lunes, 31 de marzo de 2014

FÚTBOL: EL JUGADOR ES LO IMPORTANTE


LA COMPLEJIDAD DEL SER HUMANO COMO VERDADERA BASE DEL JUEGO.

“El concepto de dinamismo y movimiento, para una persona que ha viajado y vivido en diversos lugares del mundo, me atrae y me atrapa tanto como el movimiento del cerebro que hay detrás y lo sustenta. Un claro ejemplo de ello lo conforman la relación entre neuronas espejo-pensamiento-emociones-conducta. No nos estanquemos: el talento no capitula con la edad, sino con las ganas de evolucionar y no olvidemos que tal y como una persona es fuera del campo asi se muestra dentro del mismo”.
 
“Los criterios no admiten comparaciones, pero el juego del Barcelona y el del Real Madrid son un reflejo de la cultura de cada club que la alberga: para el primero, el Barsa, la paciencia es su mayor virtud, que no lentitud, y la ponen en práctica mediante el pase como medio de comunicación y el acoso como medio de reivindicación de lo que tanto esmero construyeron ya que no es obligatorio ir más rápido para llegar antes ni tampoco estar quieto y ser paciente como sinónimo de desidia; de hecho, ya lo dijo el sabio: no basta con llegar antes, sino hay que saber llegar. Por su parte, el Real Madrid quiere un resultado rápido, y su juego es así, de vértigo, como sus equipos, cuya calidad, a veces se acelera tanto que coinciden en espacio y tiempo jugadores, desarbolando lo que podría ser una buena construcción de juego”.
 
“Cada forma de jugar es respetable pero lo que no debemos pretender es ir contra natura. Si queremos una cantera, sea cual sea el club, hay que tener en cuenta dos cosas: paciencia, de un lado, y que la ausencia de error forme parte del acierto por el otro. Si queremos modificar cosas reflexionemos, porque se puede.
 
Competir no es nada fácil y menos cuando en la sociedad de hoy en día se da la ambivalencia entre éxito rápido y tecnología. Dar prioridad, a la persona que se enfunda una elástica es más importante que aprender un pase: la mochila descrita por los autores al hablar de la persona-jugador”.
 
“La tecnificación futbolística no sirve de nada sin un marco cultural adecuado, lo que en fútbol se plasmaría con lo que llamamos táctica, pero podríamos dar un paso hacia adelante e ir más allá. El término balance es la clave. Equilibrio al servicio del desarrollo; desarrollo equilibrado que no haga de funambulista emocional con el jugador sin darle las herramientas necesarias para andar por la cuerda floja permitiendo una caída lo más acolchada posible, porque tarde o temprano, amigos míos, se cae, se pierde, te meten un gol. EL FÚTBOL ES COMO LA VIDA”.
 “Una especialización temprana, término que podría ser definido como perjudicial e incorrecto de por si, suele ser sinónimo de problemas que se extrapolan a la vida de los jóvenes jugadores puesto que se les transmite la idea de un pensamiento único por la falta de herramientas para resolver problemas en otros puestos y/o contextos. El juego necesita del entendimiento de quién lo ejecuta y éste nunca podrá entenderlo al máximo si no vivencia las diferentes posiciones en momentos de juego diferentes, y hablar de momentos, es una adaptación neuro-socioafectiva ya que cada instante genera cambios en el siguiente y puede ser diametralmente opuesto al anterior”.
 
Se trata pues de dar libertad para educar en responsabilidad pero, ¿Cuál es la contradicción? Asociar edad-conceptos/cualidades a una interpretación fragmentada del juego; conforme crece el jugador también le vamos restando potencial, sencillamente, nos escudamos en que el fútbol es así porque la categoría en la que se juega no permite proponer ni poner el talento a divagar, sino que implica el tópico falso y mecanicista de que ganar es sinónimo de controlar como fichas a pequeños y grandes jugadores, que luego crecen en físico pero mueren en virtudes. Del mismo modo, queremos trabajar una capacidad física concreta y no debemos anteponer el desarrollo de la misma al incremento vivenciado de conceptos para la construcción de un modelo de juego”.
 
“Observar que tenemos que hacer para que un equipo funcione implica un estilo en la dirección del mismo, ganarse la confianza del jugador es la mejor forma de conseguir esto, es elegir una manera de jugar en base a lo que tenemos y que, quizás, nos lleve a encontrar un punto de encuentro cuanto antes entre todos los recursos humanos de los que disponemos ya que el acuerdo y la socialización, sin miedo a la discusión, reducen dudas. El resultado último es una comunicación, desde la interacción, más fluida y bidireccional como base de una unidad que tiene que darse en el campo. Todos debemos saber por qué hacemos las cosas. Profesionales del ámbito de la neuropsicología pueden contribuir a mejorar la relación cerebro-conducta desde el campo.”.

 “El jugador debe poder creer en sí mismo durante el proceso de entrenamiento y sus comportamientos en competición, le deben dar a la hora de coger una posición, la mayor información en el espacio y el tiempo, tanto al tener como al perder la posesión… y esto nos devolverá información que supondrá recursos a utilizar en el equipo para avanzar y recuperar la confianza en el vaivén competitivo al tiempo que nos da pistas sobre su personalidad. El más difícil problema está medio solventado si está bien analizado y el mejor análisis de todos es creer ciegamente en los verdaderos protagonistas de este juego: LOS JUGADORES”.
 Radomic Antic- /Entrenador de fútbol.
 
Prólogo tomado del libro: Fútbol: el jugador es lo importante.
Francisco José Cervera Villena y Rosa María Coba Sánchez.
Wanceulen Editorial Deportiva./2012.
  

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