REAL MADRID
3 BARCELONA 4.
Era un partido en donde Madrid sabía que si
ganaba dejaba al Barcelona sin posibilidades en la disputa de la Liga y Barcelona llegó al
Bernabeú convencido de que lo único que le servía era una victoria, y fue un
partido vibrante, intenso, con entrega, con errores, con aciertos, de parte y
parte, y con muchos goles.
4 a 3… me
acuerdo de un entrenador que tuve y que una vez terminó el entrenamiento 4 a 3, él
estaba feliz y comentaba: qué partido,
qué golazos, qué jugadas, mamma mía esto es fútbol. Algunos lo miramos y medio
desconcertados seguimos al vestuario. Unos años más adelante, en otro equipo y
con otro entrenador terminó el entrenamiento 4 a 3 y el técnico nos dio un regaño de una
hora. No puede ser ché encajamos tres goles, un partido de 7 goles es porque
estuvo lleno de errores de parte y parte. No nos pueden hacer 3 goles de local,
nos decía. Unos años después, ganamos en
un entrenamiento amistoso de fútbol 1 a
o y el entrenador estaba contento y nos decía: que bien que jugamos, con orden,
sólidos en defensa, sacamos el arco en cero, tuvimos más opciones para anotar,
el trámite fue completamente a nuestro favor.
Y bueno… esto es fútbol y da para todos los gustos, estilos, filosofías,
sentimientos. Hoy a unos les encantó el juego, otros estarán más contentos – los de Barcelona- y
otros muy enojados y tristes – los del Madrid-. Nadie quiere perder y menos en
este tipo de partidos. Demasiados goles…sí.
Cuando iban 27 minutos, en mi registro, Benzemá había anotado 2 golazos, pero también había
errado dos oportunidades muy claras de anotar. A los 45 erró otra gran y clara
posibilidad de gol. Y a los 52 minutos el mismo Benzemá erró en otra ocasión de gol para dejar pasar
una oportunidad individual irrepetible: hacer 6 goles en un clásico y frente al
Barcelona. Y fueron bien claras. (Revisá el video). Pensar que hoy se habla de
los penaltis, de los errores del árbitro, de las expulsiones, y si Benzemá
hubiese estado más fino Madrid habría ganado, goleado y superado estas circunstancias
presentadas en el partido.
Barcelona,
jugó como lo había planeado y anunciado: con valentía, con autoridad,
inteligencia, posesión de pelota – 65% en el primer tiempo y 63% en el segundo
tiempo- , sin desesperarse, sin la brillantez de otros tiempos, pero consciente
de cada momento del juego para solucionarlo de la mejor manera y aprovechando
al máximo las oportunidades que tuvo ofensivamente. Messi volvió a demostrar
que es el jugador más desequilibrante, y cuando está preciso para definir, ya
sea de penal o pelota en movimiento, Barcelona tiene contundencia como fin
de esa posesión de pelota que va
disminuyendo poco a poco a su rival.
Madrid, hoy
sin su mejor Cristiano Ronaldo, Benzemá que anotó 2 goles, sí, pero erró 4 más
que le hubieran dado un trámite y un resultado distinto al juego, no ofreció un acertado funcionamiento colectivo como lo había hecho en las últimas jornadas, perdió el
mediocampo con el juego de posesión culé, sus laterales no fueron un argumento importante y Di María haciendo movimientos coordinados con Cristiano en la banda izquierda, pusieron en serios problemas a la zaga Barcelonista, y a Xavi Alonso le costó demasiado
cerrar esa zona por donde el Barcelona manejó en sus mejores momentos el
partido. Cuando Madrid lo presionó arriba, Barcelona sintió que no es el mismo
poderoso equipo de años atrás, pues le costaba salir con continuidad, con
claridad y llegar con facilidad a posición de anotar.
Madrid y
Barcelona, con otros entrenadores, en ésta nueva versión del clásico español,
dejaron nuevamente bien claro sus diferencias: Barcelona con la intención decidida de gobernar el partido
a través de unos movimientos de coordinación
simétrico vertical y horizontal en mediocampo, en donde Xavi siempre es el
circuncentro, apoyado decididamente por Iniesta y Busquets y Fábregas, de ese
juego que se basa en triángulos, y facilita asi que cada jugador tendrá dos
opciones de pase. Es un punto de apoyo geométrico que no para de crear
superioridad en las diferentes líneas. Y a eso le añade una mentalidad ganadora
que sale a relucir en los momentos más complicados y superarlos, como ha
ocurrido ya y ocurrió de nuevo ayer de
visita en la propia cancha del Madrid.
Madrid tuvo
momentos importantes, pero no contó en este partido con el talento, el desequilibrio individual de Cristiano
Ronaldo, quién pasó desapercibido y nunca entró en juego. Sabemos lo que significa Cristiano en el
funcionamiento de este equipo. Cuando dominaba el juego en el trámite y
resultado-3 a 2 – vino el penal de
Neymar y la expulsión de Ramos y ya fue
un partido demasiado desigual para ellos, pues con un hombre más el Barcelona se
fue arriba hasta que logró el cuarto y la victoria, tan necesitada en este
momento.
Revive Barcelona.
Atlético de Madrid es líder. Real Madrid tiene que reaccionar inmediatamente
pues la Liga está abierta y además encima está la Champions. Demasiadas cosas
en juego para no voltear rápido la página, como lo dijo ayer Ancelotti.
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