Entrevista a Cristiano Ronaldo
El crack portugués habló con El País donde habla de todo
un poco.
¿Le pesan las figuras de antes y la historia del Real
Madrid, o con tanta púrpura a su alrededor nada le inquieta?
Cada uno tiene su
tiempo. Todos los que han pasado por aquí han dejado su marca. Mi
responsabilidad es hacer lo mismo o mejor, dejar una página bonita de recuerdo
y hacerlo lo mejor posible.
¿Es
fácil vivir todo el día sabiéndose Cristiano Ronaldo?
Sí, sí, ya estoy adaptado a mi vida y hay momentos para
todo. Hay momentos para estar concentrado en el fútbol, para salir por ahí,
para estar con la familia... Estoy habituado y me siento muy bien siendo quien
soy. Es cierto que a veces no es fácil, pero ésta es mi vida y estoy muy
contento con ella.
Ja, ja... Sí, los dos son compatibles. Somos muy amigos.
Bueno, hay personas que se quedan contentas y otras no.
La vida es siempre así. Si Dios no agrada a todos, no les voy a agradar yo. Es
normal. Entiendo y respeto lo que se dice por ahí, pero muchas veces no lo
comparto. Estoy tranquilo, estoy en un gran club y voy a demostrarme a mí
mismo, a mi familia, a la gente que me quiere y a las personas que me
contrataron que sí valgo eso. No tengo nada más que decir. Sólo trabajar.
¿No le parece que el fútbol se
ha desmadrado?
A muchos les parece obsceno lo que se paga. No,
no me lo parece. Me parece lo justo. Las cosas son así.
¿Es consciente de que quizá su
mundo sea irreal, que fuera de esa burbuja hay un planeta terrenal?
Yo he vivido en un mundo real.
En mi cabeza siempre pienso que soy una persona normal, una persona normal que
hace cosas diferentes, sólo eso. Los jugadores sabemos que tenemos una
profesión que nos da cosas muy bonitas, pero también unas responsabilidades.
Tenemos que ganar siempre, la presión es grande. Pero somos profesionales y
estamos adaptados.
¿Le preocupa esa imagen
frívola que para muchos transmite? ¿Tiene alguna inquietud que no sea su
estética y el fútbol?
Yo intento comportarme bien dentro y fuera del
campo, aunque ya sé que a veces no es fácil por muchas razones. Intento dar una
buena imagen sobre todo para los niños, es importante que crezcan con buenos
ejemplos. Ésa es una gran responsabilidad para mí. Tengo sobrinos, y si algún
día tengo hijos, me gustaría que crecieran sintiendo que aquellas personas que
les gustan son un buen ejemplo para ellos.
¿La infancia es lo que más le
preocupa?
Sí, son el futuro. ¿Qué
ocurrirá cuando nosotros no estemos y queden ellos? Es importante que tengan
los valores adecuados.
¿Qué queda de aquel crío que
comenzó a patear el balón en el Andorinha de Funchal?
Han pasado muchos años, pero
fue una experiencia muy bonita. Mi camino hasta aquí ha estado muy bien, he
conocido muchas personas buenas que me han ayudado a estar donde estoy, tanto
en el Andorinha como en el Nacional y en el Sporting de Lisboa. Tengo mucho que
agradecerles. No ha sido fácil llegar hasta aquí.
Y eso que usted estaba
predestinado a ser político, puesto que tengo entendido que la devoción de su
padre por Ronald Reagan es la causante de su segundo nombre. ¡Quién le iba a
decir a su padre que sería un futbolista brasileño el que popularizara el
nombre!
Sí, sí, sí... Me llamaron así
por Reagan, pero fue mayor el empeño de mi mamá que de mi papá. No sabían qué
iba a nacer un tal Ronaldo en Brasil. Mire, ayer precisamente lo hablamos en
casa. Pero a mí me gusta mucho mi nombre, es muy bonito.
Fue difícil, pero nunca me faltó de nada. Mi
padre y mi mamá trabajaron mucho para que no nos faltara de nada. Pero no fue
fácil irme a Lisboa solo con 11 años. No, no fue fácil irme de Madeira a vivir
solo a una ciudad como Lisboa. Lloraba todos los días, pero me gustó la
experiencia. Aprendí mucho, sobre todo a convivir con la presión.
¿Ya no llora?
Sí, sí, aún lloro de vez en cuando. A veces
de alegría, o por tristeza cuando se pierde...
¿Y por algo que no sea el
fútbol?
Sí, también, de vez en cuando. Pero hoy día me
río mucho más de lo que lloro.
Ahora que ha mencionado a su
familia, ¿hay alguien a su alrededor que la haga bajar a la tierra cada día,
que le haga poner los pies en el suelo? ¡Mucha,
mucha gente! Me rodean personas muy buenas y cuidan mucho esos aspectos.
También hay gente en el club que ayuda a los recién llegados y eso me da
estabilidad, por eso estoy tan bien psicológicamente.
Quien me conoce sabe bien cómo
soy. En muchas ocasiones me entristece un poco lo que trasciende de mí, pero
los que conviven conmigo saben que soy una persona sincera, que sólo tiene una
cara. Eso es lo que más me alegra.
Vamos, que no le preocupa la
imagen que proyecta...
[interrumpe]. Me importa, claro que me importa lo que
piensen de mí. Soy alguien sincero, nada más. Respeto lo que digan de mí, pero
muchas veces no estoy de acuerdo. Dicen cosas de Cristiano que no son ciertas.
Pero, en fin, la vida es así y hay que seguir.
¿Qué tal lleva el mundo
rosa?
Es una situación normal. Para
ganar dinero hay personas que tienen que inventar mentiras, montar polémicas
inciertas. Estoy habituado y sé vivir con ello, pero no siempre me resulta
fácil. Tenga en cuenta que detrás tengo una familia y gente que me quiere a la
que no le gustan esas cosas, a la que no le gusta tener que vivir con ello.
Desde hace cuatro o cinco años es así.
No deja de ser un afortunadísimo
chico de 24 años … ¿se divierte de vez en cuando?
Para la mayoría de la gente no
soy un chico joven, sino una persona que siempre tiene que hacer las cosas bien
y que si hace algo malo lo matan. Bueno, está bien, la vida es así, con sus
cosas buenas y sus cosas malas. ¡Qué le vamos a hacer! Estoy plenamente
adaptado.
¿Se puede ser CR y echar algo
de menos?
Bueno, pequeñas cosas que
hacía antes y ahora no puedo. Algo de privacidad. Por ejemplo, ir a un
shopping, al cine, pasear o ir a la playa.
¿Si siguiera en el Andorinha o
jugara en el Hull City, no tendría problemas?
Claro, claro, ya sé que al estar donde estoy y
ganar lo que he ganado tengo otra vida, pero eso no quita para que eche de
menos esas pequeñas cosas.
Cuando se repasa su biografía
futbolística, resulta extraordinario comprobar que todo lo que le ha sucedido
ha sido estruendoso, todo a lo grande. Veamos: siendo un niño se pelearon por
usted los dos grandes clubes de Madeira, Nacional y Marítimo; debutó con el
Sporting ni más ni menos que en un partido de la Liga de Campeones contra todo
un Inter de Milán; su estreno en la selección no fue sustituyendo a un
cualquiera, sino a Figo en un partido ante Kazajistán; el United pagó 18
millones por usted para que sustituyera a su gran ícono, David Beckham, que ese
año fichó por el Real Madrid...
Siempre me ha tocado asumir
grandes responsabilidades, desde muy joven. Fue difícil, pero me dio un placer
enorme que las personas tuvieran tanta confianza en mí. Eso me daba mucha
fuerza. Mi vida ha sido siempre un desafío. Siempre me preparo para ganar, soy
una persona ganadora, me encanta ganar y así seguiré. Independientemente de
donde juegue, yo quiero ganar.
Se nota, porque destila un
punto individualista tanto en el campo como fuera, ¿quizá porque desde pequeño
usted solo afrontó grandes retos?
Ahora no me veo tan
individualista, no, de verdad que no me lo parece. Cuando era más joven, sí,
porque tomaba muchas decisiones y algunas eran buenas y otras no. Ahora soy más
maduro y tras haber ganado tantas cosas, a nivel individual y colectivo, tengo
otra perspectiva para jugar mejor, para tomar cualquier decisión. Pero, bueno,
no soy perfecto y tengo mucho que aprender y, claro, siempre estoy aprendiendo.
Tengo que saber cuándo dar el pase adecuado, cuándo atrapar yo la pelota...
¿A usted le encanta hacer
malabarismos a solas con la pelota, incluso cuando está en el salón de su casa?
Me gusta, me gusta. Cuando acabamos el
entrenamiento o estoy en el gimnasio me gusta tener a alguien con el que jugar
y hacer bromas con la pelota. Aquí, como en el Manchester, a algunos chicos les
gusta. Y en mi casa, como a mis sobrinos no les gusta el fútbol...
No es verdad que sea una
obsesión. Cuando era más joven sí, ahora no. Con el calendario que tenemos,
tampoco tengo mucho tiempo para ir al gimnasio. Y claro que es necesario para
jugar al fútbol, aunque también para tu autoestima, para estar más contento
contigo mismo. En el fútbol hay contactos inmensos y hay que estar preparado.
¿Florentino Pérez, además del
dinero, por supuesto, utilizó alguna otra arma de seducción?
Es una persona muy
inteligente. Para haber cambiado tantas cosas aquí hay que ser muy
inteligente.
Tenemos que respetarle por todo lo que ha hecho.
¿Le hizo firmar algo en una
servilleta, como ocurrió en su día con Zidane?
Hum... No recuerdo muy bien.
Me dio dos regalos.
¿Se puede saber qué tipo de
obsequios? Un reloj y una réplica de la
Cibeles.
Mientras tanto, hablemos de
fútbol. ¿Qué tipo de juego le gusta?
Me gusta ganar, ganar y ganar.
Y si puede ser con un fútbol atractivo, mucho mejor. Tenemos un equipo muy
bueno y un gran entrenador, así que contamos con todos los ingredientes para
ganar y ser atractivos.
¿Ve mucho fútbol?
Un poquito.
¿A qué equipos ha admirado
últimamente por su estilo?
A muchos.
El Barça juega muy bien, y el
Atlético, el Valencia... En España se juega muy bien. En la Premier, los
equipos son muy competitivos, pero allí se juega de forma más física y en
España predomina el balón. Al final de la temporada le podré dar más pistas.
Más o menos conocía un poco a
todos. Lo que se ve es que hay mucha calidad, lo que para mí es muy bueno para
seguir aprendiendo y seguir ganando títulos.
¿A quién le daría el Balón de
Oro?
No lo sé. Es una pregunta
que... Tengo muchos amigos, y si digo uno u otro, habrá enfados. Ellos sabrán
muy bien a quién dárselo.
A un tal Messi, ganador del
triplete, quizá...
Bien, por qué no. Puede ser.
En la final de Roma ante el
Barça a usted se le vio muy irascible.
Porque perdíamos. Ya le he
dicho que no me gusta perder, y menos una final de la Liga de Campeones. Es
normal que me enfadara.
¿Qué tal ha terminado su
relación con Alex Ferguson?
Bien, muy bien. Para mí ha
sido una persona espectacular que me ha ayudado mucho y a la que llevo en el
corazón.
En el United coincidió con
Giggs y Scholes, que llevan en el club desde el parvulario. En Madrid se
encuentra con Raúl, Guti y Casillas. Cada vez hay menos futbolistas que se
identifiquen de tal forma con su club. ¿El dinero puede con los sentimientos?.
No, independientemente de que
un jugador se quede 15 o 20 años en un club, tengo la certeza de que los
futbolistas defienden a sus equipos con toda su entrega. Yo, por ejemplo, di
siempre lo mejor por el United, igual que hago en el Madrid, con tal de ganar títulos. Los jugadores que
crecen en el mismo club en el que acaban su carrera tienen mucho valor y se
merecen un reconocimiento. Pero hoy día es muy difícil.
¿Sabe cuántas referencias
sobre usted se contabilizan en Google?
No, ni idea.
Veinte millones ochocientas
mil.
¡Muchas!
Tranquilo, Barack Obama tiene
81 millones.
Pero es Obama! Bueno, no
estoy tan lejos. Pero dígame, ¿qué jugador tiene más?
Beckham, supongo. ¿Y quién
más, quién más?
No sé, no he rastreado más.
Bueno, 20 millones no esta mal.
Me motiva mucho que la gente se interese por mí.
Tomado Del País - España
No hay comentarios:
Publicar un comentario