LOUIS VAN GAAL. Seleccionador de Holanda
(EFE)
Louis Van Gaal, extécnico del Barcelona y del Bayern de
Múnich tiene por delante un gran desafío, dirigir a Holanda en Brasil 2014.
Viene Holanda de hacer una pésima actuación en la pasada Eurocopa y ahora las
esperanzas están cifradas en él. Es un entrenador de gran personalidad, dura
disciplina, de fuerte carácter, de un método ya conocido en Europa, de larga
experiencia e importantes logros
internacionalmente.
La temprana
eliminación de la subcampeona del mundo en la fase de grupos de la Eurocopa de Polonia
y Ucrania dejó a Holanda con una vacante en su banquillo. Así las cosas, Van
Gaal, que fue despedido por el Bayern de Múnich el año pasado, tendrá su
segundo mandato en el combinado nacional de su país.
Kevin Strootman, el mediocentro zurdo del Roma y la
selección holandesa, se perderá el Mundial de Brasil el próximo verano: sufre
una lesión en el ligamento cruzado anterior con posible afectación del menisco
de la rodilla izquierda tras lastimarse el pasado domingo en el partido contra
el Nápoles en el estadio de San Paolo. Strootman, de 24 años, ha sido una
referencia importante de la seleccion holandesa.
Ha declarado el seleccionador, Louis Van Gaal: "Le
estará cayendo el mundo encima. Era un momento muy importante para él en el
Roma y en la selección", añadió. Holanda es uno de los rivales de España
en la primera fase del Mundial de Brasil. Los otros dos son Chile y Australia.
Strootman es una de las referencias del combinado de Van
Gaal, un conjunto muy joven con poca experiencia internacional. Salvo Van
Persie y Sneijder, hay pocos jugadores holandeses con una reputación fuera de
Holanda. Uno de ellos es Strootman. Ha jugado 17 veces con la selección y ha
marcado un gol. Llegó en verano pasado al Roma, que pagó 16 millones al PSV
Eindhoven. Nacido en Ridderkerk en 1990, empezó en el Sparta de Rotterdam antes
de dar el salto al Utrecht en enero de 2011. Meses después fue reclutado por el
PSV, que lo compró junto al belga Dries Mertens por 13 millones. Es uno más de
los tantos jugadores, que se han ido lesionando antes del Mundial.
Tras cuatro años con Van Marwijk, Holanda necesitaba una
regeneración. La última Eurocopa Oranje había tirado por tierra el gran trabajo
realizado por el entrenador de Deverten durante los 3 años y 9 meses
anteriores. Bert había transfigurado durante su etapa de seleccionador a una de
las selecciones más reconocibles del planeta. La Holanda de Van Marwijk estaba
lejana a la identidad histórica que representaba al país en el aspecto
futbolístico. Aquella selección era más sufrida, menos abierta y arriesgada.
Desde esa propuesta, alejada del canon holandés del juego, el pequeño país del
Benelux había vuelto a competir al máximo nivel, firmando un subcampeonato del
mundo. Sin embargo toda esa evolución se cayó de un plumazo después de la
mediocre Eurocopa de 2012.
Holanda, con la llegada de Van Gaal, vuelve a intentar
recuperar la identidad que se había perdido con Van Marwijk. La elección, no
solamente ajustada al estilo clásico de juego holandés, parece que es la más
adecuada de cara a asentar unas bases de futuro para el combinado tulipán. Si
algo tiene Louis de lo que puede presumir es de ser un gran gestor inicial de
proyectos que nacen. Su capacidad regenerativa de equipos que se encuentran
perdidos en la indefinición es alarmantemente positiva-alarmante porque promete
más de lo que generalmente cumple- Al igual que es capaz Van Gaal de levantar
conjuntos a la deriva también lo es de no terminar de explotarlos al
máximo.
Los ciclos exitosos de Louis suele ser cortos. Su iniciación
como entrenador en el Ajax le otorga una particularidad muy importante. Su
nivel formativo es muy alto y le encanta trabajar con jóvenes para modelarlos
hacia el fútbol que a él le gusta desarrollar. De ahí que sus comienzos suelan
ser muy ilusionantes. Pero a la par Van Gaal muestra un carácter excesivamente
vehemente y es muy tajante en sus ideas. Nunca ha sido un entrenador de cintura
ancha y sus proyectos generalmente han terminado con cierta escisión con su
plantilla-con problemas internos- y roces importantes con la opinión
pública.
Van Gaal suele asegurar éxitos iniciales pero no durabilidad
en sus proyectos. Igualmente el rendimiento de sus equipos suele mayor en las
competiciones de la regularidad que en los torneos del K.O. Las obras de Louis
son estructuradas y fallan poco pero en ocasiones se muestran carentes de
genialidad, un aspecto muy importante al enfrentar eliminatorias igualadas
donde la diferencia en muchas ocasiones viene marcada por las individualidades.
Para Van Gaal todos sus jugadores deben someterse al colectivo y no entran en
sus planes aquellos jugadores que adoran la libertad y viven al margen de la
ley de los sistemas preestablecidos.
Amante del juego de posición, de la formación de jugadores,
de los extremos muy abiertos-con predominancia de juego a pierna natural-, de
la amplitud y profundidad por las zonas externas del campo, de la presión alta
y la agresividad en la recuperación tras pérdida, de la defensa achicando para
tirar el fuera de juego y del fútbol jugado a ras de suelo, Van Gaal va
construyendo una selección holandesa a su imagen y semejanza y que cumpla a
rajatabla este credo tan particular.
Su Holanda es completamente diferente al que heredó desde la
línea de ¾ para atrás. Portería, defensa y mediocampo han sufrido una
remodelación absoluta y sólo se mantienen dentro de sus planes los jugadores
más determinantes del país-Robben, Van Persie, Van der Vaart, Sneijder y
Huntelaar- en la vanguardia del equipo, a los cuales ahora mismo se vislumbra
difícil de sustituir. La libertad que le otorga ser seleccionador y no
entrenador de club de cara a conformar su plantilla le ha llevado a buscar casi
exclusivamente a los acompañantes de los cracks dentro del país. Chicos jóvenes
a los que educar en su estilo y modelo de juego y con las características que
más le gustan.
Esto tiene sus ventajas y sus problemas. Pero Van Gaal
prefiere formar a jugadores no demasiado expertos en las competiciones
internacionales a costa de poder ajustarlos a sus ideas. Strootman, Van Ginkel,
Janmaat, Martins Indi, de Vrij, Blind o Lens posiblemente hubieran llegado a
ser internacionales pero extrañamente hubieran coincidido conjuntamente en la
selección debutando-en muchos casos- con poco más de la veintena de años
cumplida. La apuesta de Louis era arriesgada pero ha tenido su fruto inicial.
Holanda se ha clasificado brillantemente para el Mundial de Brasil mientras que
se ha enfrentado a selecciones poderosas como Italia, Alemania o Portugal sin
recibir derrotas. Estos partidos han permitido a estos jovenzuelos comenzar a
curtirse.
Conseguido el primer objetivo, ahora Van Gaal tiene que dar
un plus más en el Mundial. Pero más allá de lo que Holanda consiga con él al
mando, el paso de Louis por el banquillo nacional holandés ha sido positivo-y
nunca negativo-. El Sargento de Amsterdan ya ha asentado las bases de futuro
para los Oranje en los próximos años. De su atrevimiento por llamar a tantos
chicos jóvenes saldrá la columna vertebral de la futura selección holandesa del
próximo lustro.
Louis Van Gaal, genio y figura hasta la sepultura.
Tomado de Fútbol global
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