“La mejor manera de mejorar a tu equipo… es mejorar tú mismo”.
“Cuando hay compromiso por parte de todos para generar
equipo, todo es posible. El grupo ha de querer lo mismo que el entrenador quiere”.
/Pep Marí
Decía Angel Cappa: “Menotti habló de obligaciones y
posibilidades. Las obligaciones a cumplir aseguran el funcionamiento colectivo,
y eso permite el desarrollo de las posibilidades que son individuales.
Cumpliendo las obligaciones que tiene con el equipo, un jugador asegura su
rendimiento. Nunca jugará mal. El funcionamiento del equipo hará que cada
jugador se sienta mejor para rendir más. Pero resulta que cuando hablamos de
obligaciones pensamos solamente en tareas defensivas, pero también existen las
obligaciones para cuando tenemos la pelota, son las obligaciones ofensivas, en
donde es preciso también un esfuerzo generoso para asegurar la posesión, tener
la iniciativa y crear opciones de gol para ganar.
Un equipo son siempre dos equipos: uno cuando defiende y
otro cuando recuperó la pelota y ataca. Y finaliza diciendo: Por eso cuando
hablamos de obligaciones estamos hablando de los dos equipos. La única manera
de hacer un buen equipo”.
“Centrar a la persona en el proceso, en lugar de
centrarla en el resultado. Es el principio activo de la psicología aplicada al
rendimiento”. /Pep Marí.
Un buen equipo cuenta con jugadores capaces, que son los que interpretan y hacen lo que
requiere el juego para gestionarlo acertadamente y ganarlo. Tienen un pensamiento
táctico muy desarrollado que les permite hacer grandes diferencias con el resto
de jugadores cuando toman decisiones. Parten de una situación de juego
perfectamente percibida y analizada, porque de lo contrario la fase de su
pensamiento táctico se vería distorsionada por arrastrar el error de su fase
perceptiva.
Comprende un conjunto de operaciones diversas que emplea la
memoria a corto y largo plazo, acompañadas de la aplicación de estrategias
generales o específicas, que lo llevan a crear situaciones esclarecedoras del
juego. No existen en el jugar reglas estructuradas que de ser seguidas conducen
automáticamente a una solución. Su actuación reclama en gran medida su
interactuar inteligente, de habilidades resultantes de una acción mental
creadora, imaginadora, que a través de tareas semanales de mucha variabilidad
llevan al jugador a una comprensión adecuada del juego y la rapidez para tomar
sus decisiones.
La lógica interna del juego ha de tomarse en cuenta, ya que
incide directamente sobre el rendimiento, a través del objetivo principal a
conseguir, las interacciones como dinámica del juego y sus condiciones
espaciales y temporales, la rapidez del juego, la velocidad de ejecuciones, la
calidad de observación e interpretación, el nivel de capacidad en cuánto a
conocimiento y experiencias, las soluciones colectivas e individuales que se
van tomando, la memoria que actúa autoperfeccionándose a través de los
feedbacks internos y externos, el número de respuestas que se pueden dar en
cada decisión que se toma, aspecto psicológico y emocional, voluntad,
motivación, nivel de aspiración, carácter, etc.
Desarrollan su capacidad individual, dan a su equipo un alto
rendimiento a través de un actuar con un gran sentido del juego, permitiendo
aumentar las probabilidades de lograr el objetivo supremo que es ganar.
Cuando sacamos conclusiones de porque tal jugador es capaz y
cuál no, se pasa indiscutiblemente por resaltar la inteligencia con que
interactúa en el juego, y está relacionado en cuánto a trayectorias, espacios,
velocidades, movimientos oportunos, prestaciones del propio juego utilizando
para ello su técnica(modelos de ejecución), la táctica(resolución de cada
situación) estrategias (lo preparado en el entrenamiento), tomando decisiones
generadas a instancias , a requerimientos de la propia situación de juego, en
donde en un momento determinado una toma de decisión es válida, pero esa misma
respuesta con otro condicionante estratégico puede no serlo.
Debemos acostumbrar al jugador a actuar con producción
propia o autónoma. Esto implica ofrecerle tareas que desarrollan una buena capacidad
perceptiva, analizando situaciones de tal forma que pueda diferenciar vías de
situaciones iguales, situaciones nuevas y situaciones parecidas o análogas.
“Detrás de la intuición está la preparación y el
conocimiento del contexto. La intuición te genera ideas y te hace decidir
rápido”.
No es recomendable jugadores que actúan bajo el grito, la
indicación continua, las señales, el mirar al entrenador demandando soluciones
a sus problemas de juego. Si son necesarias situaciones racionalizadas y manipuladas por
el entrenador, que se ajusten a las
necesidades de los jugadores, a la forma más amplia de comprensión, y a las características, la participación y
capacidad de sus jugadores.
La automatización de ciertos elementos básicos, técnicos,
tácticos y estratégicos, nos permitirán liberar el pensamiento del jugador,
para que asuma otras tareas complejas y de regulación superior. Esto instala
una evolución importante de las relaciones entrenador-jugador en el sentido de
su participación y la no directividad en el modelo de juego que se desarrolla.
El comportamiento del jugador en competición bajo estrés
y ansiedad, tiene otras particularidades, y pueden ocurrirle dos cosas: que
sean capaces de resolverlo y pasen momentáneamente por ese estado de ansiedad y
la situación se reconduzca por sí sola ( todos los jugadores sienten estrés,
pánico, miedos, presiones, pero los mejores son los que logran controlar este
estado) o que el jugador no sea capaz de dominarse a sí mismo.
“Cuando las cosas no salen bien, te jodes, lloras, sufres,
te levantas y lo intentas otra vez. Hay que intentarlo hasta el último suspiro”.
Podemos ayudarle en esta situación, hacerle ver que
modifique su reacción desproporcionada ante el error, y que no se detenga en el
error, pues el juego continúa y hay que buscar reacciones y soluciones para
resolverlo favorablemente.
Si su estado de ansiedad permanece : hay que controlar,
reducir y si se puede eliminar mediante técnicas terapeutas de comportamiento y
cognitivas, que es la forma más eficaz de reducir dicha situación.
“La emoción es el ingrediente que permite el encendido de
la conducta”.
Un discreto estado de estrés es positivo para abordar la
competición. En el ámbito cognitivo el estado alto de estrés normalmente viene
por mal o defectuoso procesamiento de información. El jugador interpreta tales
situaciones como amenazantes que en realidad no lo son y la respuesta se hace
incierta, y como consecuencia de ello se produce una pérdida de confianza
apareciendo la inseguridad.
En el fútbol, en el deporte en general, se detectan a
veces situaciones en que los jugadores tienen fobia a la decisión, tienen una
actitud dentro del equipo de evitación defensiva de la toma de decisión. Ocurre
también, que algunos jugadores se responsabilizan en exceso tomando decisiones
que no corresponden y entran en una tensión excesiva de la que importa salir
cuanto antes. Hay que tener estrategias de potenciación personal y profesional (coaching) para atender tantas situaciones que hacen parte del contexto en donde se mueve el jugador.
El gran tesoro que tiene el entrenador es su plantilla de
jugadores. Elegir bien, un grupo compensado que se haga equipo y no transar por
nada su calidad de competencia., su compromiso, su actitud comportamental, el
respeto y la resignación de egos, la intención de ganar todo mediante la
entrega, la pasión, la intensidad y sobre todo una inteligencia y sentido de
juego que marque la gran diferencia por su excelente interpretación y
ejecución, de lo que va sucediendo en el partido.
“La victoria es la única capaz de justificar cualquier metodología”.
“La victoria podrá quedar en los libros, pero la forma de
conseguirla queda en la mente de la gente”./ Arrigo Sacchi.
“La esencia del juego es encontrar tipos que quieran entrenar,
jugar, competir, ganar”. /Cholo Simeone/.
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