jueves, 1 de enero de 2015

LOS FUTBOLISTAS SON LO QUE ENTRENAN




ASPECTOS QUE CONDICIONAN EL RENDIMIENTO DEPORTIVO.
Posted por David Martinez

Hay numerosos aspectos que condicionan el buen rendimiento deportivo, y respecto a ellos encontraremos opiniones todo tipo. En este artículo nos vamos a referir exclusivamente a aspectos condicionales y técnico-tácticos y en la fase de la pretemporada.

Algunos preparadores y entrenadores y gente vinculada al deporte en general, creen que el trabajo general en la pretemporada no es necesario porque no mejora el rendimiento, también algunos creen que la forma adquirida en este período es lo que hace que el deportista rinda adecuadamente durante los nueve meses de competición.


En realidad, un deportista profesional, un jugador de fútbol en este caso, no pierde muchas adaptaciones durante el período transitorio, de modo que la pretemporada puede ser una fase en la que se busque recuperar el nivel anterior de condición física o de esas adaptaciones, o dicho de otro modo puede ser un momento de “readaptación al entrenamiento y/o al esfuerzo”. Por ello creo, que aunque el trabajo general es posible que no mejore el rendimiento a corto plazo, si que puede ser beneficioso a medio y largo plazo.

En el período de pretemporada, la dinámica de las cargas se caracteriza por un volumen elevado que se ajusta a su valor medio un microciclo antes del inicio de la competición de liga, y una intensidad baja, que al contrario del volumen, va aumentando progresivamente a medida que nos acercamos al inicio del período competitivo.

El volumen lo podemos aumentar o disminuir mediante el tiempo de duración total del entrenamiento, del tiempo de trabajo en las tareas planteadas, o mediante el número de sesiones semanales.

La intensidad, modificando la relación entre tiempo de trabajo y descanso, mediante la modificación del ritmo de ejecución de una tarea, y también mediante la especificidad de las mismas.
 Si pasamos a hablar de los aspectos condicionales podemos centrarnos en resistencia, fuerza y amplitud de movimiento (ADM).

 En cuanto a la resistencia pasaremos del trabajo aeróbico hacia la incorporación progresiva de ejercicios de componente más anaeróbico. En la fuerza iniciaremos con fuerza general, hacia el trabajo de potencia. Algunos autores defienden el trabajo de fuerza máxima antes de pasar a un entrenamiento de potencia o fuerza explosiva o combinando sesiones de un tipo y otro de trabajo. (referido a deportistas adultos, en deportistas jóvenes debemos tener en cuenta las fases sensibles).

 Es cierto que en el futbol las acciones determinantes son las rápidas y explosivas que van más ligadas a aspectos de la resistencia anaeróbica y a aspectos de potencia si hablamos de fuerza, pero si tenemos en cuenta aspectos fisiológicos, para resistir mejor y recuperarse más rápidamente tras esfuerzos anaeróbicos es muy importante un buen desarrollo del metabolismo aeróbico.

De la misma manera, algunos autores defienden que el trabajo de fuerza máxima es importante antes de pasar al entrenamiento de potencia, ya que mejora la fuerza a bajas velocidades que es lo que ocurre en el inicio de cualquier acción cuando ésta empieza desde parado o casi parado (velocidad inicial cerca o igual a 0) y la potencia que es un trabajo con menos carga buscando más velocidad en el gesto, mejora las acciones a rápidas pero cuando el movimiento ya se ha iniciado.
Otros autores, defienden que la fuerza máxima y la potencia se relacionan más estrechamente cuando hayan cargas elevadas, pero con cargas bajas o ciclos CEA (ciclos de estiramiento-acortamiento), como ocurre en la mayoría de las acciones en el futbol la correlación entre la fuerza máxima y la potencia será baja).

 En cuanto a las actividades para la mejora, tanto de la resistencia, como de la fuerza, se pueden entrenar de forma más, podríamos decir analítica, y también de forma que simulen situaciones y gestos competitivos. Desde mi punto de vista una combinación entre ambas opciones es lo adecuado.
 Respecto a la ADM, no hay que olvidar, realizar estiramientos tanto en la pretemporada como en la fase de competición, y no solo tras cada sesión de entrenamiento, sino que sería interesante ver la posibilidad de realizar al menos 1 o dos sesiones exclusivamente para estirar, tanto de forma estática como dinámica, para mantener una buena flexibilidad y elasticidad que permita a los deportistas una buena ADM y una mejor fluidez, eficacia y eficiencia en los gestos deportivos y por tanto un mejor rendimiento.

 Los aspectos técnicos y tácticos también evolucionan durante este período, desde lo más individual, tanto técnica como tácticamente, hacia lo más colectivo, mediante el aumento de la complejidad o especificidad de las tareas.

 Para poder desarrollar bien las primeras fases sobre todo en relación a lo condicional, en mi opinión creo que en la medida de lo posible, sería interesante no poner competiciones amistosas hasta las semanas del final de la pretemporada, cuando la intensidad ya empieza a ser más elevada y la especificidad de las tareas mayor.

 En resumen, aunque es cierto que los beneficios conseguidos durante la pretemporada no duran todo el período competitivo si no se realizan sesiones que estimulen de una forma adecuada el metabolismo aeróbico, anaeróbico y muscular, así como la comprensión adecuada del juego en cuanto a los aspectos condicionales y técnico-tácticos, creo que si es un período importante para adquirir una base que permita un rendimiento óptimo durante la fase competitiva.

 JAVI BENAVENT
Twitter : @JaviBenSan
 BIBLIOGRAFÍA
Pol, R., 2011, La Preparación ¿física? En el fútbol, editorial MCsports.
Bompa, T., 2003, Periodización Teoría y metodología del entrenamiento, Editorial Hispano Europea
Solé, J., 2008, Teoría del entrenamiento deportivo, Editorial Sicropat SportLópez Chicharro, J., Fernández Vaquero, A., 2006, Fisiología del ejercicio, Editorial Médica Panamericana


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