DIEZ
ENTRENADORES, DIEZ FILOSOFÍAS.
Así
como el éxito es la tarjeta de visita de un entrenador, la táctica podría considerarse
su sello personal inconfundible.
Maestros reconocidos del oficio, todos ellos saben cómo conseguir que sus
respectivos equipos den lo mejor de sí. Puede que difieran en sus
planteamientos, pero todos cuentan con una fórmula personal con la que
convertir a los once jugadores sobre el césped en un colectivo perfecto.
CARLO
ANCELOTTI
El antiguo jugador de
la selección italiana dejó este verano el París Saint-Germain para fichar por
el Real Madrid, y de momento está demostrando que también en el equipo merengue
es capaz de lidiar con la extroversión de las grandes estrellas a su cargo.
Ancelotti es flexible como pocos y, cuando conviene, sabe adaptar la táctica
del equipo a los jugadores que tiene a su disposición o bien al adversario, con
lo que siempre tiene la sorpresa de su lado. Con el PSG, Ancelotti dispuso un
4-4-2 sobre el terreno de juego en 29 ocasiones, y sólo en dos salió derrotado.
En el Real Madrid, Carletto alterna entre el 4-3-3 y un 4-2-3-1. Lo más
importante para él: "Contar con once jugadores que ataquen cuando tienen
el balón y once jugadores que defiendan cuando no lo tienen".
RAFAEL
BENÍTEZ
El
español es un perfeccionista que no deja ningún detalle al azar. Es también
partidario entusiasta de programas de entrenamiento informatizados y de
ejercicios tácticos minuciosamente ensayados. "Actualmente es posible
analizar de manera muy objetiva los puntos fuertes y débiles del adversario y
de tu propio equipo. Con esos datos se pueden trazar planes: un plan A, un plan
B, un plan C. Una vez, un jugador me preguntó si había también un plan D. Y
tenía razón. No está de más considerar todas las situaciones hipotéticas
posibles", declaraba el actual entrenador del SSC Nápoles hace algunos
años, antes de continuar: "¿Por qué se asocia siempre la belleza al pase
corto o a la habilidad técnica? No me gustan las mentalidades rígidas. No hay
una definición objetiva de la belleza del juego. El buen fútbol no es cuestión
de ideologías, y mucho menos la propiedad intelectual de algún iluminado".
Benítez apuesta generalmente por una formación 4-2-3-1, si bien en función del
adversario y de la situación es capaz de cambiar de inmediato el dibujo táctico
del equipo.
ANTONIO
CONTE
Conte
es el responsable del renacer de un grande del fútbol italiano, el Juventus de
Turín. El equipo ha sumado dos ligas italianas consecutivas desde que Conte
accedió al cargo en 2011, y muy posiblemente el éxito se deba a los cambios
tácticos que ha introducido. El habitual (y en ocasiones rígido) 4-4-2 de la Vecchia
Signora ha sido sustituido por un sistema más flexible, en el que un 4-2-4
puede transformarse en 4-3-3 o 3-5-2. "Tiene una virtud excepcional, y es
la organización", destacaba el madridista Ancelotti hace pocas semanas, en
clara alabanza a los recientes logros de Conte.
VICENTE DEL BOSQUE
Durante los últimos
cinco o seis años, la selección española ha dominado, cuando no revolucionado,
el fútbol internacional. Tras la Eurocopa que conquistó España en 2008, Del
Bosque tomó el relevo de Luis Aragonés y perfeccionó el de por sí casi
inmejorable concepto de “tki i taka”, o juego de pase corto, que quizá pueda
describirse como un intercambio interminable de pases hasta que se abre el
espacio decisivo. Del Bosque ha reivindicado también la figura del falso nueve,
lo que ha llevado a la Roja a jugar sin un verdadero delantero centro.
El objetivo es contar en el eje del ataque con un jugador habilidoso, capaz
tanto de participar en los largos intercambios de balones como de retrasarse al
centro del campo cuando resulta necesario. Desde hace años, España despliega
habitualmente un 4-1-4-1. Todo el equipo, además, procura abrir opciones de pase
moviéndose constantemente, incluidos los defensas, lo que obliga al rival a
defender un espacio muy amplio y permite a los españoles desarrollar su juego
trenzado.
ALEX
FERGUSON
Al
igual que Arsène Wenger, Ferguson (que este verano se despidió de los
banquillos tras celebrar incontables triunfos con el Manchester United) ha
tenido la ventaja de poder elaborar una concepción del juego y unos planteamientos
tácticos muy concretos a lo largo de los años, ejecutados luego sin discusión
por su equipo sobre el terreno de juego. Durante mucho tiempo, el escocés optó
por un rígido 4-4-2, si bien en épocas más recientes ha optado a menudo por un
4-2-3-1. Para el recuerdo ha quedado el 8-2 que los Diablos Rojos
endosaron al Arsenal en agosto de 2011, cuando Fergie, estratega hasta el fin,
optó por un 4-2-4-0 con el que barrió del campo al adversario.
JUPP
HEYNCKES
Elegido
en 2013 mejor entrenador del año en Alemania, Heynckes puso este verano toda su
experiencia (y una buena dosis de serenidad) al servicio de su equipo, el FC
Bayern de Múnich, para conquistar la Liga de Campeones de la UEFA. A sus 68
años, Heynckes no sólo supo canalizar el talento de una plantilla superlativa,
pero temperamental, y convertirla en un colectivo perfecto, sino que también
fusionó diversos planteamientos tácticos hasta dar con la fórmula del éxito: un
4-2-3-1, al que incorporó componentes como un vertiginoso juego de pases
cortos, dinamismo por las bandas, cambios de orientación rápidos y una presión
ofensiva casi instantánea. Podría incluso hablarse de un "tki taka
2.0", si bien el habitualmente reservado Heynckes tuvo esto que declarar
antes de ceder las riendas del equipo a Pep Guardiola: "El Bayern no juega
como el Barcelona. El Bayern tiene un juego más moderno, más contemporáneo,
mejor", y añadió: "A mi sucesor le entrego posiblemente el mejor
equipo del mundo".
Hay
razones de peso para argumentar que el actual entrenador del Borussia Dortmund
es una de las fuentes de inspiración del nuevo estilo de juego alemán y uno de
sus principales promotores. Motivador infatigable, Klopp (que como jugador
nunca llegó más allá de la segunda división) tiene fama de gran estratega, y ha
sabido llevar la transición ataque - defensa y la presión ofensiva a dimensiones
desconocidas hasta ahora en la nación tricampeona del mundo. Klopp acostumbra a
disponer un 4-2-3-1 sobre el terreno de juego, en el que las posiciones de
doble pivote defensivo en el mediocampo las ocupan un jugador eficaz en carrera
y en el uno contra uno, y otro con mayor habilidad técnica y estratégica.
JOSÉ
MOURINHO
Es
de sobras conocido que The Special One prefiere organizar sus equipos a
partir de una defensa particularmente robusta y sólida. Los análisis del
portugués, que este verano ha regresado a las filas del FC Chelsea, son tan
conocidos como temidos por sus adversarios. Nadie sabe preparar a sus equipos
para aprovechar las flaquezas del adversario mejor que el Entrenador del Año de
la FIFA 2010. Mourinho es otro de los partidarios del sistema 4-2-3-1, si bien
en posesión del balón prefiere apostar no tanto por la clase individual y la
rapidez de los jugadores de banda, como por la visión de juego de un medio
centro excepcional.
LUIZ FELIPE SCOLARI
Hace
ahora casi un año, Felipão se hizo cargo de la selección de Brasil con el
objetivo explícito de conquistar la Copa Mundial de la que será anfitriona.
Expertos y aficionados se mostraron en aquel momento escépticos, pero doce
meses más tarde todos se han rendido ante Scolari, quien ya se proclamó campeón
del mundo en 2002. Los pequeños cambios introducidos en la selección han tenido
un considerable efecto. Scolari apuesta por jugadores capaces de darlo todo
durante los 90 minutos del partido, jugadores que destacan por su presencia,
velocidad, condición física y poderío. A partir de una defensa sólida,
construida con futbolistas de primerísima clase, Scolari desarrolla un juego
rápido de pase directo, tensión constante y desborde en ataque. Habitualmente,
su equipo despliega un 4-2-3-1 en el que la rápida verticalidad de los
carrileros abre espacios para los atacantes. Con Fred, además, Scolari vuelve a
disponer de un delantero centro de primera categoría, capaz de convertirse en
el máximo goleador de los brasileños durante la reciente Copa FIFA
Confederaciones 2013 y de desarbolar las defensas rivales.
ARSÈNE
WENGER
A
sus 64 años, el francés lleva en el banquillo del FC Arsenal desde 1996.
Considerado uno de los pioneros del juego ágil y de pases cortos, Wenger no ha
modificado sustancialmente su filosofía, pero con el tiempo los Gunners
han dejado atrás su habitual 4-3-3 y el ocasional 4-4-2 para dibujar ahora un
4-2-3-1 sobre el campo. El más esteta de los entrenadores ha sido siempre
partidario de la flexibilidad y la creatividad, por lo que sus hombres, por lo
general de una calidad técnica indiscutible, alternan a menudo entre distintas
formaciones. Wenger preconiza el juego ofensivo, y muy pocas veces define la
táctica o las alineaciones en función del rival.
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