El capitán del Real Madrid y de la selección campeona del
mundo cuelga la camiseta por unas horas y se sincera con GQ para hablar del
Mundial de Brasil.
Madrid.
Casillas
El capitán del Real Madrid y de la
selección campeona del mundo cuelga la camiseta por unas horas y se sincera
con GQ para hablarnos del Mundial de Brasil, donde
le espera su próxima cita con la inmortalidad. Holanda es la
primera parada de un viaje que empieza el 13 de junio en Salvador de
Bahía y culmina en el gran Maracaná, el estadio donde se
fabrican los sueños.
Casillas llega al Mundial de Brasil más discutido que nunca.
Perdió la titularidad del Madrid tras varios rifirrafes con Mourinho y,
aunque parece que Vicente del Bosque confía en él sin fisuras
y ha cuajado excelentes actuaciones en Copa y Champions –disputará la final en
dos días–, las dudas sobre su rendimiento no se apagan. El capitán de selección
cuenta para GQ cómo afronta el Mundial de Brasil
España se enfrenta a Australia, Chile y Holanda en la
liguilla. ¿Qué opinas del grupo? ¿Lo ves asequible?
Es un grupo difícil. Además, los dos primeros partidos nos
enfrentamos a rivales que, en teoría, van a disputar con España el pase a la
siguiente ronda. Y por si fuera poco, debutamos contra Holanda, que debería ser
el otro gran favorito. De todos modos, creo que empezar fuerte es estimulante,
hace que el equipo se mentalice desde el mismo día del sorteo. Si logramos
sacar un resultado positivo de los dos primeros partidos será un golpe de moral
muy importante para seguir creciendo en la competición.
Esa estrella que lleváis encima del escudo, ¿pesa mucho?
Yo creo que tenemos que ir a Brasil sin presión. Estos
últimos seis años hemos hecho las cosas no bien, sino sensacional, y nos hemos
ganado el derecho a fallar. Vamos con la idea de competir y revalidar el
título, pero somos conscientes de que hay otras 31 selecciones que también
quieren conseguirlo y no va a ser fácil. Por lo que me transmite la gente, mi
percepción es que los aficionados españoles están encantados por estos seis
años que han vivido, la mayoría pensaba que jamás vería algo así.
Este año no has jugado mucho como titular. ¿Consideras
que llegas en plena forma al Mundial?
Bueno, aquí habrá dos versiones. Unos que lo verán bien y
dirán que voy más descansado y relajado que otros porteros que han disfrutado
de más minutos; y otros que opinarán que es imposible saber si un guardameta
que ha jugado poco está en forma como para ir a la fase final de un Mundial.
Pero al final lo importante es cómo te encuentres tú y yo me he sentido
bastante bien esta temporada. No es algo que me preocupe demasiado cuando me
pongo bajo los palos.
Jugadas puntuales como tu parada a Robben en aquella
final. No sé si es tu mejor intervención, pero probablemente es la que más
significado ha tenido.
Hombre, no es que sea tampoco una parada espectacular, como
ese cabezazo a tres metros que sacas en la misma escuadra. Es verdad que es un
mano a mano en velocidad y que
en esa final, con tantas idas y
venidas, si te metían un gol estabas prácticamente muerto. Y en aquel momento tuve fortuna, porque
intenté adivinarle a Robben dónde lanzaría la pelota pero me la cambió de lugar
en el último instante y pude sacarla con el pie. No es que sea una parada
espectacular, pero sí buena, porque no encajamos el gol.
España es una selección con algunos jugadores tocados y
otros en el final de sus carreras. ¿Éste será un Mundial para que destaquen los
chicos jóvenes?
Los chavales vienen apretando mucho y el seleccionador va a
poder contar con ellos. Yo creo que la mezcla que está haciendo Vicente de
futbolistas veteranos y jugadores jóvenes que ya son importantes en sus clubes,
como Thiago, Xavi Martínez, Isco, etc., es muy positiva. Así pueden empaparse
del estilo de juego que tiene esta selección. Como dices, por desgracia la edad
pasa para todos y está claro que posiblemente después de este Mundial muchos
jugadores optarán, u optaremos, por poner punto y final y desearle toda la
suerte del mundo a la siguiente generación.
Acabas de ser padre y dicen que las prioridades cambian
con la paternidad.
Sí, porque prestas la máxima atención posible a ese niño, a
ese bebé, que es algo nuevo. Yo soy padre primerizo y para mí ha sido la mejor
experiencia de mi vida, por encima de todo lo demás. El cariño, el amor, la
ternura… todo se comprime en esa cosita de 60 centímetros.
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