PREVENCIÓN LESIONES EN FÚTBOL
“Nada tarda tanto como aquello que no se
empieza."
Émile-Auguste Chartier
El fútbol es uno de los deportes más importantes en la
mayoría de los países, especialmente en Europa y América Latina (Inklaar,
1994). La imprevisibilidad de los acontecimientos y acciones durante un
partido hacen que el futbolista deba estar en condiciones óptimas para
reaccionar de la manera más eficiente posible (BARBANTI, 1996). Esta variedad
de movimientos en el fútbol hace que los atletas que hacer cambios inesperados,
de promedio, cada seis segundos (COHEN; ABDALLA; Ejnisman et al, 1997).
El fútbol requiere fuerza, potencia, velocidad, agilidad y
resistencia (SCHMID, ALEJO, 2002). El entrenamiento intenso y repetitivo en un
deporte conduce a la hipertrofia muscular y disminución de la flexibilidad, al
desequilibrio entre músculos agonistas y antagonistas, lo que favorece la
aparición de alteraciones musculo-esqueléticas (ROSE JR, Carazatto 1999 y
1999), con lesiones consideradas por los atletas de élite como una fuente
importante de estrés deportivo (ROSE, JR, 1999).
Debido a la necesidad de la prevención de lesiones, surgió
el Entrenamiento CORE, que es un interesante programa de entrenamiento, ya que
se encuentra en la región del cuerpo donde se encuentra el centro de gravedad,
el centro de la fuerza y donde los movimientos se interponen (Clark, 1998).
Anatómicamente, el músculo incorporada por el CORE incluye el transverso del
abdomen, recto abdominal, piriforme, psoas ilíaco, glúteo menor, glúteo medio,
glúteo mayor, los oblicuos internos y externos, erector de la columna,
transverso espinoso, obturadores interno y externo y musculatura del diafragma
(BLISS; Teeple, 2005).
Este entrenamiento es un componente integral de los
fenómenos que componen el complejo equilibrio, y el trabajo con los dominios de
la estabilidad de importancia crítica para las actividades funcionales (JUEZ,
Lindsey, 2004).
El Entrenamiento CORE proporciona estabilidad, la fuerza, el
control neuromuscular, mejora la postura y el equilibrio lombo-pélvico
complejo, y en particular para mejorar el rendimiento de los jugadores. Su
papel en el mantenimiento de la alineación postural y el equilibrio dinámico
entre las diferentes estructuras del cuerpo durante las actividades funcionales
ayudan a evitar posibles enfermedades graves (BARR; GRIGGS; Cadby, 2007).
El entrenamiento CORE envía estímulos en el sistema nervioso
central a través de los propioceptores y los mecanorreceptores con el fin de
mejorar el rendimiento motor del cuerpo (DICHA; Teeple, 2005). El entrenamiento
neuromuscular dinámico también ha mostrado actividad en forma de absorción de
choque, la estabilización activa de las articulaciones, los desequilibrios
musculares y la biomecánica al tiempo que mejora la resistencia del tejido
funcional (BLISS; Teeple, 2005, y Beckman, BUCHANAN, 1995).
Los estímulos multidireccionales y pliométricos son
relevantes para que la información sobre los movimientos específicos del
deporte sean corticalizadas, y con ello el cuerpo puede responder mejor a las
exigencias impuestas por el uso adecuado de las estructuras del cuerpo (HODGES,
RICHARDSON, 1995). Los mecanorreceptores proporcionan la retroalimentación del
sistema nervioso central para mantener un buen equilibrio y una mejor fuerza de
acoplamiento entre los estabilizadores estáticos para mantener una postura
eficaz (SAMSON, 2005).
Los músculos trabajan juntos, en cooperación, tanto para su
estática como de su dinámica, como el sistema nervioso central no cumple con el
trabajo de un músculo aislado o un solo plano, sino más bien una de tres
dimensiones (SILVA, 2002) . La incapacidad de transferir potencia entre el
núcleo y las extremidades inferiores puede dar lugar a un déficit de rendimiento
o lesiones. Estudios anteriores han demostrado que un músculo defectuoso es
crucial para el desarrollo de las deformidades y lesiones (SILVA, 2002).
Los investigadores (HODGES; Richardson, 1995) demostraron
que la actividad de los músculos del tronco se inicia antes que las
extremidades inferiores, el músculo transverso abdominal en especial, que
contribuye a la estabilización de la columna vertebral durante la función de
movimiento.
La necesidad de un programa de prevención de lesiones alentó
el uso de entrenamiento CORE para mejorar el rendimiento de los jugadores.
Una sesión de entrenamiento CORE se compondría de un
circuito de 10 ejercicios diferentes, cada ejercicio se realiza dos veces
seguidas, es decir por 2 serie, una duración de 30 segundos por serie, con un
tiempo de recuperación de 30 segundos entre ellas, totalizando un minuto de
ejecución por ejercicio.
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