por magazineperarnau.com/ el 7 abril, 2015 • 15:25
La personalidad de un equipo es la suma de las diferentes
personalidades de sus componentes. Es evidente que el peso específico del
entrenador es mucho mayor que el de un jugador secundario en la plantilla,
pero, al fin y al cabo, todos ellos influyen de alguna forma.
Que el Barça es un equipo diferente con Mascherano que con
Busquets es una evidencia. Sin entrar en paradigmas personales sobre gustos
futbolísticos, el análisis es indudable.
Me gusta comparar estos dos jugadores con dos coches que uno
puede tener en su garaje. Mascherano sería un Aston Martin rojo. Deslumbrante
derroche de potencia, velocidad y honestidad de servicio. Siempre innegociable
ante cualquier exigencia y siempre ofreciendo una respuesta óptima sea cual sea
la frecuencia con la que lo usamos. Es inevitable quedar prendado de él por
todo lo que ofrece y representa.
Por contra, Busquets sería el buen coche que uno decide
comprar aun siendo un poco desconocido de inicio. Una apuesta por unas
prestaciones correctas y a un magnífico precio. El mismo coche que, día a día,
te va sorprendiendo con una nueva virtud oculta para nuestros primerizos ojos y
que te acaba presentando su verdadera carta de presentación poco a poco y como
por arte de mágia. Si con Mascherano uno acaba prendado por su amplitud de
prestaciones, con Busquets uno acaba futbolísticamente entregado a él. Eso es
lo que pasó en su ascenso al primer equipo y en sus inicios con la selección.
Me enfrenté a Busquets en el año 2009. Con Pep Guardiola en
el banquillo y justo antes de que diera el salto al primer equipo para iniciar
la mejor etapa que el Barça ha vivido en su historia hasta el día de hoy. Nos
emparejábamo,s ya que yo jugué de mediapunta ese día. Viendo sus primeros
minutos pensé que era un día ideal para encontrar espacios y poder recibir en
zonas intermedias, ya que sus características no me parecían deslumbrantes. Sin
duda, cometí un error grave.
Yo intentaba buscar zonas de recepción. Extrañamente, él
siempre estaba allí medio segundo antes que yo. Cuando conseguía recibir y
girar, sus largas piernas impedían que pudiera irme en el uno contra uno. En la
salida de balón les dejaba metros para que jugaran con él e iba a la presión
fuerte para robar, pero siempre jugaba de primeras o la pisaba y escondía. ¡Ni
una pérdida! ¡Ni una muestra de nerviosismo a pesar de su juventud y el
contexto del partido!
No sé que pensamientos iniciales pasarían por la cabeza
tácticamente rica y privilegiada de Pep Guardiola, pero estoy convencido que le
ocurrió exactamente lo mismo. Acabó enamorado y entregado a Busquets.
Así pues, creo que para entender las diferencias del equipo
en función de si es uno o el otro quien ocupa la posición de pivote defensivo,
es básico proseguir con una comparación directa entre ellos.
1.- POSICIÓN TÁCTICA + LECTURA DEL JUEGO
- Busquets:
mantiene muy bien la posición. Abandona poco el centro para ir a la banda,
algo que solo hace cuando es estrictamente necesario. Para mí es el mejor
jugador de Europa en este sentido. Siempre está bien colocado y bascula
perfectamente según el juego. Intuitivo en el corte.
- Mascherano:
pierde la posición a menudo. Deja el centro para ir a las ayudas a la
banda. Este aspecto es bueno para los laterales, pero creo que perjudicial
para el equipo. Desde mi punto de vista, sus sobradas facultades físicas
le juegan una mala pasada en la toma de algunas decisiones de
posicionamiento.
2.- RENDIMIENTO DEFENSIVO
- Busquets:
no es su mejor característica, pero también es fiable. Sus largas piernas
le permiten cortar muchos unos contra uno, así como situaciones de
contragolpe del rival.
- Mascherano:
tiene más chispa en defensa y gana gran parte de los duelos directos.
– Estadísticas defensivas en la Liga BBVA 2014/2015:
* En el caso de Mascherano, contabilizadas tanto en
actuaciones en posición de central como pivote defensivo.
3.- JUEGO AEREO
- Busquets:
gran juego aéreo. Acostumbra a ganar los saltos de las salidas en largo
del rival. En las jugadas de estrategia en contra es uno de los encargados
de marcar a los mejores contrarios.
- Mascherano:
correcto en el juego aéreo. Suple su falta de altura con intensidad y
anticipación.
– Estadísticas de juego aéreo en Liga BBVA 2014/2015:
4.- SALIDA DE BALÓN
Me detengo especialmente en este punto, ya que creo que es
fundamental.
Si equiparamos las estadísticas de balones perdidos por
partido entre Busquets y Mascherano (en sus partidos como pivote defensivo),
vemos que la diferencia es menor de la que pudiéramos imaginar. Pero en mi
opinión, este hecho no significa nada por sí solo.
Un jugador puede perder pocos balones jugando con esta
finalidad (aspecto táctico importante, sin duda), pero realmente dota al equipo
de un valor añadido impagable si, además de ello, le brinda al equipo el hecho
de ofrecerse siempre, aunque la salida esté ahogada por la presión rival. Y
justo aquí es donde Busquets es único.
- Busquets: brutal en este aspecto. Se ofrece, tiene clarividencia, se perfila, mira antes de recibir y pierde poco. Ofrece aire cuando el equipo está altamente exigido en salida (ver la secuencia a continuación).
- Mascherano:
es correcto. Pierde poco y juega muy fácil, pero se ofrece mucho menos que
Busquets para desatascar.
5.- CARACTERÍSTICAS PROPIAS
- Busquets:
– A favor: tiene una intuición especial para saber dónde
caerá la jugada (creo que es el mejor de Europa en esto). Pocas pérdidas,
pero a la vez siempre se ofrece. Y mira antes de recibir.
– En contra: su alta autoconfianza hace que, en alguna
ocasión, se confíe demasiado en salida de balón. Necesita continuidad.
– A favor: más punch en defensa, es muy
bueno en anticipación, tiene un gran cambio de orientación, es comunicativo y
domina la vigilancia defensiva.
– En contra: le cuesta mirar antes de recibir y no
desbloquea al equipo en situaciones límite de salida. Demasiados toques
ocasionales.
De la misma manera que Luis Enrique dijo un día que “son
dos pivotes de perfiles diferentes”, el equipo es diferente si es uno u
otro quien ocupa la posición en el campo.
Busquets guarda la posición, socorre a los defensas en la
salida de balón y desconecta con un toque las líneas de presión. Con
Mascherano, el Barça es mucho más largo e invita al intercambio de golpes con
el rival; hace de la intensidad y la anticipación una virtud; se identifica más
con el desplazamiento en largo. Su capacidad física, añadida a su adaptación de
los últimos años a la posición de central, hace que tenga tendencia a ir
demasiado a la banda (a las ayudas) y se aproxime demasiado a la defensa.
Que cada uno saque sus conclusiones. La mía, considerando a
Mascherano un gran jugador y excelente recambio, es que sin Busquets hay un
vacío y el equipo pierde un poco de pausa, riqueza e intuición innata y es un
poco más vulnerable.
* Álex Delmàs es exfutbolista y
analista.
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