Entrevista a Fran Garrido, seleccionador de Madrid.
Irati Prat.
Fran Garrido es el seleccionador sub18 de la comunidad
madrileña y consiguió clasificar al conjunto madrileño hasta la fase final del
campeonato de España donde perdió en la final frente al País Vasco, 3-0. Nos
recibe amablemente y la charla se hace muy amena, muy constructiva. A sus
espaldas y antes de llegar hasta aquí, Fran Garrido ha sido entrenador de las
categorías inferiores de clubes como el Getafe o el Alcorcón, además de ser
profesor en la escuela de entrenadores de la RFEF, y ahora se enfrenta a uno de
sus mayores retos.
¿Qué significa ser seleccionador Sub18 de Madrid?
A nivel deportivo te abre muchas puertas pues tienes mucha
relación con los clubes más importantes de Madrid. A nivel personal mucha
satisfacción. Yo soy de aquí de Madrid y el hecho de poder dirigir a los
jugadores que siempre han sido referentes cuando yo entrenaba en clubes, los
jugadores del Getafe, del Madrid, del Atleti, del Rayo… Es muy bonito pero al
mismo tiempo complicado porque están con sus clubes, también van a la selección
española por ello motivarles para que vengan a la Federación de Fútbol de
Madrid es difícil dependiendo del caso, para algunos es un orgullo pero a otros
les cuesta más y son casos más delicados.
¿Cuáles son las funciones de un seleccionador de fútbol
base?
Valorar a los jugadores intentando ser lo más objetivo
posible y sabiendo que solo puedes trabajar con tres jugadores del mismo equipo
al mismo tiempo en el campo. Por ello hay que ser muy objetivo, elegir bien,
valorar al chico, como va, valorarlo también a nivel personal. Ten en cuenta
que los torneos a este nivel de selección son muy cortos, por ello al jugador
que no le sale una cosa se viene un poco abajo, está acostumbrado a jugar con
sus compañeros todo el año y aquí no… Son cosas que tienes que tener en cuenta.
Como entrenador y seleccionador que has sido, ¿qué diferencias
encuentras entre ambos puestos?
Pues el día a día, fundamentalmente. En la selección se te
queda corto. No los tienes todas las semanas y por ello tienes que comprimir el
trabajo que harías en el club. Tienes que conseguir que se complementen, que se
conozcan, que asimilen tus ideas teniendo en cuenta que no siempre, en cada
convocatoria, tendrás los mismos jugadores. Porque si siempre vienen los mismos
no puedes darle la oportunidad a otros chicos.
Y esta falta de tiempo a la hora de planificar una temporada
supongo que te hará llevar a cabo la planificación de una forma diferente…
Si, es así. Tú tienes que intentar comprimir tu filosofía de
juego al tiempo del que dispones. Lo bueno es que puedes escoger lo que
quieras, adaptarlo a tu sistema de juego. No como en un club que tienes que
trabajar con lo que ye haya proporcionado tu club. Sin embargo, aquí tienes que
meter la parte técnica, táctica y física en un mismo lote. No puedes pretender
un día dedicarlo a la estrategia, otro a la táctica…. Tienes que juntarlo todo,
correr más, porque no tienes tiempo.
Hablando de la motivación de los jugadores, que decías
antes… es clave para su convocatoria. ¿Se nota que un jugador de un equipo
pequeño se motiva mucho más que uno de un equipo grande de cara a ir con la
selección?
Siempre se nota que el de un equipo pequeño viene con más
motivación en teoría. Pero depende mucho del cuerpo técnico. Me explico. Si el
jugador nota que hay seriedad, que hay una planificación y un objetivo y tú se
lo muestras, el jugador es agradecido y quiere venir. Si se encuentra que el
nivel es alto querrá venir. El problema es que tú les des a ellos algo a lo que
no están acostumbrados pues están acostumbrados a jugar en la élite.
¿Cómo ve el futbolista la figura del seleccionador?
Yo hablo mucho con ellos, les pregunto, quiero que sean
honestos y que me digan lo que ven a mejorar. Creo que lo ven como ese
entrenador que te da la oportunidad de salir de tu club y desconectar un poco
pues allí la exigencia es enorme. Y venir aquí, hasta que sea el Campeonato de
España, les viene bien.
¿Y el hecho de llegar a la Selección de Madrid Sub18
significa cercanía para llegar al fútbol profesional?
Ese problema al final lo tienen en sus propios clubes. Esos
jugadores que están en los grandes equipos y que, aún en su etapa juvenil,
hacen ya entrenamientos con el primer equipo, son jugadores que están muy
cerca. Ahora, el venir a la selección les refuerza. Yo tengo una relación muy
estrecha con Santi Denia y sí que hay informes de la selección de Madrid para
la selección española. La selección de Madrid sí que es un paso previo a la
selección española pero también está en el límite entre ser jugador profesional
y no serlo. Hay entran otros factores, además de este, que ellos deben de
cuidar.
Buscando un poco más el fútbol base. Cada vez hay más
clubes que hacen más hincapié en la formación del jugador que en los
resultados…
La etapa formativa tiene que estar siempre presente, tú
nunca dejas de formar a alguien, incluso en fútbol profesional. Además, los
resultados llegan si la formación es buena. Y la formación es, a parte de
formar a alguien técnicamente, tácticamente, a nivel psicológico, lo tienes que
formar para saber competir y para eso nunca hay límite de edad. Bien es cierto
que en edades tempranas tiene que primar la formación más que la competición.
Pero esto es muy fácil decirlo, porque en muchos casoss no ocurre. Estamos
viendo casos donde el infantil de no sé qué equipo el entrenador que pierde
seis partidos es cesado. Al igual que el caso en que el entrenador que está
ganando porque se encuentra una plantilla muy buena de chicos pero la mejora no
es grande. ¿Dónde está el límite? ¿A quién hay que echar? Yo creo que los
entrenadores buenos han de estar en las canteras y mientras esto sea así
mejores jugadores saldrán. Pero los entrenadores queremos subir, queremos estar
más arriba…
E hilándolo con la anterior pregunta. ¿Un entrenador es
mejor entrenador cuanto mejor formador sea?
Van de la mano. Tú tienes que saber formar al jugador con
todos los valores (Humildad, sacrificio, entrega…) y en eso puedes ser muy
bueno pero no serlo tanto en lo que es el fútbol a nivel táctico, técnico,
físico…. Por eso el entrenador perfecto para mí a esas edades será el que
conjugue ambas cosas.
Muchas veces se habla de que el entrenador choca con el
entorno del jugador porque quieren cosas diferentes. ¿Es egoísta el entorno del
jugador?
Normalmente. Yo siempre comento que los padres hacen una
gran labor llevando a sus hijos a entrenar, estando con ellos en el invierno
cuando llueve o hace días malos, que la unidad familiar se resiente por el
sacrificio… Y hasta ahí hay que aplaudir la labor de los padres en el fútbol
porque ahí se acaba. El padre no tiene que dar consejos al niño sobre cómo
tiene que hacer una cosa u otra porque para eso tiene a su entrenador. Cuando
se mezclan en la cabeza del niño los mensajes que recibe de sus padres, sus
amigos, su entrenador, el representante… es entonces cuando el niño tiene
problemas. Juegas y es que el entrenador te ha dicho… Y no es eso, a
veces no jugarás porque no estás preparado para ese partido, hay otra mejor
opción u otro compañero lo ha hecho mejor. Los padres tienen que dejar al niño
que disfrute.
Desde tu puesto como seleccionador sub18 has de tratar
con jugadores en edades complicadas. ¿Se nota la etapa de adolescencia en la
que está inmerso el jugador?
Sí, siempre hay casos del jugador que es un poco más
introvertido. De los que empiezan a tontear con el fin de semana, con la novia…
Y eso te aparta un poco de tu objetivo y nosotros, por ello, tratamos de
cuidarlo bastante. Además, el tema de los estudios. ‘’Como voy a ser futbolista
no estudio para el examen de mañana’’. Y es que eso no es así, igual el día de
mañana no eres futbolista. Tú estás trabajando para poder llegar pero a lo
mejor no llegas. Nosotros nos interesamos por su vida personal, por cómo le va
en el colegio, por como enfoca su fin de semana, como se alimenta… Les
intentamos ayudar.
¿Cómo tiene que ser la relación entre el entrenador y el
jugador a estas edades?
Tiene que ser cercana. Yo creo en la cercanía. Yo como
seleccionador no tengo más remedio que hacerlo así porque si no, no tienes esa
relación con el jugador ya que no lo tratas a diario. Pero entrenando en clubes
como el Alcorcón o el Getafe la relación con los jugadores tiene que ser
cercana. Al jugador hay que decirlo porque juega y porque no juega. Si hace una
cosa mal, decírselo, y si hace una cosa bien, potenciarla. Al jugador hay que
hablarle y decirle las cosas a la cara. Un jugador no se puede enterar por el
club de que no cuentas con él. Un jugador no puede saber que no está jugando
habitualmente porque sí. Habla con él y explícaselo, porque a lo mejor puede
mejorar.
¿Qué diferencias encuentras tú entre un jugador de fútbol
y un futbolista? Es esta una de tus frases más conocidas.
El jugador de fútbol es el jugador que sabe jugar al fútbol,
cosa que saben hacer muchos. En cualquier calle de cualquier pueblo ves muchos
jugadores de fútbol. Niños que con sus amigos son unos fenómenos pero que
cuando llega la hora de entrenar están con la consola y no van. Un fin de
semana que tienen partido el sábado por la mañana y el viernes se acuesta
tarde. Que juega a las cuatro de la tarde y come a las dos un cocido porque su
madre le prepara con toda intención la comida y a él no le importa. O un chaval
que se queda hasta tarde con sus amigos pero que aunque no beba alcohol, no
duerme las horas suficientes, porque cree que con eso le basta, que ya es muy
bueno. Y no, con eso no basta. Un futbolista tiene que saber jugar al fútbol y
saber manejar todo ese entorno. Que tus amigos se irán de fiesta pero tú no
puedes porque quieres ser futbolista. Tienes que saber que el que te maneja y
con el que tú estás trabajando de verdad y aceptar lo que él diga es el
entrenador, no vale aceptar lo que te digan otros. Muchas veces me ha pasado de
jugadores que están ahora en Primera División y que son muy voluntariosos pero
que crees que por técnica no llegarán y, sin embargo, lo hacen porque son
capaces de controlar ese entorno.
Al jugador hay que dárselo todo hecho…
El jugador por naturaleza es vago. Viene a entrenar y luego
se va. Sin embargo, el entrenador nunca para de trabajar. Son puestos
diferentes. Al final, se lo tienes que dar todo hecho porque se acostumbra a
ello. A nosotros, en las categorías pequeñas de la RFEF, nos gusta que desde
pequeño el jugador tenga responsabilidades para que esto no sea así. Por
ejemplo, cada día traen el calentamiento unos u otros. Yo juego partidos de
entrenamiento entre los chicos y pongo a un jugador de cada equipo a hacer
función de entrenador, con once años. Para que vean lo difícil que es y vean la
responsabilidad que es quitar a un compañero y sacar a otro. Que vean que ser
jugador no es simplemente llegar y jugar el partido.
¿Hay que tratar a todos los jugadores por igual?
Sí, eso lo tengo claro desde el primer día que entro a un
vestuario. Lo primero que les digo es que se fíen de mí como yo me fío de
vosotros. Yo no les voy a fallar. Si me fallan ellos me dejaré de fiar de
ellos. Tratándolos igual te ganarás su respeto. Y se dice que no se puede
tratar igual a quien juega y a quien no juega, y yo creo que eso es un error.
Nosotros después del partido del domingo, cuando estábamos en club, yo no
dirijo el entrenamiento. Yo dirijo el partido, con el preparador físico, el
entrenamiento de los que nos jugaron. Yo quiero dar la cara, explicarle porque
no ha jugado. Los chicos van a ver que yo no les tengo olvidado. Se trata de
ser justo con ellos y ser honesto.
Cada jugador es un mundo y, a veces, necesitan que el
entrenador esté cerca de ellos…
En esta etapa si, totalmente. Hay chicos que lo están
pasando mal porque están viviendo momentos delicados en su casa o con los
estudios. Al final son chicos y tienen problemas que hemos tenido todos a su
edad. ¿A mí me importa que un chico tenga problemas en su casa porque se están
separando sus padres y me afecta al rendimiento del jugador? Yo podría decir
que si vienes y entrenas bien juegas y si no pues nada. Pero no, esa situación
la he podido vivir yo y le puedo dar unos consejos que le pueden ayudar. Tienes
que hacerle ver que como entrenador le puedes ayudar, porque luego él te
ayudará a ti. ¿Cómo? Rindiendo a un alto nivel.
Para terminar y como resumen, ¿qué características crees
que ha de tener un entrenador de fútbol base en comparación con un entrenador
dedicado al fútbol profesional?
En primer lugar, paciencia a la hora de exigir. Cuando
estamos a nivel profesional la exigencia que te meten a ti es grande que
también la trasladas. No hay margen. EN fútbol base el entrenador tiene que
tener tiempo para que trabaje, para que su trabajo haga progresar al niño,
independientemente de los resultados. Ha de tener mucha paciencia porque se
puede encontrar de todo, niños que han jugado o niños que no. Tienes que ser
muy agradecido con ellos porque al final son niños que están empezando y
hacerles ver el valor que tiene cada aprendizaje que están aprendiendo. De cara
al fútbol base yo siempre digo una cosa: tienes un equipo muy flojito y
empiezas el año perdiendo 13-0, 12-1, 10-0… pero, sin embargo, acabas la
temporada perdiendo 5-2 la mejora es enorme, aunque no hayas ganado ningún
partido. Si un entrenador es capaz de ver esos valores, para mí, será muy bueno
de cara al fútbol base.
No hay comentarios:
Publicar un comentario