FILOSOFÌA DEL FÙTBOL IV

Del libro: filosofía del fútbol.

De: Manuel Sérgio - profesor catedrático de la Facultad de Motricidad Humana.

Autor y co-autor de 37 libros y teorizó, la ciencia de la motricidad humana.

“De lo físico a la Motricidad Humana, o del cuerpo-objeto al cuerpo sujeto. De la educación física  y del entrenamiento, analíticos, a la Motricidad Humana y al entrenamiento de la complejidad, donde  la filosofía de cada uno de los jugadores no es sin la filosofía del equipo, en cada uno de los jugadores retomada”.

Juan Carlos Luis Pascual, escribe en la revista Española de Educación Física y deportes, Madrid, 2009: “La educación física es un término que necesita ser superado, quizás el tópico motricidad sea un buen candidato porque es más amplio y refleja mejor las posibilidades de trabajo con la actividad física”.

Segùn Wittgenstein en Tractatus Logico – Philosophicus, “la filosofía tiene como objetivo la clarificación lógica de los pensamientos”.

Pep Guardiola, según el País, de España, el 27 mayo 2009: “se distingue por su fidelidad a una filosofía de juego, que clarifica lógicamente, el alma catalana, expresada a través del Barcelona. Aquí está la filosofía como polo articulador de un equipo. Y Xavi daba así la receta para la victoria: Es necesario pensar rápido nuestra filosofía de juego”.

Cruyff es explícito: “Ferguson fue de los primeros en darse cuenta que el tema mental importaba a veces más que el talento”.

Como diría Josè Mourinho, líder carismático, siempre a la búsqueda de la renovación y el acierto, que también basa su trabajo profesional en incontestables principios filosóficos, tal vez, él pueda decir como Cesare Pavese: “Nada se añade a lo que quedó atrás… Recomenzamos siempre”.

Las tres edades en el que el fútbol se desarrolla: la edad lúdico-sincrética (1863-1940), la edad clásica y analítica (1940-1970) y la edad sistémica u organizacional (de 1970 hasta nuestros días).

En la primera: predomina el 2-3-5, la gimnasia, lo lúdico y la moralización decurrente de la práctica deportiva, en los colegios británicos. Prevalece lo lúdico, una táctica sin ningún pensamiento complejo y se prolonga en el tiempo, olvidándose las restantes dimensiones, ciertas categorías míticas. El fútbol era la técnica individual de cada uno de los jugadores. En la segunda: destaca la educación física y la preparación física, dualistas y mecánicas, al mismo tiempo que el deporte continúa su mundialización, a través de la mundialización de las relaciones de producción capitalista. Surge el fútbol fuerza de raíz anglo-sajona.  

 No parece apropiado que el preparador físico sea la primera figura del departamento de fútbol. Y es que la preparación física no pasa de una de las partes del todo que se busca. En la tercera: salvo mejor opinión, el mundo se fundamenta en una ciencia social y humana, donde el ser humano es un complejo organizacional abierto, en permanente simbiosis con el medio, en un ininterrumpido flujo dinámico. Se caracteriza por la emergencia de la información, como factor esencial, y por el descubrimiento de la complejidad, en los sistemas y en las decisiones. Y de ahí, la síntesis fútbol -fuerza- fútbol- técnica, a la luz de una lùcida orientación. Jugador que solo defiende o ataca, únicamente, es jugador incompleto. Pero es la organización la que conecta y reconecta los elementos del mismo sistema.

 La naranja mecánica de Michels (1974), el Milàn de Arrigo Sacchi (1988-1990), el Inter de Mourinho (2010), Barcelona de Pep Guardiola (2007…y no para) resultaban de la indisociabilidad entre la disciplina del grupo y la libertad individual.

 “El jugador genial fue, es y será el mejor intérprete. En èl han de distinguirse y confundirse, de forma original, la eficacia, el rendimiento, la belleza, el espíritu de grupo, la voluntad de vencer”. (Messi- Cristiano- Ronaldo- Zidane- Xavi- Iniesta).

 Por eso me atrevo a decir que el deporte no debe ser competitivo sino coopetitivo, que resulta de la unión de cooperación con competición, porque en él la solidaridad en sus múltiples formas, debe estar presente también. Aunque en las tres edades se juega como se es. El fútbol  brasileño, el inglès, el español, el angoleño, etc,  tienen, en su esencia, las características de la cultura de los pueblos de los cuales forman parte. De ahí, el no sorprender que sea la más espectacular aparición del alma colectiva de las sociedades contemporáneas.

 “En la edad sistémica u organizacional, el método es la operacionalizaciòn y organización de la complejidad. En el conocimiento científico, nos centramos en una única causa, para explicar cualquier aspecto sobre lo real, equivale a renunciar a una explicación y comprensión más seguras. ¿En que se fundamenta… el trabajo de Mourinho? En poner en funcionamiento un nuevo paradigma de conocimiento, la complejidad de Edgar Morin”. (Luìs Lourenco -a descoberta guiada, Prime Books, Lisboa, 2010. P. 44)