ASPECTOS QUE CONDICIONAN EL RENDIMIENTO DEPORTIVO.
Posted por David Martinez
Hay numerosos aspectos que condicionan el buen rendimiento
deportivo, y respecto a ellos encontraremos opiniones todo tipo. En este
artículo nos vamos a referir exclusivamente a aspectos condicionales y
técnico-tácticos y en la fase de la pretemporada.
Algunos preparadores y entrenadores y gente vinculada al
deporte en general, creen que el trabajo general en la pretemporada no es
necesario porque no mejora el rendimiento, también algunos creen que la forma
adquirida en este período es lo que hace que el deportista rinda adecuadamente
durante los nueve meses de competición.
En realidad, un deportista profesional, un jugador de fútbol
en este caso, no pierde muchas adaptaciones durante el período transitorio, de
modo que la pretemporada puede ser una fase en la que se busque recuperar el
nivel anterior de condición física o de esas adaptaciones, o dicho de otro modo
puede ser un momento de “readaptación al entrenamiento y/o al esfuerzo”. Por
ello creo, que aunque el trabajo general es posible que no mejore el
rendimiento a corto plazo, si que puede ser beneficioso a medio y largo plazo.
En el período de pretemporada, la dinámica de las cargas se
caracteriza por un volumen elevado que se ajusta a su valor medio un microciclo
antes del inicio de la competición de liga, y una intensidad baja, que al
contrario del volumen, va aumentando progresivamente a medida que nos acercamos
al inicio del período competitivo.
El volumen lo podemos aumentar o disminuir mediante el
tiempo de duración total del entrenamiento, del tiempo de trabajo en las tareas
planteadas, o mediante el número de sesiones semanales.
La intensidad, modificando la relación entre tiempo de
trabajo y descanso, mediante la modificación del ritmo de ejecución de una
tarea, y también mediante la especificidad de las mismas.
Si pasamos a hablar de los aspectos condicionales
podemos centrarnos en resistencia, fuerza y amplitud de movimiento (ADM).
En cuanto a la resistencia pasaremos del trabajo
aeróbico hacia la incorporación progresiva de ejercicios de componente más
anaeróbico. En la fuerza iniciaremos con fuerza general, hacia el trabajo de
potencia. Algunos autores defienden el trabajo de fuerza máxima antes de pasar
a un entrenamiento de potencia o fuerza explosiva o combinando sesiones de un
tipo y otro de trabajo. (referido a deportistas adultos, en deportistas
jóvenes debemos tener en cuenta las fases sensibles).
Es cierto que en el futbol las acciones determinantes
son las rápidas y explosivas que van más ligadas a aspectos de la resistencia
anaeróbica y a aspectos de potencia si hablamos de fuerza, pero si tenemos en
cuenta aspectos fisiológicos, para resistir mejor y recuperarse más rápidamente
tras esfuerzos anaeróbicos es muy importante un buen desarrollo del metabolismo
aeróbico.
De la misma manera, algunos autores defienden que el trabajo
de fuerza máxima es importante antes de pasar al entrenamiento de potencia, ya
que mejora la fuerza a bajas velocidades que es lo que ocurre en el inicio de
cualquier acción cuando ésta empieza desde parado o casi parado (velocidad
inicial cerca o igual a 0) y la potencia que es un trabajo con menos carga
buscando más velocidad en el gesto, mejora las acciones a rápidas pero cuando
el movimiento ya se ha iniciado.
Otros autores, defienden que la fuerza máxima y la potencia
se relacionan más estrechamente cuando hayan cargas elevadas, pero con cargas
bajas o ciclos CEA (ciclos de estiramiento-acortamiento), como ocurre en la
mayoría de las acciones en el futbol la correlación entre la fuerza máxima y la
potencia será baja).
En cuanto a las actividades para la mejora, tanto de la
resistencia, como de la fuerza, se pueden entrenar de forma más, podríamos
decir analítica, y también de forma que simulen situaciones y gestos
competitivos. Desde mi punto de vista una combinación entre ambas opciones es
lo adecuado.
Respecto a la ADM, no hay que olvidar, realizar
estiramientos tanto en la pretemporada como en la fase de competición, y no
solo tras cada sesión de entrenamiento, sino que sería interesante ver la
posibilidad de realizar al menos 1 o dos sesiones exclusivamente para estirar,
tanto de forma estática como dinámica, para mantener una buena flexibilidad y
elasticidad que permita a los deportistas una buena ADM y una mejor fluidez,
eficacia y eficiencia en los gestos deportivos y por tanto un mejor
rendimiento.
Los aspectos técnicos y tácticos también evolucionan durante
este período, desde lo más individual, tanto técnica como tácticamente, hacia
lo más colectivo, mediante el aumento de la complejidad o especificidad de las
tareas.
Para poder desarrollar bien las primeras fases sobre
todo en relación a lo condicional, en mi opinión creo que en la medida de lo
posible, sería interesante no poner competiciones amistosas hasta las semanas
del final de la pretemporada, cuando la intensidad ya empieza a ser más elevada
y la especificidad de las tareas mayor.
En resumen, aunque es cierto que los beneficios
conseguidos durante la pretemporada no duran todo el período competitivo si no
se realizan sesiones que estimulen de una forma adecuada el metabolismo
aeróbico, anaeróbico y muscular, así como la comprensión adecuada del juego en
cuanto a los aspectos condicionales y técnico-tácticos, creo que si es un
período importante para adquirir una base que permita un rendimiento óptimo
durante la fase competitiva.
JAVI BENAVENT
Twitter : @JaviBenSan
BIBLIOGRAFÍA
Pol, R., 2011, La Preparación ¿física? En el fútbol,
editorial MCsports.
Bompa, T., 2003, Periodización Teoría y metodología del
entrenamiento, Editorial Hispano Europea
Solé, J., 2008, Teoría del entrenamiento deportivo,
Editorial Sicropat SportLópez Chicharro, J., Fernández Vaquero, A., 2006,
Fisiología del ejercicio, Editorial Médica Panamericana
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