FILOSOFÍA Y MANUAL DE UN ENTRENADOR DE FÚTBOL

Por Francisco Ruíz Beltrán

Antonio Dopazo

Miguel Canales/

Libro recomendado/

Futbolitis

Martíperarnaumagazine/

“SIN TRABAJO NO HAY RESULTADOS. SIN IDEA…NO HAY DESTINO”.

Lo que marca la diferencia es el trabajo. El que se crea mejor por ganar algo es un estúpido. Es el trabajo no la descripción del trabajo que uno dice cumplir.

“EL RESULTADO ES FRUTO DEL TRABAJO SILENCIOSO, METÓDICO Y CONTINUADO. EL TRABAJO LO ES TODO (casi todo) EN EL RESULTADO DEPORTIVO, CON EL AÑADIDO DE QUE EL TRABAJO ACOSTUMBRA A SER OSCURO, A CELEBRARSE EN LA PENUMBRA O EL SILENCIO O LA DISCRECIÓN O TRAS LOS CORTINAJES. EL TRABAJO NUNCA SE RODEA DE FUEGOS ARTIFICIALES Y, POR TANTO, SE INTUYE Y SE PERCIBE PERO ES UN INTANGIBLE PARA LOS EXTERNOS”.

 Pero el trabajo no rinde si no hay una idea. Todo entrenador debe tener un sueño. Un entrenador sin un sueño es un entrenador sin ideas, una víctima de los resultados.

Tener una idea, precisan sin ambages, no significa ser un intelectual de salón, un atril estático. Al contrario. PENSAR ANTES DE ACTUAR ES IMPRESCINDIBLE, PERO ESO NO ES INCOMPATIBLE CON QUE EL ENTRENADOR ES, POR ENCIMA DE TODO, UN HOMBRE DE ACCIÓN.

Llevar a cabo el sueño o la idea no es tarea sencilla y que el entrenador debe aplicarse a fondo: pensar, diseñar, entrenar, espiar… es Técnico, Táctico, Psicólogo, médico de familia, detective, rastreador, amigo y enemigo a la vez.

Un pluriempleado obligado a dejarse la piel sobre el césped para conducir sus sueños por el camino de la realidad más perversa. Fuerte para no supeditar el análisis al resultado obtenido pues el triunfo no reside en el resultado, sino el camino a recorrer para alcanzarlo.

Flexible para entender al grupo de jugadores que convivirán largos meses y años.

Para trabajar bien no hay que ser desagradable, apuntan los autores, y a uno le vienen a la cabeza tantos ejemplos contrarios.

Me reconforta que hablen del ecosistema porque lo considero esencial en el universo de un vestuario. Y que mencionen la felicidad, que definen como la conexión con una plantilla trabajadora y unida hasta acabar presentando en el campo un equipo a tu imagen y semejanza. Y me ilusiona, aunque no sé si soy un iluso, que apunten que el éxito no reside en contar con el mayor presupuesto, sino en convertir tu idea y tú sueño en realidad sobre el césped.

¿Un manual sobre el entrenador? Más bien un libro sobre el fantástico viaje de la vida con la excusa de un balón de cuero.

Prólogo de Martí Perarnau/

 Este libro tiene un significado muy especial para todos nosotros. Su nacimiento no hubiera sido posible si Marcos López, hace unos años, no hubiese creado un blog gratuito en el que hablar sobre tácticas, planteamientos pre-partidos, ciclos cortos y largos, etc.  Él a su vez movido por ejemplos como el de Martí Perarnau, quién puso de relieve que otro modelo de periodismo era posible. Martí siempre tuvo la virtud de saber dirigir el vertiginoso torrente de actualidad a un remanso donde era posible seguir pensando en base a ciertos principios muy sólidos. No sólo no le restaba ningún brillo a lo nuevo, sino que además lo hacía digerible y permitía una cierta perspectiva que a muchos nos permitió empezar a saber algo de fútbol.

Marcos fue dejando un reguero de análisis pre-partido, obsesivos y casi proféticos que a mí en concreto me resultaron increíbles, pues no sólo suponían un soplo de aire fresco respecto a la prensa del sector que hacía compatible una afición a menudo inconfesable con el pensamiento, sino que era además una invitación a tomar el guante lanzado y atrevernos a poner por escrito que el fútbol es realmente algo ajeno al negocio y el opiáceo.

“Este libro es, además, el libro que me hubiera gustado leer cuando empezó a interesarme el fútbol visto desde el banquillo y además tiene un sentido innovador ya que sin faltar al respeto a nadie se muestra muy crítico con aquellos entrenadores que siguen actuando y entrenando sin antes pensar si lo que hacen (o aún peor, lo que enseñan) es correcto y efectivo. Buscamos un fútbol de más calidad, y para eso no hace falta únicamente estrellas, sino unas metodologías modernas y un entrenamiento de calidad.

Francisco Ruíz Beltrán/.

“Bajo la sobriedad expositiva de su Manual de entrenador hay una invitación a la libertad y un vivero de ideas de las que brota un futuro para el fútbol”.

“No hablaremos de una metodología concreta aunque es evidente que nuestra línea de pensamiento es cercana a la Periodización Táctica,  yy no a los métodos tradicionales y tan empleados por muchos entrenadores que actúan antes de pensar. Y exactamente sobre esto trata este libro: PENSAR EN FÚTBOL”.

Algunos conceptos:

“En el deporte existe mucha falsa ambición, mucha  falsa competitividad. En el deporte hay que ser competitivo cuando hay que serlo, ni antes ni después. No cambia nada hablar de lo competitivo o lo ambicioso que res, lo que cambia las cosas es lo bien o mal que trabajes, lo mucho o poco que trabajes. Sobre todo lo bien que trabajes y el trabajo de un entrenador es tan amplio como maravilloso. Crear una plantilla con feeling, equilibrada y con calidad, entrenamientos que marquen las diferencias, estrategias que ganen partidos, tácticas más ofensivas, más defensivas, análisis de rivales…”.

“La clave es una rutina de trabajo (cada entrenador debe tener la suya) acorde a la metodología de entrenamiento (la de cada entrenador tiene que ser distinta). Esa rutina de obligado cumplimiento es la que hace que la calidad del trabajo no dependa del estado de ánimo, de lo buena o mala persona que seas o de cómo ambicioso o competitivo te describan. La clave es el trabajo y el objetivo que el equipo rinda al máximo de sus posibilidades, ni siquiera es una cuestión de títulos  y el mejor entrenador no es el que más trofeos gana. En efecto, en segunda división B puede haber un entrenador mejor que Guardiola o Mourinho… de hecho, ¿Por qué no vas a ser tú mejor que ellos”.

“Un entrenador tiene que lidiar con 25 personas muy distintas, todos con un nivel y una implicación concreta. Su trabajo no sólo consiste en alinear a los once mejores, su trabajo implica convivencia, unión, justicia y decisiones duras…, todo por el bien del equipo”.

“Cada uno tiene su estilo, unos prefieren las rotaciones, otros tienen vacas sagradas, eso depende de cada entrenador, pero todos los técnicos tienen que saber, dejando claro que cada jugador es una persona distinta y merece un trato distinto y especial (en busca de maximizar el rendimiento), que no dirigen jugadores sino un grupo de futbolistas y esto último es mucho más complejo que lo primero. Dicen que el fútbol es fútbol pero el funcionamiento de un equipo de fútbol es mucho más que eso. Todo cuenta y si estamos de acuerdo en que la diferencia la marca el día a día, se necesita un día a día fluído y para eso es necesario un grupo unido, abierto, receptivo, así que a la hora tanto de afrontar las altas y las bajas de un equipo, tenemos que pensar no solo en las cualidades futbolísticas de un jugador, sino la necesidad, su profesionalidad, incluso su empatía, forma de vida… cuántos más datos mejor”.

“Un entrenador tiene que pensar antes de actuar y saber siempre la razón de sus decisiones. Un buen entrenador tendrá un equipo a su imagen y semejanza y eso implica tener una identidad, un modelo de juego y entrenamientos de calidad para que la idea sea realidad”.

“Potenciar la mentalidad del jugador es básico. Se necesitan ganadores, gente sin miedo al fracaso; pero todo esto es un plus que sin un entrenamiento de calidad no te llevará al éxito. La táctica exclusiva de pizarra ha muerto, el campo es la casa del jugador y es en nuestra casa donde aprendemos a ser nosotros y a diferenciar lo bueno de lo malo”.

“La vida de un entrenador desgasta mucho porque lo abarca todo: análisis de los rivales, entrenamientos diarios, preparación de videos para los jugadores, viajes pre-partidos, concentraciones, saber delegar y tener buenos ayudantes es básico en la dura, pero emocionante, labor de un entrenador”.

“Muchas veces la relación resultados-calidad del entrenador es inexacta. De hecho, no es mejor el entrenador que entrena al equipo con mayor presupuesto. Un buen entrenador es aquel que convierte la idea en realidad, sabe delegar, consigue una unión -cuerpo técnico- jugadores- indestructible y sobre todo, debe ser alguien con las ideas muy claras para no estar a expensas del resultado. Vamos, personalidad, calidad, y muchas cualidades más, todas juntas”.

“Un buen entrenador es alguien con ideas claras y una metodología de trabajo inquebrantable (puede evolucionar, tiene que ser flexible, pero la esencia tiene que mantenerse). Esta metodología tiene que ayudar a saber que el fútbol tiene unos pasos que no se pueden saltar. ¿Son los sistemas importantes? Claro que sí, todo es importante, pero nada funciona si antes no se establece un orden claro y el sistema en sí no me dice nada si no va unido a una metodología, un modelo de juego y un entrenamiento específico de calidad”.

“UN GRAN ENTRENADOR SIEMPRE DEBE MIRAR MÁS ALLÁ DE LO QUE CUALQUIER PERSONA PUEDE VER CON OBSERVAR UN POCO. La creación de plantilla es mucho más que fichar y vender jugadores según la calidad o la posición de los mismos. Como siempre, el modelo de juego y los sistemas también tienen relación con este apartado y lo difícil es que una cosa no va antes que la otra, ¿todo es igual de importante!”

“Aunque este no es un libro metodológico creo que quién lo lea puede y debe abrir la mente y leer entre líneas para llegar a conclusiones maravillosas. El fútbol base y el profesional está muchas veces en manos de exjugadores o antiguos técnicos (que transmiten su calidad generación tras generación) que copian métodos de sus mejores entrenadores y que lo hacen sin pensar que es lo mejor para su equipo. Nosotros pedimos eso, pensar en fútbol. Romper los mitos inquebrantables, empezar de cero y analizar qué es lo mejor para que un equipo sea mejor equipo. Y recuerden, el todo es mucho más que la suma de las partes”.

“No todos los grandes jugadores han sido los más técnicos, ni los más preparados físicamente. Sino que el nexo común entre ellos ha sido su CAPACIDAD MENTAL, su equilibrio emocional, su concentración, su capacidad de liderazgo, su autocontrol, su manejo de la ansiedad y del miedo al fracaso su abstracción ante los errores. Los mitos poseían una fortaleza psicológica que les convertía en superhombres, sobre todo porque eran capaces de desarrollar sus funciones ante cualquier circunstancia, incluso sobreponiéndose a las más adversas, mientras que otros no manejaban de la misma manera las áreas emocionales de la competición, reduciendo su rendimiento”.

Wanceulen editorial deportiva/España/ 2011.

Filosofía y Manual/.
1. ¿Todo vale?
2. Personas que forman un grupo de jugadores.
3. El sueño del entrenador.
4. Nos se engañen, ¡lo importante es entrenar!
5. La vida del entrenador durante el ciclo semanal.
6. El entrenador total, la papeleta posible.
7. Sobre las famosas rotaciones.
8. Los sistemas... ¿tan importantes?,
9. La figura del director deportivo.
10. Confeccionar una plantilla... mucho más que elegir jugadores.
11. La importancia de la cantera en el equipo y en las plantillas.
12. El fútbol en la mano de las televisiones, ¿y los profesionales?
13. Fútbol de base... mi visión.
14. A modo de resumen, ¿qué fútbol prefieres? (Míster, ¿estás orgulloso?).

El entrenador, ese incomprendido.
1. Miguel Canales nos habla sobre la psicología en el fútbol.
2. Antonio Dopazo: todo sobre Mourinho.
3. Francisco Ruiz Beltrán nos explica como plantear un partido de forma detallada.

Artículos imprescindibles para los amantes del fútbol.
1. Del caos al modelo de juego: la máquina futbolística (Antonio Dopazo).
2. Velocidades y lentitudes. Apuntes para una pequeña teoría del fútbol. (Antonio Dopazo).
3. El gran Milán de Arrigo Sacchi (Miguel Canales).
4. Pensar el terreno de juego (Antonio Dopazo).
5. Un equipo deportivamente grande (Francisco Ruiz).
6. El Método del bombero.