miércoles, 13 de junio de 2012

MOURINHO Y SU METODOLOGÍA

  MOURINHO Y SU METODOLOGÍA.
 Detrás del líder apasionado, y de ese personaje  emprendedor, ambicioso al extremo, inquieto, original en ideas y actuaciones que todos conocemos, encontramos a un entrenador con una metodología revolucionaria. Así ha logrado sendas victorias en todos sus equipos que ha dirigido.  La respuesta podría estar en las poderosas nóminas que ha tenido en los equipos que dirige y en  su metodología de entrenamiento aplicada, que es la subordinación de todo el entrenamiento al estilo de juego elegido por él.
 Tres de las cuatro dimensiones clásicas de la preparación: la física, la técnica y la psicológica que se trabajan de manera indirecta subordinándolas a la dimensión táctica.

 Cuando se habla  de táctica,  mediante esta metodología se pretende potenciar la correcta toma de decisiones y la comprensión del juego de sus jugadores. Para ello es de enorme importancia fijar de forma clara y concreta los principios que debe tener el modelo de juego.
Principios que serán muy personales y diferentes a cualquier otro entrenador en el mundo.

Ahí el entrenador tendrá en cuenta su filosofía, su gusto, la característica de sus jugadores, su sentimiento, sus convicciones, pues al momento de entrenar a sus jugadores estará presente siempre su personalidad, su carácter, su inteligencia utilizada al máximo, la capacidad de transmitir sus conocimientos de forma clara y coherente, la creatividad permanente en la elección de los ejercicios adecuados.

Hay que tener presente que no hay dos entrenadores que preparen de la misma manera a un equipo de fútbol, a pesar de que apliquen el mismo modelo de juego.

Con Mourinho son habituales los ejercicios que vivencian el juego que está preparando.
 Igual que Mourinho defiende el entrenamiento integrado, también es partidario de la concepción de un juego global. Abandona por completo la clásica concepción de las dos fases del fútbol, la ofensiva y la defensiva, por la unidad del fútbol partida en cuatro momentos: Momento defensivo, transición defensa-ataque, momento ofensivo y transición ataque-defensa.

Es decisivo, fundamental, trabajar en la búsqueda de objetivos tanto tanto grupales como individuales, que deben marcar el modelo de tu juego. Por ejemplo:
Algunos de los principios del Real Madrid:
Momento defensivo:
Defensa presionante en tres cuartos de campo.
Sergio Ramos como primer central que presiona  y Pepe como central que respalda y cierra a espaldas de su compañero. O viceversa.
 Apoyo de los extremos a los laterales cuando el balón este en banda, para evitar que el rival monte superioridades numéricas en estos sectores importantes del campo.
 Coberturas de Xabi Alonso y Khedira a Özil en la presión, por el centro.

Transición defensa-ataque:
Con la mayor velocidad posible hacía portería, pases , pase, mas chutar a gol.
Salidas con el mayor número de hombres posible, defensa salir rápido apoyando este ataque y no permitiendo que el equipo se alargue  y además no haya pérdida de equilibrio en zona defensiva.
Creación de espacios de Benzemá marcando líneas de pase y cayendo a alguna de las dos bandas.
 Aprovechamiento de ese espacio central por parte de jugadores que lleguen de segunda línea.
Momento ofensivo:
Finalizar a la mínima oportunidad de hacerlo, o sea contundencia. Potenciar este aspecto.
 Extremos bien abiertos con movimientos inteligentes y coordinados  en el juego de posición.
 Posición de Özil entre la línea defensiva y la línea del centro del campo rival.
 Aportación ofensiva de los laterales apareciendo desde tercera línea- alternados.
Transición ataque-defensa:
Cambió de mentalidad rápido, intentando presionar lo más cerca de la portería rival posible.
Si el equipo rival supera la línea de presión, retorno a posiciones defensivas con la mayor velocidad posible.
 Coberturas oportunas y rápidas si quedan los laterales desubicados.
Especial atención a las jugadas con el balón en banda, donde la presión es más efectiva  debido a la falta de salidas.

 El objetivo de la periodización táctica, metodología que aplica Mourinho, es buscar ejercicios para trabajar muchos de estos conceptos juntos y a su vez trabajar las otras dimensiones del fútbol.
La exigencia es máxima en la periodización táctica
La actitud de los jugadores es necesaria,  una gran concentración y una intensidad iguales a las de un partido.
 Sus sesiones diaria no sobrepasan los 90 minutos, cuentan quiénes ha trabajado a su lado. ¿El porqué? Una vez transcurrido este período de tiempo, la concentración y la intensidad disminuyen. En este caso, menos es más.

Como estos dos factores son los dos principales factores de cansancio en los futbolistas, el portugués trabaja también los descansos como si fueran parte del entrenamiento.

Se olvida de macrociclos y picos de forma.
El objetivo no es buscar el máximo punto físico de sus jugadores, sino buscar el máximo rendimiento de estos, intentando su máxima adaptación y actuación  en el modelo escogido por él. Y este nivel de rendimiento se intenta mantener durante toda la temporada.

Ejemplo de un ejercicio:
 Partido 5vs5 con 1 comodín (Özil por ejemplo).
Condicionantes:
Espacio reducido a 60×40 (Tamaño campo fútbol 7).
 Comodín ofensivo.
Cuando hay pérdida de balón o finalización, los dos últimos jugadores que lo han tocado deben ir a tocar al portero contrario.

Principios trabajados:
Defensa presionante en tres cuartos de campo + coberturas y apoyos en la presión.
 Transiciones rápidas + búsqueda de superioridad en estas transiciones + creación de espacios del delantero centro + aprovechamiento de ellos.
Finalizaciones rápidas + jugadores abiertos en banda (muy necesario en espacios reducidos).
Cambio de mentalidad rápido ataque – defensa al perder balón + cobertura a los jugadores que van a tocar al portero + toma de decisiones si presión o repliegue.
El entrenador debe tener muy en cuenta que dependiendo de lo que sucedió en el último juego y de lo que se quiere del próximo juego, permanentemente debe estar creando una serie de ejercicios que aplica todos los principios que ha elegido dentro de su modelo de juego.
Una de las tareas esenciales de Mou son las conversaciones individuales en el proceso de motivación. Sólo ocurre en partidos extremadamente importantes y decisivos no con regularidad, cuenta Ruí Faría. Y a veces, incluso delega esa misión en los adjuntos. Prefiere que seamos nosotros quiénes transmitamos cosas que, estratégicamente, él no quiere decir.
Mou no desperdicia gestos ni palabras. Cada intervención tiene un objetivo: motivar al jugador. Pero eso, dice Costinha, puede ocurrir a través de varios conceptos: exposición, humillación, elogio…depende de las circunstancias.
Mou responsabiliza a los jugadores en aquello que es su trabajo y al mismo tiempo los libera porque ayuda a encontrar soluciones. Es siempre sensible a los problemas de cada uno.
“Cuando él se da cuenta de que determinado jugador ya alcanzó el nivel propuesto, coloca inmediatamente las pretensiones a un nivel superior, es decir, esto que nosotros hicimos fue extraordinario pero ahora tenemos que llegar a un nivel superior y tenemos que dar aún mucho más. Es un estímulo constante y diario.

Dice Zico: Percibí que había dos Mourinhos: el implacable y duro que se presentaba ante los profesionales de la comunicación y el otro afable y dialogante en las relaciones personales. Es una figura que pasa confianza y fomenta la unión del equipo, sin gran esfuerzo. Tiene gran carisma, arma fundamental de un líder. Impone respeto, justicia, disciplina y muchos otros factores esenciales para las relaciones en un equipo de trabajo. Un líder carismático consigue explicar mejor y de forma fácil, a su personal, los beneficios existentes en el cumplimiento de las reglas.

Es un personaje generador de pasión y multiplicador de adeptos y contras.

Mourinho tiene aquello que un entrenador desea más: el respeto de sus jugadores. Todos muestran su respeto y admiración, las cuáles son muy difíciles de conquistar en el fútbol. No es fácil dirigir un grupo.
 “En el fútbol es siempre un problema, dice Mou,  cuando escoges un jugador en vez de otro”.

Mourinho es en definitiva un entrenador siempre enfocado en los resultados, buscando intensamente la victoria. “Me considero un óptimo entrenador, me considero un entrenador completo, me considero un entrenador fuerte en casi todas las vertientes, no veo grandes debilidades. Soy un entrenador muy equilibrado”, dice Mou.































1 comentario:

  1. Pienso que nuestra personalidad como entrenadores al final determinará nuestro éxito.

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