de LÓPEZ DEL CAMPO, R. · en OPINIÓN.
El entrenamiento psicológico integrado que pretendemos
definir debe centrarse en la relación que se produce entre entrenador y
jugador, teniendo en cuenta las herramientas devenidas del
conocimiento científico e inductivo de la humanidad y de la realidad
individual.
Desde este paradigma, debemos entender el método de
entrenamiento psicológico como una metodología que se encuentra en
continua evolución sobre la base de la interacción diaria entre entrenador
y jugadores, aportando la experiencia personal que el entrenador tiene en el
proceso de transformación de sus futbolistas desde un momento inicial
hasta la proyección de un futuro deseado por el equipo (Ravier L. E.,
2005).
A continuación intentaremos consensuar una definición del
método de entrenamiento psicológico en función a una serie de definiciones basadas
en distintos autores, adaptando su contenido a la idiosincrasia del
deporte en general y del fútbol en particular. Para la elaboración
definitiva de la definición del entrenamiento psicológico integrado nos
hemos centrado en las siguientes definiciones de métodos que se asemejan
al método que se pretende definir.
Relación profesional que ayuda a que los jugadores obtengan
un rendimiento extraordinario en la competición. A través de este
proceso, los jugadores ahondan en su aprendizaje, mejoran su desempeño y
refuerzan su calidad futbolística (The International Coach
Federation (ICF)).
Proceso de cambio favorecido por la relación profesional
establecida entre entrenador y jugadores, a través del cual el equipo
consigue alcanzar los objetivos marcados (Asociación Española de
Coaching (ASESCO)).
Relación de apoyo entre el entrenador y el jugador gracias a
los medios y estilos de comunicación utilizados. El jugador toma
conciencia de los hechos no a través del entrenador sino de él mismo;
estimulado, eso sí, por el entrenador que persigue el objetivo de mejorar
el rendimiento del equipo. De lo que se trata, es de averiguar la
mejor manera de conseguirlo (Whitmore, 2003).
Proceso que se crea como mínimo entre dos personas, donde
el entrenador procura que el jugador tome conciencia, fortalezca
su creencia en sí mismo y encuentre la motivación necesaria para
actuar responsablemente, tras el dominio de su cuerpo, emociones y
lenguaje, desafiándose a sí mismo para alcanzar sus objetivos (Ravier L.
E., 2005).
Técnica o herramienta poderosa de cambio que permite
orientar al jugador hacia el éxito. Proceso sistémico de aprendizaje, que
focaliza la atención en la situación presente y que está orientado hacia
el cambio; para los que el entrenador facilita unas herramientas de
trabajo específicas que permiten la mejora del rendimiento del futbolista
(Bou, 2009).
Proceso de ayuda a los jugadores o al equipo para rendir al
máximo de sus capacidades; lo que implica extraer fuerzas de esos
jugadores para ayudarles a superar sus limitaciones personales. De esta
forma, conseguirán sacar lo mejor de sí mismos para actuar eficazmente
como miembros del equipo. Por lo tanto, el proceso requiere poner el
énfasis tanto en la tarea como en las relaciones (Angel & Amar, 2007).
Proceso de acompañamiento individualizado en el que el
jugador libera su talento a través de la detección de sus puntos fuertes y
de sus oportunidades de mejora. El entrenador ayudará al jugador a
elaborar un plan de acción concreto y realizará, de forma conjunta,
un seguimiento del mismo (Villa & Caperán, 2010).
Del total de definiciones expuestas, se podría obtener
como definición de consenso aquella que definiera el
entrenamiento psicológico integrado como un proceso de interacción entre
el entrenador y sus jugadores que provoca cambios
significativos conducentes a la obtención del máximo rendimiento deportivo
en función de la potencialidad del equipo.
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