Dirección y Resultados
Iñaki Pérez/.
Iñaki Pérez/.
Hace unos días leí en el Newletter de Catenaria algo que me gustaría compartir. La verdad es que desde hace tiempo sigo a Javier Martínez. Sus artículos expresan, en general, grandes verdades que, en el mundo actual nos empeñamos en ignorar una y otra vez.
Decía Javier, citando
otras fuentes, que hay médicos que se titulan sin “haber tocado un cadáver” y
que, hablando de la crisis, había banqueros que no conocían su oficio.
Sin embargo todos
ellos han ido a la escuela y, posteriormente a la Universidad. Están,
literalmente, “llenos” de “conocimientos” y, paradójicamente, no saben ejercer
su oficio. Concluye el autor que una cosa es “saber” y otra muy distinta “saber
hacer” y que la raíz del conocimiento es la segunda y no meramente la primera.
Es cierto que en el
ámbito académico y en el científico puede ser extremadamente útil la primera
pero fuera de estos círculos lo que caracteriza y diferencia a un buen
profesional es su capacidad para gestionar los problemas o situaciones a las
que se enfrenta, es decir “saber hacer”. ¿De qué nos sirve conocer las múltiples
variables interrelacionadas que generan un problema si no somos capaces de
solucionarlo? ¿No sería preferible, como hizo Alejandro Magno, cortar el nudo
gordiano con la espada?
Incluso en los ámbitos
mencionados el mero “saber” especulativo es inútil si no sabes poner en
práctica (“hacer”) o poner a prueba las hipótesis planteadas, si no sabes cómo
bucear en un archivo (humanistas) o calentar un matraz (químicos) o diseccionar
un animal (biólogos) o contrastar un dato (en general). ¿Cuántas veces en la facultad
hemos oído, refiriéndonos al cátedro, aquello “sabrá mucho, pero lo que es
explicarlo…”?
El conocimiento
profesional es un “saber hacer” y se basa en la capacidad que tiene un
profesional de aplicar los conocimientos teóricos adquiridos (el esquema
mental, el “amueblamiento” de la cabeza”) a situaciones prácticas concretas.
Adquirir conocimientos
teórico-técnicos, dotarnos de esquemas lógico-conceptuales es necesario pero no
suficiente.
En la universidad, en
el colegio, incluso en los másters más prestigiosos de las Escuelas de Negocios…
¿qué intentamos enseñar?
Publicado por Iñaki
Pérez
Muy útil, y demasiado reflexivo. Es más fácil enseñar bien, q' corregir
ResponderEliminarMuy útil, y demasiado reflexivo. Es más fácil enseñar bien, q' corregir
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