BY FÚTBOL
EN POSITIVO · 19 OCTUBRE, 2015.
“Cómo
ganar amigos e influir sobre los demás” de Dale Carnegie es un libro
necesario para mejorar nuestras relaciones humanas. Los principios básicos que
habla esta obra son perfectamente aplicables para cualquier entrenador de
fútbol que quiere llegar a un entendimiento claro y concreto con otras
personas de las que nos relacionamos durante nuestras funciones. Las relaciones
humanas son un aspecto importante que marcan la diferencia entre el éxito y el
fracaso, por lo que si como entrenadores de fútbol además de ser unos expertos
como directores técnicos también lo somos en relaciones humanas, aumenta
considerablemente el porcentaje de éxito necesario para triunfar en el mundo
del fútbol.
Hemos
resumido el libro en varios principios básicos importantes que nos pueden
ayudar en nuestras habilidades sociales como entrenadores de fútbol para
conseguir mejores resultados y objetivos.
PRINCIPIO
1. No realice críticas, no se queje y no condene a los demás. Estadísticamente las personas
no se critican nada a sí mismos pero aprovechan cualquier cosa que no le gusta
de los demás para criticarlos. La crítica mata las ambiciones de una persona y
el realizarla a nuestros jugadores puede causar un efecto negativo en los
mismos. Un ejercicio importante para evitar las críticas a los demás es
ponernos en su lugar e intentar comprenderlos. La queja constante no trae nada
bueno, hay que ser responsables y transformar ese motivo de queja en solución
del problema para entrar en una dinámica positiva. Recuerda que si algo no
se puede cambiar no gastes energías en cambiarlo y si lo puedes cambiar trabaja
por cambiarlo ideando un plan.
PRINCIPIO
2. Demuestre un aprecio honrado y sincero. Cuando tratamos con otras
personas son muchas veces las que queremos contarle nuestros puntos de vista
sin importarnos realmente lo que la otra persona piensa o siente. A toda
persona le gusta sentirse importante, por lo que interesarse de los puntos
de vista del otro y reconocer sus fortalezas, de una forma sincera, es un
ejercicio inmejorable para sacar lo mejor del otro. Como entrenadores tenemos
que hacer que los jugadores se sientan importantes, escuchados y comprendidos.
PRINCIPIO
3. Despierte en los demás un deseo vehemente. Este principio es fundamental para que
nuestras ideas sean bien recibidas. En lugar de convencer al otro de que haga
algo, trate de lograr que desee hacerlo. Para convencer a nuestros jugadores de
realizar un planteamiento determinado es fundamental hacerles participar del
mismo y que tengan un profundo deseo de realizarlo.
PRINCIPIO
4. Muestre un interés sincero por los demás. En las relaciones humanas
ocurre que nos interesan los demás cuando estos se interesan por nosotros. Si
como entrenadores, a diario, mostramos un interés sincero por cada uno de
nuestros jugadores, aunque sea con pequeños gestos, podemos hacer que los
mismos se sientan mejor dentro del grupo y se afiance nuestra posición de
liderazgo.
PRINCIPIO
5. Sonríe. Una
sonrisa sincera dice más que mil palabras. Los entrenadores estamos
acostumbrados a ponernos la “mascara” de la seriedad, del drama o de lo que
toque en ese momento, sin darnos cuenta del poder de una sonrisa sincera en
momentos difíciles o complicados.
PRINCIPIO
6. Recuerde que para toda persona, su nombre es el sonido más dulce e
importante en cualquier idioma. El
pronunciar el nombre de la persona con la que hablamos hace que le demos una
importancia especial y a la misma vez un elogio sencillo. Los entrenadores de
fútbol con el tiempo potenciamos rápido el aprender el nombre de nuestros
jugadores, por lo que si somos capaces de hacerles sonar su nombre en las
conversaciones que tenemos con ellos potenciaremos su autoestima y rendimiento.
PRINCIPIO
7. Sea un buen oyente. Anime a los demás a que hablen de sí mismos. Prestar atención plena a la
persona que habla nos hará convertirnos en un conversador inteligente porque no
hay nada más halagador que eso. Para solucionar un conflicto con una persona
que se siente enfadada no hay nada como escucharle pacientemente y dejar que
saque la ira que tiene dentro. Como entrenadores tenemos que potenciar este
principio pues en determinados momentos nos cuesta escuchar a nuestros
jugadores y el entorno.
PRINCIPIO
8. Hable siempre de lo que le interese a los demás. Para establecer un vínculo
con la persona que hablamos hay un camino muy corto que es hablar de cosas que
son preciadas por el otro, que hace que la conversación sea más fluida y
satisfactoria.
PRINCIPIO
9. Haga que la otra persona se sienta importante y hágalo
sinceramente. Disraeli,
afirmaba lo siguiente: “Háblales a las
personas de ellos mismos y lo escucharán durante horas”. Nuestros jugadores
necesitan en algún momento que los hagamos sentir importantes que a la vez
puede servir para sacar el máximo potencial que llevan dentro.
PRINCIPIO
10. La única forma de salir ganando en una discusión es evitándola. En las discusiones
generalmente lo que hacemos es tratar de imponer nuestro punto de vista sobre
el tema que trate de la misma. Siempre es mejor comprender y acercarse a los
puntos de vista de la otra persona. Una persona que se siente cómoda en
el terreno de las discusiones, se queda sin argumentos cuando la otra
persona no quiere entrar en la misma y encima le reconoce la razón ciertas
apreciaciones.
PRINCIPIO
11. Demuestre
respeto por las opiniones ajenas. Jamás diga a una persona que está
equivocada. A las personas nos duele mucho que nos digan que estamos
equivocados, aunque realmente sepamos que es verdad. El secreto está que en vez
de herir a la otra persona, se llegue sutilmente, con tacto y suavidad
para hacerle ver el problema sin que parezca que lo está haciendo. A
nuestros jugadores les herimos el orgullo cuando les decimos que se han
equivocado en diversas acciones, por lo que el hacerlo de una forma más
sencilla y sutil hará que el jugador corrija más pronto los motivos que le han
hecho cometer el error.
PRINCIPIO
12. Si usted está equivocado, admítalo rápida y enfáticamente. Muchas veces nos equivocamos
y nos justificamos (Me equivoque, pero…). Cuando ponemos el pero justo después
de algo le estamos quitando todo el valor a lo que hemos dicho al principio.
Siempre es más fácil escuchar de nuestros propios labios que nos hemos
equivocado que escucharlo de otras personas. El admitir nuestra culpa o
equivocación, cuando realmente ha sido así, hace que las otras personas se
relajen y sus miradas hacia nosotros sean de forma diferente.
PRINCIPIO
13. Empiece en forma amigable. La
actitud inicial en las relaciones interpersonales es fundamental a la hora de
establecerlas. El hecho de que la percepción de la otra persona sea que tenemos
buen trato, actitud positiva, cordialidad hace que su posición frente a
nosotros sea más cercana y con más predisposición a trabajar en el proyecto
común. Como entrenadores debemos de cuidar este apartado y hacerles ver a
nuestros jugadores, desde esta perspectiva, que la unión de piezas dentro del
equipo tiene que ser fundamental para conseguir objetivos.
PRINCIPIO
14. Consiga que la otra persona diga “Sí, sí”, inmediatamente. Oriente desde el principio a
su interlocutor a decir muchos “síes” a través de preguntas que le orienten
a responderlas afirmativamente, con los puntos de vista que presumiblemente
estáis de acuerdo. Cuando una persona nada más comenzar una conversación se posiciona
en un “no” es muy difícil hacerle cambiar de opinión.
PRINCIPIO
15. Permita que la otra persona sea quien hable más. Es la mejor manera de
conseguir de la otra persona cooperación y que se sienta más involucrada en el
proyecto o acción. El hecho de que la otra persona hable más nos hará conocer
mejor sus necesidades, fortalezas, problemas o puntos débiles estableciendo un
mayor vínculo entre ambos.
PRINCIPIO
16. Permita que la otra persona sienta que la idea es de ella. Como entrenadores debemos de
saber que si persuadimos al equipo o líderes del mismo que una idea es
suya, la realizarán con más entusiasmo que si es impuesta. Hay que ir dando
pinceladas y orientaciones hasta que descubran ellos la idea que queremos
trasmitir y la hagan como suya. Al fin y al cabo lo que queremos es conseguir
un objetivo para mejorar el equipo, da igual al final a quién se le atribuya la
idea, siempre que el entrenador sea un buen líder.
PRINCIPIO
17. Trate honradamente de ver las cosas desde el punto de vista de la otra
persona. Es
muy importante tratar de comprender a la otra persona y ver porque actúa así. Una
vez que descubras el porqué, mejorarán tus relaciones con la persona y esto
ayudará a mejorar cualquier meta u objetivo común…
PRINCIPIO
18. Muestre simpatía por las ideas y deseos de la otra persona. El mostrar una simpatía
sincera influirá positivamente en las relaciones con la otra persona, pues en
el fondo todas las personas buscan simpatía.
PRINCIPIO
19. Apele a los motivos más nobles. Como entrenadores tenemos una
herramienta poderosa para motivar a nuestros jugadores o grupo y no es otra que
apelar a los motivos más honorables a la hora de resolver cualquier
situación, bien sea en una situación de juego o una situación conflictiva
dentro del grupo. Cuando iniciamos una conversación con un jugador con una
frase tipo: “... yo confío plenamente en que te vas a esforzar al máximo,
porque eres un jugador que tiene el compromiso por bandera” … hace que al
apelar a dichos motivos este responda favorablemente para dar lo mejor de sí
mismo y ayudar mejor al grupo.
PRINCIPIO
20. Dramatice sus ideas. Esto
tiene mucho que ver con la puesta en escena de nuestras ideas. Hay muchos
entrenadores que son muy inteligentes y tienen casi todo lo que hay que tener
para triunfar, y no lo consiguen por no ser buenos comunicadores. Al grupo hay
que hacerle llegar las ideas con emoción y sentimiento para sacar lo mejor
de ellos. Se pueden utilizar muchos elementos para llevarlo a cabo, desde un
discurso motivador adecuado, vídeos, música, etc. El caso es que a determinados
grupos o equipos, según en qué momento de la temporada, le viene muy bien que
la idea sea algo más que una idea y para conseguirla llevarla al máximo el
dramatizarla es la mejor opción.
PRINCIPIO
22. Empiece con elogio y aprecio sincero. Es esencial en cualquier
charla o comunicación complicada con miembros del equipo comenzar con un elogio
real para que el inicio de la misma relaje un poco a los interlocutores. Un
barbero antes de afeitar enjabona la barba, no?.
PRINCIPIO
23. Habla de tus propios errores antes de hablar de los de los
demás. Esto
causa un efecto positivo en el lado contrario que ve como todas las personas
los cometemos y no estará tanto a la defensiva. En realidad nadie es perfecto.
PRINCIPIO
24. Haga preguntas en vez de dar órdenes. Cuando queremos mejorar algo
debemos de buscar la solución orientando nuestras preguntas hasta que el grupo
la busque aprenda de los errores. El hecho de ser parte de la solución les
hará ser parte del problema y hará que se comprometan más con el equipo en
momentos complicados.
PRINCIPIO
25. Permita que la otra persona salve su propio prestigio. La tendencia natural que
tenemos es criticar al otro cuando se equivoca, y como entrenadores lo hacemos
mucho. Destacar el elogio de lo bien hecho y minimizar la crítica hará que
nuestros jugadores refuercen lo que hacen bien y disminuyan lo que hacen mal
por falta de atención.
PRINCIPIO
26. Elogie el más pequeño progreso. Conviene destacar a un
jugador nuestro con un elogio específico de algo que está haciendo ahora mejor
que antes. El enfocarnos sobre los progresos reales que el jugador hace hará
que el jugador lo sienta como sincero y no como un elogio para hacerle sentir
bien, en el caso que hubiese sido un elogio a nivel general sobre lo que hace.
No es lo mismo decirle a un jugador que ésta jugando muy bien estos últimos
partidos que decirle que concretamente en los tres últimos partidos ha mejorado
en el uno contra uno y que el porcentaje de pases correctos que ha dado en
estos partidos ha sido el doble de lo que hacía antes ayudando considerablemente
al equipo a ganar los partidos.
PRINCIPIO
27. Atribuya a la otra persona una buena reputación para que se interese
en mantenerla. Si
como entrenador le atribuyes una buena reputación a un jugador aunque no la
tenga, este hará todo lo posible para no desmentirla y se esforzará al máximo.
PRINCIPIO
28. Aliente a la otra persona. Haga que los errores parezcan fáciles de
corregir. Si
a un jugador constantemente le estás diciendo que todo lo hace mal no tardará
en desanimarse y frenar su evolución en mejorar, sin embargo, si haces todo lo
contrario los resultados serán enormemente positivos.
PRINCIPIO
98. Procure que la otra persona se sienta satisfecha de hacer lo que usted
sugiere. La
forma de comunicar cualquier sugerencia de alguna cuestión que afecte a nuestro
equipo es de vital importancia. El darle importancia a los individuos frente a
la acción que se va a realizar es fundamental para conseguir mejorar este
principio.
Hay
una cosa importante que quería decir sobre lo escrito en esta entrada que trata
de adaptar los principios del libro ” Cómo ganar amigos e influir sobre
los demás” de Dale Carnegie al mundo del entrenamiento de fútbol, y
es que, no os creáis nada de lo que pone en la misma. Os invito a que lo
llevéis a la práctica y confirméis vosotros directamente que funciona o no
funciona, antes de darle veracidad a la misma. Si os decidís a poner en
práctica algún principio me gustaría que lo compartierais con el resto de
entrenadores para enriquecernos mutuamente.
Cada
vez es más importante ser un buen comunicador para saca lo mejor de un grupo o
equipo y nosotros como entrenadores de fútbol debemos de tener en cuenta
una cosa fundamental, que es que trabajamos con personas y esto debe de estar
por encima de todo.
Francis
Luque – @franxluxna
http://futbolenpositivo.com/index.php/principios-basicos-de-un-entrenador-para-aumentar-su-capacidad-de-tratar-con-los-demás/#
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