ENTRENADOR DE LA JUVE »
Allegri: “LOS CHICOS DE AHORA PIENSAN POCO Y SON POCO CREATIVOS".
El técnico de la Juve, Massimiliano Allegri, recibe a EL
PAIS.ES/DEPORTES.
en Turín en plena reconstrucción del equipo que quedó subcampeón de la
última Champions
Massimiliano Allegri, entrenador de la Juve / VALERIO
PENNICINO (GETTY IMAGES)
Es domingo por la mañana y hay una niebla tan espesa en
Vinovo, la ciudad deportiva de la Juve, que no se ve
a dos metros de distancia. Massimiliano Allegri (Livorno, 48 años) aparece
justo después del entrenamiento y antes de irse a comer. En el despacho está
puesto el Bologna-Nápoles y el técnico de la Juve interrumpe la conversación
sólo para comentar algunas jugadas. Cuando el Bologna marca el tercer gol se
escuchan gritos de alegría desde el vestuario.
Pregunta. ¿Qué le pedía a Papá Noel cuando era
pequeño? [En Italia no hay Reyes]
Respuesta. Han pasado tantos años que ni lo
recuerdo… Ahora bien, los niños de entonces éramos mucho más prácticos porque
vivíamos ajenos a la tecnología.
P. ¿Qué le quita el sueño?
R. Mi hijo de cuatro años que me toca las
narices por las noches y el fútbol el día después de los partidos, ese día
consigo dormir apenas una hora. Me dura la adrenalina y además repaso
mentalmente el partido, era algo que me pasaba también cuando era jugador. Es
el momento más lucido para los análisis.
P. ¿Sus padres le regañaban por qué motivo?
R. Mis padres y la maestra… no era un buen
alumno. Quería ser director de la escuela, no estudiante. Era tan malo que dejé
los estudios con 16 años y es algo de lo que me arrepiento. Me he apuntado a
clase de inglés ahora, y le insisto a mi hija mayor (20 años) a que se vaya a
estudiar al extranjero. No era un buen alumno, pero con mis padres siempre fui
honesto, mientras los demás hacían pellas yo simplemente les decía: hoy no voy
a clase.
P. ¿Cuándo era pequeño con qué soñaba?
R. Ay, los sueños. Pues me gustaba mucho cazzeggiare [perder
el tiempo], somos muy así los de Livorno. Me sigue gustando, creo que es el
espíritu correcto para afrontar las cosas. Vivir sólo del trabajo no es bueno,
no puedes estar 24 horas pendiente ello porque pierdes lucidez para gestionar
los momentos más complicados. Es en los momentos de distracción que a mí me
suelen ocurrir cosas para los partidos o los entrenamientos.
P. ¿Por eso se le ve así de tranquilo y sereno?
R. Sí porque en los trabajos de responsabilidad
tienes que intentar vivir las cosas manteniendo cierta distancia. El trabajo es
igual de importante que el descanso. Yo cuando escucho que hay que trabajar 24
horas al día pienso: ¿pero cómo? Se te va a fundir el cerebro y a explotar la
cabeza y no consigues nada.
P. ¿Quiénes son sus amigos más queridos?
R. Unos bastardos [lo dice en tono cariñoso] de
Livorno, amigos desde la infancia. Me encanta Livorno porque cuando voy allí soy
Massimiliano y me relajo. Lo necesito. Voy con ellos a tomar el café en el bar
de siempre, a hacer la gabbionata, a cenar.
P. ¿Qué es la gabbionata?
R. Una jaula de 12 por 25 metros donde se juega
al fútbol cuatro contra cuatro, en el cemento y con porterías pequeñas. El
portero no puede parar con las manos. Se juega todo el año, pero en verano
nosotros hacemos la gabbionata de los locos, la que se juega a
las 12.30 con la solana y 35 grados. Se juega en bañador y zapatillas sin
calcetines. Me gusta ir a Livorno, el año pasado hicimos una cena benéfica para
recaudar dinero para curas paliativas.
P. ¿Qué se compró con su primer sueldo de
futbolista?
R. El primero, en el Livorno, no me daba para
comprarme nada… ganaba 500.000 liras [250 euros] cuando me las daban, porque no
siempre pagaban. En el Pisa, en el 88, me hicieron un contrato de 15.000 euros
al año y me compré una Fiat Uno Diesel. La necesitaba para ir a entrenarme.
Después de Pisa me volví a Livorno porque amaba jugar. El Pisa estaba en la
Serie A y el Livorno en C2 (Tercera), pero dejé la Primera porque quería jugar.
Es algo en lo que se equivocan los chicos de ahora. Tienes que jugar porque te
gusta, no por dinero. Si eres bueno, llegas. Es inútil estar en un equipo
grande por estar si no tienes minutos
.
P. ¿Usted ve pasión por el fútbol en los
jóvenes?
R. No hay menos pasión sólo en el fútbol, se ha
perdido la pasión por deporte en general. En Italia ha aumentado la obesidad,
los chavales no hacen deporte. En mí época estábamos en la calle de 2 a 8, todo
se hacía en allí: se intercambiaban cromos, se jugaba a todo. La calle es una
escuela de vida tremenda porque te obliga a pensar, te agudiza el ingenio, los
chicos de ahora piensan poco y son poco creativos, ha desaparecido el arte de
buscarse la vida. La culpa también es de los padres que enseguida dicen: no te
preocupes aquí estoy yo. ¡No! Deberían decir: búscate la vida.
Le he dicho a Morata que si
quiere convertirse en uno de los mejores del mundo tiene que trabajar y
sacrificarse"
P. ¿Por qué ya no se juega en la calle?
R. Porque ha cambiado la sociedad y porque ya no
hay patios. Habría que reconstruir artificialmente las cosas de antaño. Eso
también vale para las escuelas de futbol: habría que tener mecanismos para
obligar a los chicos a pensar, si no crecen como pollos de ganadería. Así es
imposible aprender a apañarse. Basta con mirarlos: ya no hay comunicación. Todo
es a través del móvil, se pasan el día mandando mensajes y claro, luego hay una
confrontación y no la aguantan y a la primera palabra pesada, se ponen a llorar.
P. ¿Por qué tuvo una acogida tan mala cuando
llegó aquí? Había sondeos de aficionados en los que el 91% decía que usted
no valía para la Juve.
R. ¿Sólo el 91%? [Suelta una carcajada]. No sé
porque no creían en mí. Yo acepté el desafío porque, afortunadamente, a mis 48
sigo teniendo una gran dosis de inconsciencia que me ayuda mucho. Imagino que
pensarían que después de tres años de Conte, dejar lo seguro por lo incierto no
era conveniente. De ahí las dudas. Con el trabajo y la ayuda de los jugadores
conseguimos hacer un gran año.
P. Este empezó de la peor manera.
R. Hemos empezado una reconstrucción, han
llegado muchos jugadores jóvenes. Se necesita calma y paciencia. Cuando lo
digo, me toman por un entrenador sin carácter. Y no, los histéricos y
neuróticos son los que no valen a largo plazo porque son dañinos. Hemos tenido
dificultades y estamos saliendo poco a poco [llevan cinco victorias seguidas].
Hace falta equilibrio, siempre lo digo: un equipo no puede convertirse en bueno
o malo en una semana. Hay momentos en los que las cosas van bien y otros no
tanto, jugadores que rinden una temporada y la otra no. Hay tantas variables
que son incontrolables. Quieren hacer pasar el fútbol por una ciencia exacta y
no es así. Si lo fuera, no habría jugadores que valen 100 millones y otros uno.
P. ¿Qué problemas hubo a principio de temporada?
R. Independientemente de las lesiones y del
cambio de jugadores nuevos que hemos tenido, después de la gran temporada del
año pasado y de ganar la Supercopa en agosto, se creó un ambiente por el que
parecía que la Juve tenía que ganar todos los partidos por 3-0. Yo lo dije
después de un amistoso de verano: no me gusta el aire que se está respirando.
La Juve para ganar los partidos tiene que luchar, sufrir y correr. Y eso lo
habíamos perdido. Es normal, es algo fisiológico. Después de cuatro años
ganándolo todo puede haber una bajada de tensión. El año pasado fue una
temporada con un desgaste enorme de energías físicas y mentales. No te das
cuenta en esos momentos porque vives del entusiasmo, pero yo por primera vez
desde que entreno, después de la final de Berlín paré, apagué el móvil y
abandoné el fútbol durante un mes. Así que volver a empezar fue difícil para mí
también.
P. Algunos dijeron que los jóvenes no se habían
acoplado.
R. Yo siempre decía que el equipo era
heterogéneo pero no homogéneo. Ahora estamos llegando a ser un equipo
homogéneo. Los jugadores tienen que ambientarse, familiarizarse con las situaciones,
conocer el club, acostumbrarse a las presiones, encontrar la forma física y
mental… Lo que no me gustó es escuchar aquello de los jóvenes y los veteranos.
En un equipo no hay ni viejos ni jóvenes. Hay jugadores nuevos y los que ya
estaban.
P. Decían los críticos que cuando hay que
construir un equipo desde cero, usted tiene limitaciones.
R. Me tomo las críticas como un reto para
demostrar lo contrario.
P. ¿Cómo se conquista un vestuario?
R. Con el respeto y la sencillez. Ser claros es
básico. Ayuda mucho que el núcleo duro sea responsable y haga entender a los
demás que en este club hay que sacrificarse para el bien del grupo. Por lo
demás, yo sólo pido respeto y ganas de trabajar. El diálogo también es
fundamental porque conocer el carácter de los jugadores es importante para
superar las dificultades. Si no hay diálogo y sólo hay órdenes, no está bien.
P. ¿En qué tiene que crecer Morata?
R. He tenido una charla con él esta mañana [por
ayer], le he dicho que tiene que tener claro su objetivo, que si quiere
convertirse en uno de los mejores delanteros del mundo tiene que trabajar y
sacrificarse. Le he dicho que si lo hace, lo conseguirá, si no, no. Tiene que
ser más cínico, de vez en cuando es demasiado giocherellone [juguetón];
tiene que serlo a su edad, pero fuera del campo; dentro tiene que ser un killer.
Cuando haga este salto… Dybala sí tiene todo eso.
P. Tiene ya los mismos números de Tévez…
No era un buen alumno, pero con
mis padres siempre fui honesto, mientras los demás hacían pellas yo simplemente
les decía: hoy no voy a clase"
R. Independientemente de eso, Dybala tiene una
gran capacidad de aprendizaje, es una esponja, basta con mirarle a los ojos,
está tremendamente concentrado, tiene mirada de killer, le ves que
quiere conseguir su objetivo… Fuera te puedes divertir, porque son chavales,
pero una vez que pisas Vinovo es el fútbol lo que tienes que tener en la
cabeza.
P. ¿Por eso no está jugando Morata?
R. No, pero tiene que entender todas estas
cosas.
P. Se pilló usted un rebote tremendo con el lío
de las medias.
R. ¡Es que! Antaño no había tantos problemas
porque sólo había un par de calcetines y fuera; o eran esos o nada. Ahora hay
medias amarillas, verdes, rosas… patrocinadores, yo lo entiendo, pero es que
estamos jugando un partido de Champions. Ese día me enfadé mucho con Álvaro,
pero que no fue el único… Nadie se enteró de que entramos al campo con diez,
Dybala estaba en el vestuario cambiándose las medias… ¡Me pillé un rebote
tremendo también con él!
P. ¿Quién es el líder de este equipo?
R. El líder del vestuario es Buffon. Cuando
habla sabe encontrar las palabras más adecuadas, las que te llegan. Tiene un
carisma tremendo y transmite tranquilidad. Es un fuoriclasse. En un
equipo existe también el líder técnico y ese dentro de nada puede ser Dybala.
P. ¿Por qué Pobga no tiene continuidad
de rendimiento?
R. Ahora lleva tres partidos buenos y un primer
tiempo malo. Está creciendo, está entendiendo que a estos niveles tiene que
jugar de forma diferente.
P. ¿Le ve capacitado para tirar del grupo?
R. Tira del grupo si juega como tiene que jugar,
si no acompaña la cantidad con la calidad pierde sus mejores características.
P. ¿Qué le gusta de esta profesión?
R. Estar con los chicos y enseñarles, además del
fútbol, las reglas de la vida.
Por primera vez desde que
entreno, después de la final de Berlín paré, apagué el móvil y abandoné el
fútbol durante un mes"
P. ¿El jugador con más talento que ha entrenado?
R. Ronaldinho e Ibrahimovic. A Ibra quiero
felicitarle porque respecto a cuando le entrenaba yo, ahora le veo muy a
servicio del grupo y era algo por lo que yo siempre le tocaba los huevos.
P. ¿El más vago?
R. Ronaldinho, pero porque ya no tenía ganas de
jugar al fútbol… Su calidad técnica era fuera de lo normal
.
P. Desde fuera pareció que la Juve no acabó de
creérselo en la final de Champions contra el Barcelona.
R. El primer cuarto de hora tuve la sensación
desde el banquillo de: socorro, ahora nos marcan. En el momento en que nos
liberamos, hicimos un gran partido y creo que a nivel técnico fue la mejor
final de los últimos años. Quizás la gestión del partido influyó, ellos están
acostumbrados a jugar finales, la Juve llevaba 12 años sin jugar una.
P. ¿Se ve aquí para abrir un ciclo largo?
R. De momento pensamos en terminar esta
temporada de la mejor manera posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario