Entrevista
Por Paulo Sena
Enrique Garcés de Los Fayos Ruiz
Doctor por la Universidad de Murcia
Master en Dirección de Recursos Humanos por el Centro de
Estudios Financieros de Madrid
Licenciado en Psicología por la Universidad de Murcia - España
¿Hace cuánto tiempo trabaja como psicólogo del deporte y
que podría destacar de su trayectoria?
Empecé en el año 1991 a trabajar
con tenistas, para después ir introduciéndome en otros deportes (fútbol,
baloncesto, billar, atletismo, motociclismo…). Quizás lo que destacaría es que
he tenido la suerte de trabajar con los deportistas, que son probablemente las
personas más “sanas” que existen, las que más agradecen tu trabajo y las que
hacen que te sientas realmente bien intentando ayudarle en la mejora de su
trabajo deportivo diario.
¿Después de
terminar la licenciatura, cuanto tiempo necesitó para empezar a trabajar como
psicólogo del deporte?
Tras dos años formándome y trabajando en otras áreas de la
psicología del deporte inicie mis primeros trabajos como psicólogo del deporte.
¿Cuáles son los deportes en los que usted ha intervenido?
Como comentaba anteriormente, he trabajado en tenis, fútbol,
baloncesto, automovilismo, billar y atletismo.
¿Qué es la
psicología del deporte para usted?
Y cual el rol de un psicólogo deportivo con un atleta y con
un equipo? La psicología del deporte es la aplicación de las técnicas y
conocimientos psicológicos, adaptados al contexto deportivo, con la finalidad
de mejorar aquellas variables mentales que inciden en una mejora, a su vez, del
trabajo deportivo que hace el deportista, el entrenador, el árbitro… Y el
psicólogo del deporte es el “entrenador psicológico” de dichos protagonistas
del deporte.
¿Qué perfil debe tener un psicólogo del deporte?
Entre otras características debe conocer muy bien el deporte
en el que trabaja, ser un buen comunicador, con habilidades personales tales
como la empatía, la capacidad de negociar en conflictos, adaptativo y flexible
en el entorno que se mueve, con capacidad para adaptar el trabajo psicológico a
las necesidades planteadas por el deportistas, el entrenador…
¿Cuál es la realidad de la psicología del deporte en su
País?
Después de muchos años “luchando” por el reconocimiento de
nuestra profesión y gracias al trabajo aplicado y científico de los primeros
psicólogos del deporte (así como los que han ido surgiendo y que se han formado
de manera óptima en nuestra disciplina, en España se reconoce al profesional
del deporte como un técnico deportivo más, necesario y respetado. Existen
deportes (los individuales sobre todo) que aceptan nuestra figura de una manera
evidente, y otros (el fútbol) que aunque más reacios han ido entendiendo
nuestro trabajo.
Hacer una lista de personas sería injusto porque quedarían
fuera muchas otras. Yo haría otra cosa: recomendaría que se leyeran los últimos
libros de psicología del deporte publicados en España y entre autores y
personas referenciadas se podrá observar qué personas, y en qué áreas cada una,
son los referentes.
¿Qué libro está usted leyendo?
Uno de los últimos libros que he leído ha sido Psicología y
Deporte (Editorial Diego Marín), coordinado por el grupo de Murcia pero donde
escriben la mayor parte de los psicólogos del deporte que en nuestro país
tienen muchas cosas que contar.
¿Cuáles son las cosas negativas del trabajo del psicólogo
del deporte?
Yo diría que las mismas que tienen los deportistas o
entrenadores: llevar lo mejor posible las frustraciones que la práctica
deportiva ocasiona. Por lo demás la psicología del deporte, como trabajo, es
una experiencia altamente satisfactoria.
¿Un mensaje para quién está empezando en la psicología
del deporte.
Que lo haga con la mayor coherencia profesional, que sea
honesto con sus clientes y que mantengan siempre bien elevada la ilusión y el
compromiso con las personas con las que trabaja.
¿Un consejo para quién quiere escoger un psicólogo
deportivo.
Que busque la coherencia, la ilusión y el compromiso en el
psicólogo deporte que destacaba anteriormente.
¿Qué futuro prevé para la psicología del deporte?
Si trabajamos bien y demostramos que sabemos lo que estamos
haciendo, y no somos simples vendedores de humo, nuestro futuro debe ser
enorme.
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