El Barcelona dio paso decisivo a la final de la Champions League.
Venció de visita al Real Madrid 2 a 0.
Pasó lo que no tiene que pasar nunca en el fútbol: que los entrenadores sean más importantes que los jugadores. No debe ser así y no puede pasar eso. Los verdaderos protagonistas son y serán los jugadores con su talento, su estado de ánimo, su capacidad individual al servicio del equipo.
Pero en la previa de este importante juego Guardiola y Mourinho se fueron no a las manos pero si a las voces y se trenzaron en una polémica que polarizó el ambiente de este partido. Y resultó aburrido, cortado, sin ideas, con dos equipos obedeciendo ciegamente el libreto de sus entrenadores y 22 jugadores maniatados, sin iniciativa, sin asumir riesgos, luchando, metiendo pierna, táctico al extremo, con exageradas prevenciones, mostrando que no querían ir al frente a ganar. Jugando sin defender con protagonismo su estilo de juego.
Un partido arruinado por la propuesta cerrada del Madrid, tal vez pensando que esto dura 180 minutos, que este es apenas el partido de ida, poco de ritmo nada de intensidad y por el conformismo del Barça que a lo mejor también analizó que está de visita y cierra en casa, y si Madrid no ataca nosotros no le facilitamos las cosas pues el empate de ida es buen negocio, entonces juguemos a no regalar nada y cero errores. Así que muy poco en lo futbolístico.
Barcelona jugó haciendo prevalecer su posesión de pelota pero sin descubrirse atrás. Muy tibiamente incursionaba en búsqueda de una que otra ocasión de gol. El Madrid no quería y el Barcelona apenas proponía. Me imagino que el hincha del Madrid no estaba de acuerdo a la propuesta de su equipo. En la tv se vio una pancarta en la tribuna del Madrid que decía: Vivimos por ti……..vence por nosotros. El mensaje es claro la respuesta del equipo no. Seguramente produjo gran decepción.
En fin, mucho juego táctico, con un Barcelona dominando sin profundidad y el Madrid jugando a lo que sabe jugar: presionar, morder e intentar recuperar para meter pelotazo e ir de contraataque.
Solo después de la expulsión, para mi justa de Pepe, Madrid queda con uno menos, Messi resuelve un partido caliente, polémico y sin fútbol. Dos jugadas a lo Messi pone el 2 a 0 que casi aclara la serie, pues no creo que Madrid salga en el Nou Camp a jugar para ganar, si aquí de local con toda su gente no arriesgó nada y demostró con su planteamiento tener demasiado respeto y miedo a su eterno rival.
En la otra serie Manchester pasó por encima del Shalke 04 y lo derrotó en el partido de ida en Alemania. Mostró mucha superioridad el equipo inglés y ya se palpita una linda final: Manchester United de Alex Ferguson y Barcelona de Pep Guardiola. Dos equipos que trabajan en el campo en búsqueda de tener posesión de pelota. Barcelona más cadencioso en el toque, Manchester aplicando velocidad y precisión.
Me parece mucho más atractiva una final así, con dos equipos que cuando juegan apuestan al ataque, no importa si juegan de local o visita. Será abierta, con ritmo, con intensidad, leal, limpia, con un futbol atrayente de lado y lado. Pero, bueno faltan 90 minutos y siempre en fútbol hay que esperar que el árbitro termine el partido para cantar victoria. Quedan unos días más para sacar conclusiones de lo que fueron estos dos partidos e imaginar lo que serán los dos juegos de vuelta, uno en donde Barcelona será local y va ganando 2 a 0 y el otro en donde Manchester United va ganando también 2 a 0 y juega como localista.
Que siga imponiéndose el fútbol de ataque. El fútbol que asume riesgos. Las propuestas futbolísticas que intentan tener el control y la iniciativa en el juego. El estilo de juego que pregona tener posesión de pelota y a través de esa posesión ganar gobernando el juego.
“Los equipos suelen responder positivamente en términos de juego y resultado cuando no van a contramano con el estilo de juego habitual. Con su genética deportiva”. Jorge Barril-periodista argentino- Espn.
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