contrario.
El fútbol es fútbol estaba bien en tiempos de
pobreza estratégica al exclusivo servicio de los resultados. Si ganabas eras tú
el héroe y se perdías la culpa era del fútbol. Era una solución fatalista que
daba algunos resultados, más para no bajar a Segunda División que para ganar
títulos.
Pero Cruyff y Guardiolademostraron, casi como si se tratara de un
teorema irrefutable, que cuando se tiene la pelota no solo se la quitas al
contrario sino que además llenas el campo de espectáculo. Y sobre todo de
sentido futbolístico.
Claro que también se podría decir lo mismo del fútbol que
defiende el Cholo, el que le dio títulos y dos finales casi consecutivas de
Champions. La operación aparentemente es exactamente la contraria. Pero solo
aparentemente. Porque el Cholo en el partido del martes demostró lo
indemostrable: que sin pelota también se juega al fútbol. Y lo que es más
insólito: con su fútbol también se elimina al Bayern. Claro que para jugar
sin balón tienes que contar con jugadores que sepan y les guste una barbaridad
tener solo una o dos oportunidades durante noventa minutos para enviarte al
infierno.
Simeone es un maestro de la paciencia. Su manual cada día
se perfecciona. Descarga la desesperación en el contrario solo con hacer uso y
abuso de su paciencia.
Sostenía Didier Deschamps que un equipo se arma desde su
defensa. Es una teoría tan respetable como otras. Tendremos que comenzar a
entender que en el fútbol también cabe el eclecticismo.
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