GESTIONAR CONTRA REMONTAR.gestionar contra remontar
El marcador de la ida, 1-3, concede papeles diferentes a los
dos equipos en el Camp Nou
RAMON BESA Barcelona
La preparación del PSG para el partido. / FOTO: J. LAGO
(AFP) / VÍDEO: ATLAS
El marcador del Parque de los Príncipes ha rebajado el
dramatismo habitual de la Liga de Campeones para el partido de hoy en el Camp
Nou. No se habla propiamente de jugar sino de que en el Barça la palabra
más repetida es gestionar —la alineación, el partido, el resultado, la
ventaja— mientras se conjuga el verbo remontar en el Paris Saint Germain. La
historia del torneo asegura, sin embargo, que nunca se le dio la vuelta a una
eliminatoria después de que el resultado de la ida haya sido un expresivo
1-3. El Barcelona es además un asiduo de las semifinales: ha disputado seis de
las últimas ocho, no fue el caso de la última —eliminado en cuartos por el
finalista Atlético— ni en la de 2006-2007 cuando perdió con el Liverpool. El
PSG, en cambio, no consigue pasar de los cuartos de final, una barrera que
parecía más accesible después de eliminar en la prórroga al Chelsea en Stamford
Bridge.
Las opciones del equipo de Blanc, sin embargo, han quedado
condicionadas por las ausencias, especialmente manifiestas en París, menos
importantes en Barcelona: Motta y Thiago Silva continúan de baja y recupera a
Verratti e Ibrahimovic, viejo conocido del Camp Nou. Hoy dispone de más
recursos, más plantilla y más posibilidades que en París.
Luis Enrique vuelve a contar con Iniesta, sólo tiene la duda
de Mathieu y el único no disponible es Vermaelen. Los tres delanteros están en
forma: Luis Suárez marca en cada partido —12 tantos en los últimos 12
encuentros—, Messi está “en las mejores condiciones posibles” —palabra del
entrenador—, después de anotar su gol 400 contra el Valencia, y Neymar va
y viene, a ratos bien y en otros mal, igual de discontinuo que el equipo, como
quedó claro el sábado con el Valencia.
Luis Enrique no se ha dejado ni a uno de sus jugadores fuera
de la lista de convocados que facilitó esta mañana tras el entrenamiento
ritual. Van todos los disponibles, incluido Iniesta, baja contra el Valencia y
que recibió ayer el alta médica, y hasta el que no está disponible, Vermaelen,
a quien los médicos no han dado el alta pero a quien Luis Enrique mima en su
desgracia. Ya lo hizo la semana pasada, cuando le citó para viajar a París,
pero desapareció de la expedición en cuestión de minutos, para no perderse
horas de entrenamiento.
La misma explicación facilitó el club para justificar que
para Vila-real, en el decisivo partido que abría la puerta de la final de Copa,
Luis Enrique no citara a todos los jugadores, como venía siendo tradición en el
Barcelona. Esta vez, el belga ha entrenado por la mañana y ha comido con el
resto del equipo. Verá el partido desde el palco, claro. El exjugador del
Arsenal, por el que el Barcelona pagó 24 millones de euros, no ha jugado un
solo minuto oficial en toda la temporada, víctima de reiteradas lesiones
musculares.
Para Luis Enrique, el encuentro de esta noche (20.45, TVE y
TV-3) es la puerta a la élite de una competición que juegan muchos, pero que
pocos disfrutan hasta sus últimas consecuencias. Tiene su equipo la oportunidad
de meter la cabeza en las semifinales, eso que para otros deportes sería la
Final Four, último peldaño a la gloria de la final de Berlín. Aunque para Luis
Enrique la vida termina hoy y empieza mañana, para el barcelonismo, eliminar al
PSG sería volver a un camino de siete largas temporadas jugando la semifinal,
interrumpido por el Atlético la pasada temporada.
No se sabe muy bien qué plan tiene el entrenador del
Barcelona. Los azulgrana han sido muy exigidos en las últimas jornadas
—Sevilla, PSG y Valencia— y el sábado le aguarda el Espanyol. No se descarta
alguna rotación ante tanta fatiga e incluso se especula con un cambio de
táctica, extremo que ya se dio en el cruce de ambos equipos en la fase previa
cuando Luis Enrique enfrentó al equipo francés sin los laterales titulares:
Dani Alves —sancionado— y Jordi Alba. “Necesitaremos hacer otro gran partido”,
afirmó el entrenador del Barça. “Hacer caso de los porcentajes nos llevaría a
engaño. El 1-3 no es un resultado definitivo. No podemos pensar que la
clasificación está hecha. El feeling,en cualquier caso, es positivo
y la propuesta debe ser la de siempre: tener el balón, presionar arriba y estar
preparados para cualquiereventualidad”.
“No tenemos nada que perder”, resumió el delantero Pastore,
una tesis que suscribió su entrenador Blanc. “No podemos llegar a Barcelona y decir
que vamos a ganar 3-0”, argumentó el técnico. “Hay que ser realistas. Va a ser
muy difícil, pero lo vamos a intentar a pesar de que los dos equipos no hemos
tenido tiempo para preparar el partido como se merece”, prosiguió. “Vamos a
tener posibilidades de marcar. El problema es que no encajar ningún gol en un
estadio como el del Camp Nou es prácticamente imposible por los delanteros que
tiene el Barcelona. Habrá que defender muy bien; ser fuertes y sólidos”. A
Blanc aún le escuecen los dos últimos goles encajados en la ida cuando Luis
Suárez se zafó con dos caños de David Luiz.
“El PSG está construyendo un gran
club y el Barcelona ya lo es, esta es la diferencia”, cerró Blanc. “En la ida,
el Barça corrió más que nosotros; aquí tenemos que hacerles correr a ellos, que
son los más fuertes de Europa con el balón”.
El partido contra el Valencia puede servir de guion para el
PSG. Los muchachos de Nuno dispusieron de varias ocasiones en la primera parte
para después ceder por el cansancio y las correcciones que hizo Luis Enrique
con los cambios, especialmente en la línea de medios con la entrada de Rakitic.
Aunque el fútbol es discutible, los resultados son inequívocos: Luis Enrique
cumplirá 50 partidos en el Camp Nou con un palmarés único: 41 victorias, tres
empates y cinco derrotas. El propio entrenador aseguró que salía
“reforzadísimo” del partido del sábado cuando se le requirió sobre el juego
camaleónico del Barça.
Los goles de Luis Suárez y Messi marcaron la diferencia ante
un estéril Valencia. “No sé si es mi mejor momento, aunque soy muy autocrítico,
pero sí que estoy ayudando al equipo. Yo fiché por el Barça para hacer cosas
importantes”, afirmó el delantero uruguayo, que cuenta seis goles en la Copa de
Europa. El uruguayo ha sido decisivo en los partidos contra el Manchester City
y el PSG así como en las citas ligueras con el Madrid y el Atlético. Luis
Suárez estuvo a punto de descansar contra el Valencia.
La jornada de hoy da para muchas cábalas en la alineación.
La Champions, sin embargo, motiva especialmente a las estrellas. “Siempre soñé
jugarla”, abundó el 9. El Barça, de todas maneras, puede administrar mucho más
sus energías que el PSG por el 1-3.
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