Que poco tiempo le dedicamos en el entrenamiento al órgano
más importante de nuestro cuerpo. Intentamos que las respuestas fisiológicas y
motrices de nuestros jugadores sean las mejores posibles y nos olvidamos que
para que nuestros deportistas den respuesta a sus movimientos precisan de un
órgano responsable de dar órdenes según el contexto en el que se desarrolle la
acción técnico-táctica. El cerebro.
“El cerebro, el órgano más importante y al que
menos importancia le damos”
EL PROCESO DE SUPERCOMPENSACIÓN
Cuando entrenamos mejoramos gracias a unas adaptaciones
que se producen en nuestro organismo. Estas responden a razones fisiológicas, la
Supercompensación. El esfuerzo de nuestro cuerpo por dar respuesta a
situaciones superiores a las normales (se rompe la estabilidad del sistema)
origina la activación de procesos internos cuya finalidad es la de mejorar
el estado inicial y prepararse para dar futuras respuestas más eficientes.
Estos procesos se generan gracias al descanso y a la correcta aplicación de las
cargas de entrenamiento.
Imagen 1. Esquema de la evolución de la
capacidad de respuesta del organismo ante la aplicación de un estímulo.
La aplicación de una carga (estímulo) suficientemente
potente genera una alteración del medio interno y consecuentemente una
disminución del rendimiento debido a dicho estimulo. Tras los procesos de
recuperación oportunos el cuerpo experimenta una compensación de sus
capacidades con la finalidad de aumentar su rendimiento y poder atender con
mejores condiciones a estímulos similares o incluso superiores. La base de esta
respuesta no es otra que la supervivencia.
“El cerebro intenta sobrevivir buscando la adaptación al
medio”
FACTORES CLAVES EN LA SUPERCOMPENSACIÓN
Los factores más determinantes serán:
- La
intensidad y cantidad del estímulo.
- Momento
de aplicación del siguiente estimulo.
¿PERO Y EN EL CEREBRO, TAMBIÉN SE PRODUCE UNA
SUPERCOMPENSACIÓN?
La táctica, el pilar sobre el cual se sustenta el
entrenamiento del fútbol. Sin ella, el juego carecería de significado.
Pero, ¿cómo aprenden nuestros jugadores?
Durante el entrenamiento el sistema nervioso experimenta
cambios estructurales y funcionales, manifestándose en la aparición de
nuevas conexiones entre redes de neuronas. Fruto de la vivencia y
experimentación de situaciones tácticas que ha realizado el jugador. El cerebro
se reorganiza para dar respuesta a las demandas del juego que se le está pidiendo
al futbolista y para ello el sistema nervioso debe adaptarse a esas demandas
tanto físicas como cognitivas.
De estas conexiones interneuronales dependerá la capacidad
de respuesta del cerebro del jugador. Cuanta más capacidad tenga el futbolista
de agregar información a sus redes neuronales mayor capacidad de aprendizaje
tendrá y con ello mayor número de respuestas podrá ejecutar.
Muchos de los factores que condicionaran la estructuración
de las redes neuronales y de comunicación de los jugadores estarán
bajo las influencias ambientales y contextuales que se le presenten
durante el entrenamiento .Cuanto más se acerque el entrenamiento al modelo
de juego, mayor será la adquisición de patrones de conducta acordes al juego
que quiere desarrollar el equipo. Las redes neuronales y sus circuitos
interpretaran más rápido las respuestas a procesar puesto que serán reconocidas
por haberse llevado a cabo en el entrenamiento.
No es raro escuchar cuando se incorpora un jugador nuevo a
la disciplina del equipo, ‘se esta adaptando, necesita un poco de tiempo‘.
Claro esta que el entorno social es un condicionante, sobretodo en la élite,
pero cuando un jugador nuevo llega a un equipo lo que necesita es ordenar sus
circuitos para ponerlos a consonancia a lo que se le esta pidiendo que realice
en el terreno de juego. El sistema nervioso es lento en madurar y por eso los
jugadores tardan en alcanzar su mejor nivel. No es que condicionalmente no este
adaptado para jugar, su mente no puede procesar tanta información nueva.
“El sistema nervioso marca la evolución táctica del
jugador de fútbol”
LA ESPECIFICIDAD EN LA ESTIMULACIÓN
Producto de las descargas químicas y eléctricas del cerebro
durante el entrenamiento de las llamadas ‘Situaciones Simuladoras
Preferenciales’ (Seirul·lo, 1996) el jugador puede ir asimilando los
conceptos tácticos. Estas descargas aumentaran o se reducirán en función de la
magnitud de la carga (estimulo).
La repetición de estímulos específicos conllevara un
aumento en la actividad de generación de los potenciales de acción eléctricos y
con ello el establecimiento y conservación durante un tiempo prolongado de las
respuestas de las neuronas.
Sin embargo debemos tener presente la repetición
de los estímulos. Aunque se sabe que es fundamental en el aprendizaje, la falta
de novedad en la aplicación de los estímulos provoca unas excitaciones lentas
así como un déficit en la respuesta neuronal, desapareciendo de manera gradual.
Es por esto, que la variedad en los entrenamientos
bajo una misma línea de trabajo contextualizado basado en el modelo de juego,
provocara que además de estar variando los estímulos, estos sean específicos a
los patrones de juego que se van a practicar.
LA IMPORTANCIA DE LA SUPERCOMPENSACIÓN TÁCTICA
Aplicar a lo largo del microciclo estímulos tácticos
para activar los potenciales y aumentar la persistencia dependerá del aumento
de calcio y de la liberación de transmisores, activando el hipocampo,
lugar donde se llevan a cabo los procesos de memoria y aprendizaje.
Las características del estímulo son fundamentales
para que nuestro organismo se prepare para dar respuestas en el juego.
Deberemos estructurar estos estímulos durante los entrenamientos (y también a
lo largo del microciclo), con la finalidad de que el jugador acumule
información específica cuando este más receptivo y dejar un tiempo para que el
cerebro se supercompense (plasticidad).
Las tareas poseen un efecto específico sobre cada
sistema funcional del jugador. Interconexionar estos sistemas con la finalidad
de que se adapten a una manera de jugar encontrando los momentos de aplicación
será fundamental para la periodización del entrenamiento.
Constantemente existe una relación entre los
componentes tacticotécnicos, condicionales, coordinativos y psico-cognitivos en
correlación con el modelo de juego adoptado. La calidad y ajuste de los
estímulos de aprendizaje hacia el jugador, así como la genética
(calidad del sistema neuronal) marcara la adquisición del conocimiento del
juego.
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