CARLOS LÓPEZ NUEVO
INDIVIDUALIZACIÓN EN EL ACONDICIONAMIENTO FÍSICO.
La individualización es un concepto clave en la planificación
del programa de entrenamiento, ya que cada deportista es un individuo único con
diferentes características fisiológicas, tolerancias al ambiente y a las cargas
de entrenamiento, tasas de recuperación a partir de un estímulo, estilos de
vida, presiones sociales, rasgos psicológicos y objetivos y metas de
entrenamiento.
De hecho, cada individuo responde de manera diferente a un
mismo estímulo de entrenamiento, de tal manera que sería de gran importancia
contemplar estas diferencias individuales a la hora de diseñar los programas de
entrenamiento.
Sin embargo, la heterogeneidad manifiesta en los deportes de
equipo hace realmente difícil esta labor y será de obligado cumplimiento el
conocer las demandas energéticas del deporte en cuestión para maximizar los
resultados condicionales de nuestro equipo. En este sentido, algunos autores
proponen 3 aspectos fundamentales para mejorar el rendimiento:
1. Conocer en profundidad las exigencias de la especialidad
deportiva.
2. Mantener una evaluación y control constante del jugador,
para conocer de forma objetiva el estado de forma del mismo.
3. Monitorizar, cuantificar y controlar el entrenamiento del
jugador, valorando con precisión que trabajo concreto ha realizado el jugador y
tener una visión real de los estímulos realizados por el jugador de cara a
modificar, si procede, las cargas de entrenamiento.
El primer punto es de obligado cumplimiento para todos los
profesionales de la Actividad Física con el fin de adecuar las cargas de
entrenamiento a las necesidades fisiológicas de la actividad. A partir de ahí
podremos diseñar nuestros programas de entrenamiento y planificar y periodizar
la temporada consecuentemente. En este sentido es fundamental conocer el
contexto del equipo que estamos preparando, es decir, debemos tener en cuenta
una serie de aspectos básicos sobre nuestro grupo:
- Es profesional (o no).
- De qué instalaciones y material disponemos.
- Cuántas personas / colaboradores forman el cuerpo técnico
del equipo.
- Con qué frecuencia podemos entrenar.
- Que otros recursos podemos utilizar (otro tipo de
instalaciones, equipo médico, fisioterapeutas, readaptadores físicos, etc).
Cada uno de estos aspectos va a modificar nuestra
planificación y debemos adaptarnos a los mismos, de tal forma que la
individualización del entrenamiento será directamente proporcional a la
cantidad y calidad de recursos de los que dispongamos.
En este sentido, los equipos profesionales tratan de adecuar
las cargas de trabajo en base a las exigencias del deporte y a los componentes
que definen el rendimiento deportivo en los deportes de equipo: técnicos,
tácticos, psicológicos y físicos, realizando tareas integradas en grupos más o
menos numerosos y otras de carácter individual para la mejora de aspectos
específicos relacionados con el juego o la condición física o mental del
deportista.
Por lo tanto, y haciendo referencia ya al punto 2
anteriormente descrito, es fundamental la valoración de la aptitud física a
través de la implementación de test apropiados para el deporte en cuestión, con
el fin de conocer de forma objetiva el estado de forma de nuestros jugadores. En
este sentido es lícito decir que los deportes de equipo suelen caracterizarse
por la realización de esfuerzos intermitentes de alta intensidad, con lo que
adaptaremos nuestros test a esta circunstancia.
Mi experiencia personal durante estos años me permite afirmar
que, el desarrollo de la condición física dentro del proceso de entrenamiento
en los deportes de equipos profesionales de fútbol, se ha ido adaptando
paulatinamente a las necesidades individuales de cada jugador, aunque debemos
seguir mejorando en este aspecto, tratando de organizar sesiones adaptadas a
las necesidades de cada uno. Además de los ejercicios integrados en pequeños
grupos, en mi opinión imprescindibles, así como la necesidad de la realización
de ejercicios técnico-tácticos con todo el grupo, se han ido incorporando
ejercicios individualizados en función de las características físicas del
sujeto y de su puesto específico dentro del terreno de juego. Al igual que
tradicionalmente se ha trabajado con los porteros de manera específica, o
desarrollamos programas de rehabilitación y readaptación física de manera
individualizada, existe una corriente paulatina que aboga por el entrenamiento
específico por cada puesto, lógico, por otra parte, teniendo en cuenta que las
necesidades energéticas y físicas difieren por ejemplo si juegas como central o
si tu demarcación es delantero o interior.
Para la realización de estas actividades específicas es
fundamental la presencia de varios preparadores físicos en el equipo o bien, la
realización de actividades al margen y de manera individualizada de algunos
jugadores, mientras el resto realiza otro tipo de trabajo con el entrenador u
otro colaborador.
La dificultad aparece cuando no contamos con esta cantidad de
recursos personales y materiales. En ese caso, la programación del
entrenamiento ha de estar perfectamente coordinada con el entrenador para
tratar de maximizar, en la medida de lo posible, el rendimiento físico del
jugador, adaptando las sesiones a las necesidades propias y a los recursos
anteriormente comentados.
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CARLOS ENRIQUE LÓPEZ NUEVO
DIPLOMADO EN FISIOTERAPIA
GRADO EN CIENCIAS DE LA AF Y EL DEPORTE
ENTRENADOR NACIONAL DE FÚTBOL (NIVEL III)
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