por MAGAZINE el 4 junio, 2015 •
El periodista Orfeo Suárez publicó a finales del año 2011 un
excelente libro titulado “Palabra de entrenador” (Ed. Córner) con el que
recorre la trayectoria de numerosos técnicos españoles de prestigio.
Con su
autorización y la de Editorial Córner reproducimos unos párrafos del capítulo
dedicado a Rafa Benítez, recientemente nombrado entrenador del Real Madrid:
– ¿Es difícil trabajar con usted?
– “Yo creo que no, pero sí es cierto que el jugador valora
más el trabajo del técnico cuando pasa el tiempo y ya no está. Hacemos
entrenamientos dinámicos, el 80 % del tiempo con balón, y siempre con
objetivos. Hay momentos en los que has de dejar que el futbolista se exprese
libremente, pero en otros has de conducirlo. Todos los técnicos tienen
jugadores incómodos, pero no se pueden conseguir títulos si no haces las cosas
bien”.
Sobre la formación de los jugadores, Benítez se expresa así:
“A menudo se piensa que el entrenador interviene poco en lo
ofensivo, pero yo no estoy nada de acuerdo. En mi caso, tengo un defecto que
puede ser una virtud: soy profesor. El futbolista tiene una capacidad grande de
aprender, y nosotros estamos para enseñar, para darle fundamentos, conceptos.
Los que han querido hacerlo conmigo, han mejorado. Ahí están no solo Torres,
sino Luis García, Arbeloa, Pepe Reina o Xabi Alonso, distintos después de su
paso por el Liverpool”.
En aquel otoño de 2011, Rafa Benítez reflexionaba con Orfeo
Suárez sobre las distintas realidades que percibía entonces en el fútbol de
cantera del Barcelona y Real Madrid:
“El Barcelona tiene años de ventaja, plasmados en su cultura
del juego, y eso se refleja en la seguridad con la que actúa. Requiere tiempo,
que el Madrid ha perdido con tantos cambios. Ahora no es fácil, porque ganar
exige tener a los mejores ya y eso aboca a fichar. En la cantera hay que crear
la expectativa. Pep Guardiola lo ha hecho y ahora se beneficia en competitividad
y sentimiento de pertenencia (…) Pep ha cerrado un círculo virtuoso que se
retroalimenta: cantera, victoria y respeto”.
Benítez evoca en “Palabra de entrenador” su temprana
vocación como técnico:
“Con 13 años ya era un poco entrenador. En una libreta que
me dio mi padre apuntaba las alineaciones de mi propio equipo, la lista de
goleadores y hasta las cuentas de una especie de trofeo de la regularidad.
Nadie lo sabía, claro. Todo eso que ahora te dice el ordenador con apretar una
tecla”.
Y detalla sus fuentes de inspiración y sus principales
referencias técnicas:
“He viajado (…) por España, Italia, Holanda y los Estados
Unidos viendo trabajar a otros compañeros y haciendo preguntas sobre cualquier
tema, ya fuesen de orden técnico, táctico, físico o psicológico, relacionado
con los equipos. Y no solo de fútbol, también me interesan aspectos de otros
deportes y sus filosofías, como el baloncesto, el rugby y el atletismo…
Durante mucho tiempo me dediqué a analizar puntualmente y a
fondo el Milan de Arrigo Sacchi, con el que por cierto tengo una magnífica
relación. Aquel proyecto revolucionó el fútbol en esa época. Seguí mucho al
Barcelona de Cruyff, al Deportivo de Irureta y me llamó mucho la atención el
Valladolid de Maturana. También he encontrado trabajos muy bien hechos en
clubes a los que he llegado. Es el caso del Valencia, donde partimos de la
excelente base dejada por Héctor Cúper. Sobre ella construimos un modelo de
competitividad”.
El libro “Palabra de entrenador”.
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