Neuroliderazgo: una perspectiva revolucionaria del liderazgo
AUTOR(A): Arnoldo Arana TEMA: Liderazgo
“Un horizonte
temporal completamente diferente sugiere la necesidad de contar con un
liderazgo diferente” - Néstor Braidot
¿Qué es Neuroliderazgo?
¿Cómo se puede implementar el Neuroliderazgo en el contexto organizacional?
¿Cómo pueden beneficiarse los líderes y gerentes de los nuevos descubrimientos,
avances y aplicaciones de la neurociencia?
En los últimos años el avance de la neurociencia ha aportado
valiosos descubrimientos aplicables a múltiples actividades del quehacer
humano, como la educación, la economía, el mercadeo, la medicina, la
psicología, la gerencia y el liderazgo, entre otras áreas de aplicación. Surgen
así el Neuroliderazgo, el Neuromarketing, el Neuromanagement, la Neuroeconomía,
la Neuropsicología, el Neuroplanning, el Neuroaprendizaje, la Neuroeducación,
etc.
El Neuroliderazgo representa una perspectiva revolucionaria
y novedosa en cuanto a la conceptualización del liderazgo y de los factores
clave para su ejercicio eficaz. Esta nueva dimensión está relacionada con la
comprensión de cómo funciona el cerebro, su anatomía y su fisiología. Esta
disciplina intenta definir la base neuronal del liderazgo y de la gestión, y
estudia los procesos cerebrales que explican la conducta (desempeño), la toma
de decisiones, la motivación, la inteligencia emocional, la forma de
relacionarse con otros, la inteligencia y aprendizaje individual y
organizacional, entre otros aspectos vinculados al mundo organizacional y del
ejercicio del liderazgo. Esto supone una reconceptualización del liderazgo, no con
base a las teorías clásicas basadas en el conocimiento acumulado de la gestión,
sino con base a la comprensión del funcionamiento del cerebro que aporta la
neurociencia.
La aplicación de la
neurociencia al contexto organizacional provee un amplio potencial de
conocimientos, metodologías y herramientas para la comprensión de las dinámicas
que intervienen en el liderazgo, y abre un nuevo campo en la investigación del
mismo en una diversidad de aspectos dignos de explorar.
Enfoque del Neuroliderazgo
El neuroliderazgo se enfoca en los factores intelectuales y
emocionales vinculados a la toma de decisiones, la capacidad para resolver
problemas, el funcionamiento y la conducción de equipos de trabajo, el
aprendizaje individual y organizacional, los procesos motivacionales, la
creatividad e innovación, los estilos de liderazgo, la gestión del cambio, los
mecanismos de reconocimiento positivo y recompensas, entre otros aspectos del
contexto organizacional. Es en estas áreas donde el Neuroliderazgo interpreta y
traduce los descubrimientos de la neurociencia, en metodologías, modelos y
herramientas de aplicación práctica dentro de las empresas e instituciones.
Por otra parte, el Neuroliderazgo
pone el énfasis en el desarrollo de las capacidades personales del cerebro, más
que en el aprendizaje de modelos externos de liderazgo y gestión que se han
acuñado a lo largo de la historia como conocimiento acumulado. Al respeto
comenta Néstor Braidot: “Los verdaderos líderes son quienes tienen el cerebro
preparado para decidir sobre la marcha, en el momento. Ya no hay tiempo para
imaginar escenarios porque la velocidad con que cambian las circunstancias no
lo permite. Tampoco hay tiempo para estudiar el caso y, mucho menos, para
aplicar una solución aprendida”.
El Neuroliderazgo apunta más a la toma de decisiones
instintivas que a las decisiones de libro (recetas teóricas), proveyendo así
oportunidades para exploraciones creativas ante retos de amplias dimensiones.
Conceptos y herramientas aportados por la neurociencia al
mundo organizacional del liderazgo
La neurociencia
aporta valiosos conocimientos y descubrimientos acerca de cómo funciona el
cerebro y de cómo aprenden las personas, que resultan muy útiles y que
presentan múltiples aplicaciones en el contexto organizacional y en el
ejercicio del liderazgo. Algunos de los descubrimientos más valiosos se
relacionan con la Neuroplasticidad, el Neuroaprendizaje (por asociación y
experiencia) y la capacidad atencional; a continuación se describe cada uno:
Neuroplasticidad
Joe Dispenza la define como “la capacidad del cerebro de
reformarse, remodelarse y reorganizarse”. Se puede conceptualizar como la
habilidad del cerebro de modificar o alterar su propia estructura como
consecuencia de la experiencia y del pensamiento, para adaptarse a los cambios
que el entorno impone o para funcionar de otro modo. El cerebro, pues, tiene la
propiedad de adaptarse a la actividad que realiza. De modo que modificando la
actividad que se realiza se puede modificar la estructura del cerebro.
El cerebro tiene la destreza natural para crear nuevas
sinapsis y crear nuevas células, o de disminuir el número de conexiones
nerviosas, según sea la necesidad y los requerimientos. Esta destreza es
fundamental para la adaptación al entorno y para el logro de cambios de hábitos
y/o adopción de nuevos hábitos, cambios en las percepciones del mundo, así como
el aprendizaje de nuevas conductas y formas de pensar (cambio de paradigmas).
Es posible concluir que la Neuroplasticidad es la base
estructural del aprendizaje. El proceso de aprendizaje se explica sobre la base
de la plasticidad del cerebro, vale decir, sobre su capacidad para la
adaptación y el cambio. En esencia, el aprendizaje tiene que ver con la
capacidad de hacer conexiones sinápticas y de reorganizarse. La Neuroplasticidad
del cerebro ofrece, pues, amplias consideraciones en el ejercicio de liderazgo.Neuroaprendizaje
“Enseñar sin saber cómo funciona el cerebro es como querer diseñar un guante sin nunca haber visto una mano.” - Leslie Hart
Aprendizaje por Asociación
La asociación es la
manera como aprende el ser humano. Para generar aprendizaje se necesita
relacionar el nuevo conocimiento con uno previamente existente. Al respecto
concluye en sus estudios Donald Hebb, Neuropsicólogo e iniciador de la Biopsicología,
que los nuevos circuitos o redes neuronales se establecen más fácilmente por la
influencia de otros circuitos existentes. Es decir, el cerebro aprende más
fácilmente algo nuevo (desconocido), partiendo de lo que ya aprendió y conectó
sinápticamente (algo familiar), de esta forma se agregan las nuevas conexiones
relacionadas con la nueva información. El aprendizaje por asociación refiere a
que los líderes necesitan proveer el contexto informativo que facilite el
aprendizaje en el trabajo.
Aprendizaje por Experiencia
“La experiencia es el mejor maestro” - Aristóteles
Hallazgos en la
neurociencia sugieren que la experiencia es la vía más efectiva para generar
cambios neurológicos. Comenta al respecto Joe Dispensa: “La experiencia
enriquece el cerebro…hace las conexiones sinápticas más fuertes y duraderas”.
Comenta también el psicólogo Endel Tulving que las informaciones que obtenemos
a través de la experiencia sensorial se graban más fuertemente que las que
obtenemos en forma puramente intelectual. En este sentido, distingue dos tipos
de memorias: semántica y episódica. La memoria semántica está vinculada a la
información que se obtiene intelectualmente como concepto, sin mayor participación
de los sentidos. Esta memoria es llamada por Joe Dispenza como método de texto
para hacer conexiones. La otra memoria es la episódica, que se da a través de
la experiencia y vivencia con los contenidos cognitivos en un ambiente de
experiencia.
Como líderes, la
consideración de cómo enseñar para que la gente aprenda más fácilmente es
fundamental para maximizar el beneficio del esfuerzo en la capacitación. El
líder, entonces, es responsable de crear las condiciones para facilitar y
desarrollar los procesos cognitivos y funciones ejecutivas del cerebro de un
modo que la gente pueda aprender.
Estas herramientas
posibilitan, entre otras, cubrir diversos estilos de aprendizaje, considerar
los diferentes tipos de inteligencias, los distintos canales de representación
sensorial y formas de enfrentar desafíos emergentes.
Capacidad Atencional
Uno de los aspectos de la cognición humana más atractivos y
de mayor aplicación para el management es la capacidad de atención, que se
encuentra estrechamente relacionada con la habilidad para resolver problemas y
la toma de decisiones. - Néstor Braidot
La capacidad de
atención se encuentra estrechamente relacionada con la habilidad para resolver
problemas y la toma de decisiones. La cantidad de atención que una persona es
capaz de focalizar sobre un evento en particular recibe el nombre de capacidad
atencional o densidad de atención. Según el especialista en Neuroliderazgo
Néstor Braidot: “Una adecuada densidad de atención modela el cerebro, en un
sentido literal, ya que refuerza circuitos neurales específicos que forman
parte de diferentes estructuras de la corteza prefrontal. La importancia de
este hallazgo radica en que la corteza prefrontal también se encuentra
fuertemente implicada en la capacidad de planificación, resolución de problemas
y toma de decisiones”. De modo que a mayor concentración, mayor densidad de
atención. El éxito depende, entonces, de la capacidad de un líder para enfocar
e inducir a otros a enfocar la atención con intensidad y frecuencia en ideas
específicas.
A modo de conclusión
El Neuroliderazgo introduce una nueva de forma de pensar,
decidir y hacer en el contexto del liderazgo. Propone un nuevo paradigma en la
forma de gestionar y aprender en lo individual y en lo organizacional, con base
al funcionamiento del cerebro. Henry Minztberg concluye que “El Neuroliderazgo
se centra en cómo los individuos en un ambiente social toman decisiones y
resuelven problemas, regulan sus emociones, colaboran con otras influencias, y
facilitan el cambio.”
El desafío, entonces, del Neuroliderazgo es reconocer como
funciona el cerebro para canalizar el liderazgo, constituir equipos de trabajo
efectivos, tomar decisiones en forma efectiva y motivar a la gente. Bajo este
paradigma, como lo expone Néstor Braidot: “Las nuevas herramientas no están afuera,
sino dentro de cada uno de nosotros.” Esta perspectiva del ejercicio del
liderazgo no propone formulas ni recetas predeterminadas, sino que promueve el
desarrollo de las propias (personalizadas) soluciones y estrategias, sobre la
base de cómo funciona el cerebro de la persona. En este sentido, se opone a
todo intento de predeterminación y rutinización que inhiba o no estimule los
procesos de cambio. Esto supone desarrollar una nueva cultura para el
desarrollo del liderazgo, o un esquema en el que puedan converger los esquemas
clásicos con este nuevo esquema.
¿Se puede, entonces, utilizar toda esta información aportada
por la neurociencia para preparar el cerebro para liderar, tomar decisiones con
mayor precisión, dirigir equipos de trabajo con mayor eficacia, etc.? Así
mismo, ¿Puede ayudar este conocimiento en el desarrollo de nuevas herramientas
de planificación, o en llevar a cabo con más efectividad procesos de cambio? De
igual modo, ¿Puede contribuir toda esta información en la comprensión de la implicancia
de las diferencias neurobiológicas en los diferentes estilos de liderazgo? La
respuesta es afirmativa. El Neuroliderazgo encierra un gran potencial para el
desarrollo del liderazgo en las organizaciones.
Bibliografía: Braidot
Nestor, Neuromanagement.
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