Autor: José Mª del Pino Medina.
Técnico Deportivo Superior- Entrenador Nacional- Máster en Psicología del Deporte.
Licenciado en Psicopedagogía. Maestro de Educación. Máster Preparación Física en Fútbol.
1. PSICOLOGÍA Y DEPORTE
1.1. ¿Qué es la Psicología del Deporte? De muy diversas maneras, se está reconociendo
la importancia de las cuestiones de tipo psicológico como determinantes en el
rendimiento deportivo eficaz, y como elemento decisivo en el funcionamiento
general de los deportistas. La importancia de la psicología del deporte como
disciplina, radica en el hecho fundamental de que ningún deportista de
cualquier especialidad, compite al margen de sus sensaciones, sentimientos,
pensamientos o preocupaciones, y mucho menos aislado e imperturbable por el
contexto y factores situacionales o ambientales. El poder competir y desenvolverse
en un ambiente competitivo, ya sea en situaciones de entrenamiento o momentos
de competición, implica por parte del deportista, conocer y adaptase a
determinados factores que en gran medida pueden condicionar su actuación, y en
definitiva, marcar la diferencia entre ser vencedor o vencido.
Es por tanto
lícito reconocer, la importancia y el peso que el factor psicológico va a
adquirir en la configuración de la personalidad del deportista, así como en la
formación de un determinado perfil para cada sujeto, que le permite afrontar la
práctica deportiva con características intrínsecas definitorias de su carácter
como deportista. Por lo tanto, “las demandas de rendimiento de cada
especialidad deportiva, requieren que el deportista funcione, psicológicamente,
de una determinada manera, para poder decidir y actuar con la mayor eficacia
posible y tener, de esta forma una opción más favorable de conseguir el éxito
en la competición” (Buceta, 1998:17).
La psicología del deporte es la primera
disciplina en el campo de las humanidades que formaliza al propio deporte como
objeto de estudio e intervención. El considerable avance de la psicología del
deporte y su aplicación en la práctica, se encuentra directamente vinculada, a
la capacidad que se desprende de esta disciplina, como medio e instrumento eficaz en la obtención del éxito
deportivo. Desde el marco teórico fundamental que albergan los paradigmas
conductistas y cognitivos, se plantea un escenario ideal para el estudio y desarrollo
del pensamiento y la conducta humana. Podemos anticipar pues, que la Psicología
del Deporte estudia los factores psicológicos que motivan la práctica
físico-deportiva, así como los efectos obtenidos por dicha participación. Los
psicólogos deportivos centran su atención en los procedimientos para maximizar
el rendimiento y el desarrollo personal de los deportistas, al tiempo que se
muestran sensibles ante las posibles patologías que se desprenden de la
práctica deportiva.
En un intento por encontrar una delimitación
conceptual del término Psicología del Deporte, Williams y Straub, afirman que
se “la psicología del deporte se ocupa, por un lado, de los factores
psicológicos que determinan el ejercicio y la práctica deportiva; y, por otro,
de los efectos psicológicos que se derivan de tal participación” (Williams y
Straub, en Williams, 1991:29). Para estos autores los psicólogos del deporte
estudian la motivación, personalidad, agresión y violencia, liderazgo, dinámica
de grupo, ejercicio y bienestar psicológico, pensamientos y sentimientos de los
deportistas, y muchos otros aspectos de la práctica deportiva y la actividad
física. Entre otras funciones los psicólogos del deporte de hoy en día,
imparten clases de psicología del deporte, dirigen investigaciones y trabajan
con deportistas y entrenadores con el objeto de ayudarles a mejorar el
rendimiento y potenciar la práctica deportiva (Williams y Straub, en Williams,
1991:29).
Según la Asociación de Psicólogos Americanos
(APA), “la Psicología del Deporte y de la Actividad Física es el estudio científico
de los factores psicológicos que están asociados con la participación y el
rendimiento en el deporte, el ejercicio y otros tipos de actividad física” La
APA, destaca que la psicología del deporte y la labor de los profesionales
vinculados a la misma, se encuentra vertebrada en torno a dos grandes
objetivos. En primer lugar, ayudar a los deportistas a conocer y optimizar los
principios psicológicos en aras de mejorar su rendimiento. En segundo lugar, y
no por ello menos importante, comprender cómo la práctica deportiva afecta al
desarrollo psicológico de los sujetos participantes, a su salud y bienestar a
lo largo de su ciclo de vida. Dosil (2002:8), coincide en estas afirmaciones
cuando define “la psicología del deporte
y el ejercicio físico como el estudio científico de las personas y su conducta
en el contexto del deporte y la actividad física”. Para este autor, esta área
de la psicología identifica los principios y directrices para ayudar a
participar en actividades físico-deportivas, y beneficiarse de las mismas.
La mayoría de los estudios de psicología
del deporte y ejercicio físico giran en torno a dos objetivos fundamentales: de
un lado, aprender el modo en que los factores psicológicos afectan al rendimiento físico de los individuos; y de
otro lado, la comprensión de la forma en que la participación en el deporte y
la actividad física afecta al desarrollo, la salud y el bienestar personal.
Como área de especialización de la psicología,
la psicología del deporte, entra a formar parte del entramado de las ciencias
del deporte. Es una ciencia aplicada que estudia los procesos psíquicos y la
conducta del deportista en la actividad deportiva. Persigue conocer y optimizar
las condiciones internas del deportista con el propósito de lograr la expresión
del potencial físico, técnico y táctico adquirido en el proceso de preparación
(González, 2001:1). Toma como punto de partida fundamental el hecho de
considerar que la delgada línea que en ocasiones separa el éxito del fracaso,
depende sobremanera de la preparación a nivel psicológico con la que el
deportista haya complementado su entrenamiento en cualquier modalidad
deportiva. Dicha preparación se traduce en la incorporación de programas de
entrenamiento psicológico para optimizar el rendimiento en todos los momentos
en los que el deportista se encuentra activo o bien en los que influyen en el
rendimiento (como el descanso y alimentación en los días previos,
entrenamientos o instantes inmediatos a la competición), y no solo en aquellos
en los que se juega los puntos o la marca durante la participación activa en la
celebración de una determinada actividad física.
En conclusión, la Psicología de la Actividad
Física y del Deporte se encarga de estudiar los aspectos psicológicos durante
la actividad física, sea está orientada al rendimiento o no, y “es necesario comprender que la posible
aportación de la psicología (…) abarca un campo amplio y relevante que
contempla el funcionamiento psicológico como un elemento esencial en el ámbito
del rendimiento deportivo, al igual que los son el funcionamiento físico,
técnico-táctico/estratégico, en la medida que determinan las características
específicas de cada deporte” (Buceta, 1998:17). Se ocupa fundamentalmente de
dos aspectos principales: los factores psicológicos individuales, grupales e
institucionales que regulan la práctica de deportiva y las consecuencias
estructurales psico-sociales de tales prácticas. Como objeto de estudio, el
psicólogo del deporte, en función de la disciplina deportiva en la que se encuentre
inmerso, deberá atender a las demandas relacionadas con factores vinculados a
la personalidad del deportista y su relación y afinidad con el entorno y
armonía con el grupo; las motivaciones, aptitudes, concentración, mantenimiento
y optimización de recursos, así como todas aquellas posibilidades que nos
ofrece el marco de la psicología del deporte como disciplina incipiente.
En la actualidad, la gran mayoría de los
profesionales vinculados al mundo del deporte, es decir, entrenadores,
preparadores y deportistas, reconocen la relevancia de los factores de tipo
psicológico, como fundamentales para la optimización del rendimiento y para
decantar la balanza hacia el lado del control y del éxito. Dichos factores,
propician otra aportación fundamental, ya que intervienen de manera efectiva en
la mejora de la calidad de vida como profesional del deporte, a la vez que
contribuyen al crecimiento personal del deportista como miembro de un colectivo
o institución.
1.2. Paradigmas en psicología
Siguiendo a Puente (2003), cinco son las
perspectivas que han dominado la psicología del siglo XX. La neurofisiología
estudia y pretende explicar los pensamientos, los sentimientos y la conducta en
términos de trabajo del cerebro y del sistema nervioso. El conductismo da explicación
al comportamiento como respuesta a los estímulos procedentes del ambiente,
siendo estos los que controlan y moldean las acciones de las personas. Desde el
psicoanálisis se ofrece una perspectiva en la que los deseos y conflictos
inconscientes intervienen de manera fundamental en la definición y
configuración de la personalidad. La perspectiva humanista explica lo que las
personas hacen mediante la comprensión de las motivaciones y los mecanismos
para satisfacerles plenamente. Y por último, el cognitivismo se puede
considerar como la rama, dentro de la psicología, que estudia los procesos
mentales que subyacen a todo comportamiento. Pasemos a explicar con mayor
detalle esta última perspectiva.
1.2.1. El Enfoque Cognitivo
El objeto de estudio de la psicología
cognitiva se desarrolla atendiendo a los mecanismos que configuran el
pensamiento, estos son: la percepción, la memoria, el aprendizaje, la formación
de conceptos y el razonamiento lógico. “Los psicólogos modernos consideran que
las personas realizan procesos de elaboración e interpretación de los eventos y
estímulos del medio ambiente. Estas elaboraciones e interpretaciones son tan
importantes que el comportamiento de las personas, se ajusta sobre todo, a
estas representaciones internas. Tales representaciones, expectaciones, y
percepciones son conocidas como cogniciones, un término que se refiere a los
procesos mentales” (Puente, 2003).
Lo cognitivo, es un acto que implica
conocimiento, que se configura desde la capacidad para recibir, recordar, comprender,
organizar y usar la información recogida que se percibe a través de los
sentidos. En contraposición al conductismo, hace uso de procesos mentales para
explicar la conducta, no limitándose a establecer, únicamente, asociaciones entre estímulos y respuestas.
Utilizando la metáfora del ordenador, la teoría del paradigma del procesamiento
de la información es considerada todavía por muchos como el principal exponente
del planteamiento cognitivo.
Dicha hipótesis parte de la definición de la
cognición o proceso cognitivo, de un lado, como la manipulación de símbolos que
representan la realidad externa, y de otro, el procesamiento de la información
dentro del sistema, “computación simbólica” que lleva a una solución adecuada
del problema que se ha presentado. Por tanto,
“La psicología cognitiva puede definirse como la rama de la psicología
que intenta proporcionar una explicación científica de cómo el cerebro lleva a
cabo funciones mentales complejas como la visión, la memoria, el lenguaje y el
pensamiento. La psicología cognitiva surgió en una época en la cual los
ordenadores comenzaban a causar un gran impacto en la ciencia y, probablemente,
era natural que los psicólogos cognitivos establecieran una analogía entre los
ordenadores y el cerebro humano” (Parkin, 1999:3).
No hay comentarios:
Publicar un comentario