Óscar Cano,
entrenador de fútbol y escritor
Irati Prat/
8 de octubre de 2015.
Al fin y al cabo, un
entrenador es un profesor. Un profesor cuya materia es el fútbol. Un maestro
que ha de hacer que sus alumnos, los futbolistas, mejoren día tras día y
aprendan todas las características del juego para que así, los resultados sean
mejor. Y claro, un buen maestro ha de observar, observar y renovar su libreto
día tras día. Y así es Óscar Cano, entrenador y escritor español que sabe y es
consciente de que para mejorar como técnico ha de aprender cada día cosas
nuevas que le ayuden a él y a sus alumnos, sus jugadores. Con pasado en Segunda
División B y Segunda División, en históricos como el Salamanca o en filiales
como el del Real Betis, y autor de libros que definen a la perfección lo que
han sido los últimos años tanto en el Barcelona como en el Real Madrid, nos
sentamos a hablar con un auténtico devorador de fútbol pese a que no pasa los
cuarenta y dos años. Charlamos con Óscar Cano.
Para Óscar Cano… ¿Jugar o
entrenar dentro del mundo del fútbol?
Este juego nace de entre los
que juegan, por tanto todos nos acercamos a él para ver a los que juegan o para
dirigir a los que juegan. Desde el punto de vista de la responsabilidad del
entrenador, te diré que si la palabra entrenamiento no se parece al juego del
fútbol no sirve de nada.
Decía aquello porque
desde muy joven empezaste a entrenar, ¿cómo ocurrió?
Pues prácticamente una
casualidad. Buscaban a alguien para entrenar a unos alevines en mi barrio, yo
acepté pero con la condición de que debían encontrar rápidamente a otro porque
yo realmente no tenía esa vocación. Y aquí estamos aún.
Bueno, centrémonos en
aspectos puramente tácticos. Mejor, y si te parece, una charla profesor alumno
teniendo en cuenta la experiencia del entrevistador como entrenador de fútbol
en prácticas y del entrevistado como entrenador de fútbol profesional. ¿Cuál es
la principal característica que ha de poseer un entrenador de fútbol?
La observación inteligente.
El juego nace en las interacciones de los que lo juegan, y un buen entrenador
es el que descubre tales emergencias, valora las más significativas y las lleva
a los espacios de entrenamiento, convirtiéndolas en visibles para todos los que
las producen. Esa es la gran autoridad y exigencia que nos pertenece.
¿Estás de acuerdo con la
afirmación que reza acerca de que un entrenador nunca termina de cultivarse y
que partido tras partido, entreno tras entreno, debe mejorar su libreto en
busca de nuevos puntos que explotar?
Un entrenador, como ser vivo
que es, está en manos del permanente cambio. Nunca somos los mismos porque
dependemos de los contextos del mismo modo que los contextos dependen de nosotros.
Y dichos contextos son altamente cambiantes.
De hecho, con vosotros,
técnicos más jóvenes que han llegado al fútbol profesional o semi –
profesional se abre un abanico de entrenadores distintos a los de antaño. ¿Qué
diferencia encuentras entre los métodos de entrenamiento de ahora y los de
antes?
Entiendo que los métodos han
cambiado mucho en relación a otras épocas. Sin embargo, yo sigo viendo que la
transferencia de esos métodos a la competición y realidad de este juego es
limitada. Se disecciona un juego en partes cuando eso es imposible; se ve al
jugador como un sujeto de capacidades aisladas; se quiere controlar lo que
menos trascendencia tiene, para interesadamente convertirlo en trascendente; se
simplifica lo que de por si es complejo, y todo por creer que reducir la
incertidumbre tiene que ver con desnaturalizarla.
Y tú que lo has
vivido… ¿Cómo es llegar a triunfar en el fútbol español sin haber pasado antes
por dicho entramado siendo, por ejemplo, futbolista profesional? Se antoja
dificilísimo hoy en día…
Ahora cada vez es más
difícil. Hay extraordinarios entrenadores que previamente han jugado a gran
nivel, pero también hay quienes se aprovechan de tal condición previa para
estar en los lugares elitistas sin tener condiciones. No haber sido
jugador tampoco es una ventaja o desventaja para entrenar.
Si nos centramos en cómo
ha de planificar un entrenador la temporada que se le viene… ¿Cuándo empieza el
entrenador a preparar la próxima campaña? ¿Tenéis ‘vacaciones completas’ o
siempre estáis dándole vueltas a la cabeza con cosas que arreglar o modificar
de cara al futuro?
La temporada venidera
comienza con las ideas y la confección de la plantilla. Los “cómos” están en
los “quienes”, así que previo a establecer los contenidos habrá que saber cómo
se va diseñando el grupo, qué características tiene. Gran parte del éxito o del
fracaso posterior está precisamente en esas fechas en las que debemos elegir a
los componentes del equipo.
Y… ¿cómo de importante
crees que es la pretemporada, y el tiempo que se invierte a la preparación
física en esta, de cara al resto de la temporada?
Si no sabes aprovecharla, la
pretemporada se convierte en una época absurda. La preparación física imagino
se desarrolla conforme creamos y entrenamos los conceptos, puesto que radica en
ellos también.
Hilándolo con este tema…
Hoy en día hay quien cuestiona la preparación física y ámbitos del
entrenamiento como el calentamiento diciendo que este último es necesario por
crear un hábito, por fortalecer la mente más que por temas puramente físicos.
¿Cuál es tu opinión respecto a este tema?
Es que hablar de fútbol en
términos de preparación física es una memez. El calentamiento lo veo como esa
parte que predispone globalmente para la actividad que se presenta, pero sin dejar
de pertenecer a la misma.
Si marchamos a plena
temporada… ¿Cómo planifica Óscar Cano una semana de entrenamientos? ¿Qué
diferencias establece en el programa dependiendo de si el fin de semana se
enfrenta a un equipo que pelea por el ascenso o a uno que aspira a no
descender?
El fin es el juego, tus
posibilidades en él valorando el contexto competitivo, es decir, conjeturando
sobre lo que puede ocurrir al enfrentar tus cualidades colectivas con las del
adversario. No tiene nada que ver el objetivo clasificatorio. Una semana de un
equipo mío se basa en eso, en buscar la evolución, las transformaciones que
creemos son significativas para imponer nuestras tendencias sin dejar de que el
equipo sea consecuente con los atributos de los que juegan.
¿Y el mercado de
invierno? ¿Cómo es para un entrenador?
Es una época que te permite
mejorar carencias existentes. Después de pasar varios meses compitiendo te
haces una idea de lo que necesitas, de aquello que incorporándolo puede
optimizar lo ya existente.
Para ir terminando,
hablemos de la relación entrenador – futbolista. ¿Debe ser este un amigo o una
simple relación ‘jefe-empleado’?
Debe ser personal, humana,
ni más ni menos. Cada jugador tiene una personalidad distinta y por ello
debemos tratar de acercarnos a ellos de la forma que mejor convenga en base a
ese carácter y al nuestro propio. Las relaciones deben ser fluidas. No hay una
forma universal de comunicarse con el jugador. Si no les mientes, no suele
haber problemas.
Y por último y
centrándonos más en tu carrera, ¿qué esperamos de Óscar Cano de cara a un
futuro?
Yo no tengo ni idea de lo
que me deparará el futuro, pero es que no tengo ningún interés por saberlo. Voy
viviendo, que no es poco, tratando de sacarle provecho a todas las experiencias
que me va otorgando el hecho de estar vivo. Si me preguntas por lo que me
gustaría hacer, pues te diré que me encanta entrenar, así que es lo que espero,
seguir teniendo la posibilidad de hacerlo. Paralelamente, viajo y comparto
vivencias con personas relacionadas al fútbol, a través de conferencias, por
muchos lugares
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