Estadio Vicente Calderón/ Derbi madrileño.
22a fecha/ Liga de España.
por Alberto López Frau/ opinión
perarnaumagazine.com/
1.- El Atlético destrozó al Real Madrid
en un ejercicio de intensidad, compromiso colectivo, juego por los costados,
buena colocación para ganar las segundas jugadas e hiperactividad que contrastó
con un rival abúlico, superado desde el inicio. El 4-3-3 de Ancelotii exige
repliegue y sacrificio máximo para poderlo mantener ante rivales de primerísimo
nivel, y más ante adversarios como este Atlético, que se fusiona bajo la
bandera del sacrificio colectivo. A todas estas virtudes ya comentadas, el
Atleti añadió calidad en las botas de Arda Turan y Griezmann y un descomunal
partido de Tiago, que estuvo omnipresente: se sumó al ataque y lideró el
mediocampo del conjunto del Cholo Simeone.
2.- El Atlético dispuso un 4-4-2, el
sistema en el que más a gusto se encuentra Simeone ante rivales de máxima
enjundia. Los primeros diez minutos fueron trepidantes. Creo que lo pretendió
el Atlético. Perdió a Koke para la batalla por lesión en el minuto 9 y entró
Saúl Ñíguez; instantes antes Godín había salido lastimado en la nariz en un
choque con Khedira. El colofón a todo este trasiego fue una extraordinaria
incursión por la derecha de Juanfran, cuyo centro lo aplacó Mandzukic con la
cabeza y sirvió atrás para que Tiago llegase a la frontal y batiera a Casillas
con un disparo que se le escapó al portero del Real Madrid.
3.- Mandzukic se emparejó con Nacho y
en la batalla le ganó casi todos los balones, Arda Turan distraía a Coentrao y
Juanfran encontró una autopista sin peajes para lastimar una y otra vez. No fue
casualidad, y el Atleti encontró un filón. El problema del Madrid podía parecer
que era de sus defensas, pero realmente provenía del mediocampo y de los
hombres de banda. Khedira, Kroos e Isco eran superados y no ganaban ni un balón
divido ni una segunda jugada. Bale y Cristiano no se sacrificaban en defensa,
lo que el sistema y un rival así exigía, y por lo tanto el Madrid era un pelele
en manos de un Atlético que era superior a los blancos como pocas veces se ha
visto en estos enfrentamientos, independientemente de los resultados. El Atleti
remató 17 veces en el partido.
4.- Una penetración de Siqueira,
encarando a Carvajal por el costado izquierdo y sin ninguna ayuda para el
lateral blanco, concluyó con un centro al área. Saúl Ñíguez se sacó de la manga
un remate de tijera que sorprendió a Casillas. Fue el segundo tanto antes del
minuto 20. El Madrid era incapaz de dar un golpe encima de mesa. Estaba siendo
superado en todas las facetas. Las primeras noticias de los blancos en el
partido llegaron a partir de la primera media hora. Isco se asoció con Coentrao
y Kroos en la banda izquierda. Además, el alemán comenzó a ganar algún balón en
mediocampo. El Madrid monopolizó los últimos diez minutos del primer acto, pero
la mayoría de acercamientos concluyeron con centros laterales fáciles de
defender. Desde que falta Modric, el Madrid ataca peor cuando tiene la posesión
del balón. Es un problema de funcionamiento colectivo, agravado hoy por la
falta de actitud defensiva y de repliegue del equipo.
5.- Tras el descanso, arriesgó
Ancelotti con la entrada de Jesé por Khedira. Cambió a un sistema 4-4-2 con
Bale y Jesé en los costados. El cambio no tuvo ningún efecto a favor del
Madrid. El Atleti seguía mandando en mediocampo y buscaba dañar al Madrid en el
juego directo y por las bandas cuando podía. Cuando el balón estaba en los pies
de Arda Turan, el Atleti hacía mucho daño. Griezmann aparecía por todos los
lados, en tres cuartos y en la zona de definición. Cualquier balón suelto lo
devoraban Gabi y Tiago. El Madrid ni estaba ni se le esperaba.
6.- Arda ganó la línea de fondo de
nuevo y su centro al segundo palo lo conectó Saúl Ñíguez, que lo envió de
cabeza al primero, donde Griezmann se anticipó a Varane y colocó el tercero en
el marcador. Era la sentencia de un partido en el que el Atlético había
sido superior desde el principio. Entonces entró Illarramendi por Isco en
un cambio que parecía más destinado a frenar la sangría que a acortar
distancias. El Cholo fue moviendo el banquillo con la entrada de Raúl García
por Saúl, lesionado, y más tarde de Torres por un Griezmann que completó su
mejor partido desde que viste la elástica rojiblanca. Ancelotti dio entrada a
Chicharito por Benzema, en un cambio que no podía tener ningún efecto en el
partido, porque por detrás del mexicano no funcionaba nada en el equipo blanco.
7.- Los últimos minutos fueron más aún
del Atlético. Los rojiblancos entraban por todas partes con mucha movilidad e
intercambio de posiciones de todos sus hombres y con la defensa instalada en el
mediocampo. Seguía teniendo hambre. Torres sirvió un balón desde la derecha y
Mandzukic remató de cabeza a placer batiendo a Casillas para cerrar un marcador
refleja la superioridad de principio a fin de un equipo sobre otro. El Madrid
no tuvo respuesta futbolística, ni emotiva ni física.
y 8.- De los errores se aprende, toda
derrota merece análisis y autocrítica. Pero hay algo más importante: analizar y
corregir cosas cuando se gana. El Madrid no lo hizo cuando ganaba allá por el
pasado mes de noviembre y se podían intuir defectos; ahora con las derrotas es
aún más difícil. El Atlético refuerza ante el eterno rival sus convicciones, a
todas las virtudes colectivas. Hoy añadió buen juego completando un partido
extraordinario.
4-0 (Tiago, Saúl Ñíguez, Griezmann, Mandzukic)
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