... saber, poder ….¡y querer!
(Parte 2)
Posted/ by pedrogomez
Por: Pedro Gómez (Preparador Físico
Albacete Bpie)
pedrogomez7@hotmail.com / @pf_gomez
Nos preguntábamos en el primero de lo que será una serie de
3 artículos (Ver: En fútbol el correr, ¿también es de cobardes?) (Parte 1) si
el correr más, en términos absolutos, suponía ganar más, y por ende estar en
mejor situación clasificatoria.
Comprobamos para desgracia de los que anteponen los metros
recorridos al desempeño futbolístico que la correlación hallada en aquel
momento (se habían disputado 17 jornadas de la Liga Adelante) era reacia a
establecer relaciones causa efecto sólidas que nos permitiera asegurar, y en
algunos casos “malvender”, que si corríamos más, ganaríamos más partidos, pues
para sorpresa de muchos, aquellos equipos que más habían corrido, no
necesariamente ocupaban las posiciones más deseadas en la liga.
Despojándonos del barato abrigo del reduccionismo, llegamos
al acuerdo (al menos por la mayoría de feedbacks recibidos) que el correr en el
fútbol a veces no era tanto una capacidad cuantitativa como cualitativa, pues
interesaba más correr bien y poco, que mal y mucho…¡y no sólo eso!.. a la
vez que huíamos de la peligrosa compañía de la vanidad, tomamos aire y no
tuvimos censura en reconocer que cada vez que insinuábamos ser mejores
preparadores físicos por el simple hecho de que nuestros jugadores corrían
más, estábamos ofendiendo al fútbol e infravalorando la capacidad
intelectual de muchos.
El SABER correr, o mejor dicho, el saber
jugar mejor a este complejo juego se nos aparecía como variable indiscutible a
la hora de modificar las revoluciones y el marcador de nuestro
cuentakilómetros: ir muchas veces por detrás del marcador, realizar esfuerzos
individuales sin coordinación colectiva, apostar por una manera de jugar más
desplegada..etc…parecían tener mayor peso a la hora de correr que por ejemplo,
los tan trillados, y poco demostrados, picos de forma colectivos.
Diez jornadas más tarde, (se acaba de disputar la nº 27),
sospecho que estimulados por el masoquismo del señor Grey y sus sombras, y no
terminados de convencer por lo que consideramos mucho más etéreo que nuestras
leyes de supercompensación (para los preparadores físicos sería una
fantástica noticia que alguien pudiese asegurarnos con datos que si corremos
más, ganaremos más….entre otras cosas, porque rejuveneceremos nuestra
imprescindibilidad), volvemos a indagar en los datos que hasta la fecha de hoy,
nuestro a priori aliado, Media Coach, nos ofrece:
Sí amigos,… lo siento, pero nuestros fantasmas vuelven a
estar debajo de la cama, en el mismo sitio en el que los dejamos, y donde tal
vez, por simple sentido de supervivencia, no deberíamos de mirar cada vez que
oímos algún ruido.
La correlación encontrada entre los kilómetros recorridos y
la posición clasificatoria vuelve a estar próxima al 50%, lo cual, como ya
señalamos anteriormente, no nos consiente establecer por su insuficiencia una
relación causa efecto que, al menos en este aspecto, defienda nuestra valía.
Ahora bien, alto y claro, que nadie se deje confundir por la
lógica ilógica futbolística ni trate de confundirnos con su cavilada verborrea,
porque señores, para correr mucho, hay quePODER correr mucho, al
menos mientras a esto sigan jugando personas, ¿o es que el modelo de juego no
suda?, ¿o es que la planificación, distribución de contenidos y cargas de
trabajo que habitualmente realizamos los ahora “casi arrinconados” preparadores
físicos no le permiten al sujeto llegar en mejores condiciones al partido?…¡ya
está bien!, el poder correr más es imprescindible para correr mucho, lo cual,
que quede claro, no quiere decir que correr menos es poder menos o tener un
preparador físico menos capacitado….(Hay muchos matices al respecto que
abordaremos con más detalle en la tercera y última parte de esta sección de
artículos que se publicará al final de temporada).
Saber correr, poder correr…¡y QUERER correr!,
(para esto me colaba hoy en vuestro tiempo)..para recordaros, aunque entreveo
que la mayoría lo tenéis muy presente, que por encima de ser bueno jugando o
tener una óptima capacidad condicional, el componente emocional (o volitivo que
llamó en su día el maestro Seirulo), es la mejor y más fiable batería para
nuestro GPS, porque como ya sabréis, me hechiza especular con la idea de que
cuando el corazón empuja, ¡ni preparación física ni leches!.
El convencimiento absoluto para alcanzar un objetivo, el
sentimiento de solidaridad generado en un colectivo cuando se persigue un tan
deseado fin común, la inquebrantable voluntad de dar lo mejor de uno mismo
cuando las fuerzas flaquean incluso para tomar aire, el luchar incansablemente
contra los temidos lactatos, el sinsentido de disfrutar sufriendo…¿o cómo
creéis si no que un equipo puede ganar a otro que le triplique en presupuesto,
o un jugador ganar una disputa a aquel que siempre fue internacional..? Cuando
el rival es mejor, porque los hay y los seguirá habiendo, no queda otra
que correr, correr y correr, aun sabiendo que, a tenor de los datos, nadie
pueda asegurarnos los 3 puntos.
¿Y esto cómo se entrena?
Un fuerte abrazo amigos!
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