Por: DIEGO ÉDISON UMAÑA
9:30 p.m.
09 de Abril del 2014
Foto: AFP
Atlético de Madrid y Bayern Múnich se unieron a Chelsea y Real Madrid. ¿Cómo lo lograron? Análisis.
Ya están definidos los cuatro semifinalistas: Atlético de Madrid que impuso su intensidad, su valentía, su ley y neutralizó tácticamente al Barcelona y lo dejó en el camino. Real Madrid que como se esperaba, superó al Borussia Dortmund alemán y aunque sufrió sigue a la otra ronda. Bayern Múnich actual campeón de la Champions, logró con autoridad ganar de local al Manchester United inglés y adquirió su derecho de seguir rumbo a repetir título y el Chelsea de Mourinho angustiosamente venció en casa al PSG francés y es firme candidato.
Chelsea y PSG. El equipo inglés había perdido 3 -1 de ida con los franceses, y de regreso en la previa el mensaje que partía de su entrenador y sus jugadores es que estaban convencidos de que le daban vuelta y de locales conseguirían el resultado necesario para hacerlo realidad. Y así fue en la cancha. Nunca se desequilibró, le costó mucho el primer tiempo pero anotó un gol y acortó distancia y en el segundo tiempo se fue encima exponiéndose al contraataque de los franceses, hizo un cambio clave al ingresar Torres y se la jugó Mourinho al ataque directo con sus dos puntas Eto’o y Torres, quiénes aguantaban el pelotazo o descargaban y a partir de la segunda jugada tuvieron varias posibilidades muy claras de gol hasta que al final llegó premiando el espíritu combativo, el carácter, la intensidad, la presión que metieron en el campo hasta conseguir su objetivo. PSG se metió en su propia zona a defender por acumulación, no contraatacó más, no salió bien el cambio de un delantero por un defensor y perdió en los últimos minutos su pase a las semifinales.
Real Madrid y Borussia Dortmund. Fácil había ganado Madrid de local 3 a 0 y se sentía en el ambiente futbolero que ya había clasificado. Creo que ese sentimiento llegó a sus jugadores, que en el partido de vuelta han jugado el peor partido en la era Ancelotti. Desconcentrados, sin priorizar el funcionamiento colectivo que le ha permitido estar en disputa de tres títulos en este momento, la falta de Cristiano complicó más la propuesta como equipo y aunque desperdiciaron un penal que hubiera cambiado mucho el trámite del juego, dieron al Borussia todas las facilidades de haber remontado. Tanto es así, que el 3 a 2 final, llenó de angustia no solo al banco sino a todos quiénes sorprendidos miraban el juego. Luego llegaron las explicaciones, pero demostraron sus jugadores que el resultado previo, cambió totalmente su actitud en el partido de vuelta. Ronaldo lo demostró animando desde el banco a sus compañeros.
Atlético de Madrid y Barcelona. Cuando se quiere y no puedes hacerlo, aparece el desespero, se pierde la paciencia, se notan cosas en el rostro de los jugadores antes y en el propio juego, que van explicando que las cosas no andan como en épocas anteriores. Me refiero al Barsa, que quedó eliminado y no tuvo argumentos, ni individuales ni colectivos para hacer sentir su autoridad futbolística ganada en los últimos siete años en Europa. “Todo lo que sube baja”, dijo alguien por ahí. ¿Será que este año es el comienzo del fin de la era de este maravilloso equipo que nos ha regalado alegrías, distracción, gran fútbol, jugadas, lecciones, muestras de grandeza, humildad?
Atlético ganó haciendo lo suyo: presión alta en el intento de salir jugando desde atrás del Barsa, y luego rearmarse rápido y ordenarse frente a su área para quitar espacios, ideas, y desconectar a Messi de sus compañeros, manejo inteligente de espacios cuando no tenían posesión de pelota, agresividad, todos a una, equipo por encima de todo, intensidad, entrega total y un técnico desde el banco, que jugaba así y ahora contagia a sus dirigidos y los sigue llevando paso a paso a la búsqueda de otra consagración, no solo a nivel local sino internacional. Gran triunfo y una gran lección de estrategia, hombría, cohesión de equipo y una maravillosa hinchada entregada en la tribuna apoyando a sus jugadores.
Bayern Munich y Manchester United. Sin la brillantez de otros partidos, pero con contundencia en momentos claves del juego, el equipo alemán definió con claridad su paso a las semifinales. Y puede ser que a Manchester no se le exija ganar la Champions, pero al Bayern sí, en las últimas horas, están metiéndole presión y dejando claro que si o si la Champions se gana otra vez. Tiene con qué. Jugadores de categoría y un entrenador de jerarquía, que ha ganado todo en los últimos siete años y tienen colgado el cartel de favoritos en este emocionante desenlace de Champions League.
Como tiene que ser cada equipo tiene su propia idea de juego, su identidad, su jugar que lo define y diferencia de los demás, y así se juega sus posibilidades.Estos partidos se han definido y se van a definir a favor de quién mejor maneje y controle la fatiga cognitiva. Aparece primero que la fatiga Física, te lleva a la desconcentración, a cometer errores inexplicables, altas y bajas de ritmo en el mismo partido, estados anímicos muy variables.
Por ejemplo, le vi la cara a Messi en el calentamiento y me dejó con dudas de que en el partido iba a estar bien. Y no estuvo, no entró en la dinámica de su equipo ni del juego, y se habla que no ha arreglado contrato. Y cuando Messi no está, se pierde, como este miércoles, Barcelona y su juego de posesión pierde la contundencia necesaria arriba para definir los juegos. Son siete años que lleva este equipo ganando todo. Liga, Champions, Copa del Rey, sus mejores jugadores en vacaciones les toca ir a la Eurocopa o a la Copa América o al Mundial de selecciones o de Clubes. Por eso digo, Barcelona quería pero no le daba. La cara de Messi, de Iniesta cuando fue relevado, Piqué lesionado y afuera, Puyol lesionado, varios que ya se quieren ir y cambiar de aire. Es un momento difícil, pero el Barcelona no siempre ganó en el año los tres títulos que se jugaban. Y todavía falta jugar la parte final de la Copa y la Liga.
DIEGO ÉDISON UMAÑA
Para EL TIEMPO
www.africandiego.blogspot.com
@diegoumadi twitter
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